Como en una de las películas más épicas de Spielberg o Christopher Nolan, el héroe griego, fácilmente tildado de Dios, volvía al Monte Olimpo. Esa es la imagen que ejemplifica la vuelta de Los Punsetes a Valencia, en una noche artísticamente excelsa, quizás desmejorada por una acústica bastante mejorable.
Y es que serían las 00 de la noche cuando, apuntalados y puntuales como un reloj suizo, empezaba el concierto de tus amigos. «Dinero 2» era la encargada de abrir el set (que además de completo era muy extenso) mientras aún quedaban algunas personas entrando, tras esta se sucederían canciones de este nuevo LP, ‘Aniquilación’, junto a temas épicos de toda su discografía. Perfectamente ordenados, no obstante, el público quizás se quedaba más frío ante canciones como «Oro» o «La Gran Bestia», pese a dar el máximo cuando el tema que salía a la palestra era «Idiota» o «Vas Hablando Mal de Mí».
Sin embargo, todo debía salir perfectamente hasta que un problema, posiblemente irremediable, se colaba en nuestros oídos y no era otro que el sonido (o ruido)… Si la Sala Wah Wah es conocida por su renombre y algunos de los artistas que han pisado su urbe, también lo es por un sonido no siempre afinado y a veces turbio, como pasaría en la noche del viernes. La voz de Ariadna, a veces inaudible, era totalmente opacada por el bajo de Luis y la batería de Chema, eso por no hablar de las guitarras, la gran mayoría del tiempo no existían, más que en la situación de trance acusada siempre por Manuel “Anntona” Sánchez.
Quizás todo esto le quitó algo de magia a aquellos que íbamos al concierto por tratarse de un acto casi evangélico, pero aquellos que hablaban y hablaban durante el mismo probablemente no se dieran cuenta y lo disfrutaran de igual forma, quizás no prestar atención del todo no está tan mal… Fueran las que fueran las adversidades, de las que podría decir que incluso ellos se dieron cuenta, Los Punsetes hicieron un concierto espectacular, como no podía ser de otra forma, y cuando pudimos escuchar más atentamente la voz de Ariadna, como por ejemplo en «Un Corte Limpio», vimos que el nivel sólo va in crescendo.
Ya terminando el concierto, en la parte baja del setlist se sucedían esos temas que álbum tras álbum todos sabíamos que ya impregnarían su lista de canciones para siempre… «Me gusta que me pegues», «Viva», «Tu Puto Grupo» o «Una Persona Sospechosa». Y al final, la reflexión con la que acabas es… Que pase lo que pase, Los Punsetes son lo más importante en esta nuestra religión y, si alguien se antepone… “que le den por culo a tus amigos…” y que preparen un «Arsenal de Excusas».
