Ya han pasado quince años desde que tres chicos del Reino Unido decidieran juntar su talento y formar una banda con mucho potencial llamada London Grammar. El grupo compuesto por Hannah Reid (vocalista), Dot Major (batería y teclado) y Dan Rothman (guitarra) dió el gran salto allá por 2013 con su álbum debut titulado If You Wait. El disco se caracterizaba por un pop que iba muy en consonancia con lo que hacía la banda The XX, donde encontrábamos dos de las canciones más aclamadas de London Grammar: Strong y Wasting My Young Years, además del gran cover de Nightcall de Kavinsky.
Cuatro años más tarde, los chicos regresaron con Truth Is A Beautiful Thing, un disco muy similar al debut, pero con mucha personalidad y poder en su interior; éste e If You Wait se complementan de maravilla. En 2021, la banda sacó su tercer trabajo llamado Californian Soil, donde dieron algunos cambios a su música, acercándola a un terreno algo más comercial pero igualmente de buena calidad en su interior.
Ahora regresan con The Greatest Love, su cuarto y nuevo álbum. Había muchas ganas de saber hacia qué lugar iba la banda: si seguían la senda del cambio de Californian Soil, o por el contrario, volvían a sus raíces. Vamos a averiguarlo.
Lo primero de todo es ver la peculiar portada del disco en la que una mosca está sobre el rostro de Hannah. Esto tiene una explicación: la principal inspiración de la banda para este disco yace en el poema The Fly de William Blake publicado en 1794. Dicho poema contiene una gran reflexión acerca de «volar» durante la vida y la muerte…Muy recomendable leerlo, ya que se notan aspectos similares en las letras del disco a lo que dice este poema.
En primer lugar, el disco arranca con el single principal House. En el videoclip del mismo se ve la inspiración en el poema de W.Blake a través de un conjunto de moscas que llenan el cuerpo de la protagonista del vídeo. La canción es interesante a modo de apertura («This is my place // My House // My rules»), aunque a nivel sonoro ya nos muestra lo que va a ser en gran parte el disco…Un álbum pop plagado de elementos electrónicos algo más cerca del tercer disco que de los dos primeros.
Lo siguiente que nos encontramos es otro de los singles (Fakest Bitch). A nivel lírico es uno de los temas donde se ve mayor empeño por parte de la banda, con una composición llena de emoción y mucho que contar. Un tema que tiene ciertos paralelismos con lo elaborado por Taylor Swift en discos como Folklore (2020). Tras una carga emocional, llega algo más enérgico con You And I: la canción en su eje central recuerda bastante a lo hecho en la canción Lord It’s A Feeling del disco Californian Soil, pero en su fondo contiene unos coros musicales que no funcionan del todo bien. Una lástima, porque el tema en sí está muy logrado.
La cuarta canción de The Greatest Love (LA) sí que recuerda más al London Grammar de sus inicios: tenemos esa angelical voz de Hannah, las guitarras de Dan y los toques de sintetizadores de Dot; tal vez esta senda es la que debería de haber tomado el disco, ya que es una gran canción de London Grammar. Este buen sabor de boca se convierte en amargo en la quinta canción con Ordinary Life: la parte instrumental del tema es buena, pero cae de lleno con unos arreglos de sonido en la voz de Hannah que resultan innecesarios; una canción electrónica que se siente lejos de la esencia de la banda.
Pasamos ya la mitad del disco y nos topamos con Santa Fe, que es uno de los puntos más débiles del álbum. La parte lírica no encaja con lo previamente escuchado y a nivel sonoro parece que es de un disco distinto. Luego tenemos otro single (Kind of Man) en el que la batería es adictiva junto a la voz de Hannah y dan resultado a una de las canciones más pegadizas del álbum. A pesar de dar con la tecla en Kind of Man, vuelven los altibajos en la octava canción (Rescue); con una estructura repetitiva y un nivel lírico muy lejos de lo que puede dar la banda…Ese «na na na na» que rodea a la canción no logra funcionar.
Ahora damos paso a los dos temas finales. Primero está otro de los singles llamado Into Gold, que sí desprende aroma de London Grammar (aunque en el cierre de canción se enfoque demasiado en la electrónica) y, por último, The Greatest Love funciona como cierre del álbum y posee una energía inmensa con la presencia vocal de Hannah, dándonos un tema elegante y bello.
Como conclusión, hay que decir que The Greatest Love es un disco cargado de irregularidades. Sí que tiene varios temas admirables, pero también contiene otros repetitivos y que parecen más unos remixes debido al uso tan marcado de arreglos electrónicos en ellos. London Grammar ya dio un ligero cambio a su estructura musical en 2021 con Californian Soil, pero en su conjunto funcionaba y tenía personalidad. Aquí, en cambio, el trayecto se queda a medias y tiene muy buenas ideas / conceptos que no se ajustan de la mejor manera al resultado final.
Un cuarto álbum de estudio que es correcto pero no nos trae los grandes momentos de canciones como Hey Now, Non Believer o Californian Soil.