InicioEntrevistasBelako: "Nos interesaba explorar la distancia entre lo que somos y lo...

Belako: «Nos interesaba explorar la distancia entre lo que somos y lo que proyectamos»

-

El cuarteto vizcaíno Belako es una de las formaciones más potentes e internacionales de España hoy en día. Tras lanzar en 2018 uno de los discos del año, Render Me Numb Trivial Violence —manifiesto en torno a la violencia simbólica a base de punk, tintes pop y experimentación electrónica—, en 2020 presentan su cuarto trabajo de estudio: Plastic Drama que anticipa una vía más melódica, comandada por las guitarras y las voces. Una (auto)crítica sobre los privilegios y el sistema social y económico en que vivimos.

Inicialmente planteado para el pasado 8 de mayo, el estreno del disco se pospuso hasta finales de verano a causa de una pandemia que, de hecho, pilló al propio grupo en medio de una serie de conciertos programados en Nueva York. Retornaron a España y aquí, desde el confinamiento, han avanzado ya cinco enérgicos singles, puesto a punto sus redes sociales, y organizado una gira por autocines —la primera de España— que será registrada en un documental por Koldo Serra. El tour, que pasará por Madrid, Denia y Getxo durante la última semana de junio, aún tiene entradas disponibles para algunas localizaciones.

En medio de toda esta adaptación y proyectos, hemos podido hablar con Cris Lizarraga (letrista y vocalista de Belako) sobre Plastic Drama, su sonido, su proceso creativo, privilegios, redes sociales y la adaptación a los nuevos directos, entre otros temas.

Primero deciros que me ha parecido que habéis hecho de esta situación lo menos malo. Sobre todo me han llamado la atención esos vídeos que habéis compartido tocando los singles en acústico y por partes. ¿Me comentas un poco cómo surgió esa idea?

Básicamente hemos intentado no quedarnos quietas y darle vidilla a los temas nuevos; la única manera que teníamos de hacerlo era redactándolo de esta forma, mandando cada una una parte desde su casa. Los directos y así son muy complicados de montar y preferimos hacer algo en un formato más sencillo, sin grandes artificios, ya que al final es un acústico cada uno desde su casa.

Lo guay es que los temas nuevos se prestan más a ese tipo de display, ya que los temas antiguos, en su mayoría, al haber sido compuestos como con más elementos igual serían más difíciles de trasladar a este modelo.

View this post on Instagram

Animo peña ????

A post shared by BELAKO (@belakoo) on

Precisamente de los nuevos temas me llamó la atención que recuperáis un sonido de teclado más orgánico y acústico. Por lo que tengo entendido, en la gira de Render Me Numb, Trivial Violence decidisteis prescindir del teclado en el directo; ¿os planteáis recuperarlo en la gira de este disco?

Nosotras separamos mucho el concepto del disco grabado y aquel en directo. No solemos hacer lo mismo porque creemos que en un directo hay que ser más pragmático, intentar sonar bien con menos elementos. Simplificamos, al igual que con los acústicos en cuarentena. En el disco te puedes volver más loca y meter lo que quieras.

Aún así, sí que hemos recuperado ese sonido de teclado más orgánico del principio, que probablemente intentemos encajar. El teclado lo quitamos en su día por una cuestión de logística, de que pesaba mucho, que se jodió en varios viajes, no podíamos depender de él. Y a mí me ayudó mucho a soltarme en el escenario el no estar pegada al teclado. Ahora, habiendo hecho todo ese recorrido, y enfrentándonos a conciertos en los cuales tenemos que hacernos fuertes y no depender tanto de que todo sea súper dinámico en el escenario, porque el público seguramente esté más parado —no va a haber pogos ni esas cosas—, nos estamos planteando tener un teclado. No tanto como estaba en su día, recto, pegado a mí en una posición, sino para que podamos tocarlo tanto Josu [guitarrista, vocalista] como yo, según los momentos. También queremos buscar que los temas sean más orgánicos, aunque seguiremos haciendo algunos de los más electrónicos y tal.

Otro de los elementos que destaca es la menor presencia de sintetizadores y el mayor peso de las guitarras. ¿Cómo de premeditado ha sido este cambio sonoro?

Sí tenemos sintetizadores en Tie Me Up y otros dos temas que aún no han salido, pero en cualquier caso es cierto que la toma de decisiones respecto al sonido es un proceso natural después de haber compuesto los temas. Los temas los hicimos en su gran mayoría en septiembre de 2019, nos encerramos en el local a crearlos y ya directamente los planteábamos como temas de directo. Por eso priman mucho las guitarras. Y como dice Josu, ahora él es mejor músico y entonces prueba más cosas. Es algo lógico y normal ir creciendo; si no, ¿para qué estamos dedicándonos a esto? [Risas]

Claro, total. Aún así, no perdéis del todo ese punto experimental. Por ejemplo, esas estructuras que juegan al despiste con el contraste, como en ‘marinela2017‘ y alguno de los otros temas.

Sí, Eso es algo que nos sale mucho, la verdad [risas]. Porque en Render Me Numb…, pasaba también.

Es un poco como marca Belako, ¿no?

[Risas] Sí, un poquito sí, los contrastes.

Fotografía: Helena Goñi.

con menos elementos, queríamos lograr crear algo lo suficientemente potente y con suficiente cuerpo

Volvéis a apostar por la fórmula de grabar en cinta, algo que ya habíais hecho con parte del anterior. ¿Qué os aporta este mecanismo?

Pues creo que para gente como nosotras, que nos gusta experimentar y volvernos muy locas, nos ayuda a simplificar y reducir los elementos. Y aún así, con menos elementos, lograr crear algo lo suficientemente potente y con suficiente cuerpo. Nos ayuda a pensar muy bien el sonido de cada instrumento, de cada parte.

Imagino que llegas al estudio con bastante más presión, al tener un número limitado de ‘intentos’.

[Risas] Sí, tienes que ir con tu parte súper bien aprendida. Al ser la segunda vez, ya estábamos más familiarizadas con el proceso. Y además, con Iñigo [Irazoki], nuestro técnico de directo y quien lleva la sala, hay un vínculo, él nos entiende muy bien. Josu es el que controla toda la producción y sabe perfectamente a donde queremos todas llegar. Es algo que me da absoluta admiración, la gente que es capaz de materializar el sonido que tengo en mi cabeza.

Además, creo que tiene que haber un porcentaje en el que no tengas el control exacto, que no puedas saber exactamente cómo va a sonar antes de que lo tengas. Si no, puede ser también muy frustrante y entrar en bucles perfeccionistas.

En el anterior disco habíais grabado alguna voz con el móvil, ¿hay en este experimentaciones similares?

En varios de los temas —Marinela2017, Plastic Drama, Truce, The Craft—, la experimentación ha pasado por meter coros, cánones, e ir haciendo armonías. Tenía también muchas ganas de que cada vez cantásemos más las cuatro. Soy yo muchas veces quien hago las distintas voces, pero en estos temas queríamos que se notasen las diferentes voces, en momentos como Truce que estamos los cuatro cantando. Es algo a lo que hemos prestado mucha atención en este disco, sin duda.

Hablando un poco más de la parte conceptual del disco, por lo que he entendido, Plastic Drama hace referencia a un discurso que oscila entre la reflexión y la crítica de muchas cosas —el consumismo exacerbado, la cosificación de las personas, también en las relaciones tóxicas, el medio ambiente, el impacto de las redes sociales…

Sí, pero hay mucha autocrítica también. El disco parte de una perspectiva sarcástica: al final todos somos también agentes consumidores y productores de este mismo tipo de dinámicas que nos afectan. Al final es en lo que consiste la violencia simbólica, ¿no? Que tú seas tu propio carcelero.

Por otro lado, también el título del disco tiene ese doble sentido de los dramas reales que podemos observar mientras que somos personas súper privilegiadas: lo mismo que ves las opresiones tienes que ver que tú eres opresora también. Es algo muy de nuestra generación, de las redes, el poner en un mismo espacio lo serio y lo totalmente no serio. Estar compartiendo memes de risa a la vez que compartes noticias catastróficas. Al final, te puedes poner super beligerante con ciertos temas pero luego estás en tu casa con tu wifi, con tu consola y acabas el día haciéndote un selfie con un filtro chulísimo.

Otra cosa que me parecía muy interesante al escribir sobre todos estos temas era la distancia que hay entre lo que somos y lo que proyectamos, y sin embargo, siendo conscientes de que no compartimos toda nuestra verdad, también creemos que conocemos a ciertas personas que pasan a formar parte de nuestro archivo de memoria, yo por ejemplo puedo soñar con gente famosa que no les he visto en mi vida, de quienes ni siquiera sé el tono de su voz —bueno, eso igual sí puedo saberlo [risas]—…

Sí, que te haces una imagen de cómo son, aunque no les conozcas…

Claro, y eso pasa a tus archivos de memoria haciendo que puedan estar de una manera horizontal a como puedes recordar a tus amigas o amigos.

el disco parte de una perspectiva sarcástica: al final todos somos también agentes consumidores y productores de este mismo tipo de dinámicas que nos afectan

Y en Belako estáis a ambos lados. Es decir, por un lado en vuestra esfera personal consumís contenido de otras personas o artistas a quienes admiréis; y como Belako vosotras mismas producís contenido que consume mucha otra gente también.

Sí, es super raro y además en esta cuarentena me he encontrado en eso de tener que generar contenido para redes desde Belako y al mismo tiempo consumir por el aburrimiento y la cuarentena. Aunque es verdad que cuanto más tienes que hacerlo por obligación, menos te apetece estar en ello por ocio.

De todas formas, yo creo que nosotras nos debatimos mucho entre si estamos haciendo un ridículo monumental, porque tenemos siempre esa sensación, como que estamos compartiendo de más, pero sin embargo miras a tu alrededor y dices, siempre va a haber alguien más elegante, más contenido, y siempre va haber alguien más ridículo.

También entra ahí otra dinámica que asoma en el disco, ¿no? Ese debate sobre si estar martirizándote o asumir tus privilegios por determinadas situaciones o problemáticas.

Al final te das cuenta de que está todo podrido, de que tú misma estas podrida. Ahí viene lo de Plastic Drama: tú puedes observar dramas reales pero desde la consciencia de que por mucho que hayas vivido ahora un confinamiento, estás en una situación de privilegio y estás desescalando. Hay quienes no salen del estado de alarma jamás.

También en las letras del disco me he fijado más en el uso de la primera persona del plural, el ‘we’, el ‘our’, como en un llamamiento a la hermandad, a la comunión, a la necesidad de tejer redes —que destaca sobre todo en el final de Truce—. ¿Es algo consciente, como planteando el apoyo mutuo como una forma de sobrellevar todo esto?

Sí que no es casual, por ejemplo, en el caso de Truce que va sobre la tregua, sobre darse tregua a una misma. Al final, el mito del amor romántico nos quiere separar de nuestras amistades para poner en el centro a la pareja y, sin embargo, yo creo mucho más en los vínculos de amistad como el verdadero motor del presente y el futuro. El vínculo de sangre y de hermandad.

Al mismo tiempo, Belako es un poco eso. Aunque sea yo la que cante, siempre siento que queremos lograr algo como un himno, que aunque haya solo una voz, funcione como varias y ya si es coro, pues mucho más. Por ejemplo, estoy pensando en Stumble [tema de su anterior trabajo] que tiene un coro al final y cantamos en ese estilo, en esa primera persona del plural. Al final es un poco eso; sin duda está ahí el sentido de comunidad y también, a pequeña escala, pretende dejar un poso de que somos cuatro en el equipo.


Plastic Drama’ verá la luz el próximo 28 de agosto. Por ahora, Belako tienen fechas confirmadas en Madrid, Getxo, Denia y Barcelona.

AUTOR

¿Te gusta CrazyMinds? ¡Síguenos!

BUSCADOR

Y MUCHO MÁS...

spot_img
spot_img