Si buscamos una palabra que pueda definir por completo a Spoon debería ser «reinvención», y es que una banda con casi 30 años de carrera y 10 álbumes que tienen sonidos diferentes entre sí no aparece todos los días . Definir a esta agrupación en un sólo género es imposible, cuando inició estuvo más cerca al noise e indie rock, sonido que pulieron, volvieron minimalista y le dieron tintes de power pop sólo para volver a mutar un par de discos después y tener a un sonido electrónico que combinaban con el rock de los 80. Tantos cambios podrían parecer fáciles, pero no cualquier banda hoy en día puede lograr lo que el quinteto de Austin ha hecho.
Hoy hablamos de Lucifer On The Sofa, un álbum que cuenta con una fórmula muy bien hecha por Daniel y compañía: un sonido espontáneo y ligero con una producción muy meticulosa y temas pegajosos. Esto les ha permitido sonar siempre diferente, pero igual, lo cual les ha valido una carrera casi perfecta. Y es justo esta fórmula lo que les permite ser relevante y sonar frescos sin importar las tendencias de los charts, al grado que hoy en día cualquiera de los álbumes de Spoon podría ser considerado el más reciente. Dicho esto, la banda vuelve a demostrar su capacidad en este su décimo álbum, pues si bien es un viaje al pasado, lo hacen en el universo que estos cinco integrantes han creado.
Pero vamos por partes, Lucifer On The Sofa es una pieza hecha bajo dos pilares: ubicación y proceso. Co-producido por Mark Rankin (Queens of the Stone Age y Adele), este material se gestó en la era de los shows en vivo de Hot Thoughts (2017), permitiéndoles acercarse a lo que hoy presentan. «Descubrimos que tocábamos mejor las canciones del último álbum en el camino que en el disco… La idea era tomar esa energía de tocar en vivo y plasmarlo en cada canción», comentó Daniel en entrevista a NME.
Ahora, para hablar del sonido blues rock en el que el álbum navega tocamos el otro pilar: ubicación, pues Britt Daniel regresó a Austin para reunirse con Kim Eno y Alex Fischel, pero además de esto, durante la pandemia Daniel reconectó con su amor por el rock, admitiendo que durante la creación del material escuchó mucho a sus compatriotas ZZ Top, por lo que Texas y su característico sonido del rock está más que presente.
El álbum inicia con Held, un cover a SMOG, que sólo reconocerías como cover si conoces la versión original, pues Spoon la volvió un tema propio. Una vez establecida la pauta del sonido encontramos The Hardest Cut, un tema que muestra un sonido más obscuro pero que sigue cercano al rock. Luego damos paso a Wild, que tiene una mezcla de blues con varias capas como lo son el piano, los coros e incluso los riffs tímidos que nos recuerdan a U2, una pieza que se siente con cada capa en su lugar.
Siguiendo la premisa de revisitar el sonido del pasado llega The Devil & Mr. Jones, una pieza con puentes muy bien logrados y que atrapan más con cada escucha, al igual que con el tema que da nombre al álbum: Lucifer On The Sofa, que nos recuerda al sonido de Roxy acompañado de un saxofón y teclados que lo convierten en algo muy melódico.
¿Y qué sería de un álbum de Spoon sin temas románticos? En esta ocasión encontramos dos: Satellite y My Babe. El primero, Satellite, nos muestra a Daniel queriendo orbitar cerca de esa persona y/o objetos de su cariño, mientras que en My Babe podemos escuchar un inicio tranquilo con el piano y una guitarra acústica que permiten a Eno brillar con la entrada de la percusión y aderezan muy bien una letra que funciona como oda a una relación en la que el coro es meloso, pero nada empalagoso «And I would get locked up / Hold my breath, sing my heart out / Beat my chest for my babe / Let our hearts beat in time / Let the love go on and on now my babe».
Spoon entrega dinamismo a partir de la estructura y los detalles, ¿cómo es esto? Sigamos el ejemplo de la arquitectura, que al crear pone mucha atención en los detalles que visten a un todo, dándole una identidad a cada espacio en la que todo se siente premeditado para resaltar y ser armonioso por donde se le mire y que de igual forma funciona independiente cada lugar como en un total. Siguiendo este ejercicio, escuchamos como en Lucifer On The Sofa nada suena como impulso o algo integrado de último minuto, todo fue muy considerado para estar ahí y brillar. Cada uno de los 10 temas está hecho para ser un viaje sonoro en el mundo de Spoon y aún así ser una oda al blues rock de Texas.
No existen malos discos de Spoon. Existen muy buenos discos de Spoon y discos extraordinarios de Spoon. Lucifer On The Sofa, donde lo quieras colocar, encaja y se perfila para ser uno de los mejores discos del año.
