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Colectivo Da Silva: «Nuestro sonido es algo que nunca vamos a dejar de buscar» (2021)

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Es algo inusual que un grupo así de joven haya conseguido crear una marca personal tan clara como la de Colectivo Da Silva. El Colectivo ya es un ente propio, que recoge la personalidad alegre y naif presente en todo lo que toca esta banda granadina, sin necesidad de buscarlo ni imponerlo y sin miedo a avanzar y explorar nuevos territorios; esa esencia encontrará su hueco de manera natural vayan donde vayan. Con pie y medio siempre en el pop, se han movido entre la electrónica y el trap hasta llegar a los ritmos latinos que colorean Casa Vargas (2021), su último trabajo; aunque este sonido, a pesar de estar tan logrado, solo parece representar un paso más en su evolución sonora, que dibuja un zigzag en lugar de una línea recta.

Justo antes de salir de vuelta a Granada, nos reciben los 7 miembros de Colectivo Da Silva en la recepción de su hostal. Carlos, Pablo, Andrés, Guillermo, Víctor, Manu y Alberto llenaron la sala El Sol la noche anterior y todavía no han sido capaces de asimilarlo, pero ya están deseosos de continuar el camino, que disfrutan con una complicidad tangible entre ellos, propia de un grupo de amigos que decidió formar una banda y ahora se encuentra agotando entradas en la capital.

Aunque la resaca y el cansancio propios de la merecida celebración después del concierto estuviera haciendo sus estragos, hablamos con un Colectivo Da Silva atento, amable y con ganas de reírse, sobre Casa Vargas; su evolución con respecto a sus anteriores trabajos y, sobre todo, de la identidad del Colectivo, sus caminos, sus límites de estilo y temática y su objetivo, que se centra en hacer pasar un buen rato desde el buen rollo y la alegría que desprenden los integrantes de la banda, y que transmiten irremediablemente a su música.

En la entrevista que hicisteis con CrazyMinds sobre vuestro primer disco, hace ya 2 años, decíais que vuestro objetivo era poder vivir de este proyecto. ¿Cómo ha avanzado esto, objetivo conseguido?

[Risas]

Carlos: Bueno, ¡cada vez más cerca!

Estáis creciendo mucho ahora

Carlos: Sí, no va mal la cosa. Con muchos conciertos y cada vez subiendo de nivel dentro de la escena. Estamos muy contentos.

Víctor: Hoy nos acaban de meter a todos en la SGAE, por fin.

Carlos: Ya somos socios, ¡a cobrar money! [risas].

Habéis cambiado de productor en cada disco. De Vacaciones (2019) se encargó Banim de Los Planetas, en el EP Amor de Temporada (2021) aparece Chico Blanco en algunos temas y, para Casa Vargas, se ha encargado Aaron Rux, que os enganchó con el disco de dani, veinte (2020). ¿Qué propició este cambio de productores y por qué os inclinasteis finalmente por Aaron?

Carlos: Teníamos ya algunas canciones por ahí, cinco o seis, y estábamos viendo qué hacer con ellas. Nos gustaba mucho lo que hacía dani, que estaba trabajando con Aaron y nos gustaban mucho los arreglos de su disco. Hablamos con él y fue un amor de persona, conectamos desde el primer momento, fue la caña.

Fue una producción muy distinta a la de Banim, que nos dejaba más nuestro espacio para que mantuviéramos la esencia de primer disco. Con Aaron sí que nos metimos más a fondo en pulir sonidos y estructuras, estuvimos encerrados en casa de Andrés como dos o tres semanas.

Andrés: Sí, en el sótano.

Carlos: Parecía que lo teníamos secuestrado [risas]. Era en un pueblo en Granada, cerca de un pantano y no había nada cerca.

¿Teníais un estudio allí?

Carlos: No, era su casa pero montamos como un home estudio.

Andrés: Pusimos el ordenador con dos altavoces y ya está, nos grabamos un disco [risas].

También contáis que para este disco habéis aprendido a producir vosotros, ¿habéis metido mano en este sentido también?

Carlos: Sí, hemos estado todo el rato manejando el Ableton [programa de producción] y Aaron me iba indicando, pero sobre todo, íbamos opinando mucho sobre las canciones. Al final lo hicimos entre todos.

cada disco nuevo tiene que aportar algo diferente, si no dejaría de tener gracia

Antes de Colectivo Da Silva teníais un grupo de psicodelia (Da Silva Collective); luego, vuestro primer disco, Vacaciones, es más popero; y finalmente Casa Vargas tiene un sonido latino, aunque sin abandonar el pop. ¿A qué se debe esta evolución, estáis buscando todavía el sonido que os encaje a la perfección o es simplemente el momento musical en el que os encontráis?

Carlos: El sonido es algo que creo que nunca vamos a dejar de buscar, cada canción y cada disco nuevo tiene que aportar algo diferente a lo que ya hemos hecho, si no dejaría de tener gracia, como si hiciéramos siempre un Marina d’Or, por ejemplo. El objetivo era mantener la esencia del Colectivo y darle un giro a ese sonido y a las canciones, y creo que lo hemos conseguido.

¿Queda algo de esa psicodelia en Casa Vargas y en vosotros o intentáis alejaros de eso ya?

Víctor: Está escondida, pero algo queda, sí.

Andrés: Sí, los arreglos y algunos sintes vienen de ahí.

Las cajas electrónicas de ritmos que aparecen en Vacaciones y en el EP Amor de Temporada las habéis abandonado completamente para este nuevo disco. El sonido más latino de Casa Vargas viene dado sobre todo por la percusión, con los bongos de Alberto, que son el elemento novedoso y predominante de este trabajo

Carlos: Es el leitmotiv del disco y fue totalmente involuntario, no empezamos a hacerlo con esa visión. Yo fui ofreciendo canciones y nos dimos cuenta de que se parecían entre ellas por el ritmo latino y las percusiones. A partir de ahí, seguimos tirando del hilo y les dimos esa toque al resto de temas, así se consiguió el concepto de Casa Vargas y ese sonido más uniforme.

¿Tiene algo que ver Amor de Verano con que el disco acabase sonando así? Es la primera canción en la que aparece este tipo de ritmo y percusiones, ya en vuestro EP Amor de Temporada

Carlos: Amor de Temporada fue un EP interludio entre lo anterior y lo que se iba a venir. Se nota en canciones como Hoy Se Sale y 1000 Razones, que son más de la primera etapa, y Bolitas y Amor de Verano que sí suenan más a lo nuevo.

¿Qué influencias os llevan a introducir este elemento en vuestra música?

Carlos: Todo tipo. Yo escucho ahora muchísimos boleros, pero aquí escuchamos de todo. Somos 7 personas, tenemos millones de influencias. Al final bebemos de todo, se pueden sacar cosas de todos los géneros.

Al ser tantos y cada uno con sus gustos, ¿cuesta casar y llegar a un sonido en el que os sintáis todos cómodos?

Guillermo: Es muy natural, al final siempre encontramos una línea entre todos.

Narráis distintas fases del amor, pero la predominante en este disco son esos momentos previos a estar con alguien, las miradas, los nervios de encontrarse por la calle…

Carlos: El Colectivo Da Silva es un quiero y no puedo, un «si tú quisieras y yo me dejara, yo te prepararía…» hablando en condicional, un «por favor [risas], siempre quise ser tu amor de verano». Nunca es «soy» o «te quiero», es más «por favor, déjame serlo».

Aunque luego, en Lloraré por ti, decís que: «El amor se acaba antes que las ganas de enfrentarse a la realidad«

Carlos: Sí, me acuerdo de que lo escribí en la casa del Realejo, haciendo la portada de Bolitas con Alberto y Alba [encargados de la parte de diseño de Colectivo Da Silva], y me salí a la terraza para componer una parte del puente. Cuando escribí eso volví emocionado «chavales, he escrito un frasón, frase Tuenti tío» y ellos simplemente dijeron «ah sí, está guay» [risas].

Pero entonces, en lo que creéis y lo que os mueve son esos momentos previos al amor

Carlos: Exacto. Lloraré por ti es una excepción en las canciones del Colectivo, en cuanto a letra es la más sentida y dolorosa y no solemos hablar de ese tipo de sentimientos, solo desde la ironía. Ésta es más cruda y excepcional.

no queremos embajonar a nadie

Hacéis muchas referencias a ligar en la calle y en bares, al cruzarte con alguien y que haya miradas… ¿las aplicaciones para ligar no dan para hacer canciones?

Víctor: Fracaso total en Madrid [risas]. Es que al final estamos en la calle y nos gustan los bares y la gente, es mucho más estimulante hablar desde ahí. Y también que ya la gente está harta de Instagram, eso ya no es gracioso, es como hablar de la pandemia.

Vuestra música incita al buen rollo y a la alegría, no parece que os atraiga mucho escribir sobre dramas y bajonas

Carlos: El discurso del Colectivo es bastante claro, en un concierto o cuando la gente nos escuche en su casa lo que queremos es que lo pasen bien y sea un ratico guay, no queremos embajonar a nadie. Hay canciones para todo tipo de momentos, pero el Colectivo se define mucho por ese buen rollo.

Víctor: En estos últimos conciertos hemos visto la respuesta de la gente con las canciones nuevas y es todo fiesta, bailando y sonriendo, fijándose en lo que estamos haciendo cada uno… es muy estimulante y transmite muy buenas vibras.

La canción ¿Conoces a mi mamá? me recuerda por momentos a La Casa Azul, sobre todo en los coros del estribillo, ¿son una de vuestras influencias?

Carlos: Sí claro, todo lo que hacen mola un montón, pero realmente esa canción tiene dos influencias muy claras, que son Cuco y Plantasia (1976), un disco increíble de los 70 que está dedicado a las plantas, con sintetizadores y mucha fantasía. Se puso de moda en la pandemia y nos encantó el sonido de esos sintes, ha sido muy referente para Casa Vargas.

Me recuerda también a La Casa Azul por esa forma naif de cantar y las letras como si todo fuera maravilloso y la vida de color de rosa. Al final es de eso de lo que habla el tema, de pasarse todo el día enamorado, en una nube

Víctor: Realmente la canción es un drama. Te fijas en tanta gente que, al final, realmente no te centras en nadie.

Además, este es el único tema del disco en el que no están presentes los bongos, ¿a qué se debe?

Carlos: Total eh, como lo has pillado. Ese es el único tema que se hizo antes de la pandemia, venía arrastrado de Vacaciones, nos molaba mucho como estaba y tampoco queríamos latinearlo de una forma forzada. Estaba medio grabado de antes y creo que ya sonaba bonito.

Me he quedado con esta frase de Lloraré por ti: «Lo complicado que es lo simple y lo perfecto / Lo que nos gusta revolcarnos en la mierda que llevamos dentro«

Carlos: La ansiedad y los bucles. Yo siempre decía que me gustaba mucho mirar hacia dentro y sentir el dolor y la pena, pero llega un momento en el que no mola nada. Cuando estás con ansiedad y te pasas así 24/7 lo que quieres es escapar de eso.

Es curioso que mucha gente escribe música precisamente para escapar de esos sentimientos y liberarse al soltarlo, pero vosotros lo apartáis y os centráis en la alegría y los momentos mejores

Carlos: Bueno, es una forma de escapar de ello, sí. Tengo canciones que hablan de la ansiedad, pero para el Colectivo no encajan. Como compositor hago un montón de cosas y hay otro tipo de canciones que sí muestran esa realidad. El Colectivo es un medio de escape para ese tipo de sentimientos.

Víctor: También hay canciones nuestras como Amor de Verano que parecen de buen rollo pero realmente están contando un drama, que son muy «flamencas».

En Un Beso (Lo Natural) metéis una guitarra acústica, que creo que es la única del disco. También lo hacéis en Vacaciones en el tema Después de Cenar. Os gusta saliros de lo eléctrico aunque sea en una canción por disco

Carlos: Queríamos tener la tradición de hacer en cada álbum una canción acústica al final. En este iba a ser Motivos, pero Aaron hizo una producción increíble con ese tema y quedó tan bonito que era una pena dejarlo en acústico.

Sí que es raro que no utilizamos acústicas en el Colectivo. No sé por qué, nos molan.

Cuando estás con ansiedad y te pasas así 24/7 lo que quieres es escapar de eso

After es un tema divertidísimo con el que se sentirá mucha gente identificada varios domingos, aunque tiene ritmo como para ponérsela un sábado por la noche

Carlos: Bueno, puede ser de domingo o de… hoy qué día es, ¿viernes? [risas]. Según como te lo gestiones puede ser de cualquier día.

Me encanta que después de After venga Motivos, una canción más lenta, melancólica y filosófica, propia de los domingos de resaca

Carlos: Motivos es el broche de oro del disco, quedó increíble con la producción de Aaron. Al final, resume mucho lo que queremos transmitir con este disco: que el mejor motivo del Colectivo es la gente que nos escucha y que viene a los conciertos, que nos escribe todos los días diciéndonos que les flipa lo que hacemos; es un detalle hacia esas personas para darles las gracias por escucharnos.

Víctor: En el orden del disco, ya viéndolo con el tiempo, está muy bien metida. Muestra un poco el mañaneo que hay en el after, la gente de chill en el sofá escuchando una canción así, es muy visual todo.

Parece que Luis Miguel es un personaje importante para vosotros, sobre todo para Carlos, supongo, que es quien escribe las canciones. Las referencias a él aparecen por primera vez en el tema Amor de Verano y Casa Vargas se cierra con Motivos, una versión suya. ¿Qué significa esta figura para vosotros?

Carlos: Yo crecí indirectamentecon Luis Miguel porque a mi madre le encanta; fui a verlo en conciertos y todo, pero nunca me había parado luego a escucharlo, era como la música esa que escuchan tus padres… Pero luego, con la serie de Netflix que, joder, me ha cambiado la vida, ya te paras a escuchar su música y su historia y la verdad es que me enganchó.

A partir de él me metí también en el mundo de los boleros y es súper referencia del Casa Vargas. Luis Miguel, como persona y personaje no sé, pero tiene una voz muy bonita y sus canciones son muy románticas, me mola mucho.

Después de versionar a La Zowi y a Luis Miguel… ¿Cuál os ha costado más llevaros a vuestro terreno?

Carlos: Pues… ninguno, ¿no?

Víctor: Ha sido todo muy natural.

Carlos: Es lo que te digo, como tenemos muchas referencias, podemos escuchar desde La Zowi hasta Luis Miguel. Al final, como nos gusta de verdad y no lo hacemos desde la coña, lo llevamos muy bien a nuestro terreno, porque realmente lo sentimos.

Víctor: Con Motivos sí que pensamos en «vamos a hacer una versión para el segundo disco», pero la de La Zowi fue por una sala que hay en Granada, la Planta Baja, que todos los años pide a grupos que hagan versiones de gente de allí y la hicimos no de coña, pero sí sin pensar que fuera a salir en el disco y todo, y de repente es la que más cantan del LP.

Que Dios Bendiga el Reguetón, pero solo un rato… la canción, que además está basada en hechos reales, acaba con «Cuando no sales al balcón / vuelvo a mis canciones de amor«

Carlos: Claro, es un delirio de un momento, lo nuestro en realidad son nuestras canciones de amor. No queríamos hacer un reggaetón como tal, buscábamos hacer uno pop para que esas personas que estaban bailando en el balcón pudieran bailar algo nuestro, pero lo que hacemos es pop y por mucho que metamos un ritmo así, nunca va a ser reggaetón.

¿Qué pensáis de la industria musical en la actualidad, tan consumida por el reggaetón?

Víctor: Hay una corriente ahora mismo muy guay. Se ha convertido en algo bastante transversal y se han metido muchos géneros dentro del reggaetón, aunque seguramente lo siga petando la rama más clásica, pero ya se ha difuminado un poco el concepto… ¿qué es reggaetón? ¿Si Rosalía ahora mete un ritmo de reggaetón en su música sigue siendo lo mismo o es ya un género híbrido entre muchas cosas?

¿Cómo surgió la colaboración con dani, fue a través de Aaron Rux?

Carlos: Sí, tenía la canción hecha sin su parte y pegaba mucho la voz de una chica, sólo podía pensar en dani para acabarla, encajaba perfectamente. No la conocíamos de nada, le dijimos a Aaron que se lo propusiera y a ella le gustó la idea. Fue todo telemático, nos conocimos más tarde grabando el videoclip del tema en la playa y al final fue la hostia. Empezando la casa por el tejado acabó siendo una más del Colectivo. Nos encanta dani, lo pasamos muy bien en el karaoke con ella, es donde acabamos siempre.

Las canciones tristes y temas de ansiedad me las guardo y toda la luz va al Colectivo

Aprovecho un verso de Motivos de Luis Miguel para preguntaros por vuestro proceso de composición, «Escribir un poema es más fácil si existe un motivo«. ¿Hay un motivo detrás de cada canción del Colectivo Da Silva?

Carlos: La vida misma [risas]. No sé, es necesario vivir experiencias, si te quedas encerrado en tu casa haciendo siempre lo mismo… Hay que fijarse en los detalles, en las cosas que ocurren y lo que te rodea para luego reflejarlo en las canciones.

¿Cómo creáis una canción? En un principio, Carlos llevaba una idea al estudio y ahí le dabais forma, pero esto derivó a que llevara las canciones prácticamente terminadas de casa. ¿Ha seguido cambiando esto?

Carlos: Bueno, es que yo al principio no me manejaba con el Ableton, no sabía producir por mi cuenta. Conforme fui haciendo más canciones fui mejorando con el programa, así que llegaba con las ideas más hechas. Sí es verdad que luego con Aaron, cuando estuvimos grabando el disco, todos teníamos cosas que opinar y aportó cada uno su grano de arena. Aunque las canciones las hiciera yo en un principio, el Casa Vargas al final es un álbum colectivo.

¿Os habéis animado alguno más a componer?

Víctor: En cuarentena hice la canción Bolitas.

Carlos: Hizo una, y vaya una…

[Es la segunda canción más reproducida del grupo]

Víctor: Fue una excepción total. Vamos, de hecho, la quería sacar por mi cuenta un poco sin más, pero al final a estos les moló y la produjeron Daniel Daniel y Paco Moreno, se metió Carlos a cantarla y se Colectivizó.

¿No has seguido probando? Después de que tu primer tema haya tenido tanto éxito…

Víctor: Tengo temillas, en algún momento los sacaré, pero sin prisa ninguna. Carlos también tiene su proyecto en solitario. Bueno, he dicho también como si yo tuviera algo, pero no [risas].

Carlos: Sí, ahí entra la parte sad y de ansiedad que hemos dicho. Esas canciones me las guardo para mí y luego toda la luz para el Colectivo.

¿Estáis en racha de composición? Habéis sacado en un mismo año un EP de 4 canciones y un LP de 9

Carlos: Tiene gracia, porque 4 canciones de Casa Vargas las hice en una misma semana. Fue una época que se me fue la cabeza y escribí un montón; la semana más productiva de mi vida.

¿Seguís componiendo mucho?

Carlos: No, va por épocas. Ahora estamos centrados en el directo; antes de eso, con la grabación. La música se compone de muchos trabajos, no puedes hacerlos todos a la vez porque si no te vuelves loco. Cuando te pones a componer tiene que ser estar solo a eso, no puedes estar pensando en mandar correos, ni en que te tienes que ir a tocar a no sé dónde…

O sea, que eres de encerrarte

Carlos: Sí, sí. Totalmente.

Lo naif y el humor son una parte muy importante en vuestra música y se ve muy reflejado también en vuestros videoclips

Alberto: Sí, aunque últimamente estamos trabajando otros registros que nos interesaba abordar. Por ejemplo, en los videoclips, lo hablaba ayer con Sergio Soso, con el que hemos trabajado varias veces, que lo que nos molaba era hacer videos con mucho concepto, que contasen historias. Es verdad que hay temas en el disco como ¿Conoces a mi mamá? que tienen esa ironía e inocencia pero también hay otros más oscuretes, que cuentan una historia de amor enturbiada. Nos gusta tirar por varios sitios, no nos encerramos en ningún lado.

Carlos: También depende del tono de la canción.

Víctor: Sí bueno, por ejemplo la de Tú me pones nervioso es así más oscurilla y nos apetecía algo más agresivo y directo, pero en realidad la historia es muy cute, son dos chavales muy bonicos, aunque se acaben matando.

Alberto: Es gracioso, porque se acaban matando y el final es un esqueleto de plástico cutre.

Andrés: Además solo uno [ríen todos]. No había presupuesto para dos, tío, era carísimo.

al ver a la gente cantando es cuando sientes que todo el trabajo ha merecido la pena

Contadme qué tal fue vuestro Sold Out en la sala El Sol

Carlos: Súper guay, porque la última vez que estuvimos en Madrid fue en el Tomavistas y anteriormente en el Siroco, en una época todavía un poco Covid y nunca habíamos tocado en Madrid en ese sentido de concierto solamente de Colectivo Da Silva, presentando algo tan importante como el disco. Además, con la gente de pie, todos queriendo saltar, cantar y bailar. Todavía estamos asimilando lo de ayer, hemos dormido tres horas y mañana vendrá la resaca emocional. Va a ser durísima… joder, qué pereza [se ríe].

Estamos súper contentos de que la gente venga a los conciertos y lo pete, se sepa todas las canciones y las canten de la primera a la última. Esa sensación es súper guay.

Además la sala El Sol es especial

Carlos: Tío, mola un montón y suena súper bien, pero estaba rallado todo el rato porque no sabía a dónde mirar. Miraba al centro, que estaba la columna, pero claro, ahí había solo como 10 personas y a los lados es donde había 100 y 100. Acabé cantando un verso por cada lado, casi.

Víctor: Ha sido muy bonito, porque realmente Madrid es la ciudad en la que empezamos a ser conscientes de que le molábamos a gente que no era de Granada. La semana pasada tocamos en la Industrial Copera, que es una sala de allí muy grande y fue un reto porque vino un montón de gente, pero al final, jugábamos en casa. El venir a Madrid y hacer Sold Out en la Sol, en un bolo en solitario, nos da muchos indicativos de que estamos conectando en otros lados, que tiene otras realidades en otro tipo de ciudades, con otras dinámicas y día a día.

Es una prueba más de vuestro crecimiento. Las escuchas de Spotify están bien, pero llenar una sala así en otra ciudad ya es otra cosa

Andrés: Esa es realmente la recompensa. Tú estás en tu casa currando a muerte para sacar videoclips, portadas, temas… Las cifras están guays pero no es tan directo como ver a la gente cantando, ahí es cuando sientes de verdad que todo el trabajo ha merecido la pena.

El 17 de diciembre visitáis Barcelona por primera vez, pero es vuestra única fecha por ahora… ¿Se viene gira para presentar Casa Vargas?

Carlos: Estamos flipando con eso, tengo que ir ya a Barcelona, es que me iba ahora mismo.

Víctor: Es guay, porque cuando hemos preguntado por redes a qué ciudades gustaría que fuéramos siempre han dicho mucho Barcelona. El merchan también va casi en su mayoría allí, sabemos que tenemos mucho público, la gente conecta un montón con nosotros. Es algo inesperado, porque hemos girado por Valencia y el Levante, pero por allí nunca, entonces tenemos muchas expectativas por ver la respuesta de la gente.

Por ahora no tenéis muchas más fechas anunciadas, ¿vais a hacer gira de Casa Vargas?

Carlos: Sí, estamos ya cerrándola. Por ahora tenemos la Sidecar en diciembre, luego el Palencia Sonora, el Low Festival y más festivales que se anunciarán en breve. Estamos deseando ir a todas las ciudades de España que se pueda; nos encanta viajar, conocer sitios, gente, comer comida rica y pasarlo bien entre nosotros.

Explicadnos qué es el antipogo

Carlos: Hala, te has informado, ¿eh? Pues tío, ayer tuvo que hacer la gente un antipogo, pero qué va. Hubo un intento de pogo de verdad, en Marina d’Or, pero era complicado lo otro por el espacio.

Víctor: De hecho, cuando vayamos a hacer un solo, en vez de decir «¡solo!», deberíamos gritar «¡pogo!»

Andrés: Y luego otro, «¡anti!». [risas]

Carlos: El antipogo consiste en cogerse todos de la mano y hacer un corro en plan hippie, de mundo feliz.

Alberto: Además es que surgió en un concierto en Valencia, que no lo propusimos nosotros.

Carlos: Era un concierto por la mañana, con el sol…

Víctor: Claro, es que nuestras canciones, de los 120 bpm no pasan y ocurrió en un tema súper chill, allí que eran como las 12 de la mañana y entraba mejor eso.

Aun así, suena bien que se convierta en marca personal de vuestros conciertos

Carlos: Estoy deseando que ocurra más veces. Es como los directos de Camellos, que la gente sabe que va a «pegarse de hostias», y no hace falta que la canción sea propensa a eso, vale cualquiera. Al igual, nos gustaría que con el Colectivo haga ese tipo de cosas, «aquí venimos a ser felices y hacemos un corro así», todos cogidos de la mano.

Para acabar, tengo que deciros que llevo dos días con vuestra versión del villancico Vente Pal Sur en la cabeza, no me la puedo sacar

Carlos: Vaya máquina [se ríen todos]. Es nuestra canción favorita, a tomar por culo el Casa Vargas, el Vacaciones y todo. Lo mejor que hemos hecho en nuestra historia es Vente Pal Sur, la escuchamos y de verdad sentimos orgullo granadino, es pura navidad granadina.

[Se ponen todos a entonar el final de su versión del villancico, Viva el rey Boabdil…]

Y, ¿en los conciertos suena?

Carlos: Queremos tocarla en Barcelona, que ya es fecha más cercana a las navidades.

Andrés: Pero en Barcelona no van a tener ni idea de lo que es, tendría que ser en Andalucía.

Alberto: Pero por la coña yo lo haría…

Carlos: Aunque no conozcan el villancico de Canal Sur, la canción es muy bonita. Es verdad que tampoco entenderán las referencias locales que hacemos.

Andrés: Claro, La Alhambra… [ríen].

Y, ahora que ya habéis sacado el disco, ¿qué es lo siguiente?

Carlos: Tocar y tocar.

Víctor: Tocar este disco y el primero, que nos cortó la gira la pandemia y solo pudimos moverlo 4 o 5 meses. En verdad esta es nuestra primera gira, las ganas del disco anterior las hemos acumulado para este y el EP.

AUTOR

Jorge Ocaña
Jorge Ocaña
Estudiante de ingeniería, pero sobre todo un loco de la música.

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