Estábamos a finales de 2020, en concreto en octubre. Un año cargado de drama debido a la pandemia, durante la cual la música nos daba un rayo de luz… Salieron discos muy sólidos de grandes artistas: Desde Taylor Swift (Folklore) o Dua Lipa (Future Nostalgia), hasta Fiona Apple (Fetch the Bolt Cutters) o Phoebe Bridgers (Punisher); entre todos los trabajos de finales de dicho año, hubo una brillante sorpresa de una artista debutante como solista: Ela Minus.
Gabriela Jimeno, conocida artísticamente como Ela Minus, es una artista colombiana que previamente fue integrante de la banda Ratón Pérez. Tras esa experiencia, dio el salto como solista con un álbum notable y de los más refrescantes del 2020: Acts of Rebellion. El disco lanzado hace más de cuatro años aportaba al electropop un punto distinto, con personalidad y oscuridad a la vez que ritmos bailables. Doce temas electrónicos donde la voz de Ela se entrelazaba tanto en inglés como en español.
Ahora, para arrancar el 2025, contamos con el segundo álbum de estudio de la artista de Bogotá titulado DÍA. Las expectativas estaban bastante altas, tanto por el buen disco debut como por los singles que ha ido lanzando durante todos estos meses. ¿Seguimos siendo testigos de una de las artistas más interesantes del electropop actual o fue sólo un espejismo la labor de su debut? Adentrémonos en DÍA.
El punto de partida del disco es la canción Abrir Monte. Ya aquí, desde los primeros compases del tema, entramos en una fase onírica. Por momentos parece que estemos presenciando una partitura oscura de Angelo Badalamenti, en la que Ela Minus nos introduce de lleno en algo fascinante con sus sintetizadores en modo bucle. Y no se queda sólo en eso, sino que contiene una transición con la segunda pista (Broken) excelente.
Hablar de Broken es sinónimo de vibrante; una canción llena de múltiples capas y una riqueza tanto en la lírica como en lo sonoro. Al escucharla parece como si Ela Minus y Björk se hubieran fusionado. Bendito tema que es de los más marchosos y contagiosos del álbum.
DÍA también se puede calificar como un disco sorprendente e inesperado a cada paso que damos. ¿El porqué de ello? Está en Idols. Aquí hay un nivel tremendo de calidad a nivel de producción que a ratos contiene un genial y ensordecedor sonido muy similiar al Playing The Angel (2005) de Depeche Mode; todo esto va también de la mano con aspectos rítmicos que no tienen nada que envidiar a canciones de Pure Heroine (2013) de Lorde.
Cabe añadir un aspecto muy a tener en cuenta y que eleva todo el álbum aún más y es la participación de Marta Salogni. La productora italiana (trabajó previamente con Depeche Mode, Black Midi o Björk) realiza aquí la mezcla de sonido y se nota a las mil maravillas: IDK o QQQQ son un par de muestras muy potentes de ello; la primera muy experimental mientras que la segunda (cantada en español) tiene una unión con el bajo deliciosa.
Tal vez en la segunda mitad de DÍA sintamos un ligero descenso del excelente nivel que había en el primer tramo; temas como I Want To Be y Onwards son buenos, pero les falta algo más de fuerza…El disco en líneas generales tiene una producción más trabajada y orgánica que el predecesor; sin embargo, estas dos canciones se acercan más a lo visto en Acts of Rebellion.
No obstante, Ela Minus sabe cómo cerrar el álbum. En primer lugar Upwards es una evolución elevada al cubo de la estupenda Megapunk del álbum debut en la que toda la canción se convierte en un torbellino synthpop soberbio. Y en segundo lugar para concluir DÍA está la ensoñadora Combat. El tema final regresa a lo visto en el comienzo con Abrir Monte gracias a ese aroma onírico que comentaba al comienzo; aunque aquí se percibe de lleno. Ela canta sobre los pájaros y el volar…Pero lo que realmente vuela son los sintetizadores y su angelical voz. ¡Qué buen cierre!
Para concluir, DÍA es la evolución y madurez de Ela Minus como artista. Ha mejorado y va varios pasos más allá con unos sonidos más presentes que retumban de maravilla en cada escucha. Un trabajo más que notable que sirve para demostrar que Ela ha venido para quedarse. Lo de 2020 no fue un espejismo, sino que tenemos una magnífica música para años…Y estoy convencido de que aún no ha hecho su mejor trabajo.