InicioEntrevistasCiudad Jara: «He roto con los vicios musicales del primer disco» (2022)

Ciudad Jara: «He roto con los vicios musicales del primer disco» (2022)

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Fotografías: Alejandro García-Cantarero (@alex.resfeber)

Para comprender Cinema, segundo disco de Ciudad Jara, hay que viajar brevemente al pasado. Pablo Sánchez se encuentra en medio de la pandemia sintiendo mucho y viviendo muy poco. Acaba de publicar su primer álbum, Donde nace el infarto (2020), y lo que podría haber sido una gira prometedora se transforma en un estado de alarma. En marzo de 2020 no ve la primavera, así que se la imagina componiendo Cerezas y Azahar. Tampoco genera recuerdos nuevos, porque en un país encerrado en casa no pasa nada bueno, así que se traslada a su infancia cantando Foto Con Melena. Lee, escucha a los Strokes, a los Black Keys y a los Arctic Monkeys y declara el alto al fuego a aquellos que siguen esperando himnos políticos escribiendo la letra de Donde dicen que caí.

Y así, tras más de dos años, el disco que lanzó el pasado viernes se convierte en un encuentro entre el niño, el hombre en soledad y el artista a través de diez canciones. La introspección se mezcló con el encierro pandémico, la ausencia de contacto físico y la incertidumbre, pero también con las ganas de salir. Y en una mente como la de Pablo Sánchez el resultado fue Cinema, un álbum con letras que podrían ser poemas y poemas que podrían ser canciones. 

Transitando entre la música retro, el rock and roll o las canciones de autor, eliminando estribillos y sumando carga lírica, lo nuevo de Ciudad Jara, más que un retrato, es una radiografía del autor. Eso es lo bueno de este disco: hay que verlo al trasluz, escucharlo con calma y desvertebrar su significado.  

Estrenas Donde Nace el Infarto en 2020 y un mes después irrumpe la pandemia. La gira salió adelante, pero muy restringida por las medidas sanitarias. Ahora que llega Cinema y su gira de presentación, ¿qué esperas que quizás no viviste el año pasado?

Espero todo porque no pude vivir nada de lo que habíamos planteado. Poder, por fin, presentar a la banda como toca, estoy nervioso como si no la hubiera presentado nunca. Espero poder estar a la altura de lo que Ciudad Jara lleva consigo, su calidad en la música, su cuidado de la lírica, de la grabación, de todo. Demostrar en directo que somos un grupo acorde a lo que está sonando en el disco. 

Espero que la gente vea que hay calidad, que somos lo que hemos grabado. Luego, con el disco, espero que le guste a muchísima gente, que el público lo entienda, que comprenda que es un disco grabado en un momento muy particular, con emociones que reflejan el momento de encierro por el que pasamos.

El disco llega en primavera y la canción Cerezas y Azahar podría ser la banda sonora de esta estación. Da la sensación, incluso, de que huele a esta época del año. ¿En qué momento se compone? 

Se compone en primavera de 2020. Cuando la pandemia nos corta las alas, nos deja encerrados en casa, sobre todo los primeros meses de confinamiento, no me queda otra que empezar a componer de nuevo. Tuve como dos o tres meses, los primeros meses pandémicos, en los que me surgió la inspiración.

Cerezas y Azahar nace de esta idea de necesidad de contacto físico, del reencuentro con lo que más te gusta, con lo que más quieres, con tu amor, con tu rincón de paz. Es una llamada al contacto clandestino dentro de esa época de encierro.

Hace unos meses hablabas en Instagram de tu pueblo, de tu abuela y, sobre todo, de un cine de tu infancia que se incendió. ¿Qué puedes contarnos de esa historia y de la relación que quizás tenga esa historia con el disco al titularse Cinema?

Yo tenía cuatro años cuando el cine se incendió. Era una empresa que tenía mi familia en un pueblito muy pequeño que hay al lado de Orihuela, era el único cine del pueblo. Duró unos veinte años más o menos, y yo no tengo recuerdo de él, pero mi madre me contaba que me llevaba en brazos a verlo. 

Cuando íbamos al pueblo, no teníamos una casa, así que nos íbamos a dormir a la casa del cine. Entrábamos por la casa del cine que se había quemado, subíamos y había un piso donde dormíamos. Es una manera de homenajear a mi familia y recordar el séptimo arte para englobar todas las disciplinas artísticas. 

No es que el disco tenga un componente cinematográfico, la idea era buscar un nombre que me inspirara, que me emocionara, es como un recuerdo.

Sobre ese cine que me cuentas, en Foto Con Melena, ¿estás hablando de esta historia y cantándole a tu madre?

Sí, es un homenaje, un retrato de mi madre. En la canción digo «llévame al cine que no se quemó, abrazarnos del principio hasta el final», hablo de ese recuerdo de mi madre llevándome en brazos.

Aunque no lo tenga en la retina, es un retrato de ella. Cuando compuse esa canción es cuando me surgió la idea de llamar al disco Cinema.

Entonces, si el nombre la banda es por tu hija Jara, ¿el niño al que dedicas este disco ahora eres tú?

Sí, yo creo que en un montón de partes del disco estoy cantándome a mí de niño, al niño que llevo dentro. Quizá por estar componiéndolo en una época tan solitaria, la época pandémica, he hecho más introspección de la que habría hecho en otro momento. He jugado a intentar plasmar muchos recuerdos de la infancia.

Supongo que, dependiendo del momento por el que estás pasando, tu mente te lleva a unos paisajes o a otros. Si estás en un momento guay no recurres a estos momentos tan viscerales, tan en los inicios. Con momentos como la pandemia, que son momentos de soledad y muchas veces tristeza, complicados emocionalmente para mí, recurres a tus recuerdos. Pienso que lo que me emociona a mí emocionará a la gente y lo llevo a las canciones.

Sobre ese proceso de composición, el disco va desde el rollo retro en Si Tú Me Pidieras hasta el sonido personal, de cantautor en Cuzco, pasando por el rock de Donde Dicen Que Caí. ¿Cómo clasificarías el género de este disco?

Creo que tú lo has descrito bastante bien. Cada canción tiene un palo diferente, el nexo entre las canciones de Ciudad Jara es el estilo lírico. La forma en la que escribo, cómo busco las imágenes es lo que le da sentido al disco. Si oyeras el disco sin la letra, pensarías que muchas veces no tiene nada que ver una canción con otra. 

He bebido de muchas fuentes musicales e intento plasmarlas sin ningún tipo de miedo, aunque sean aparentemente contrapuestas. Si Tú Me Pidieras es más roquera y me voy con ella hacia gustos más guiris como The Black Keys o Arctic Monkeys. Después me voy hacia lo cantautor, y en Mamuts me voy a la música ochentera de fiesta o a Daft Punk. En algunas canciones hay The Strokes también. Hay canción de autor como Foto Con Melena o incluso Maldito Escritor, aunque tenga base roquera está hecha sobre una base de cantautor, la transformé. 

Es un compendio de un montón de estilos, no te lo sé clasificar. Esa pregunta es muy jodida para los músicos [risas].

HE BEBIDO DE MUCHAS FUENTES MUSICALES E INTENTO PLASMARLAS SIN NINGÚN TIPO DE MIEDO, AUNQUE SEAN CONTRAPUESTAS

Ahora que mencionas Maldito Escritor, dices «quién no ha sido alguna vez ese maldito escritor que convierte sus negros en verde aceituna». Eres de Orihuela, el mismo lugar donde nació Miguel Hernández, que tiene muchas referencias a las aceitunas, a las olivas, con poemas como Aceituneros. ¿Qué relación sientes con este poeta?

Yo lo he leído mucho, es el poeta que siempre más me ha impresionado. Él hace una poesía muy, muy sencilla, y sin embargo emociona más que nadie. Creo que lo más difícil es hacerlo fácil, y eso es lo que hacía Miguel Hernández: era una persona muy llana que escribía con palabras muy sencillas, pero las dibujaba de una manera que te emociona. Hay poemas suyos de tres versos que a mí me vuelven loco.

Algunos versos de Hernández podrían estar en una canción de Cinema, y algunas de tus letras podrían aparecer en los poemas de Hernández.

Eso es un piropo [risas]. Me gustaría que la gente leyera más a Miguel Hernández. Tiene un toque costumbrista en sus letras, una sencillez en algunas imágenes como lo que me dices de las olivas, o la tierra y el monte, cosas que le otorgan sencillez. No es rebuscado, le llamaban el poeta del pueblo porque todo el mundo entendía lo que escribía. Así que sí, ojalá escribiera yo como Miguel Hernández

Relacionando este disco con tu etapa en La Raíz, en la canción Donde Dicen Que Caí vemos denuncia social, aunque metafórica e implícita. ¿Sigue formando parte de ti la crítica política de tus primeros años como músico?

Creo que sí, no te puedes desatar de eso tan fácilmente. En Donde Dicen Que Caí estoy hablando de mí, de mi recorrido ideológico a lo largo de la vida, desde que era un crío cuando empecé La Raíz con 25 años y con muchas ganas de decir cosas, hasta acabar con 38. Cambió mi manera de sentir y hablo de ello en la canción. 

Donde Dicen Que Caí está inspirada en una novela cómic que se llama El arte de volar, que me encantó. El libro cuenta cómo una persona se va transformando, de un joven rebelde hacia una persona madura que sólo quiere encontrar su rincón de paz. Sin embargo, ser así y haber dejado de lado esa lucha le crea contradicciones y demonios brutales que le hacen suicidarse por haber dejado de luchar. Me impresionó mucho esa historia, y hablo un poco de esos cambios en la canción. 

Entonces, ¿es un mensaje para los que se quedaron anclados en tu etapa musical anterior?

Cuando empecé Ciudad Jara la gente me decía «ya no hablas de lo de antes» o «queremos más guerra», recibí ese tipo de feedback. Me apetecía defender la idea de que hemos cambiado, somos personas diferentes. Hay canciones que, aunque las haya compuesto hace cuatro años, no tengo por qué seguir cantándolas y, sobre todo, no tengo por qué seguir sintiendo eso.

Ahora entiendo por qué la canción dice «mi cuerpo envejece y he perdido el brío del espía».

Eso es, antes quería meterme en todo, denunciar todo, y ahora ya no. No obstante, me trae demonios no querer meterme en esos berenjenales.

Puede ser que la canción Adiós sea una forma de despedirse de esa fase y decir que no pasa nada, que es el final, pero que tampoco es un drama.

Sí, esa es la idea, el leitmotiv que tiene de «bailar al ritmo de la extinción». En otro momento lo habría expresado de manera más transgresora, más de protesta, más directa y ahora lo he hecho desde el sosiego.

CUANDO EMPECÉ CIUDAD JARA, LA GENTE ME DECÍA decía «ya no hablas de lo de antes» o «queremos más guerra»

No sólo ha cambiado el contenido de las canciones, también el estilo. ¿Cómo ha sido el proceso de producción?

Cinema ha sido uno de los discos más difíciles que he tenido que construir, he oído mucha más música que nunca durante la pandemia y nunca tenía claro hacia dónde tirar.

Hice quince canciones, si empezaba una y no me gustaba, en vez de acabarla, empezaba otra totalmente diferente. Para mí ha sido un proceso complejo.

Hemos intentado romper con algunos cánones compositivos, con algunos vicios musicales que he tenido durante mi carrera artística, en La Raíz y en el primer disco de Ciudad Jara por los que de repente he sentido rechazo, necesitaba mostrar que podía hacer otras cosas y evolucionar.

Yo componía con mucha épica, con estribillos de una dinámica muy himno, muy arriba, muy alegres en melodía. Aquí quería hacer algo diferente: cuando llega el momento del estribillo, en vez de subirlo, que era lo que había hecho toda la vida, lo bajaba. Cuando creía que tenía que meter un estribillo, no lo metía. Hay tres canciones en Cinema que no tienen estribillo, eso es algo que no había hecho nunca, jamás. Y hay otras tres que tienen un estribillo con dinámica abajo.

Pienso que es un ejercicio muy valiente. ¿Crees que sorprenderá?

Va a ser muy difícil para el oyente. Para mí no, porque llevo dos años haciendo el disco y me ha emocionado mucho, pero creo que las primeras escuchas de Cinema van a sorprender a más de uno, porque esperas el «coño, ahora viene el Pablo», y de repente no hay ese estribillo. Ha cambiado, pero creo que con el tiempo va a emocionar más este disco.

Después de darle tantas vueltas a la composición, ¿has encontrado el estilo definitivo de Ciudad Jara con este disco?

No me he encontrado porque ahora que he acabado Cinema, siento que hay canciones que me gustan y otras que no, eso me pasa con todos los discos. El próximo será también diferente, y no querré repetir lo de Cinema, querré probar otros trucos compositivos. Tengo ya algunas ideas.

Donde Nace el Infarto, primer disco de Ciudad Jara, fue el segundo álbum más vendido a las dos semanas de lanzarlo. ¿Tendrá el mismo destino Cinema?

No lo sé, en estos dos años la industria ha cambiado mucho, es una locura. Lo que hace dos años era un buen medidor como YouTube ya no lo es, ahora vas a Spotify.

Hace dos años pusimos los discos a la venta en las grandes superficies y eso ayudó a que se vendiera más, pero hemos decidido no poner Cinema. Así que no creo que pase lo que pasó la otra vez, ni de coña. Pero yo quiero que le guste a la gente que lo escuche, cada vez el oyente de Ciudad Jara es un poco más concreto, más selecto, es gente que está entendiendo que hay un cambio, una deriva artística más íntima y le apetece sentir ese tipo de canciones.

Seguramente la gente que vaya a ver a Ciudad Jara, porque lo he comprobado cuando hemos empezado a hacer giras de teatros, no sea gente tan festivalera como la que yo había conocido hasta ahora, es gente que quiere ver otra cosa.

Cinema va a sorprender a más de uno, porque esperas el «coño, ahora viene el Pablo», y de repente no hay ese estribillo

Cuando irrumpió la pandemia, formaste parte de la iniciativa Cultura Segura. ¿Cómo ves el sector musical ahora que han pasado dos años?

Creo que el panorama va a mejorar por las ganas que tiene la gente de consumir cultura. Habrá muchísima gente en la industria que no haya podido superar este golpe, otra que va a salir muy beneficiada porque va a tener un auge.

Han cambiado los hábitos de consumir cultura, está volviendo de repente el vinilo, se está volviendo a leer mucho más, la pandemia nos ha hecho descubrirnos en nuestro lado más solitario como grandes consumidores de cultura en casa, independientemente del desfase que te podía dar un festival. Estábamos absorbidos por el festivaleo y aquello cambió.

¿Qué te gustaría que supieran tus oyentes antes de pulsar el play de la primera canción de Cinema?

Que recuerden que a día de hoy es importante que se hagan discos con un concepto global. Creo que es muy bonito hacer un disco en el que una canción tiene más sentido cuando la oyes en conjunto, de alguna manera perpetua el arte un poquito más currado, y no el arte de consumo tan rápido como hay ahora.

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