InicioConciertosCrónica de Xoel López en Madrid (WiZink Center, 2022)

Crónica de Xoel López en Madrid (WiZink Center, 2022)

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Fotografías: Patricia Martín

Se suele decir que lo bueno se hace esperar y eso casi siempre es extrapolable a todos los ámbitos de la vida. En esta ocasión nos servimos de esta manida frase para resumir el sentimiento que causó en los seguidores de Xoel López el concierto que ofreció hace unos días.Y decimos esto porque no ha sido hasta ahora (más de un año después de su publicación) que el artista coruñés ha podido presentar en la capital, con todo el público de pie, Si mi rayo te alcanzara (2020), su último trabajo discográfico. Puede parecer un detalle de poca importancia pero en estos tiempos de emociones contenidas, de abrazos a distancia y de estados de ánimo tan cambiantes, haber llegado a esto es ya un motivo de celebración.

Situación de extraña frialdad

Prometía Xoel en sus redes sociales que el concierto sería largo y que por eso se cumpliría el horario de inicio. Así que a las 21:35 empezó a sonar la intro de siempre, con Here Comes The Sun, y los músicos tomaron posiciones, sumergiéndose acto seguido en el atmosférico arranque de El destello. Esta pieza abre también el más reciente disco del cantante y sirvió para entrar en faena, como preparación previa, ante lo que habría de venir en las siguientes dos horas largas de concierto.

A quince minutos de empezar el show el ambiente era un tanto frío en el recinto, en parte debido a que las mascarillas y la situación no ayudan a crear un entorno más acogedor. Pero también es cierto que el WiZink Center en su formato reducido (solo pista) crea una sensación extraña, pues sigue percibiéndose como un lugar enorme para acoger a solo 4.000 personas (ese fue el número aproximado de asistentes). Pero es de justicia reconocer que desde la segunda canción, Xoel y su banda lograron hacerse con el control de la situación, llevando a su público al lugar al que querían en cada momento y haciendo que, una vez apagadas las luces, todo fuera más acogedor y cercano.

Un equipo sin fisuras

La primera parte del setlist se desarrolló con los seis músicos que suelen acompañar al cantante en la actualidad y que conviene nombrar uno a uno, ya que suyo es el mérito de que las canciones del gallego suenen tan deliciosamente perfectas en sus conciertos. Así, la banda suena como un auténtico cañón gracias a la maestría de Charlie Bautista (teclado), la energía de Adrián Seijas (percusión y guitarra), la solvencia de Fer Lamas (batería) y de Adrián Bartol (bajo), la elegancia de Ede (teclado y coros), y el carisma de Teyou y María Yfeu (coros). Todos ellos forman un grupo excepcional, un equipo sin apenas fisuras, donde cada pieza está en su lugar y brilla con luz propia. La mera disposición de cada uno de ellos sobre el escenario ya da una pista de la importancia que Xoel da a cada uno de los músicos que le acompañan.

Tras una serie de canciones donde destacaron algunas como Madrid o la emocionante Joana (aún recordamos cómo se emocionó Xoel la primera vez que la interpretó en directo hace año y medio), llegó el turno de Alma de oro, donde su autor y Ede sobrecogen de una manera especial hasta fundirse en un abrazo que es el de todos y cada uno de los que ahí lo presenciamos. Es el momento de la cantante madrileña (que, por cierto, tiene casi a punto su álbum debut) y por eso hace suya Quemas, la acaricia y nos la devuelve con una interpretación a corazón abierto, de esas que se quedan en la memoria de quien las puede disfrutar en el momento. Es uno de esos instantes imborrables en el que el público quiere saborear cada nota como si fuera la última.

Siempre hay lugar para la nostalgia

Quemas sirvió como bisagra, como puente para encarar una nueva parte del repertorio, encabezada por dos canciones de Deluxe (Reconstrucción y El amor valiente), para las cuales salieron al escenario Tuli y Gato Charro con su saxo y trompeta respectivamente, recordando viejos tiempos y aprovechando Xoel para adelantarnos que pronto habrá en Madrid algo como lo que ocurrió este verano en el festival Portamérica. A partir de ese momento, ambos instrumentistas se sumarían a la banda en casi todos los temas que restaban del repertorio.

Es incuestionable el tirón que aún tienen las canciones de la anterior banda de Xoel López y el cariño tan especial que le guardan sus seguidores. Pero también está fuera de discusión que el coruñés atesora un repertorio imbatible, repleto de joyas, de temas que son ya clásicos (Tierra es solo un ejemplo, quizás el más claro de todos) y de letras repletas de imágenes y paisajes con las que viajar con su autor a lugares remotos y cotidianos, lejanos y cercanos a la vez.

La generosidad de un artista excepcional

Decíamos antes que uno de los secretos del éxito de Xoel López en directo es la banda que le acompaña y volvemos a incidir en esta idea, reafirmándola cuando observamos cada mirada, cada sonrisa cómplice o cada baile (improvisado o no) que se regalan unos a otros. Es precisamente por eso que la música que hacen transmite tanto, porque ellos son los primeros en disfrutar, en divertirse y emocionarse y porque Xoel (más bailongo que nunca, por cierto) es extremadamente generoso con cada uno de sus compañeros, ofreciéndoles la cuota de protagonismo merecida y reconociendo su labor en cada concierto. Esto ocurre incluso con los que ya no están en la banda, como es el caso de Alice Wonder que, tras tres años y medio, tuvo que dejarla para centrarse en su carrera en solitario y a la que invitó para que dejara 4.000 bocas abiertas con Cometa.

Las más de dos horas de duración del concierto estuvieron plagadas de momentos inolvidables, como cuando Teyou interpretó Catarata o cuando María Yfeu y Xoel regalaron una desnuda y conmovedora versión de Por el viejo barrio. Pero el final de la noche llegaba a su fin y no pudo ser más acertado, con Patagonia y De piedras y arena mojada, en una disposición diferente, con Ede, Teyou y María Yfeu al lado de Xoel, en primera línea, regalando una preciosa imagen de despedida que sirvió de aperitivo para la traca final que supuso Tigre de bengala, el verdadero fin de fiesta.

En ese momento el WiZink Center se convirtió en una pista de baile y cada uno de los asistentes se dejó llevar en un acto de agradecimiento y de regocijo porque al fin, aunque hubiera pasado más tiempo del esperado, había vuelto Xoel López a la ciudad en condiciones “casi” normales para presentar su aclamado último álbum. Lo bueno se hizo esperar, pero sin duda mereció la pena.

Setlist Xoel López:

  1. El destello
  2. Vampiro blanco
  3. Si mi rayo te alcanzara
  4. A serea e o mariñeiro
  5. Madrid
  6. Joana
  7. Alma de oro (con Ede)
  8. Quemas (interpretada por Ede)
  9. Reconstrucción
  10. El amor valiente
  11. Dancehall
  12. Cometa (interpretada por Alice Wonder)
  13. Pez globo (con Alice Wonder)
  14. Jaguar
  15. La espina de la flor en tu costado
  16. Tierra
  17. Por el viejo barrio (con María Yfeu)
  18. Balas
  19. Hombre de ninguna parte
  20. Todo lo que merezcas
  21. Catarata (con Teyou)
  22. Ningún hombre ningún lugar
  23. Lodo
  24. Patagonia
  25. De piedras y arena mojada
  26. Tigre de bengala

AUTOR

Javier Decimavilla
Javier Decimavilla
La música nos puede salvar la vida o al menos mejorarla. Bob Dylan, Neil Young, David Bowie, The Beatles o The Rolling Stones, entre otros, nos llevan enseñando el camino a la felicidad desde hace décadas.

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