Ya está aquí, tras tres años de su último trabajo de estudio, regresa una de las figuras más reconocidas del panorama musical actual: Miley Cyrus. Con Endless Summer Vacation, los fans tenían grandes expectativas… Y es que Plastic Hearts (2020) había sido un paso hacia adelante y contundente: un trabajo donde el pop-rock comenzaba a dejar espacio para sonidos synth pop propios del new wave. Tres años después, tenemos la siguiente página de la trayectoria de Miley. ¿Ha vuelto a lo que tanto funcionó en su anterior disco o ha preferido optar por dar un cambio de aires?
En primer lugar, queda bastante claro que el nuevo trabajo de Miley Cyrus se aleja del terreno Plastic Hearts y ahonda en un sonido puramente pop que arranca de manera inteligente con Flowers: la canción más popular del álbum que va camino de ser la más escuchada del año en general y uno de los hits de la cantante.
A pesar de que todo el álbum está empapado de pop, también deja espacios para dejar otros sonidos la mar de interesantes. Jaded es una canción bellísima que funciona y brilla con un sonido de guitarra que deja ecos del dream pop. Un tema con la energía de Flowers y en el que ya queda algo claro de manera firme: la primera mitad de este disco nos va a trasladar al calor de los meses de verano.
Aunque decía que Miley aquí no ha tomado el camino de su anterior trabajo, hay que comentar que se siente de alguna manera y es en Rose Colored Lenses: un tema donde los graves de Miley se hacen notar y el acompañamiento de la producción nos sirven un «eslabón perdido» de Plastic Hearts.
Por otro lado, hay algo que se debe comentar y es Handstand o también bautizada por un servidor como «la canción más experimental de Miley Cyrus hasta la fecha». ¡Menudo logro de canción! Lo tiene todo: una amalgama de sonidos que nos vuela la cabeza, un puente perfecto entre la primera mitad del disco (sensación de tarde de verano) y segunda mitad (noche estival) y una letra que se abraza a la producción de manera deliciosa (bravo por Miley Cyrus, Harmony Korine (director de la polémica Spring Breakers (2012)) y Maxx Morando).
Tras la tarde llega la noche…Y eso es lo que nos encontramos en el lado b de Endless Summer Vacation. Después de la energía y calor de las tardes del verano, nos trasladamos al ambiente nocturno. La noche inicia con Rivers: un completo acierto que tiene el sonido más pop (y eso es decir) de todo el disco. Es como si Flowers se vistiera de noche…¡Qué buen ritmo de canción!
Otro punto a destacar de esta segunda mitad del álbum es la sensación de montaña rusa que origina la producción. Por una parte, Violet Chemistry y Wildcard nos muestran a una Miley desatada y plagada de euforia con unos sonidos que se hacen notar. En cambio, Island y Wonder Woman se sienten como el después a la lluvia del júbilo de Violet y Wildcard…En especial la canción que cierra el disco (Wonder Woman): una canción que no es de lo más redondo a nivel musical, pero sí que tiene un gran tacto en su lírica.
Para finalizar todo este recorrido veraniego, hay que mencionar las dos colaboraciones musicales del disco (una por lado): Thousand Miles (feat. Brandi Carlile) que se percibe como la cara más lúcida de Wildcard y Muddy Feet (feat. Sia) donde el sonido cañero «marca Cyrus» se hace notar.
Como conclusión hay que remarcar algunos detalles: Miley Cyrus sigue dando pasos hacia adelante en su senda musical; la madurez en su música se hace notar y es de agradecer. Alejándose de las comparaciones entre Plastic Hearts y Endless Summer Vacation y si uno es mejor o peor, queda una cosa segura: la artista de Estados Unidos se nota cómoda con ambos trabajos y brinda buenas canciones. Este nuevo álbum es un sólido trabajo y otro punto de la evolución de Cyrus como artista. Ojalá en algún momento de su carrera se tire a la piscina y haga un álbum experimental al 100%…No dejaría a nadie indiferente y sería otro paso más; por el momento vibremos con este disco.