Mié 4 diciembre 2024

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Crónica Luis Brea en Madrid (sala Moby Dick, 2021)

Fotografías: @patry__yeah

Violencia en las calles, juicios por corrupción, cientos de muertes diarias, otros cientos de fiestas ilegales cada fin de semana, y una atmósfera de desesperación e impotencia ante toda esta situación que llega a hacerse inaguantable por momentos. Además, dos de los tres conciertos que Luis Brea tenía en enero en la sala Moby Dick de Madrid, todos con Sold Out, tuvieron que aplazarse debido al temporal Filomena. ‘No contábamos con el huracán’.

Sin embargo, cuando Luis Brea sube al escenario, ‘Amanece, y todo vuelve a empezar’, aunque sólo sea por algo más de hora y media. El cantautor madrileño nos invitó a su universo en el que todavía se puede salir de discotecas, disfrutar del ‘mañaneo en el ático’, ligar, enamorarse y desenamorarse, sin más preocupación que la de no quedarse sin hielos. Si hay alguien que todavía afirme que la cultura no es necesaria, que venga y me lo explique. ‘¿Por qué no te vas a casa? Porque no me da la gana, básicamente’.

La música de Luis Brea es sinónimo de guitarras eléctricas, baterías potentes, y letras intensas y profundas. Por tanto, el hecho de que éste fuera un concierto en acústico sesión vermú, a guitarra y voz, despertaba cierto nerviosismo entre algunos de nosotros. Tardó 1 minuto en quitarnos esta idea de la cabeza. ‘Usted Se Encuentra Aquí’, en un concierto de Luis Brea, y te va a remover las entrañas esté solo o con el Miedo, su banda.

Diversos registros de voz, juegos con el micro acercándose y alejándose, porque cuando sube a notas altas, éste no le hace ninguna falta para llenar la Moby Dick. Muteos de guitarra que desembocan en una energía que bien podría haberse llevado alguna que otra cuerda por delante. Con todo esto y más, hemos hecho un recorrido a la discografía de Luis Brea, haciendo hincapié sobre todo en sus dos últimos discos, Luis Brea y el Miedo (2015) y Usted Se Encuentra Aquí (2017).

De su gran último EP, Supermariachi (2018), sólo pudimos escuchar la canción que le da nombre, la cual se llevó una de las grandes ovaciones de la mañana. Con una introducción casi country se llevó el tema a otro terreno, consiguiendo que no se notara la ausencia de las características trompetas que anuncian la llegada del Supermariachi. A la lista de temas ‘festivaleros’ se sumaron las versiones acústicas de El Kraken, que sirvió para despertar al público (aunque algo de esfuerzo le costó al cantante), Nueva Generación o El Verano del Incendio. Si bien nosotros no podíamos levantarnos, ya se ocupó Luis Brea de saltar como en ‘festivales nacionales, y el calor de garrafón’, además de marcarse unos pasos de baile con su particular manera de moverse. Luis Brea es un tipo especial, eso ha quedado claro.

Por supuesto, no todo fue ‘elegir a la reina del pop’. El cantante llega al corazón con sus melodías que invitan a la melancolía y la nostalgia. Estar triste también se puede disfrutar si de fondo suena After Crisálida, o Mil Razones. Alguna que otra lágrima calló cuando bordó estos dos temas, que muchos de nosotros tenemos como refugio cuando la cosa se pone difícil. Sublime.

Alternadas con las más movidas, porque si hubieran venido de seguido la salud de alguno habría peligrado, volvimos todos a estar enamorados cuando sonaron Singles, Hada Roja o Dicen por Ahí.

Después de un bis donde no pudo ni soltar la guitarra (no había nadie que no quisiera otra), Luis Brea rememoraba los años del punk, donde en la escena musical “no iba nadie al volante”. “Ahora nadie escupe ni pota. Yo echo de menos eso”, bromeaba. Después de una larga carrera, el artista reconoce que le ha dado ahora por hablar en los conciertos, y con esa naturalidad y cercanía, se agradece.

Perfecto sirvió para despedirse, hasta la próxima, de una sesión prácticamente impecable donde cantamos, bailamos, acompañamos con palmas (aunque las de Dicen por Ahí se complicaron un poco. Habrá que ensayar), y en definitiva nos evadimos un poco del mundo. ‘Y mis dedos tocaron años de evolución’. ¿Qué más se puede pedir?

Jorge Ocaña
Jorge Ocaña
Estudiante de ingeniería, pero sobre todo un loco de la música.