Si me dices Vera Fauna hace un año, quizás no les hubiera ubicado como merecen. Pero a veces las casualidades, y siempre las personas, te llevan a sitios y a canciones y, en este caso, me he quedado aquí, enganchada a ellos. Gracias a la buena gente que te manda una canción y hace que forme parte de la banda sonora de tu vida.
El otro día tuvimos posibilidad de hablar con ellos a través de esta entrevista y, sin duda, era un preámbulo a lo que íbamos a vivir a los pocos días en la Sala Copérnico de Madrid. Detrás de este grupo hay humildad, mucho trabajo, algo de vértigo como todo en la vida, pero sobre todo, mucha pasión por lo que hacen y por contar historias.
La salida de este tercer disco ha tenido un punto de inflexión, incluso con cambios en la formación. Pero este momento les ha hecho sentirse todavía más libres como banda, todavía dar más rienda suelta a su creatividad y sonido y hacerlo sin miedo a nada. ¿El resultado? Dime dónde estamos, una magnífica obra, un canto directo por y para la gente, desnudar un poco el alma a cada corte.

La reciente visita a Madrid era una prueba de fuego, según ellos, que nosotros creemos que cumplieron con creces, superando cualquier expectativa. Y nos apetece mucho contarlo y compartirlo porque creo que han empezado algo todavía más bonito en 2025.
El público se rinde ante Vera Fauna
Con todo vendido hace unos días, anunciaron el sold out en redes. Damos fe, no cabía ni un alma en una sala que a mí me gusta personalmente, con muy buena acústica, aunque tenga alturas y recovecos.
A las 21 horas y con un rigor absoluto, sale Vera Fauna tras una densa cortina de humo, dando un aire de misticismo a los primeros acordes funk.
Abriendo con Dime dónde estamos, empezamos a notar el calor de los sevillanos, a dejarnos envolver por sus melodías. Algo que me gustó mucho es que tocaran las diez canciones del disco. Muchas veces pasa que lo que se siente con las canciones en estudio no tiene nada que ver a cómo llegan en directo.
El buen rollo y las referencias a Andalucía se dejan caer en canciones como Mira lo que tengo, un canto a Cádiz. Nos gusta que pongan voz a su tierra.
Una de las que más me gusta de este último trabajo es Un día más, tanto musicalmente como porque me encanta lo bien que plasman la vida cotidiana, la sencillez. Estos medios tiempos que tan difíciles me parecen de sacar adelante son un remanso de paz y amor en directo. Como En mi cabeza, otra pasada de canción que gana todavía más cuerpo en directo.

Regresan a Los años mejores, su anterior trabajo, con Peso Pluma y su letra tan comprometida con el mundo en el que vivimos: lo efímero, la precariedad. Sus letras empatizan mucho con el entorno en el que nos movemos y esa nota de cercanía todavía les hace conectar más con su público. A este anterior disco regresan también con Martes.
Elenco de lujo sobre las tablas
Me gusta cuando hay colaboraciones medidas. Es decir, le dan mucha luz a los discos, siempre y cuando haya cierta selección y criterio.
Pero nada puedo objetar de las que incluye este disco. Tuvimos además la suerte de vivir ambas en directo, disfrutando del increíble talento de Ángeles Toledano en Me destruyes y de Noni Meyers en No me digas la verdad. Este último ha tenido mucho peso en ciertas decisiones del disco y es que estamos hablando de un gran artista. También hubo tiempo para una versión muy loca del Colorada con Papa Levante. Muy indies todos, pero bien que nos la sabíamos de la A a la Z.
Se acercaba la recta final. En Casa Carreras, Kike, voz principal de Vera Fauna, se metió entre el público e hizo la clásica de «Ahora todos os agacháis». Con semejante subidón nos vamos a Sale el Sol y Tu voz, su primer avance, lo que desató todo. Tremendo final.
Con una breve desaparición, Vera Fauna reaparece para cantar Voy temblando, bis que no estaba previsto según los propios miembros. Hora y cuarto de felicidad, funk, ilusión.

Defendido este directo con nota, estamos ante un proyecto ilusionante y con proyección infinita. Un soplo de viento fresco ante un tremendo anquilosamiento de la escena que en muchos casos replica sonido y no apuesta por el arte y la libertad.
Enhorabuena, Vera Fauna, por hacerlo tan bonito y sentido. Estoy en vuestro equipo.