«Solo pido respeto. No lo recibo del Estado. Ni lo recibo de los hombres (…) ¿Por qué no puedo caminar por la calle sin que los individuos me molesten? ¿Por qué envenenan mi corazón y controlan mi vida desde lejos? (…) Estoy harta de tener miedo en mi camino a casa. Estoy harta de estar atrapada por lo que impones (…) No me mires de arriba a abajo como si fuera un trozo de carne. Te degradas sin vergüenza. Así que escúchame cuando digo NO…»
«You Hear Yes», DESTROY BOYS (featuring MANNEQUIN PUSSY and SCOWL)
Funeral Soundtrack #4 es el nuevo álbum de la banda estadounidense de punk rock Destroy Boys, formada en Sacramento, California durante 2015. Este nuevo trabajo representa un cambio estilístico de la banda. Muestra una mayor diversidad e incluye más amplias texturas sonoras que su disco anterior. El álbum ha sido producido, mezclado y grabado por Carlos de la Garza (The Linda Lindas, etc.), y con él han colaborado ingenieros y técnicos de sonido como Dave Collins, Sean Dorrian, Harriet Tam y Mike Fasano.
El álbum trata sobre temas pensativos e introspectivos que reflejan el desarrollo propio y experiencial de sus cuatro miembros actuales: Alexia Roditis (voz principal, guitarra), Violet Mayugba (guitarra, coros), Narsai Malik (batería) y David Orozco (bajo). Aparte de esta nueva entrega, la banda tiene una trayectoria de tres discos más de estudio Sorry, Mom (2016), Make Room (2018) y Open Mouth, Open Heart (2021), aparte de tres EPs y dieciocho singles.
Conceptualmente, tal como indica parte de su nombre, el disco es un réquiem dedicado a las viejas ideas y costumbres patriarcales que corroen todavía nuestra sociedad. Las once pistas abrazan irritación cáustica y ferocidad desvergonzada, todo ello bajo la fuerza tempestiva de las guitarras eléctricas y las voces en pleno descaro.
El funeral empieza con el chico malo de la película, Bad Guy, un temazo de alta cuna punk que te levanta de la butaca como un trueno explotando bajo las nalgas: Quiero escupirte en la cara (…) Quiero derribarte. Recuperar mi corona (…) Quiero hacerte ver todo el dolor que me has causado psicológicamente» ¡Más claro imposible!
Plucked se centra en la necesidad de libertad de expresión y en el aprendizaje y aceptación de las singularidades personales que nos distinguen los unos de los otros. Pero la sociedad sigue siendo un cruel carnicero que despluma a los individuos hasta dejarlos sin pellejo: «Mis días están llenos de otras personas (…) Olvidé hasta cómo cantar. Ahora solo soy un pájaro con las alas desplumadas».
Beg for the Torture Me suena como un estruendo acelerado que retumba por las paredes. Intenso hardcore con letras sobre la tortura que significa estar sometido a alguien hasta el punto de aceptarlo como normal: «Me metiste en un agujero y luego lo convertí en mi hogar (…) Dices que no quieres decir lo que dices, pero algo ha cambiado. He aprendido a amar el dolor».
Según la propia Violet Mayugba «Se trata de una canción sobre la confusión que transmite los sentimientos entre el resentimiento y la adoración hacia una persona. A menudo me encuentro enredada con personas con las que no debería estar. La canción encapsula mis sentimientos sobre la obsesión, la rabia y la desesperación, y los catapulta haciéndome sentir la mujer más sexy del mundo y el juguete de un niño abandonado. A veces, mis enamoramientos me hacen sentir como una chica que está destinada a morir».
Praying es un sentimiento catártico, de lucha por salir del cascarón opresivo. Es como una oración intrínseca sobre lo que esconde el amor tóxico que degüella a sus víctimas: «Puedo ver lo que escondes y he decidido que no lo quiero en mi vida. Esto no es amor (…) ¿Soy estúpida? ¿Soy un objeto esperando a ser sacado del estante? Siempre preocupándome por los demás y nunca por mí misma. Pero no quiero vivir de esta manera, solo apaciguando la mirada masculina. Voy a hacer lo que quiera a mi manera».
Amor Divino es una pista cantada en español que nos cuenta el sentimiento de una persona que acaba de romper con su pareja, y busca simbólicamente salir con alguien que represente ser el sol para su luna.
Shadow (I’m Breaking Down) es otro de los temas que remueve las tripas. Fuerza punk, coreable y melodiosa, con valiente agarre sónico. La letra, parte en inglés y parte en español, matiza con contundencia los sentimientos que amenazan constantemente nuestra existencia: «Los pensamientos fluyen como un río que corre. Si te concentras en ellos (…) el sol brillará y pasarán de largo (…) Eso te deja somáticamente triste, como una sombra debajo de la cama (…) ¿Cómo se llama este fantasma? Es mi espejo, y me persigue hasta (…) libera el miedo y la sombra que llevamos dentro (…). Aprende a amar al cobarde y darás luz a una estrella».
Shedding Skin es un desprendimiento de esa piel existencial que tenemos reseca y agrietada por el paso del tiempo y las heridas recibidas. Musicalmente es una canción suave y melodiosa pero desesperada. La letra es profunda y directa como un puñal que penetra el alma: «Todo sube y baja. La rueda de la fortuna nos gobierna a todos (…) Otra vez, soy una serpiente mudando de piel (…) Los humanos buscan patrones y parece que muchos animales caen en sus propios ritmos. Solo tenemos las palabras para organizar nuestros pensamientos. Sin embargo, sigo viendo las mismas cosas y no sé si quiero que cambien. Me gusta mi vida así. Ahora tengo un vacío entre mis piernas e imagino que mis entrañas son negras. Protegidas de la luz. Pero el exterior recibe algo de sol (…) Es la única constante de cada día».
Should’ve Been Me es una pista que trascribe la furia de la cantante Alexia Roditis cuando descubrió que su ex se enrollaba con otra persona. Escribió la canción y maniobró el video musical con el fin de exponer su recelo por el futuro y su pugna personal para salir de la situación: «Usa tu piel y corta un agujero en el hueso. Soy un perro enfermo y moribundo (…) Tu necesitas un vaso de veneno como yo necesitaba tu amor».
You Don’t Know es la penúltima pista del álbum. Aboga por la igualdad entre personas ya que, a pesar del sexo, la raza, la cultura y los sueños, todos somos parecidos, sentimos cosas semejantes y terminamos en el mismo lugar. ¿Qué nos diferencia pues? ¿La forma de vivir? ¿De desear? ¿Aquello que nos ronda por la cabeza? ¿Las cosas que solemos hacer? ¿Seguir los mismos patrones, pero marcando ciertas diferencias? La forma de vivir, de pensar y de sentir nos hace diferentes, pero en el fondo tenemos líneas de conducta semejantes: «Es hora de decir adiós. Deja marchar los sueños (…) Desearía que la gente se tomara el tiempo de pensar antes de morir. Yo soy tan persona como el resto, la cago igual que tú, derramo sangre igual que tú».
You Hear Yes (junto a Mannequin Pussy and Scowl) es un cántico igualitario, adherente y gruñón que se opone al acoso, a la agresión y a otras conductas infundadas. Es un temazo que sobresale de por si sobre el resto y sin duda, es uno de mis temas preferidos. La letra define su propia contundencia, tal como queda reflejado en la entrada de este artículo.
Boyfeel despliega reflexiones sobre la identidad de género, sobre aquello que parece más masculino que femenino, tal como se formula en el videoclip de la canción. Es una vistazo abierto y honesto que narra la transformación de género de Alexia Roditis y de su largo esfuerzo (7 años) por adaptarse al mismo: «Hay hombres que se sienten femeninos. ¿Soy una de ellos? Estoy celosa de las flechas que dan siempre en el mismo blanco ¿Acaso se dan cuenta de que sus cuerpos son eróticos? Existen tantas cosas que me gustaría cambiar. Pero no me importa si sigo igual. Tal vez soy un maricón en lugar de lesbiana. O tal vez soy ambas cosas al mismo tiempo».
A modo de conclusión, cabe decir que Funeral Soundtrack @4 es un álbum que personifica las exequias de las rancias identidades y relaciones que durante tantos siglos han impregnado el tejido social de la Humanidad. Pero al mismo tiempo, encarna una conmemoración sobre las nuevos tipos de roles y relaciones que necesita nuestra sociedad. En definitiva, se trata de un álbum brillante, repleto de cavilaciones, que abraza simbólicamente la metamorfosis entre la muerte y el renacimiento, el paso de lo viejo a lo nuevo, sobre la frustración de las relaciones personales y sociales, la lucha contra la opresión y la búsqueda de las autenticidades y diferencias.
Gracias a su fuerte activismo contra de los sistemas de opresión y su aceptación del colectivo LGBTQ+ y Queer, Destroy Boys siempre evolucionan hacia una línea imparable de reconocimiento y respeto, retando a un mainstream que siempre ha pretendido beneficiarse de la simplicidad y de la pureza de los movimientos que lo atizan. La ira y la fatiga son el resultado de la decadencia que late en el mundo; es por ello que sigue siendo la fundamental que las banderas de causas justas y de luchas por los derechos a existir, sean recogidos y expandidos por el resto de la sociedad.