Dicen que en la música está todo inventado. No es cierto. El arte nunca llega a su fin; siempre existen nuevas interpretaciones que generan nuevas visiones de ver y de sentir las cosas. Por ejemplo, en el gigantesco universo de la música, de vez en cuando, surge alguien con ideas frescas, esas que ofrecen un estilo y un sonido particulares que hacen hervir la sangre y alejan la repetición insidiosa que nos asestan, día a día, desde las grandes cúpulas de la industria musical. Es el caso de Whitey y su nuevo Mental Radio, un álbum curioso con dieciséis temas repletos de inventiva, plástico que vio la luz el pasado mes de octubre de 2024 a través de NO LABEL!
Whitey, para quien lo desconoce, es uno de esos artistas que, a primera vista, no suena a nada, pero que, sin embargo, en algún momento, ha penetrado en nuestra vida, bien sea a través de series de lujo como Los Soprano y Breaking Bad o videojuegos como Grand Theft Auto, etc..
El sonido de este inquieto artista acumula millones de reproducciones y fanáticos de todas las edades en todo el mundo. Discos como The Light at the End of the Tunnel Is a Train (2005), Great Shakes (2007), Canned Laughter (2010), Lost Summer (2012), Seven (2015), Now That’s Why I Killed Music (2020), Nothing in My Pocket But a Hole (2024) y el actual Mental Radio (2024), son una mezcla ecléctica de sonidos electrónicos, rockeros y experimentales donde el pop alternativo de rock, música clásica y electrónica con influencias de charleston, swing, psicodelia, new wave, metal, acid house y poesía cut-up, generan un especial smoothie sónico.
Recordemos que Whitey,cuyo verdadero nombre es Nathan Joseph White, es un compositor, músico, multiinstrumentista y compositor inglés que se de todos los esquemas convencionales. De ahí que Mental Radio sea, una vez más, un álbum distinto, frenético, despiadado, entretenido y políticamente sagaz. Su concepto se sintetiza una visión sarcástica de la vida del siglo XXI y sus letras reflejan ese mundo caótico y fracturado en el que vivimos: «No empieces a pensar porque podrías despertar. Sigue bebiendo de tu copa de veneno» («Cherryade») o «Tal vez encuentre otro universo y empezar de nuevo» («Dear Universe»).
Whitey explica que muchas personas viven con la incapacidad de ver con claridad las cosas, de usar su fuerza y necesidad de rebelión. Su mensaje consiste en incentivar a tonar decisiones, hacer saltar las alarmas sin tener que echar leña al fuego: «Caminábamos sin rumbo por la noche, esperando que nada bueno sucediera. Entonces, una noche, conocí a alguien que me golpeó como un rayo y el lugar se iluminó para mí transformado la vida en energía».
Todo el disco es un cambio constante de ritmos, ideas y estilos, un vaivén que demuestra que Whitey es un personaje variopinto que ama la experimentación. No se enmarca en nada concreto. Su peculiar olfato no le permite caer bajo la monotonía. Para él la música es una vía de escape y creatividad para descubrir nuevas sensaciones y transmitir mensajes útiles a la sociedad.
«Algunas personas llevan una sonrisa porque es el momento de sentir, pero justo detrás de ESTA sonrisa hay un parásito (…) Algunas personas te dan una patada solo para derribarte. algunas personas les gusta mirar solo cuando estás en el suelo»
Personalmente destaco temas como When Did I Lay Down and Die?, Little Piggies, This Is Forever, Don’t Be a Can’t (All Your Life), Bad Energy, Boxes, Squares & Rectangles, Dear Universe, Bad Scenes at the Eyelid Cinema, Remedy e Inaction Man. En general, Mental Radio es un álbum con un peso político e innovador que se cristaliza de manera brillante para aquellos que buscan atrevimiento y reflexión. Es una propuesta insaciable y seductora que refuerza la notoriedad de Whitey como un artista que reta los límites de la conspiración, el aislamiento social y la decepción social.
Como músico, Whitey nunca ha dado entrevistas al público pero sus trabajos, en especial su Metal Radio, hablan por sí mismos. El disco es un compendio de estilos de garage rock muy ácidos y juguetones, envueltos bajo una producción rigurosa donde las guitarras resuenen como sierras circulares junto a melodías que agrupan diversidad de estilos. Sin duda, un álbum para disfrutar y sentir esa diferencia tan precisa hoy en día.