Los seres humanos entendemos las cosas tal como nos las han explicado (una cama es para dormir, un ventilador es para generar aire, una silla es para sentarse… y un concierto, al aire libre, es para bailar, de pie), y cuando nos lo cambian, necesitamos cierto tiempo para asimilarlo. Esa sensación de ser nuevo en algo, sin saber muy bien hacia dónde tengo que ir o lo que puedo o no puedo hacer, se sentía el sábado 8 de mayo en el concierto de Sr. Chinarro en Valencia.
Hay que destacar la perfecta adecuación del lugar a las vigentes normas sanitarias, cumpliendo el aforo permitido y la correcta separación entre localidades. Todos los asistentes cumplieron en todo momento la obligación de llevar correctamente la mascarilla, sin ningún incidente al respecto. El recinto contaba con dos zona bien diferenciadas; una a modo de terraza de bar, donde poder beber y comer algún snack; otra con sillas para sentarse a disfrutar de las actuaciones, pero sin vasos ni comida. Las zonas con césped estaban acompañadas por público infantil, ya que les era permitida la entrada.
Una mañana comandada por Sr. Chinarro
La sesión del sábado 8 de mayo, fue la décima cita en el calendario de actuaciones al aire libre en La Pérgola de la Marina de Valencia, dentro del marco de su ciclo de conciertos.
El valenciano Néstor Mir fue el encargado de abrir la sesión, siendo el ritmo de sus canciones el atrayente del público al recinto. La cara de felicidad de los asistentes no se podía ocultar detrás de la mascarilla, corroborándolo los leves movimientos del cuerpo, en los que emulaban un baile que, por el momento, tenemos que dejar aparcado.
El granadino Manu Ferrón salió a escena en segundo lugar interpretando, en acústico, parte de su repertorio. Lo que le valió al público para aplacar la sed de baile y a la vez de reclamo para los más rezagados en acudir a la cita con Sr. Chinarro, el cuál no tardó en subir a la pérgola.
El temple del veterano
Aunque la situación que estamos atravesando es excepcional para todos, el temple de un veterano curtido en «mil escenarios» tiende a aflorar. Eso es lo que se percibe cuando Antonio Luque (Sr. Chinarro) sube al escenario. Él sabe que queremos escucharlo, pero su aparición en la pérgola es sensata, sin aspavientos que quiebren la paz de los asistentes. Un leve saludo con la guitarra en mano basta para que sus fans den una cálida bienvenida a Sr. Chinarro.
En el escenario muestra una profesionalidad añeja, saluda a su gente y se marca un interludio que pronostica cierta intimidad en la actuación. Ya sabíamos que este concierto iba a ser en acústico, sin embargo, la sola presencia de Antonio y su guitarra bastó para llenar el escenario.
Un repertorio variado
El año pasado Sr. Chinarro lanzó su último LP, El Bando Bueno (Mushroom Pillow, 2020). Un álbum que, por la crisis sanitaria, no se pudo girar. Con esa premisa, anunciábamos en nuestros pensamientos que esta actuación del sevillano giraría en torno a las canciones que componen El Bando Bueno, pero no fue así. Nos deleitó con un repertorio variado de su discografía.
Aunque no le acompañó su banda, a Antonio Luque le bastó su guitarra para encarnar a Sr. Chinarro, con la que tocó canciones como No Recuerdo, canción que nos rememora cierta época en nuestras vidas «Tantas tardes al abrigo de los parques, tantas noches en un rincón«.
Con Tímidos, la gente coreaba «tímidamente» el estribillo; «Tímidos del mundo uníos, un poquito de concentración, uníos.«. También interpretó Quiero Hacerlo Mejor, perteneciente al álbum del 2018 Asunción. O Efectos Especiales, del LP El Progreso de 2016.
Gracias por el idilio
Esta fue una de las frases de despedida de Sr. Chinarro, «Gracias Por El Idilio«, que terminó la actuación entre aplausos y vítores del público.
Para finalizar la contienda, interpretó Una Llamada A La Acción, en la que el público asumió el papel de coro y acompañó con palmas toda la canción. Con el estribillo se terminó una sesión que se hizo corta y, a la vez, supo a mucho.