Mar 22 abril 2025

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Green Day – Saviors

«El sueño americano me está matando»

–Green Day

Parece que la llamada Gran América está decepcionando a los propios norteamericanos. Sólo hay que escuchar las noticias que, día a día, crujen las cabeceras de los medios. Muchas bandas musicales hacen eco de ello, así como artistas, pensadores de todos los ámbitos y gente de calle. ¿Qué está pasando en EE.UU? ¿Por qué el gran imperio se está derrumbando como demuestra la Historia?

El gran Sueño Americano, término acuñado por el historiador James Truslow Adams (Epic of America, 1931), lo describe como esa ilusión de una tierra en la que la vida debería ser mejor, más rica y más plena para todos, con oportunidades para cada uno según su capacidad y sus logros. Sin embargo, como bien expresa el primer tema del nuevo plástico de Green DayEl sueño americano me está matando. ¿A qué se refiere?

La portada de su nuevo disco Saviors, es de por sí ya un preámbulo de esta caída posible. En ella se plasma una versión editada de una fotografía de Chris Steele-Perkins tomada durante los disturbios callejeros de Falls Road en Belfast (Irlanda, 1978). En la foto aparece un niño de barrio sosteniendo una piedra mientras se encoge de hombros. Es una imagen simbólica que expresa descaradamente el malestar social que vivimos, pero al mismo tiempo, expresa que debemos reírnos sarcásticamente del desastre: ¡Es lo que hay!

Green Day, siempre ha destacado por su voracidad punk y desilusión social. Sus letras y actitud muestran ese latigazo propio de las bandas radicales que atizan al sistema y a nuestra malograda sociedad y a sus cimientos políticos sociales. Con Saviors reaparecen desarrollando un punk rock emocional, divertido e inquietante donde sus canciones abordan las temáticas más irascibles que arrollan nuestros días. En definitiva, un tremendo carrusel diabólico con múltiples frentes adversos que giran velozmente como un torbellino enloquecido.

El plástico ha visto la luz gracias a la discográfica Warner/Reprise. Consta de 15 potentes temas que harán arder tu cuerpo y cabeza. Recordemos que Green Day, junto a otras bandas como The OffspringRancid… son los máximos responsables del renacimiento y popularización del punk rock norteamericano. Su fama ha copado las páginas de todos los mass media especializados. Por ejemplo, Stephen Erlewine de Allmusic los describió como «los renovadores salvajes del punk que recargaron su energía desde aquellas rápidas y pegajosas canciones de tres acordes».

Actualmente la banda está formada por Billie Joe Armstrong (voz, guitarras, armónica, piano, teclados), Mike Dirnt (bajo, coros, ocasionalmente voz, guitarras) y Tré Cool (batería, percusión, ocasionalmente coros, voz y guitarra). Como miembros de apoyo suelen unirse Jason White (guitarras, coros), Jason Freese (teclados, piano, acordeón, saxofón, trombón, coros, ocasionalmente guitarra acústica) y Kevin Preston (guitarras, coros).

Desde el punto de vista político y social, la banda transmite una línea muy crítica y candente. El propio Armstrong dejó muy clara su posición acerca de ello: «Las únicas personas que deben cantar sobre temas sociales o políticos son aquellas que no están llenos de estupidez».  Es por ello que Saviors se divide en dos sides: ‘A’ y ‘B’ a fin de generar una suave digestión ante tal comilona critica. Ambas caras son lascivas y directas como un sable láser. Son temas que espolean nuestro orbe pero que al mismo tiempo vez se alzan como salvadores de las negras bestias que lo devoran.

Saviors despega con The American Dream is Killing Me, un misil que explosiona como una bomba de hidrógeno. Es la canción principal del álbum, el centro Oppenheimer, desde el cual se expresa una fuerte crítica contra el prometido American Dream, un falso sueño que está transformando la sociedad en un apocalipsis distópico y zombi. Este Resident Evil es un mensaje directo que anhela supervivencia y una cabeza sana que libere de las fracturas y de la pestilencia moribunda: «Estamos rotos (…) Ese doble discurso es una locura. El sueño americano me está matando». Sin lugar a dudas, estamos ante un poderoso himno que señala el turbulento panorama político y social que atraviesa los Estados Unidos de América. Musicalmente, posee poderosos rasgueos y riffs de guitarra, marcada batería y un poderoso bajo. A pesar de su dureza sonora, algunos temas se endulzan en ciertos momentos a fin de dar un respiro.

Seguidamente aparece Look Ma, No Brains!, pura exclamación psíquica que acomete contra ese vacío cerebral que nos inocula la agua hipodérmica del poder hasta convertirnos en tipos descerebrados: «No sé mucho sobre historia, porque nunca aprendí a leer (…) Soy un idiota, un chico enfermo (…) un eslabón perdido». La pista arremete contra el sistema educativo norteamericano que evita que sus ciudadanos posean una cultura abierta y un pensamiento crítico que genere conciencia contra el mainstream dominante. Sin duda es uno de mis temas preferidos y recuerda al rebaño desconcertado de Noam Chomsky.

Tras ese vaciado cerebral, surge Bobby Sox, una sencilla canción de amor que aborda la cuestión queer. Es como un supositorio que penetra en el sucio trasero del conservadurismo norteamericano. El tema destila potencia lubricada, rechazo y estribillos coreables. Sin duda, un temazo de contrastes asegurados cuya letra rasga vestiduras y replantea posiciones ante el dilema del género: «¿Quieres ser mi novio? ¿Quieres ser mi novia? Caminaremos juntos por el cementerio (…) y haremos sonrojar a nuestros amigos muertos».

One Eyed Bastard es como una referencia a Basilisco, la criatura mitológica griega de un solo ojo que se describe como una serpiente gigante cuyo veneno letal mata con la simple mirada y que sólo podía matarse haciéndole ver su rostro en un espejo o superficie reflectante. Green Day puede que haya usado esta simbología para describir el ojo bastardo del sistema norteamericano, aquel que todo lo ve, controla y envenena (recordemos la imagen del dólar): «Hijo de puta, vas a suplicar y a encogerte (…) por que la venganza es más dulce que el vino (…) Nunca olvidaré tu fea cara (…) Ahora ponte de rodillas y besa mi anillo».

Dilemma es un track que te sumerge en el angosto terreno de las luchas internas con el alcoholismo, las adicciones y las enfermedades mentales. La canción trata sobre ese dolor que atizó durante un tiempo a las propias carnes de la banda: «No quiero ser un hombre muerto caminando. Bienvenido a mi pesadilla, aquella donde los sueños desaparecen y te hacen sentir como una rata de laboratorio». Melódicamente, la canción me recuerda a esas entonadas beat de los años 60.

1981 es otro estallido punk con estribillos que se acoplan como sustancias pegajosas. Los escalados de guitarra, bajo y batería se convierten en peligrosa dinamita. Se trata quizá de una fecha relacionada con las armas, la Guerra Fría o en el intento de asesinato de Ronald Reagan el 30 de marzo de 1981: «Dolor, comunistas y cocaína (…) bajo lluvia ácida (…) Café y cianuro para los amantes en desgracia (…) Tenemos ya un pie en la tumba».

Tras ella se materializa Goodnight, Adeline, una preciosa balada que cierra la cara ‘A’.  Trata sobre el dolor y el anhelo que genera un amor fugaz, esa estrella emocional que cruza el alma y luego desaparece: «Estoy enfermo (…) Mi espíritu está roto y mi cara en la alcantarilla»

Llegamos a la parte ‘B’ que se abre con un pistoletazo que te clava en la UCI: Coma City. Plantea una quiebra física y moral. Relata ese miedo causado por la inseguridad ciudadana en los tiroteos callejeros y que en cualquier momento puede dejarte tirado en la cuneta. Es una canción anti policía y anti instituciones afines. Nos habla de un mundo injusto donde nadie hace nada por revertirlo.

Corvette Summer nos describe a ese personaje que vive su mejor vida como estrella de rock, que ama la música y no le importa lo que piensen los demás. Rechaza el dinero y la fama porque quiere ser el mismo: «No quiero dinero. No quiero fama. Todo lo que quiero son mis discos y hacer que mi dolor desaparezca».

Suzie Chapstick es una canción con cierto sabor retrospectivo: «¿Volveré a ver tu rostro alguna vez (…) en ese lugar y época donde solíamos encontrarnos? (…) A veces, todo se separa como piezas de un corazón roto». El título también hace referencia a la aparición en los comerciales del chapstick, producto promocionado por Suzy Chaffe, una de las más importantes musas del esquí del siglo XX.

Strange Days Are Here to Stay es otro de los temas que irrumpen bajo ese estilo punky original. Arremete directamente contra las falsas esperanzas que claman los villanos desde el poder: «No existen las promesas, solo hay códigos secretos (…)  así es como terminará el mundo».

Seguidamente suena Living in the ’20s, todo un temazo y otra de las piezas que te atrapan en su red. Se alza como una patada en la cabeza donde los propios pavores estallan para convertirse en vértigo y náusea: «Tengo un zumbido en el cráneo como un avispón asesino (…) por ello bebo mis miedos y los convierto en vómito».

Father to A Son, es la canción más calmosa del álbum. Cuenta, bajo cierto estilo beatleniano, el ciclo emocional que representa el hecho de ser padres y tener hijos: «Eres un faro en una tormenta, desde el día en que naciste (…)  Cometí algunos errores, pero nunca romperé tu corazón».

Tras el último compás estalla Saviors, pista que me recuerda al brit pop de Oasis y similares. Las guitarras se enarbolan como himnos heroicos y salvadores: «Necesitamos una señal que de más calor que luz (…) No precisamos otro bastardo que nos azote y nos haga caer (…) Somos los últimos rockeros generando conmoción».

Fancy Sauce es el track que remata el álbum. Sintetiza el deterioro de la salud mental. Describe las ridículas noticias donde todo el mundo se cree poseedor de la verdad, pero en realidad se trata de un submundo estúpido, enfermo y contagioso, puro amarillismo tóxico. En base a ello, la melodía aglutina ese doble juego vocal entre las dulces canciones retro de los años 50 y el desgarro duro del punk coreable in crescendo. Sin duda, una pista perfecta para concluir esta maravilla de álbum.

Concluyendo… Green Day sabe que para sobrevivir es indispensable readaptarse y no quedar encerrados en los viejos esquemas aunque éstos fueran demoledores en su tiempo. La historia avanza y con ella los contextos sociales, políticos y humanos. Como banda intensa ha sabido dar un salto pues quien no se regenera, muere. Es por ello que Green Day ha sabido desencajarse del viejo corsé asimilando que la única vía de salvación era alejarse del punk más agresivo y acercarse a las grandes influencias del momento, sin que por ello significara una rotura global con sus raíces. No todas las bandas logran ese arduo cambio, pero el Dia Verde ha conseguido madurar como el buen whisky. Cada una de las 15 canciones gira libremente en torno a la caída del sueño americano y sobre este clima que nos estruja el cerebro y nos deja abandonados en las sombrías realidades de la vida.

Saviors es el clásico disco que precisas cuando tu alma esta impregnada de vaciedad, aburrimiento, hastío y sumisión. Representa un estampido rebelde que dinamita el alma y te permite reaccionar para sacarte del limbo al que te han sumido. Es el grito de la necesidad, de la ruptura, de la libertad y del cambio.

Carlos Flaqué Monllonch
Carlos Flaqué Monllonch
Hablar de uno mismo no es tarea fácil, aunque muchas veces las circunstancias pidan hacerlo, como es el caso. Se pueden contar muchas cosas, pero quizás lo más importante es abrazar la vida con positividad. La música permite esto y mucho más. ¿Qué puedo contaros de mí? Simplemente deciros que me encanta la música y sobre todo mi profesión, periodismo y comunicación gráfica (diseño gráfico y fotografía), herramientas que me permiten abrir muchas puertas, conocer gente diversa para intercambiar, transmitir y generar proximidades. Las nuevas tecnologías permiten múltiples puentes e interacciones.. Así que nada de excusas y manos a la obra…
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