Sáb 7 septiembre 2024

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boygenius – the record

Plena pandemia. Phoebe Bridgers acaba de publicar el sobresaliente Punisher (2020). Una de las maquetas que no han pasado el corte del disco le ronda la cabeza. Decide compartirla con Julien Baker y Lucy Dacus con el asunto «Can we be a band again?». Con los años, esa demo se moldeó hasta convertirse en Emily I’m Sorry y, gracias a ella, boygenius está de vuelta. the record (Interscope, 2023), su primer disco, ya está aquí.

Cinco años han sido necesarios para tener nueva música de Julien, Phoebe y Lucy juntas –o, lo que es lo mismo, boygenius—. Su aclamado debut supo a poco y las ganas de verlas crecer eran descomunales. Más aún por la evidente complicidad entre ellas; tanta que, en 2018, la idea de un 7” para promocionar una gira compartida de sus proyectos en solitario, derivó en seis canciones compuestas del tirón. Desde un primer momento dejan claro que el proyecto es mucho más que la suma de las partes: es la colisión de tres universos en perfecta conjunción.

Lo cierto es que mantener un supergrupo no es tarea fácil. La historia de la música tiene en su haber numerosos ejemplos, pero boygenius quiere ser más que eso. Hacen referencia a algunas de ellas, como en la portada del EP, imitando a Crosby, Still, Nash and Young. La más reciente es la portada de la Rolling Stone de enero, donde replicaron la protagonizada por Nirvana en el 94. Dos ejemplos y todo hombres. Qué sorpresa. De ahí surge la ironía del nombre de la banda. Querían ser tratadas como esas bandas de tíos a los que, hiciesen lo que hiciesen, les llovían los halagos. Ellas se plantan para boicotear los roles de género patriarcales de la industria, al estilo de Taylor Swift en The Man, tema de Lover (2019). Al fin y al cabo, va siendo hora de que ser mujer dentro de la industria deje de ser algo llamativo. No son símbolos, son artistas. Punto.

El resultado es un lugar seguro. Además de sabotear los tentáculos del patriarcado, dan una lección de sororidad que derriba la creencia de que las mujeres son malas entre sí. Como si de una superbanda se tratase, las Spice Girls fueron víctimas de un ataque y derribo sin precedentes por este mismo motivo. Menos mal que, citando a Bob Dylan, the times they are a-changin’. 

No obstante, es evidente que mantener la unidad de una banda no es tarea sencilla, mucho menos al tratarse de tres de las cantautoras más laureadas de la escena independiente a nivel internacional. Tienen personalidades similares, sí, pero únicas y bien definidas, sobre todo en sus últimos trabajos. Phoebe alcanzó un nivel excepcional con Punisher en 2020, mientras que Lucy y Julien lo hicieron al año siguiente con Home Video y Little Oblivions, respectivamente. Son, sin duda, sus mejores discos hasta la fecha. Por eso mismo parece haberles resultado complicado separarse del momento dulce que estaban viviendo a nivel individual. Los tres adelantos de the record bien podrían ser prolongaciones de estos tres discos y, en un primer momento, la cohesión del conjunto parecía tambalear. Con la mencionada Emily I’m Sorry se cumple esta sensación: es una maqueta de la era Punisher que, si bien dentro del multiverso boygenius, mantiene la esencia de Bridgers. Lo mismo pasa con $20 y True Blue. Baker lleva la batuta de la primera (parece la prima hermana de Heatwave), mientras que es para llevarse las manos a la cabeza por que Dacus no incluyese True Blue en Home Video. En este aspecto, los adelantos no suenan a boygenius, sino a sus proyectos en solitario. Gracias a the film, el corto dirigido por Kristen Stewart que funciona como videoclip conjunto de las tres canciones, las dudas se disipan y el puzle encaja de nuevo. Aparte de esta mínima pega, si se llega a considerar como tal, el disco es sobresaliente.

Una armonía con juegos vocales da la bienvenida como si del primer rayo de luz que entra por la ventana se tratase. La voz de Dacus es una mecedora cómoda, cálida, que canta a la gratitud de quienes las han precedido. Without You Without Them también funciona como el perfecto nexo entre el anterior EP: recogen el testigo de la armonía folk de Ketchum, ID. Cool About It combina el folk con el country en un tema con aires al The Boxer de Simon and Garfunkel. Julien canta aquí sobre el proceso post ruptura y cómo la amabilidad puede ser peor que el rencor (Wishing you were kind enough to be cruel about it).

Not strong enough, cuarto adelanto y perfecto engranaje para el devenir del disco, es una oda a la amistad, como se ve en el videoclip. El estribillo es absolutamente cautivador y las baterías, perfectas. Se alejan de ese tipo de estructura compositiva en Leonard Cohen. Prescinden de estribillo, demostrando, una vez más, que están cómodas retando a la música en sí misma. También pasa con la letra: no les asusta citar al mismísimo Cohen para dejarlo por los suelos un verso después (I am not an old man having an existential crisis). La grandeza de boygenius, sin más.

El terciopelo de la voz de Bridgers brilla en Revolution O, una balada sobre las relaciones a distancia. Todo cambia en Satanist. Las voces parecen ir a la deriva hasta alcanzar un éxtasis sombrío entre potentes baterías. Siguen dando alas a su papel revolucionario: Will you be an anarchist with me? / Sleep in cars and kill the bourgeoisie. Anti-Curse recoge el testigo de esa actitud con una tormenta en la voz de Baker que precede a la calma.

La dupla We’re In Love y Letter To An Old Poet eleva la calidad del disco de manera exponencial. La primera es una oda a la pureza del vínculo de boygenius en voz de una maravillosa Dacus. Funciona como antagonista de Night Shift, ya un himno del segundo trabajo de la artista. El amor por la literatura fortaleció el vínculo de la banda y, en una vuelta de tuerca al poemario Letter To A Young Poet de Rilke, cierran el disco con un devastador monólogo sobre un amor que consume. El EP vuelve a estar presente, como al inicio, pues esta canción reimagina Me & My Dog con un filtro más maduro. Escuchar ese paralelismo en el verso “I wanna be happy / I’m ready” hace que todo cobre más sentido todavía.

Este supergrupo hace mejor la música. Ojalá la fantasía que es boygenius no se quede en un acontecimiento puntual. Phoebe Bridgers, Julien Baker y Lucy Dacus demuestran que la suma de su talento es sinónimo de éxito. the record es la culminación de ello y no resulta arriesgado augurar que va estar entre los mejores discos del año, con un recorrido imparable.

Escucha aquí the record, de Boygenius

Vera Cordeiro Canosa
Vera Cordeiro Canosa
Entusiasta de la música y los libros. Con la cabeza siempre puesta en los días que quedan para irme de concierto. A veces escribo.

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