Tomavistas es síntoma de felicidad y así están nuestras caras después de dos jornadas épicas. Durante este fin de semana hemos podido disfrutar de dos jornadas trepidantes, llenas de buenos momentos, energía y, sobre todo, grandes conciertos.
Lo primero que queremos destacar es la impecable organización del festival. Con que echéis un vistazo a la crónica del año pasado, os daréis cuenta enseguida de que siempre echaremos de menos el Tierno Galván, pero queremos resaltar lo fácil que ha sido disfrutar del Tomavistas. Accesos rápidos, sin colas, variedad de comida, sin problemas para acceder a baños. Metro hasta las 3:30 horas y taxis en la puerta. Devolución inmediata de la pulsera a la cuenta. Sin aglomeraciones, con buen sonido en general. Un sobresaliente a la organización que se sometía a un reto importante con el cambio de fecha y recinto.
Con un cartel para todos los gustos, más enfocado para un target de público más mayor (por no decir entrado en años) de lo que suele arrastrar estos certámenes, creemos que se firma con un éxito en la operación. Para nosotros, Tomavistas ha sido casa durante estos días.
Y ahora, pasamos a compartir con vosotros las dos jornadas vividas. Pincha aquí.