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ELVIS COSTELLO – HEY CLOCKFACE

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Aquellos que estén familiarizados con el trabajo Elvis Costello sabrán que es imposible esperar que se repita a sí mismo. De él, cabe esperar cualquier cosa. Sin embargo, sorprende muchísimo que el inicio de su último disco Hey Clockface, sea Revolution #49 con sus sonidos que recuerdan a la música árabe y con Costello recitando en lugar de cantar. La calma de esta canción precede a la tormenta que aparece después con No Flag

No Flag es un tema sorprendente, con sintetizadores muy oscuros en los que rompen guitarras muy potentes. Puestos a intentar compararlo con alguno de los discos anteriores de Costello, podría pertenecer a su When I Was Cruel. Una canción altamente reivindicativa, con fuerte comentario político y una de las letras más contundentes que ha firmado el británico en años, apreciable en versos como: «I’ve got a head full of ideas and words that don’t seem to belong to me” o “No sign for the dark place that I live, No God for the damn that I don’t give»

Tras las primeras escuchas, el disco peca de ser poco cohesivo. Si bien no se encuentra entre sus mejores trabajos, sigue siendo altamente disfrutable y cuenta con algunas canciones sublimes. Sin embargo, el problema aparece en algunas de las baladas, ya casi formulaicas para Costello, que parecen descartes de sus anteriores trabajos. Esto ocurre sobre todo en The Whirlwind, I Do (Zula’s Song) o el tema que cierra el disco Byline

No obstante, también encontramos baladas que harán delicias a los oyentes, por ejemplo They’re Not Laughing At Me Now. Presenta unas trompetas que son el hilo melódico de la canción con la voz, y que en su momento álgido pasan a un segundo plano para dejar paso a una combinación de bajo —que hasta el momento ha sido más bien anecdótico— con un piano sublime y una batería que también hace acto de presencia en el momento.

Las canciones más uptempo son las que ofrecen los momentos más interesantes del disco. Destaca aquí Hetty O’Hara Confidential, que se abre paso abruptamente con una base de beatboxing del propio Costello y que, de nuevo, recuerda mucho a canciones como Tear Off Your Own Head (It’s a Doll Revolution) o Episode of Blonde, ambas presentes en el ya mentado When I Was Cruel. 

El otro claro exponente de esto es Newspaper Pane, que perfectamente podría ser el mejor corte de disco, destaca otra vez por su oscuridad, por los tintes lo-fi en los que está grabada la voz del británico y su forma de llevar a cabo la actuación vocal, quizás influenciada por Wise Up Ghost, su trabajo con The Roots. Todos los instrumentos van construyendo poco a poco un crescendo muy sutil que sólo se hace palpable cuando las trompetas hacen acto de presencia de cara al final, y juegan con el contraste de, en los últimos segundos dejar la base y la voz únicamente. 

Entre todos estos sonidos oscuros, también hay cabida para Hey Clockface / How Can You Face Me, una canción de animado ritmo que coquetea con sonidos más propios del jazz y con tintes de big band que tan bien le quedan Costello, en la que el de Liverpool reflexiona sobre el paso del tiempo. Después de más de 40 años de carrera y más de 30 álbumes de estudio, Elvis Costello nos trae Hey Clockface, otra entrega dentro de su ya ecléctica discografía. Como ya se ha expuesto, no será uno de sus mejores trabajos, pero no por ello es menos disfrutable y no por ello cuenta con elementos menos interesantes. Es muy de agradecer que después de su longeva carrera, el británico todavía tenga la inquietud de salirse del tiesto y buscar sonidos nuevos, siempre acertando y nunca bajando del notable.

Escucha aquí ‘Hey Clockface’ de Elvis Costello

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