A finales del pasado verano regresaba, tras cinco años desde aquel Calor No Frioo (Príncipe, 2015), el trío lisboeta Blacksea Não Maya con su segunda referencia para este estupendo sello luso que, desde sus inicios —allá por 2013—, ha ido configurando un plantel de artistas con denominador común: son segundas y terceras generaciones de aquellos emigrantes africanos que parten del sonido, del ritmo de raíz africana —kuduro, gqom, guettosound, etc— recreado, después, en algo muy particular.
Y es que el nuevo trabajo de BNM supone un salto adelante respecto a al anterior, a la vez que se desplaza a un lado: Máquina de Vénus muta hacia un reverso tenebroso. Dj Perigoso, Dj Kolt y Dj Noronha han definido este mini álbum como «…un dolor que hay que soportar para seguir amando«. Estamos, pues, ante una obra conceptual que parte del miedo, pero no en un sentido abstracto.
Con todos sus matices, el (nuevo) sonido de los portugueses tiene particularmente en el kuduro angoleño, tan representativo del sonido de los suburbios de la capital lusa, la base a partir de la cual surgen cada una de las nueve pistas de un álbum que se abre con un título —Terror— que no deja lugar a dudas. Bajo gomoso, bajada del tempo, voz inquietante, cascabel y final crepitante que encuentran su continuación en la tensión burbujeante de Obscuro; la cuerda sigue tensándose con 7even, de bajo amenazante y percusión que induce al trance.
Tchiling District, con su bajo zumbante, parece marcar un punto de inflexión al sustentarse en una melodía arabesca. Mientras que la extática Horizonte, con sitar sampleado y cuerdas, funciona casi como interludio. Bubadagash recupera el pulso: subgraves, azote demoledor y percusión adictiva (para el que esto escribe, lo mejor del lote junto con la citada Terror). Y finalmente, Estranhos e loucos y Africanalidade —esta última gqom mediante— ponen el broche final mirando a la pista de baile, pero sin perder de vista el sonido inquietante que vertebra los casi treinta minutos del estupendo reciente trabajo de Blacksea Não Maya.
Máquina de Vénus es, como decíamos, un avance; el salto a la madurez de un trío que inició su andadura, rondando apenas la mayoría de edad, en la primera entrega del recopilatorio CARGAA de Warp Records. Sin duda habrá que estar atentos a sus próximos movimientos.
