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Fetén Fetén: «Es muy importante que casi todos los artistas tengan ganas de conectarse con la música popular» (2021)

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Diego Galaz y Jorge Arribas forman el dúo Fetén Fetén, que lleva transmitiendo desde 2009 la música popular española por todos los rincones de nuestro país y gran parte del mundo. Movidos por la pasión y el amor a nuestra cultura y su riqueza, han hecho bailar a niños, y no tan niños, desde Latinoamérica a la India o Namibia con sus Instrumentos Insólitos que, lejos de ser un simple atractivo, contienen el precioso mensaje de que la música está al alcance de todos.

Ya en 2016 con Cantables se desviaron brevemente de su principal ocupación, la música instrumental, para poner letra junto a Sebastián Schon a unas melodías que ya tenían implícitas sus historias. Cinco años después, regresan con otra tanda de artistas de talla mundial para seguir cantando y difundiendo la música popular en Cantables II.

Nos encontramos con Jorge y Diego en el local de un conocida cadena de hamburgueserías de la estación de Chamartín mientras esperan su tren y comprobamos que, aunque el entorno no acompañe, se puede mantener una conversación interesante y aislarse en cualquier lugar. Hablamos de música popular, tradición, cultura y educación e incluso de una soñada colaboración con Bruno Mars, porque estos dos artistas han conocido y experimentado infinidad de lugares y culturas y, además, se atreven a todo.

Primero os tengo que hacer la pregunta obligada sobre la pandemia. ¿Cómo os pilló todo esto?, ¿teníais ya grabado el disco?

Jorge: Nos pilló en plena gira, con 30 fechas por delante que se fueron cancelando lógicamente todas y ya habíamos arrancado el disco. Llevábamos un tiempo trabajando en él, pero lo que hizo la pandemia es que bajáramos los tempos. Empezamos una producción más lenta y, de hecho, al principio pensábamos hacer unos 12-14 temas y esto revirtió en que fueran 16. Sobre todo, eso, bajar el pistón y, al estar en casa, poder dedicar más tiempo a hacer los arreglos, pensar las composiciones…

¿En cierta manera os ha ayudado a poder hacerlo con más calma?

Diego: Bueno, por contexto sí, porque yo creo que esto no ha ayudado a nadie. Realmente lo aprovecharon los músicos y los creativos en general, y hablo no solo de artistas, porque hay gente muy creativa que trabaja en un Burger King y es igual de creativa en la vida. La gente creativa ha sacado provecho y bueno, como los músicos estamos acostumbrados a las etapas de penurias, de no tener dinero ni conciertos, no nos ha parecido nada fuera de lo normal, más allá de estar mucho en casa. De alguna manera, tener más tiempo siempre ayuda en este caso en que estaba arrancado el proyecto a ponerle más tiempo. Si no hubiera habido un proyecto no creo que la pandemia ayudara a la creatividad en exceso, pero ya cuando algo está arrancado pues lo aprovechas, claro.

¿Os ha complicado el grabar las voces, sobre todo, con tantos artistas distintos?

Jorge: Pues al final, como ha sido un trabajo que se ha dilatado en el tiempo dos años, también porque había 16 artistas, conseguir compaginar las agendas es un poco dificultoso. Algunos sí que hemos venido a Madrid a grabarlos nosotros, otros, ya no por la pandemia, sino porque estaban en México o Los Ángeles, hemos tenido que grabar a distancia con mucha comunicación. Pero bueno, más que por complicado, ha sido por el hecho de que hubiera 16 y por eso han sido al final dos años de trabajo.

Las letras de Cantables y Cantables II son obra de Sebastián Schon. ¿Qué proceso de composición seguís con él? ¿Estáis en contacto continuo, le enviáis la música ya hecha para que él ponga la letra?

Diego: Sí, él hace el groso. Luisa Sobral compuso su letra y David de La M.O.D.A. la suya, y algún retazo nosotros, que también hemos ayudado. Con Sebas llevamos trabajando desde el Cantables I (2016) en la distancia, nos hemos visto en Buenos Aires cuando lo conocimos y en España en el Palau Sant Jordi cuando tocamos de teloneros con Fito & Fitipaldis. Es un súper amigo y trabajamos por igual los tres, cada uno su parte. Él también ha hecho muchas labores de mezcla. Nosotros le ofrecemos melodías o una idea o él propone una melodía y la completamos. Trabajamos prácticamente en un 33% cada uno, pero él sí que es verdad que con las letras tiene esa capacidad. Ser letrista es un oficio y es uno de los grandes letristas latinoamericanos.

cuando te liberas de presiones y piensas que no va a suceder algo, eres más libre

¿Alguna canción os ha sorprendido el camino que ha tomado con la letra?

Jorge: Lo bonito es cuando hay aportes de fuera, como al enviarle el tema a Kevin Johansen, por ejemplo, en De Noche.

Diego: Kevin también aportó, perdón [risas].

Jorge: Él hace de repente unos giros o, como Luisa, te envía una letra… Nosotros dejamos libertad para que cada artista pueda aportar. O en el caso de David de La M.O.D.A., quedar un día para componer juntos y hablar de las ideas sobre el tema, luego ver la letra que hace sobre eso, yo que soy especial fan de La M.O.D.A. y Diego que ha sido productor suyo, para mí han sido temas en los que me ha gustado mucho por dónde han ido. Sobre todo, en el tema de Bunbury, que hicieron la letra Sebastián y Diego Galaz, mis dos compañeros, el escuchar por dónde iba y ver cómo le quedaba luego ese traje a Bunbury quizá sea de los temas que más me ha gustado.

Quería hablar de Perro del Deseo con Bunbury precisamente. Está hecha para él, a su medida y le queda perfecta a su voz la tensión del tema

Diego: Bueno, fue el más inesperado. No le conocíamos y realmente fue una apuesta que, cuando te liberas de presiones y piensas que no va a suceder algo eres más libre, de alguna manera. Yo en concreto soy muy amante de sus primeros discos y sé que a él la estética de Tom Waits pero llevada a lo castizo y a lo hispano le gusta y creo que define su música. Y como a nosotros nos gusta esa música y escuchamos a Tom Waits y a lo hispano, no fue tan complicado intentar adelantarse a lo que a él le podía encajar. Creo que lo más difícil en ese tema fue dejar la parte Fetén, que en todas las canciones está muy clara la impronta, pero lo conseguimos. Yo usé el banjo, por ejemplo, el serrucho también tiene mucho que ver con esa estética, metimos la lata de pimentón… Metimos muchas cosas que sabemos que, si las visualizara, le gustarían muchísimo.

¿Cómo pensáis qué canción le mandáis a según qué artista? ¿Cómo decidís eso?

Jorge: Hay una parte que es primero componer la canción y cuando está, por el aire que tiene, hablamos entre los tres y Madame Vodevil, nuestra discográfica, sobre quién nos gustaría que la cantara. Otras veces sí que pensamos primero en el artista y sobre eso vamos componiendo, como en el caso de Bunbury, o en Júrame, porque El Kanka nos pidió estar en el disco. Ya sabiendo cómo es él, intentas llevarlo a su terreno. El caso de Fito (Cabrales), que estábamos un día comiendo y dijo de repente Borranchera, y como tenemos tan buen rollo dijimos «vamos a hacer una canción con la palabra esta que has dicho» y vas ya pensando en el artista. Ha habido distintas vertientes.

Si hay que poner un género a la música popular en la historia, es femenino

¿Ha sido intencionada la variedad de nacionalidades, edades y estilos de los artistas que aparecen en el disco? Porque habéis conseguido un grupo muy variopinto.

Diego: Bueno, hay una intención en no tener límites. Nuestra música se basa en la música popular no solo de España, sino de fuera y la mezcla entre ambas; hay géneros que vienen de la mezcolanza. Intentamos seguir una línea que está también por suerte muy de moda, que es buscar cierta paridad, no por la búsqueda en sí, sino porque creo que la música popular y las voces femeninas casan muy bien. Si hay que poner un género a la música popular en la historia, es femenino. Sin embargo, también tienes que contar con la logística de quién puede y no puede. Al final, cuando te das libertad y nada sale de una oficina ni de una idea preconcebida, surgen estas cosas que dan sentido. Que esté Guitarricadelafuente o Rita Payés, que son artistas emergentes, dotan al disco de una fusión especial, pero no ha sido premeditado.

Y al contar con tantas edades distintas, ¿notáis diferencia entre las nuevas generaciones y los que llevan más tiempo en esto a la hora de componer y trabajar con ellos?

Jorge: Como las composiciones parten siempre de nosotros tres, hay una parte que es homogénea porque son los sonidos de Fetén y las letras de Sebastián, pero cada artista, lo que hemos descubierto, es que aporta y enriquece el tema a su forma, uno por llevar muchos años en el oficio y otro por la frescura que tiene al ser una figura joven. Cada uno nos ha aportado cosas muy ricas, creo que no hay tampoco diferencia. Todos son distintos, pero los queremos por igual [risas].

No solo conseguís que otros artistas colaboren en vuestros discos, sino que vosotros también tocáis para mucha gente. Por ejemplo, habéis colaborado con Javier Ruibal, paisano mío, o en Finisterre con Vetusta Morla

Diego: Nosotros venimos de ser músicos de sesión. Jorge ha tocado con Celtas Cortos, yo he tocado con Drexler y con muchos otros grupos, hemos grabado, producimos… Tenemos mucha comunicación con muchos artistas, pero luego hay algo que es muy importante y son las ganas que tienen casi todos los artistas de conectarse con la música popular. Hay como un reencuentro, que Vetusta Morla encabeza ahora mismo. Que el grupo más potente de este país se inspire en unas panaderas, un ritmo popular castellano, para hacer Finisterre y que luego se reconozca en ello, porque en este país a veces no nos reconocemos en las fuentes, denota mucha humildad desde los chicos de Vetusta. Además, invitarnos y decir, «ya que nosotros bebemos del éxito, tenemos que mostrar a la gente lo que hacéis vosotros», eso es muy grande.

Yo creo que al final a todos los artistas, como a todo el mundo, hasta el chico que solo oye reggaetón, si le pones un bonito vals no te digo que se divierta o no, pero no le va a disgustar. Eso es lo que tiene la música popular. Creo que todos los cantantes de este país dirían sí a interpretar un vals, un pasodoble o una ranchera, estoy seguro.

Además, tiene que ser muy divertido salirte de tu estilo para meterte en algo que conoces ya de siempre pero que no has probado nunca, en realidad

Diego: Totalmente.

En este disco contáis con muchas voces, entre las que se encuentran Nina de Juan, Bunbury o Rozalén, que son de las mejores del panorama musical actual. ¿Cómo es tener esos instrumentos para crear una canción?

Jorge: Es una gozada. Ya en el Cantables I, el hecho de que estuvieran Vicentico, Natalia Lafourcade o Jorge Drexler, que soy fan suyo, ya es un sueño cumplido. En este segundo Cantables, al haber tenido más tiempo y tener 16 voces, era como soñar y decir «nos encantaría que esta voz estuviera» y luego contar con ella. De hecho, ha habido varios que han repetido como Rozalén, Fito y Kevin Johansen y ya soñamos con algunas que se han quedado fuera y que quizás estén para una tercera edición, si llega.

Una música ancestral que te han legado tus antepasados después de guerras y penurias, es muy poderosa, porque da esperanzas a la gente

Precisamente, la canción No Soy de Aquí, con Nina de Juan, habla de un idioma universal que, aunque la letra tire más hacia el amor y los sentimientos, también habla del otro idioma universal, que es la música. Lo habréis comprobado en vuestros viajes y conciertos por todo el mundo

Diego: Algo puede ser universal y a la vez muy vacuo, no tener profundidad. Lo universal no siempre es positivo, pero sí que cuando hablamos del concepto profundo de la música, es precisamente una de las cosas que tenemos al alcance los seres humanos para entender que realmente no hay fronteras. No es poético. Es que no hay fronteras, hay culturas y maneras diferentes, pero no fronteras. Precisamente porque la música se ha ido transformando en esos océanos y lugares que trascienden a las fronteras.

Es imposible entender que en la parte española del pueblito de al lado de Portugal sea todo español y en la parte portuguesa sea todo portugués, no existe eso. La música lo recuerda siempre. Nosotros intentamos manifestar unos criterios, que tienen que ver con que hagamos una ranchera e identificarla con su lugar de origen, pero también intentamos hacer el discurso de por qué esas cosas son de ida y vuelta y por qué la chacarera argentina tiene que ver con un ajechao salmantino. Pues tiene que ver porque viene del mismo sitio. Además, muchas veces es sorprendente porque todo eso viene a lo mejor de una influencia árabe que parece ajena a algo como Argentina o España, que hay gente que no se quiere reconocer en esa impronta que tenemos. Realmente es una manera de diferenciar y de unir. El arte es lo único que puede conseguir eso.

Habéis tocado por ejemplo en Argelia o en la India donde, a priori, la cultura es muy distinta a la nuestra. ¿Cómo reciben allí vuestra música?

Jorge: Pues muy bien. Lo que hemos descubierto es que, sobre todo, en el caso del público infantil, son muy parecidas las reacciones tanto en la India como en México o en Namibia. Sobre todo, en nuestro caso, cuando vamos en dúo con Fetén y música instrumental, es muy bien acogida en todos los lados. Nos hemos sorprendido a veces de estar en la India tocando con nuestros Instrumentos Insólitos y la gente se asombra con el serrucho de Diego o viendo cómo una escoba, que en este país está asociada a las castas bajas, se dignifica y se convierte en un instrumento musical de viento. Por eso nos encanta viajar todo lo que podemos.

El disco Cantables II derrocha alegría por todos lados. Muchas canciones hablan sobre el amor, salvo algún desamor que se ha colado por ahí, aunque creo que contiene otro hilo conductor que gira alrededor del paso del tiempo y de la vida y de aprovecharlo al máximo con alegría

Diego: Sí, ya en el Cantables I había una canción que define eso, que es Ganando el Tiempo, con Jorge Drexler, que habla de que las cosas con las que se gana uno la vida las relacionamos con perder el tiempo. No hay una intención de mostrar valores, pero la propia música los muestra y, en definitiva, este disco está hecho de una manera muy artesanal, aunque usemos la tecnología, que ya es un valor, por ejemplo.

En las letras pecamos de hablar de amor y desamor, pero es verdad que en la literatura popular eso ha ido siempre así. Entre otras cosas, porque a la gente que hacía estas canciones, que no tenían una vida digna, ni una buena cama, ni comían bien… solo les quedaba el amor como dignidad, hacia ellos mismos y hacia los demás. Yo creo que eso es una cosa que la propia música popular lo va dictaminando y no creo que haya que hablar especialmente de problemas. De hecho, el desamor en las rancheras siempre se ha cantado con una sonrisa y esa es la grandeza, una vez más, de la música popular.

Me encanta una frase que habéis mencionado en alguna ocasión: «El verdadero éxito es poder hacer lo que te gusta, viajar y no deber dinero a nadie»

Jorge: Totalmente [risas]. Para nosotros, después de haber hecho giras y trabajar para otra gente, el hecho de vivir con nuestro propio proyecto, poder hacer directos, grabar discos y comunicarlo, eso el éxito. Más, cuando te dedicas a algo vocacional, que te llega al corazón, lo puedes transmitir y estar tranquilo con ello.

Diego: Bueno, al banco sí se le puede deber, hay que rectificar esa frase. [risas]

cuando tocas serrucho o una silla de camping y suena, das mucha esperanza a la gente que solo ve que en los artilugios caros está la manera de vivir

¿Entraría en vuestra versión del éxito también la mayor repercusión de vuestra música como herramienta para conservar y difundir la cultura musical que contiene?

Diego: Sí… A ver, nuestro éxito comparado con el éxito convencional no es éxito, pero lo es. Porque en España, un dúo de música instrumental, aparte de Cantables, que pueda trabajar como trabajamos nosotros y al nivel que lo hacemos, hay muy pocos, quitando Carlos Núñez y otros casos de gente muy buena. Pero lo que dices es verdad, porque al final es un éxito que en un momento donde los valores generales, no solo los musicales, brillan por su ausencia, está muy bien el saber que la gente te va a escuchar. Cuando hablas de una cosa ancestral que te han legado tus antepasados, que han vivido guerras y penurias y ha llegado a nosotros, eso es muy poderoso, porque le da esperanza a la gente.

Al final, cuando tocas un serrucho o una silla de camping y suena, das mucha esperanza a la gente que solo ve que en los artilugios caros está la manera de vivir. Detrás de todo esto hay una intención, y nosotros vamos solamente de músicos, pero hay una lectura de que eso es el éxito, una vez más, de lo popular y la sabiduría popular, que no es nuestra sino que la recogemos y seguimos transmitiendo.

Precisamente por eso, como hay poca gente haciéndolo, tenéis casi una responsabilidad de transmitirlo

Diego: Sí que hay gente haciéndolo, lo que hay es poca visibilidad. Por eso creo que todo lo que nos pasa a nosotros, a Los Hermanos Cubero… ciertas personas que hemos conseguido sacar la cabeza y nos hemos rodeado de gente importante y muy buenos artistas, ayuda a que no se rompa el hilo.

Comentabais en una entrevista que cada vez se baila menos en España y creo que por eso se está perdiendo cultura no solo en el baile, sino también en la música. Dudo mucho que mi generación sea capaz de distinguir una seguidilla de un pasodoble o de un swing, y mucho menos bailarlo

Jorge: Creo que bailar es algo muy importante. De pequeño, mi conexión con la música popular de raíz de Castilla y León, de donde somos nosotros, fue con el baile. El día de la fiesta o cuando escuchabas una orquestina en los pueblos era el día en que se podían conocer las futuras parejas, era un día socialmente muy importante.

Incluso nosotros a la hora de tocar, el saber cómo se bailan esos ritmos te hace tocarlos de otra manera. Creemos que es muy importante conocer la forma del baile y, además, que es una alegría poder bailar. Hemos estado un año y medio que no se podía, pero, por ejemplo, el otro día hicimos un concierto en el que, aunque la gente estuviera con mascarillas, ya era la primera vez que veías bailar una jota y creemos que es muy importante.

¿Cómo hacemos para volver a bailar? Sobre todo, para que no se pierda de una generación para otra

Diego: Hay gente que lo hace, una minoría. Pero tiene que haber una educación, no solo en las escuelas, sino también en las casas. Si de niño te enseñan a bailar una jota, aunque sea de broma, de mayor la vas a bailar y eso es importantísimo. No hay que responsabilizar a las nuevas generaciones de toda la culpa de no hacer cosas.

También tiene que ver con la alegría. Las nuevas generaciones no pueden tener una alegría especial porque son conscientes de lo que está pasando, están inmersas en un mundo muy complejo y el baile tenía que ver siempre con la alegría. Creo que, desde el baile, sería un camino para reencontrarse con esa alegría que las nuevas tecnologías no te pueden dar, porque ya sabemos lo que pasa con las redes sociales, que es una alegría que se convierte en una desazón. Ojalá, si no es un pasodoble, haya otra música que lo permita. Pero fíjate que el reggaetón es una música de baile absoluta y se escucha en un parque sentado en un banco. Yo creo que no es una cuestión solo de la música, aunque no me guste demasiado el reggaetón.

Pero el reggaetón también se escucha en discotecas y se baila, aunque ahora lo único que se sabe bailar es eso

Diego: Es una cuestión educacional y tiene mucho que ver con la educación de un país. Está claro que si en las escuelas no se enseñara quién es Schopenhauer nadie iba a buscarlo, pero, aunque sea obligado, oyes hablar de él y, por lo menos, de diez personas, una se va a interesar. No hay otra, es la educación.

nuestra vida es la música instrumental, seguimos en esa línea y si surge tocar cantables en directo lo haremos, pero no es un objetivo

Vuestra música instrumental consigue contar una historia sin precisar de letra como en Cantables. Bailables (2015) también contiene historias

Jorge: Sí, yo creo que la forma de componer en Fetén Fetén es eso, querer contar una historia. Todas las vivencias y viajes que hemos tenido la suerte de hacer son una fuente de inspiración para componer. A la hora de hacer melodías, muchas veces como bien dice Diego, están huérfanas de letra, pero se podrían cantar. De hecho, a colación de esto vino el proyecto de Cantables. Sebastián Schon escuchó un concierto instrumental de Fetén en Buenos Aires y pensó que la melodía del Vals para Amelia tenía una letra. Entonces nosotros, a la hora de componer, aunque luego haya arreglos detrás y una cosa elaborada, esas melodías muchas veces están contando una historia y se podrían cantar.

Es muy bonito porque creo que, además, cada persona que lo escucha se hace su propia historia con cada canción

Diego: Hay gente que no conocemos que habrá utilizado las canciones y puesto letra encima, nos mandan versiones incluso. Todo tiene una historia, sin duda alguna.

Contadme un poco sobre la colaboración de Madame Vodevil y el cambio de discográfica

Jorge: Pues realmente, después de hacer el primer disco con Sony, se quedó todo parado. Estuvimos unos años hasta que, a raíz de que viniera Sebastián Schon a España, propuso retomar el proyecto. Nos apetecía mucho hacerlo, pero no lo queríamos con una multinacional donde todo se queda como en un lugar etéreo en el que tienes menos control. Diego ya conocía Madame Vodevil e hizo la propuesta de juntarnos con gente que viene también de ese mundo, que había dejado grandes discográficas pero que tenían mucha ilusión, energía y ganas de hacer un proyecto. Lo veíamos una forma más cercana y, saliendo de un sitio relativamente más pequeño, poder ilusionarnos todos y retomar el proyecto. Contactamos con ellos y trabajamos juntos y coordinados durante dos años.

Daniel, Me Estás Matando también forma parte de esa discográfica, supongo que de ahí habrá salido la colaboración

Diego: Varias colaboraciones han salido gracias a Madame Vodevil. Ellos están siempre uniendo muchos proyectos y con mucho entusiasmo. Desde fuera también tienes una visión que nosotros no tenemos y te limita pensando que esta música no la puedes cantar y, de hecho, Daniel, Me Estás Matando es uno de los grandes goles de este disco y estamos muy agradecidos.

Habéis crecido mucho gracias a Cantables y los artistas que aparecen en él. ¿Teníais un público distinto cuando trabajabais solo la música instrumental del que tenéis ahora?

Jorge: En parte se ha ampliado porque haciendo las colaboraciones en Cantables no queda solo ahí. Por ejemplo, El Kanka, después de cantar con nosotros tocó en La Riviera y nos invitó o Kevin Johansen, vino a España y también. Entonces, vas a un concierto suyo en el que escuchan como Fetén los temas y llegas a una gente a la que, con el dúo instrumental, de primeras, no llegarías y acaban enganchándose. Son viajes de idas y venidas. Sobre todo, con María Rozalén fíjate, hemos llegado a componer juntos en una Residencia Creativa con la Fundación Paideia Galiza y con Radio 3. Siempre estamos mezclándonos todo lo que podemos, si las agendas lo permiten.

El único problema que le veo a este disco es que no podéis hacer una gira como tal, ¿no?

Diego: Tenemos presentación el 16 de enero en el Teatro Reina Victoria, dentro de Inverfest, donde vamos a intentar llamar a todos los que puedan, pero es imposible. De todas formas, no siempre un disco tiene que conllevar una gira, hay grandes discos en la historia de la música que no se han convertido en giras y discos incluso que son anónimos. Al final nuestra vida es la música instrumental, seguimos en esa línea y si surge, lógicamente lo haremos, pero no es un objetivo. Creo que la función de la magia de que algo pueda acontecer por un momento… hay momentos mágicos que no se tienen que repetir ni se tienen que teatralizar, ¿verdad? A veces se ha dado un beso que no ha vuelto a pasar nunca más y es el beso de tu vida, pues esto es algo parecido.

Luego no soy tan romántico [risas].

Siempre van a surgir cosas porque la gente sabe que somos muy premiables a que nos inviten a hacer locuras

Habéis colaborado con muchísimos artistas, ¿os queda la espinita de no haberos juntado con alguno o alguien con quien os haga especial ilusión trabajar?

Jorge: Hombre, yo a raíz de haber estado este verano en el Sonorama con Vetusta, sueño que en un futuro Cantables estuvieran, aunque ya hayamos colaborado con ellos, pero que aparecieran en un tema de impronta nuestra. Para mí sería maravilloso.

Diego: Me gustaría mucho hacer algo con Quique González, con el que he compartido gira, con Leiva también nos encantaría… hay muchísima gente. Hay que ver si a ellos les apetecería, a estos dos seguro que sí [risas].

Jorge: Silvana Estrada, por ejemplo, que este verano pudimos hacer un tema con ella en directo cuando estuvo de gira en España.

Diego: Y Bruno Mars, me fliparía [risas]. Y seguro que diría que sí, sería increíble. Es un loco, me parece el artista del siglo.

Habéis probado muchas formas de concierto, desde tocar con una orquesta sinfónica a ponerle banda sonora en directo a una película. ¿Hay algo que os quede por hacer y queráis probar?

Diego: Siempre quedan cosas. Nosotros tenemos muchos proyectos que no siempre tienen dinamismo, por ejemplo, el de la sinfónica siempre es algo muy puntual. Lo de El Milagro de P. Tinto es una cosa que surgió de la nada y que con el beneplácito de Fesser salió.

Siempre van a surgir cosas porque la gente sabe que somos muy premiables a que nos inviten a hacer locuras. Entonces, si nos dicen de repente «hay que hacer una Residencia con Rozalén en Galicia» pues venga, nos vamos, Carmona «oye hay que hacer un programa en el que toquéis la sintonía…», lo hacemos. Nos gusta y por eso siempre van a surgir cosas, pero nunca ninguna es muy premeditada. Casi siempre es porque surge y creo que es la mejor manera para no frustrarse. Al fin y al cabo, seguirán saliendo cosas diferentes, pero sí que es verdad que ya el abanico es bastante amplio.

Jorge: Quizá compartir momentos así con distintos artistas, de residencias artísticas o de ensayos para crear espectáculos juntos es muy enriquecedor. Entonces, aunque lo hayamos hecho de algunas maneras, hacerlo con otra gente creo que es algo maravilloso para seguir cultivando.

¿Qué proyectos tenéis ahora entre manos? Tenéis algunos conciertos todavía con Isaac & Nora, por ejemplo

Diego: Estamos cerrando la gira con Isaac & Nora, que saldrá más adelante, presentamos Cantables II el 16 de enero y seguimos con conciertos. Tenemos algunos familiares, nos vamos ahora a Latinoamérica a hacer cinco conciertos en cinco países diferentes y bueno, lo que vaya surgiendo.

Nosotros, por mucho éxito que parece, lo que hacemos es estar en modo supervivencia también. De una manera muy digna, por lo que nos sentimos afortunados. Pero bueno, tocar; tocar y seguir contentos.

Jorge: Y a disfrutar.

AUTOR

Jorge Ocaña
Jorge Ocaña
Estudiante de ingeniería, pero sobre todo un loco de la música.

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