Fotos: Cedidas por la organización de Kalorama Madrid / Sharon López / Sergio Albert
Organizar un festival en Madrid a finales de agosto puede parecer una tarea solamente apta para valientes. La ciudad aún está despertándose de su habitual letargo veraniego, el calor aún es bastante alto y, al mismo tiempo, el riesgo de tormentas veraniegas es más alto que en los meses anteriores, lo cual para muchos puede suponer un alivio, pero para la organización de un festival, supone una auténtica pesadilla. Pero el adiós de Cala Mijas dejó a Last Tour con este hueco en el calendario en el mismo fin de semana que se celebra el MEO Kalorama en Lisboa y el All Points East en Londres, con la posibilidad de atraer grandes nombres que ello conlleva, así que nada mejor que probar suerte con un festival en la capital.
Quizá la afluencia de público ha sido algo floja, no preocupante, pero sí menos comparada con otras citas, pero probablemente ya se contaba con ello por el teme fechas ya mencionado anteriormente. Tampoco ayudó que uno de los principales atractivos, The Smile, tuvieran que cancelar unas semanas antes por la enfermedad de Jonny Greenwood, pero sinceramente, poco puede hacer la organización ante eso más allá que buscar sustitutos para completar cartel. Y luego está la mala suerte de que te caiga una tormenta de alta intensidad en mitad de la jornada del viernes, que bastante milagro fue que la música pudiese reanudarse para el concierto final de The Prodigy.
Pero, en resumen, quiero romper una lanza por este festival. Quiero más ediciones de Kalorama Madrid. Me encanta un cartel de las características del que vivimos el último fin de semana de agosto en Madrid. En serio, contemos algunos de los nombres que hemos podido ver, unos cuantos que no se prodigan demasiado por aquí y, encima, sin solapes: Death Cab For Cutie, LCD Soundsystem, Massive Attack (por fin, tras su «casi» concierto en Mad Cool hace unos años), The Kills, Gossip, Yves Tumor, Yard Act, English Teacher, y más. ¡Una auténtica delicia! ¿De verdad alguien no querría seguir teniendo algo así, una programación tan exquisita en un recinto que, aunque feo con avaricia (lo siento, IFEMA), es cómodo para llegar y volver? Desde luego, si sirve de algo, aquí hago un llamamiento para darle una larga vida a Kalorama Madrid (pero el año que viene, con algo más de volumen).
Y ahora, pasemos a contaros cómo fueron los conciertos. Adelante…