Sáb 7 diciembre 2024

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Hinds: «Queríamos escribir algo que diese gusto escuchar»

Fotografías: Patricia Martín

Nada ha impedido que este 2020 Hinds lanzaran nuevo trabajo. Quizá consiguió retrasarlo, pero solo para hacerlo en el momento idóneo. Carlotta, Ana, Ade y Amber han vuelto con The Prettiest Course y su arrolladora personalidad de siempre. Esta vez, llegan acompañadas de sonidos de guitarra más pop y melódicos que nunca, lo que ha hecho que lleguemos a este mes de junio que ya huele a verano repleto de color. 

Quedamos con Ana y Carlotta en una céntrica cafetería de Madrid para que nos hablen de todo lo que rodea a este nuevo y llamativo regreso y nos reciben, como no, con una sonrisa.

¡Hola, chicas! Bueno, este año ha sido un año que nos ha roto los esquemas a todos y vosotras con este disco me da la sensación de que habéis querido también romper un poco con el vuestro, ¿puede ser?

Carlotta: Los planes se han desbaratado por completo, sí, como a todo el mundo. Pero con el disco no era un «Bah, vamos a romper con todo, vamos a dejar atrás el pasado», aunque sí que ha sido como un gran escalón. Hemos querido pegar el estirón, por decirlo de algún modo. Hemos ido madurando con cada álbum y este ha sido un escalón muy grande y paulatino.

¿Hay algo en vuestro estilo que hayáis querido dejar atrás? 

Ana: Es que más que dejar atrás, es como mejorar. Como los tonos de voz. Que antes componíamos canciones y poco a poco nos hemos dado cuenta de que, quizá por componer en el local de ensayo que se oía poco y tenías que gritar porque si no no te oías, al final claro, todas cantadas en directo, sonaban altísimas. Entonces nos ha tocado repensar los tonos antes de grabarlos.

Carlotta: Todo el primer álbum de repente es… por ejemplo Bamboo no podría cantarla ahora que es por la mañana, es muy muy alta. Y es curioso porque te vas autoanalizando y vas siendo observadora con cómo escribes las cosas y un día dices: «¿a que va a ser por esto?», por estar con la energía muy arriba, por estar emocionada, por estar en el local… Pues al final te salen melodías que estás gritando, que te salen muy arriba.

Entonces queríamos escribir algo que diera gusto escuchar. Me acuerdo que vino Ana un día y me dijo que venía de escuchar el álbum de Alex Turner, la BSO de Submarine. Y es que da gusto escuchar ese disco y su voz. Y le dije: «¡Ana, tía, no tenemos ni una canción que de gusto escuchar!» [risas]. Entonces nos dimos cuenta de que queríamos darle color a nuestra voces, que las tenemos muy poco explotadas, las hemos investigado muy poco, jamás se nos ha oído en un timbre más abajo, y bueno, son dos instrumentos más. Y por eso yo creo que el álbum ha quedado tan colorido, porque los tonos de Good Bad Times o Boy son diferenciadísimos y solíamos movernos en una franja más estrecha.

«Este disco ha sido un escalón muy grande»

¿Sentís que habéis experimentado con este disco y habéis acertado?

Carlotta: Sí, sí, mucho más. Si es que antes, ¡nos daba reparo experimentar! Estábamos en plan «más vale malo conocido que bueno por conocer». Era llegar al estudio de grabación y decir: «queremos sonar como los directos. Esta es mi guitarra, estos son mis pedales y mira con este ampli que se parece al que nos ponen en los festivales«. Prefería sonar a algo que yo conocía y que me recordara a mi pasado que probar algo nuevo, se nos hacía un mundo. Y tampoco teníamos mucho interés, ¡ni tiempo! Teníamos diez días para hacer un álbum. Por eso y por otras muchísimas razones, los álbumes han sido como han sido… Y de pronto este, que hemos tenido tiempo, que nos hemos podido sentar a pensar qué queríamos… Esa es una pregunta que nos parece un lujo de reflexionar y meditar y claro, luego te permite hacer cosas nuevas. Es que al final, con prisa, haces algo que ya sabes hacer y no sales de tu zona de confort.

Además, que os habéis atrevido también con el castellano.

Ana: Sí, lo de cantar en español también era algo que queríamos probar. No sabíamos cómo iba a quedar ni lo que iba a ser, si todo el álbum, una canciones enteras o un poco Shakira, mezclándolo [risas]. Carlotta hizo unas playlist de grupos españoles, las escuchábamos, las estudiábamos, lo comentábamos…

Carlotta: Somos muy metódicas, sí. En plan: «no sabemos muy bien cómo va a salir esto de escribir en castellano, pero no pasa nada, ¡se estudia!»

Ana: Y también ha sido como abrir una puerta que estoy segura de que no vamos a cerrar. Es como, otro instrumento más. Ahora tenemos más opciones y eso da gusto cuando estás componiendo.

Y de todo esto, antes de empezar a grabar, ¿cuál os parecía la parte más arriesgada?

Ana: La producción, los instrumentos… Como tocamos tanto en directo, era imposible componer y no pensar cómo lo íbamos a tocar en directo. En plan… «¿cómo hacemos esto luego en el escenario?» Producir cosas que no podemos hacer… ¡es que no sabíamos cómo hacerlo!

Carlotta: Nos parecía completamente de otro planeta. Por ejemplo, en la canción de Boy que suenan como unas monedas, nos preguntábamos «¿cómo vamos a hacer esto en directo? ¿Me llevo unas monedas, una maquinilla que imite eso?» Nos partía mucho la crisma el pensar cómo hacer eso luego. Pero te das cuenta que todos los grupos luego se adaptan. No trates de imitar lo que ocurre en el álbum sobre el escenario, no es necesario.

Ana: Teníamos mucho ese trauma de que nosotras lo que hacemos todo el rato es tocar, pero claro, la mayoría de la gente el contacto que tiene con esas canciones es más escuchándolo del disco que viéndolo en directo. Que claro, probablemente será más relevante. ¡Pero no lo habíamos pensado! Porque nosotras como tocamos, pues estamos pensando todo el rato en eso. En que suene bien ahí. Pero sí, la cosa era cómo íbamos a hacerlo luego, y el reto, cómo vamos a cambiar todo eso y aún así, reconocernos. Porque tenemos una personalidad muy fuerte y claro antes estaba ligada a cómo tocábamos. Entonces queríamos saber que íbamos a producir algo y que luego íbamos a seguir reconociéndonos.

«Nos dimos cuenta de que queríamos darle color a nuestra voces»

Os habéis desahogado un poco con Just Like Kids (Miau) y con todas las críticas que habéis ido coleccionando hasta ahora.

Carlotta: Sí, sí. Es una canción que no podríamos haber creado antes. No porque no ocurriera, ni porque necesitáramos un mayor cúmulo de experiencias paternalistas sobre nuestras espaldas. Si no porque antes no habríamos sido capaces de abordar el tema con sentido del humor. Porque una vez que abordas el tema con sentido del humor, es porque estás por encima de ello. Y «mira, puedes decir lo que quieras porque con esto hago una canción, y para colmo esta canción me va a dar dinero» [risas]. «Fíjate cómo da vueltas la vida que, por intentar hundirme, he acabado no solamente luchando más y superándolo, sino que he hecho un single, ¡y tiene vídeo!»

Y un vídeo muy visual, muy guay, por cierto.

Carlotta: Sí, lo dirigió Keane Shaw. El primero también, el de Riding Solo. Keane ha sido nuestra alianza audiovisual. Ha sido muy importante que todos los aspectos artísticos de este álbum fueran a la par. Decíamos que no podíamos tener este sonido y no tener unos pedazo de vídeos y una pedazo de portada. No puedes dejar atrás nada, porque si no parece impostada alguna de las cosas. Si de repente tiene el álbum esa calidad y lo demás no, es como que rompes el código estético. En cómic pasa, si estás haciendo algo muy realista, no puedes dibujar justo al lado un personaje sin nariz. Es como que te saca de la película. Me parece que pasa un poco lo mismo con este álbum, habría hecho desmerecer el álbum si no tuviera unos vídeos que estuvieran a la altura de lo que está sonando, que es la canción. Entonces Keane ha sido superclave para toda la rama audiovisual de esta nueva temporada de Hinds [risas]. 

Continuando con el arte que envuelve vuestro trabajo, me gusta mucho la portada que ha creado Ouka Leele. Entre tanto detalle y objeto, ¿hay significados ocultos?

Ana: ¡Sí! Por supuesto. Hemos querido aprovechar absolutamente todo ya que, por primera vez, hemos hecho una portada bien pensada, que no fuera solo una foto. Hemos querido pensarlo bien y unir los títulos de los singles en cada objeto que encuentras en la portada. Esto es algo que siempre nos ha frustrado mucho, igual que los vídeos. Me refiero a no tener coherencia entre formatos en nuestros anteriores trabajos. Y ha sido siempre cuestión de tiempo. Los hemos hecho siempre girando, yendo de un sitio a otro y estando en una furgoneta, ¿qué arte vas a hacer?… Eso siempre lo hemos intentado porque cuidamos mucho todos los detalles pero es algo que nos ha frustrado. En este, por fin, fueron bastantes reuniones, explicarle a Ouka Leele de qué iba cada canción, pensar qué objeto podría representar cada tema, que tampoco es fácil… Y al final, aparte de los diez objetos que representaran las canciones, quisimos que todo el imaginario que envuelve a The Prettiest Course estuviera presente: el estar solas, pero a la vez estar juntas…

Carlotta: Al final la portada es como un sitio, pero que no es un sitio. Es una mezcla de un backstage, con un Airbnb, un bar y, al final, no se sabe dónde estamos. Tampoco es un estudio de grabación, ni de fotografía… Ha sido crear un lugar que no existe pero que al final es como vamos nosotras por la vida: que un backstage se convierte en nuestro salón, y un escenario se convierte en nuestro cuarto… pues ese tipo de cosas las queríamos reflejar en la portada. Es mucha información, y creo que la portada la ves y rebosa de personalidad arrolladora.  

«Siempre nos ha frustrado el no poder tener una coherencia estética entre canciones, portada y vídeos, pero esta vez sí lo hemos hecho»

En España con vuestros anteriores trabajos habéis recibido muchas críticas pero, con este disco, ¿cómo estáis sintiendo el feedback? ¿Veis diferencias?

Ana: Yo creo que sí. Bueno, no es que las leamos todas pero de lo que he leído, no ha habido ninguna mala.

Carlotta: Mi hermano que es muy de foros, me dijo el otro día: «Hostia Carlotta, está muy bien valorado, eh». Cree que se nos está respetando más que nunca. Como que nos hemos plantado en la mesa en plan: «Eh, cojones, que somos Hinds, estamos aquí, esto es lo que sabemos hacer, y esto es lo que hemos hecho. ¡Así que callaos ya!». ¡Y como que ha funcionado! [risas]. Es la metáfora de llegar a la escena con una pareja de ases sobre la mesa.

¿Cuántos temas de este disco son autobiográficos?

Carlotta: 10, todos. Bueno, aunque hay uno, Waiting For You, que le dimos la vuelta. Está escrito como si la otra persona lo estuviera escribiendo. Por primera vez, el «yo» no somos nosotras mismas sino que es la otra persona hablándonos a nosotras. Es un punto bastante chulo porque, desgraciadamente, demuestras que entiendes a la otra persona y sabes por lo que está pasando y aún así, está ocurriendo. Un poco, me da rabia hacer la comparación pero como la última canción de C. Tangana, que hace ese desdoblamiento hablando desde el punto de vista de ella, que da mucha pena. Y es que da pena entender esa problemática, ese punto en el que sabes que te esperan y aún así, no estás haciendo nada, eliges no hacer nada. Es un tema un poco duro. 

Me imagino que ahora el tema presentación en directo, está complicado… ¿tenéis algo en mente?

Ana: ¡Un concierto! El 1 de agosto en Barcelona, las Nits del Primavera Sound. Estábamos con ganas y nos ha dado esperanzas, ¡qué bien!

Para terminar, ¿podemos decir que estamos delante de las mismas Hinds de siempre o ha llegado una nueva normalidad para esta banda también?

Carlotta: Fíjate que nunca estoy muy segura si decir «¡no, somos las de siempre!» o  si es mejor decir otra cosa… Yo creo que uno va evolucionando por la vida sin querer. O sea, en esencia, me sigo reconociendo, nadie ha tenido un cambio radical…

Ana: Es que es difícil. Yo creo que hemos evolucionado mucho, nos hemos dado cuenta de mucha mierda también, pero creo que seguimos siendo las mismas. Yo me reconozco. Aunque igual es porque nos vemos todos los días. No sé…

Carlotta: Sí, yo creo que sí. A nivel de una persona externa yo creo que sí que podemos decir que seguimos siendo las mismas.