Viernes, 9 de agosto
Nadie presagiaba el baile de emociones que nos deparaba esta jornada. Un día más pasamos la mañana en el pueblo, con la suerte de disfrutar de unos Karavana cada vez más crecidos y seguros, reventando la plaza del Trigo con canciones como Resaca Pop, Verano de los 27 o ¿Quién quiere más? Una joyita más de los Vanana Records.
Pero entre este último concierto y la sorpresa habitual de la plaza, pasó algo mágico. El Trigo rompió en aplausos al ver salir a Jose Chino y Jaime, de Supersubmarina. Desde su trágico accidente, ocurrido en 2016; el festival y público del Sonorama se ha volcado con ellos y en este 2024 llegó el día que volvieron a subirse a las tablas aunque de forma simbólica.
Creo que no he vivido tanta emoción y son doce años acudiendo a este festival. Descubrieron un banco que se situará en la ciudad de Aranda, y dedicaron unas palabras a la comunidad aquí congregada.
Ya de vuelta al recinto, nuestro primer viaje lo hicimos de la mano de Veintiuno. Su propuesta ha ido evolucionando a un sonido más pop pero no cabe duda que gustan y mucho. Sus letras son fácilmente identificables con la realidad y su tremendo rollo les acerca a muchos fans. Siempre es genial escuchar Pirotecnia, Cabeza abajo o una potente versión de Mr Brightside, de The Killers.
Además, tremendo final con la presencia de Dani Fernández o Gabi, de Sexy Zebras, para una noche que lucía increíble.
De Dani Fernández venimos a hablar. Es cierto que se escapa quizás de nuestro target, pero queremos romper una lanza a su favor porque protagonizó el concierto más ilusionante por dos factores. Uno, por el brillo de sus ojos cuando pisa las tablas y su sumo agradecimiento por haber llegado ahí, y dos, porque invitó a Jaime de Supersubmarina a cantar con él esta canción homónima.
Jaime dijo que era su sueño volver al Sonorama a tocar y que lo había cumplido gracias a su amigo Dani ,y es que momentos así son los que conforman el Sonorama y le hacen único. Un momento muy emocionante.
Turno para Shinova. Posiblemente han visitado en esta ocasión el escenario principal como cabezas del festival y es que razones no les faltan. Su popularidad se ha desarrollado en el marco del Sonorama, y les hemos visto impulsar su carrera año a año. Con la presentación de El Presente en estas tierras y un lleno absoluto, demostraron la fortaleza que tienen en directo.
Aunque echamos en falta alguna de nuestras canciones favoritas de su repertorio, tuvimos la suerte de disfrutar de otras tantas viendo lo importante que es crecer orgánicamente. Buenos tiempos para Shinova.
Aunque consideramos algo injusta la ubicación para Niña Polaca, ahí estuvimos clavados para disfrutar del pop rock de cortes clásicos y letras contemporáneas. Decimos lo de injusta porque quizás sí se merecían el pequeño salto exponencial que supone un escenario grande ya que realmente estaba lleno.
Aunque el sonido no fue óptimo, la épica de sus letras y la energía desbordante hicieron el resto. Pocas bandas actuales albergan tantos hits y mantienen el perfil humilde. ¿El resultado? 4 sold outs en La Riviera madrileña para octubre, entre otros números. Uno de los conciertos del festival.
Aunque nos hubiera encantado disfrutar al 100% de Peces Raros, teníamos una cita ineludible: Sexy Zebras. Este trío se han ganado todo el cariño del público y aunque sus comienzos fueron complicados, en una industria difícil, han sabido seguir creyendo y ahora están dónde están, en el escenario principal.
Son carisma, son rock, un torbellino. Saben dar en una hora el show que se merece sus fieles y saber defenderlo como nadie, disfrutándolo a cada minuto. Y no pudo estar mejor defendido con canciones como Charly García, Quiero follar contigo o Palabras, haciendo un karaoke colectivo y cómo no, un gran pogo. Mereció la pena la espera y fueron una de las sensaciones de la jornada.