Alfredo es el resultado de juntar a dos genios contemporáneos de la cultura hip-hop: el productor The Alchemist (Al) y el rapero Freddie Gibbs (Fredo). Esta no es su primera colaboración, han trabajado juntos de forma intermitente desde hace más de una década, destacando el álbum colaborativo Fetti (2018) con Curren$y.
2020 es el año de The Alchemist. El veterano productor no tiene nada que demostrar después de una brillante carrera de más de 20 años, sin embargo este año ha producido al completo alguno de los mejores proyectos de rap como: The Price of The Tea Of China con Boldy James, LULU con Conway The Machine y colaboraciones puntuales como en el fantástico álbum Pray For Paris de Westside Gunn.
Por su parte, Gibbs cuenta con una sólida y duradera trayectoria en la que sobresalen dos discos clásicos del rap de este siglo: Piñata (2014) y Bandana (2019), ambos producidos por otra leyenda como Madlib. El propio Gibbs reconocía en una entrevista para Complex: “Productores como Al o Madlib, me hacen mejor rapero”.
Pero Alfredo no es la simple suma de uno de los mejores productores y raperos del momento, si no una simbiosis perfecta y concisa de 10 canciones en 35 minutos. The Alchemist entrelaza ambientes elegantes y luminosos con atmósferas peligrosas y oscuras sobre las que la arrolladora personalidad y la habilidad lírica de Gibbs brillan en todo momento.
En Alfredo el rapero de Indiana se muestra sobrado y excelso hablando de su pasado y el tráfico de drogas: puro coke rap. Igualmente se aprecia al Gibbs más comprometido e introspectivo de toda su carrera. “Este álbum representa libertad para mí. Soy yo siendo libre en 10 canciones y dejándome llevar. Ha sido muy fácil, trabajar con Al es como respirar”, remarcaba el rapero para Complex.
La canción de apertura 1985 sorprende con un sample afilado de guitarra eléctrica con Gibbs acelerando verso tras verso y tratando uno de los temas más recurrentes en todo el álbum, el nuevo documental The Last Dance sobre la figura de Michael Jordan y alguna de las polémicas que ha suscitado: “Geekers beamin’ up to Scotty in my crack lobby, I can smell the ‘caine burnin’, Michael Jordan, 1985, bitch, I travel with a cocaine circus”.
God is Perfect es una de las canciones más destacables de todo el proyecto. The Alchemist crea una atmosfera tensa con una melodía de piano como protagonista sobre la que el rapero se lanza con un estribillo interminable repleto de rimas. A continuación Gibbs cambia de velocidad y cadencia de rapeo cuatro veces en menos de un minuto; él mismo reconoce: “Intento hacerlo porque no quiero que nadie copie mi patrón de rimas. Sólo intento diferentes formas de rapear y desafiarme a mí mismo”. Otro de los aspectos fundamentales para valorar el tremendo trabajo de The Alchemist en este álbum son las transiciones entre canciones. En la parte final de God is Perfect el productor convierte la instrumental en un relajante pasaje mientras que un sample del legendario activista y artista Gill Scott-Heron vaticina: «Lo que va a cambiar a la gente, es algo que nadie podrá capturar en una película».
Unas opulentas y elegantes notas de piano conducen Scottie Beam, sobre las que Gibbs rapea: “Yeah, the revolution is the genocide, Look, your execution will be televised / Sí, la revolución es un genocidio. Mira, tu ejecución será televisada». Referencia así a The Revolution Will Not Be Televised ,canción de Gill Scott-Heron, y al asesinato de George Floyd a manos de la policía norteamericana. Cabe destacar que esta frase está siendo utilizada por el movimiento Black Lives Matter durante las manifestaciones a favor de la igualdad racial. Tras numerosas y originales referencias de Gibbs a leyendas de la NBA como Isiah Thomas, Scottie Pippen, Michael Jordan, Allen Iverson o Kareem Abdul-Jabbar: “Cross niggas like Bubba Chuck, I never gave a fuck, Hook shot a ho like Kareem, but I never leave the Bucks”, entra la primera colaboración del álbum: Rick Ross, que con sus graves ronroneos supone un cierre ideal a la canción.
Look at Me funciona como un interludio lujoso. The Alchemist samplea la preciosa canción Look at Me del grupo de R&B The Moments mientras Gibbs juega con el estribillo e inesperados cambios de velocidad sobre excesos: “Came through in a new Porsche, speed, Too much coke’ll make a bitch nose bleed”.
Con la siguiente canción Frank Lucas, el productor deja atrás toda la elegancia y golpea con una base agresiva y oscura al estilo Daringer/Griselda perfecta para que Gibbs y el invitado Benny the Butcher intercambien sórdidas reflexiones sobre el tráfico de drogas, referencias a la mafia y destacados gángsters como el propio Frank Lucas. Las largas rimas de Gibbs combinan a la perfección con los sintéticos y directos versos de Benny the Butcher: “Sold lines to abusers, now abuse y’all with lines”.
La siguiente canción Something to Rap About es un delicioso y cálido sample de guitarra, una clara contraposición al ambiente sucio y duro del anterior tema en la que Gibbs rapea sobre su complicado pasado y privilegiado presente: “God made me sell crack so I’d have somethin’ to rap about, Lobster lollipops and crustaceans, ho, what you mad about?” y el brillante Tyler The Creator recapacita sobre la sorprendente evolución de su carrera como rapero y artista: “I used to be a Goblin under them bridges, now I’m a businessman”, en una improvisación grabada en una sola toma, o al menos eso asegura él: “One take, let me hear that”.
Baby $hit muestra a Gibbs en una chocante dualidad entre el exitoso traficante y el concienciado padre de familia: “Rabbit potty trainin’ every mornin’, ho, I’m cookin’ dope and cleanin’ baby shit”.
Un ligero y colorido sample de The Alchemist en el tema Babies & Fools cuenta con la colaboración de otro miembro de Griselda, Conway The Machine. En sus versos describe detalladamente su experiencia cercana a la muerte y como volvió a rapear tras aquello: “Hospital bed, bullet in my neck and a fractured jaw, Call it crazy, but I always knew I’d bounce back this hard”. Las cuatro colaboraciones en Alfredo responden a estilos de rapeo muy distintos, todas ellas son capaces de brillar por sí mismas a pesar de la extremada competitividad que ofrece Gibbs.
En Skinny Suge The Alchemist vuelve con otro bucle de guitarra, pero en este caso se trata de un sonido denso y melancólico perfecto para presenciar la cara más introspectiva y trágica de Gibbs hasta la fecha. El rapero asume la culpa de la muerte por sobredosis de su tío y reconoce que fue él quien le suministró esa droga de forma indirecta.
El remate al álbum corresponde a la canción All Glass, un frenético ritmo con referencias directas a Kanye West o André 3000 desemboca en la explosión final sampleada de la serie Breaking Bad.
Alfredo es sinónimo de elegancia y calidad, un firme candidato a mejor álbum de rap del año donde la sinergia entre productor y rapero roza la perfección. Como afirmaba Freddie Gibbs: “The game need it”.