Mié 18 septiembre 2024

¡NO TE PIERDAS!

ARTÍCULOS RELACIONADOS

La Trinidad: «No sabemos cuántos discos más sacaremos, pero este es de los buenos» (2023) 

Fotografías: Darío Bravo

Si buscas en Google Sheriff Playa, aparecen dos resultados:

tripadvisor.com: «Restaurantes: De lo mejorcito de El Palo (Málaga), estupendo para comer a pie de playa. No es de lujo pero se come buen pescado.»

sonidomuchacho.com: «Discos: La TrinidadSheriff Playa, disponible en formato vinilo. También te puede gustar La Trinidad¡Qué asco de primavera!«

Nosotros venimos a hablar de la segunda entrada, pero también nos vale la primera: La Trinidad no serían La Trinidad si no fuesen de Málaga. Es cierto que en la banda son cuatro y no un trío, que es lo que pensamos los madrileños. Pero La Trinidad es un barrio histórico de la ciudad andaluza y eso va por delante de todo -y ese es el auténtico motivo-. Su último disco, Sheriff Playa, con Carlangas como maestro de ceremonias en la producción, es un trabajo urgente para el grupo, que se sentía perdido musicalmente y que ahora se ha encontrado después de hacer un álbum «de los buenos» -afirman- y necesario para todos los que estamos cansados de escuchar siempre lo mismo.

No es sólo que este disco tenga crítica social en sus letras, sino que Sheriff Playa en sí mismo es una llamada de atención para romper con lo establecido: la propuesta musical de La Trinidad se abre paso en un panorama donde «el underground está en un momento poco intrépido», nos explican. Hablamos con Sixto (voz), Jorge (bajo), Carlos (batería) y Chairlost (guitarra) sobre la industria y las modas, sobre Madrid y «la parafernalia de aquí», sobre la vida precaria de los músicos y sobre el último álbum del cuarteto malagueño.

Publicasteis Sheriff Playa hace unas semanas. ¿Cómo os sentís? ¿Cómo está siendo el recibimiento? 

Carlos: Estamos súper contentos. Ha sido un proceso muy rápido, pero después de terminar grabación, mezcla y demás, y de esos meses esperando a que se publicase. Teníamos muchísimas ganas de que todo el mundo pudiese escucharlo. Entre medias también ha habido una gira en la que hemos tocado canciones nuevas. El recibimiento, de momento, está funcionando muy bien, creo que estamos muy contentos en general como grupo. 

Jorge: Lo único es que siento que no me ha dado tiempo todavía a saborear que ha salido el disco, porque hemos terminado la gira, el día que tocamos en Bilbao era el día que salía el disco, volvimos, ahora hemos tenido que volver a Madrid otra vez… No he tenido momento de estar tranquilo en mi casa o en el bar con los chavales y poder decir «vale, ha salido, vamos a celebrar».  

Sheriff Playa es vuestro disco y también es un chiringuito de Málaga. ¿La Trinidad sería La Trinidad si no fueseis de Málaga? ¿Cuánto de presente está la ciudad en vuestra banda, en vuestra música, en lo que contáis? 

Jorge: Para mí en absolutamente todo. Al final, el contexto de nuestra ciudad moldea todo lo que hablamos en las letras, incluso hasta el gusto musical. Ser de Málaga es una cosa muy importante que define bastante a nivel musical y a nivel lírico lo que es el grupo.  

Sixto: Sí, por mucho que vivamos en un mundo súper globalizado, en el que un chaval de quince años de Málaga y un chaval de quince años de California pueden tener muchísimos gustos en común por el simple hecho de tener un ordenador y acceso a internet. Málaga nos moldea al cien por cien, nos moldea el carácter, eso no puede cambiártelo nada. Tenemos unas educaciones parecidas, tenemos un clima, un montón de cosas que nos definen como persona.  

Como banda tenemos un nombre de un barrio de la ciudad de Málaga. Hemos incluido desde el primer momento muchas referencias a nuestra ciudad y a nuestras vivencias allí. Tenemos en las letras espacios muy visuales, siempre que nos hemos hecho sesiones de fotos, la gran mayoría son en escenarios de Málaga que hemos elegido nosotros. Nuestras letras, en canciones de hace tiempo como La Clase Media, hablo de una serie de bares, de espacios -lo bueno es que luego tú te lo puedes imaginar en los bares de tu barrio-, yo le pondría nombres y apellidos a la cantidad de calles que aparecen en esa canción.  

En uno de los temas del disco, decís «una hora de mi vida no vale 6,30». ¿Cuánto vale una hora de vida de un músico, si es que se le puede poner precio? Después de la subida del salario mínimo estamos en ocho euros y pico, casi nueve. 

Jorge: ¿En un mundo justo? 

Sixto: ¿En un mundo utópico? 

Chairlost: ¿Qué dice el convenio de esos casos? 

Sixto: Es un tema interesante, porque los músicos siempre tienen muy malas condiciones laborales, estamos muy mal reconocidos. Actualmente, es verdad que tenemos un nuevo convenio, el Estatuto del Artista, pero a muchos niveles es muy incompleto, está mucho más enfocado a las profesiones más técnicas dentro del sector.  

No sabría decirte cuál es el sueldo justo. Pero sí que es verdad que somos una profesión liberal, dependemos también de lo que generamos si damos un concierto. Luego podemos hablar de cosas muy concretas como cuánto dinero nos puede dar Spotify, que es muy poco, o cómo se valoran los derechos de autor, o la situación laboral tan difícil que tenemos. Teniendo una profesión tan estacional, darte de alta como músico un solo día te cuesta 194 euros por cabeza. ¿Cuántas entradas tienes que vender para cubrir sólo eso? Luego súmale cuánto pagas para cubrir gasolina, para alquilar una furgoneta, para las comidas de una banda. Paga un técnico de sonido, paga las camisetas… No sé decirte cuánto vale, es una respuesta un poco de político, pero sí que aprovecho para soltarte toda esta perorata [risas]. 

Chairlost: No sabemos cuánto vale, pero sí sabemos cuánto cuesta [risas]. 

Ser de Málaga es una cosa muy importante, define bastante a nivel musical y a nivel lírico lo que es el grupo 

En realidad, os pregunto esto porque no conozco a ningún colega que pueda vivir de la música ahora mismo. ¿Veis posible vivir de ella?  

Jorge: Hombre, ser posible claro que lo es. Nosotros tenemos colegas que, más que vivir de la música, sobreviven. Yo no quiero sobrevivir de la música, para eso prefiero tener un trabajo un poquito más normal y por lo menos la música, que es lo que me gusta, poder hacerla sin tener que estar hasta el cuello.  

Chairlost: También está cómo convive el estar en un rango nuestro, siendo un grupo pequeño, con el tener un trabajo estándar. El clásico trabajo de lunes a viernes, de nueve a seis, y luego los fines de semana sales de la oficina el viernes, te montas en la furgo y vuelves el domingo por la noche y el lunes a trabajar otra vez. Convivir psicológicamente con eso también es una cosa de la que se habla poco y es muy difícil. 

Sixto: Sí, psicológicamente también es un palo bestial. 

Jorge: Yo estoy loco ahora mismo.  

Sixto: Llevamos dos meses de gira, esta es nuestra octava o novena semana sin pasar por casa un fin de semana y además la mayoría de conciertos que hemos hecho en esta gira han sido por el norte. Han coincidido nuestros trabajos de civiles con nuestra vida de rockero los fines de semana. Aparte, preparar el lanzamiento de un disco con todos los videoclips, con todas las sesiones de fotos, con todas las reuniones que lleva -porque un disco no es grabar y ya, evidentemente- destroza un montón.  

Creo que todo esto tiene mucho que ver con la industria tan enclenque que representa la música aquí y cómo el último andamio que quedaba del underground se está fagocitando desde muchas compañías mainstream. Los grandes festivales han dejado de ser independientes para estar completamente en manos de fondos de inversión. Estamos viendo también cómo la calidad de los carteles baja, cómo la calidad del propio público baja, y no es por señalar al público como culpable, sino que todos sabemos lo que es fomentar, por equipararlo, un turismo de calidad y un turismo que no es de calidad como el que tenemos en Málaga.

Con los festivales es exactamente igual. Todos sabemos si queremos ir a por la pasta o a generar también pasta, pero de una forma crítica. Las infraestructuras también valen mucho aquí y tienen mucho peso. Por hablar de nuestra tierra, en Andalucía, en comparación con el norte, no hay color respecto a las salas. No tenemos una infraestructura de salas, no tenemos unos circuitos bien delimitados, no tenemos ayudas. Hace cinco años que no pasa una banda independiente por Málaga. 

En los videoclips salís vestidos con monos de trabajo, en un momento rojos, en casi todos naranjas. El de Sixto primero es azul, pero luego es naranja también. ¿Sois pintores, sois presidiarios, sois butaneros? 

Carlos: Somos obreros del rock [risas]. 

Jorge: Unos desgraciados es lo que somos.  

Chairlost: Esa chispa creo que surgió de una idea de Carlangas cuando estuvimos trabajando con él en la producción del disco. En realidad, fue una broma interna al principio. 

Sixto: Carlangas nos dijo que quería un uniforme para grabar el disco, quería que nos metiéramos en la película, todo el mundo igual, él también se puso su mono. Dijo: «Me da igual, como si tenemos que grabar el disco en traje» [risas]. Buscamos algo barato, empezó como una broma y el mono se ha convertido en la imagen del disco. A la hora de grabar, parece que no, pero nos ayudó a centrarnos. 

Chairlost: No hay un gran concepto detrás, fue todo muy inocente, muy natural. 

Decíamos que Sheriff Playa es el nuevo disco de La Trinidad, pero también un chiringuito de Málaga. Si tuvierais que poner una reseña en Google recomendando vuestro álbum como si fuera un restaurante, ¿qué escribiríais? 

Sixto: La recomendación común, tanto para antes de ir a comer como para antes de escuchar el disco, es: fúmate un buen peta que te abra el estómago. 

Carlos: Sheriff Playa es como los espetos: solamente se piden en los meses sin erre [risas]. Pero podéis escucharlo cuando os salga de los cojones.  

Chairlost: Que nadie se asome a la cocina que está sucia [risas]. 

En Más Rápido decís “nunca me quedó tan bien estar pasado de moda”. A la hora de hacer un disco, ¿cuánto pesa la industria? ¿la moda limita el ejercicio creativo? 

Sixto: Nosotros no consideramos que nos limite. Somos conscientes de las limitaciones que nos imponemos nosotros mismos a la hora de hacer música en ese tipo de registros. No nos impide, si no, no hubiéramos hecho este disco, no hubiésemos hecho Sheriff Playa, que comercialmente es un poco suicidio visto en la escena española. No nos limita, pero sí que somos conscientes de las limitaciones que la industria sí que nos impone.  

¿Por qué en Inglaterra o en el mercado anglosajón grupos como Fontaines D.C., como Shame, un montón de bandas de ese estilo, vienen a España y llenan una Riviera, y luego los grupos españoles que entramos en ese tipo de sonidos no tenemos ningún tipo de recorrido? ¿Dónde está el problema? ¿Por qué el público no te apoya? ¿Por qué la industria no te apoya y no ven un filón en ti? Ese tipo de cuestiones me hacen reflexionar sobre si la industria española está para ciertas cosas, para cierto tipo de festivales, y no para otras. La moda está ahí y siempre va a estar, lleva estando desde que existen las modas, a nosotros no nos limita. 

Jorge: Creo que eso de la moda limita a cada cual: si quieres hacer un grupo para petarlo pues claro que te limita, porque tienes que juntarte con este, conocer al otro. A nosotros eso nos la pela la verdad [risas]. Además, vivimos en Málaga, tranquilitos en la playa, vemos toda la parafernalia de aquí y decimos «pero bueno tío, ¿aquí cuándo coño se dice ‘ole’?»

Sixto: Tenemos una visión y una vivencia de la industria, estamos dentro, somos parte de Sonido Muchacho, nos vamos de gira por ahí, convivimos con muchos grupos, tocamos en festivales. Pero es verdad que en nuestro día a día, como explicábamos, estamos en una ciudad donde el sistema y la infraestructura están desmantelados en ese sentido. Vivimos todo ese tipo de afecciones por la moda de otra forma. La mayor afección que puede haber en Málaga por la moda es sobre todo a nivel de música urbana, que es donde puede haber más escena, o la electrónica, no en grupos como el nuestro.  

Desde el indie y desde la música española se busca la fórmula de estribillo, de hit, de producciones dignas de Los 40 Principales. Eso empieza a cansarnos 

He leído que os preguntaron por la música de ahora y la tendencia de influenciarse en bandas noventeras. Dijisteis que basta ya, que todo el mundo hace lo mismo. ¿La música noventera se hace porque es una referencia inevitable? ¿O se hace como estrategia de marketing porque es una fórmula que funciona? 

Carlos: Por supuesto a eso último. Hay bastante gente que no sé si es por desconocimiento o también es buscado, pero en su objetivo de petarlo encuentran fórmulas establecidas. Hay un grupo que de repente llega y da con la clave, y eso no sólo pasa ahora, sino que pasa en todas las generaciones, todo el mundo se sube a un carro y parece que todas las referencias, las formas de pensar y las formas de producir se dirigen en un solo sentido. Puede valer durante un periodo corto de tiempo, pero, y hablo por todos nosotros, eso ya huele. A nosotros no nos vale esa forma de hacer las cosas ni ese discurso vacío. Por eso estamos bastante en contra de esa escena.  

Chairlost: Aunque nuestras referencias sean obvias e inevitables, creo que nos divierte más encontrar nuestra fórmula propia. Explorar cuál es la fórmula de La Trinidad en Sheriff Playa, ver cuál es la estética musical que hemos conseguido y qué perseguimos ahora mismo. Esa fórmula puede cambiar en el futuro, obviamente, es lo que nos mantiene creativos. Más que imitar a los demás, nos gusta imitarnos a nosotros mismos y retarnos a encontrar nuevas formas de comunicar musicalmente. 

Sixto: En la industria se generan una serie de códigos y todo el mundo los persigue. Creo que el problema es que la música ahora mismo, atendiendo al underground, está en un momento muy poco intrépido. Generalmente, pertenecer a al indie en el sentido de la independencia significa empujar los límites, crear otro tipo de música alternativa a lo que vende el mainstream, a lo que te venden las radios comerciales o Spotify, que tiene más tirón todavía porque es a la carta.  

Desde el indie, y desde la música española, se busca esa fórmula de estribillo, de hit, de producciones dignas de Los 40 Principales. Eso empieza a cansarnos. Todo está siendo muy autorreferencial, nosotros nos nutrimos de muchísimas referencias, de muchísimos grupos, de los ochenta, de los setenta, de los sesenta, los cincuenta, los noventa y actuales.

Es importante señalar la hegemonía que está perdiendo la industria del underground frente a las mayors. Ya no te hablo de una mano invisible de la industria, te hablo directamente de cómo los propios grupos han aceptado ese discurso y han entrado en él como en una autopista de peaje. Eso es lo que más pena me da de todo esto. Hace unos años había grupos como Triángulo de Amor Bizarro, Juanita y Los Feos o Novedades Carminha empujando un montón con propuestas diferentes y mucha identidad, haciendo cosas nuevas, y eso ya no está.  

Carlos: Sobre todo es que, con esta suerte de posicionamiento en SEO de grupos como fórmula, se están vendiendo muy barato. Si todavía me dijeses que están teniendo un gran éxito y generan mucho dinero, vale, pero venderte a una lógica de consumo y no nutrirte de ella… Te está saliendo mal el negocio.  

Jorge: Tiene más sentido ese discurso en el ambiente de la música urbana, porque los chavales aparte de hacer música también quieren coger un poco del pastel. Es lo que se escucha ahora, tienen muchas más posibilidades de estar sonando y girando, como Bb Trickz, por ejemplo. Pero si te estás comiendo una mierda, como dice Carlos, tú verás.  

En este disco hay muchísima crítica social. Dentro de ese tipo de canciones, me gustan las que apelan al oyente de alguna manera. En Aprende a gestionar tu fracaso con nosotros, uno se siente incluido en la movida. ¿España nos debe cosas a todos? 

Sixto: En Aprende a gestionar tu fracaso con nosotros quería jugar con la lógica de la autoayuda de eslogan, no con la intención de ridiculizarlo, sino cogiendo su fórmula para traerla a nuestro terreno, como un hermano mayor que te dirige. 

¿España nos debe cosas a todos? Por supuesto que sí. A cada uno nos debe algo, supongo. Y todos aportamos también algo, por supuesto. Más allá de la provocación de esa frase, que viene un poco por juntar todo ese lenguaje empresarial, creo que es donde está la tensión de la canción, ese punto emocional de todas las cosas que te pueden deber en un sentido casi espiritual, no hablo necesariamente de cuestiones económicas ni directamente políticas. Sí, el país nos debe cosas a todos, y a la cultura nos debe mucho. Creo que no se nos está reconociendo. La cultura a nivel institucional siempre ha sido poco agradecida.  

Más que imitar a los demás, nos gusta imitarnos a nosotros mismos y retarnos a encontrar nuevas formas de comunicar musicalmente 

Lo que quería deciros con la pregunta anterior es que muchas de las cosas que se tratan en este disco afectan a la gente joven de forma parecida. ¿Sheriff Playa recoge los problemas que veis a vuestro alrededor? 

Sixto: Por supuesto. Este disco ha estado muy bien en el sentido de que el anterior estaba centrado en una experiencia personal, pero Sheriff Playa no. Mi principal idea a la hora de afrontarlo era hablar sobre lo cotidiano.  

Al final, ya terminado el disco, quizá no he hablado tanto de lo cotidiano de la manera en la que en un primer momento lo visualizaba, pero los problemas que he intentado cristalizar en este disco son cotidianos, apelan a absolutamente todo el mundo. No es casual en Aprende a gestionar tu fracaso con nosotros la apelación directa que hay desde un primer momento. De hecho, queríamos que fuese el primer single, que fuese la canción que abriera el disco. 6,30 y las demás no están pensadas en clave generacional, que es una etiqueta tramposa, todo es generacional, al final, somos mucha gente y todos nos vamos a sentir en algún momento interpelados por eso. 

Chairlost: A nivel narrativo este disco ha sido un ejercicio divertido porque hay muchas canciones que hablan de historias concretas, como puede ser Sheriff Playa: cuenta una historia que, si a lo mejor te falta contexto o eres ajeno a ella, no entiendes, pero estéticamente, a nivel narrativo, te está poniendo en un sitio divertido. O lo mismo ocurre con Muchos Principios y Muy Pocas Ganas, o con 6,30.  

Sixto: Es cierto, pero el momento de crítica social está desde la misma portada, plantar un mar Mediterráneo en vertical, como un mapa sólido, políticamente ya está diciendo algo. Sí que es verdad que he intentado separarlo mucho de la primera era de La Trinidad, de los dos primeros EPs, el primer disco y el anterior EP, toda esa faceta más política la concibo de forma más explícita, aunque siempre hui del rollo panfletista y de la propaganda. En este disco lo he intentado incluirlo de otra manera, he intentado concentrar todo ese lenguaje político en qué estoy contando y en cómo lo estoy expresando, más que en la idea que estoy transmitiendo. Musicalmente el propio disco ya tiene carga política en mitad de la industria musical ahora mismo.  

Recuperando lo que ha dicho Sixto sobre generacional como etiqueta tramposa, ¿no es tanto el rango de edad sino quizás la escala social? 

Chairlost: Una generación es un saco donde metes a gente de diferente identidad, diferente clase, diferente contexto social. 

Sixto: En nuestra generación también hay gente que ha hecho que Vox entre en un montón de parlamentos ahora mismo, muchísima gente joven les está votando. También son de nuestra generación. En lo que respecta a Sheriff Playa, me decían el otro día, «es que 6,30 es una canción muy generacional», bueno, 6,30 puede ser lo que cobra mi madre. No estoy hablando de una cuestión tanto generacional sino de clase.  

Nunca nos vamos a sentir una banda generacional, porque generacionales pueden ser otro tipo de cosas: entiendo que a Carolina Durante, que ha sido una onda expansiva, con el fenómeno, sus letras y toda la cantidad de bandas que les han seguido, sí que les llamen generacionales. Es una buena foto para cuando acabe esta era. Pero nosotros no somos representativos de eso. No lo digo en modo outsider, me refiero a que nos sentimos más cerca de otro tipo de cuestiones, el disco que hemos hecho está bastante fuera ahora mismo generacionalmente.  

¿Una persona de 60 años puede disfrutar de La Trinidad como a la gente de nuestra edad le gustan Golpes Bajos?  

Sixto: Claro, Sheriff Playa son nuestros dominios y son todos bienvenidos.  

Sheriff Playa se conforma en nueve meses. ¿Surge al ir reuniendo canciones que ya teníais empezadas o medio rematadas? ¿O surge al parar y ponerse de cero a hacer un disco? 

Sixto: No fue ni siquiera un «vamos a parar», fue «vamos a empezar a hacer un disco porque no estamos haciendo absolutamente nada»

Carlos: Fue una necesidad. Era una urgencia, teníamos que centrarnos y encontrar algún motivo para hacer un disco, porque estábamos bastante desorientados y un poco desganados por no encontrar nuevos objetivos. Sacábamos maquetas y probando en el local teníamos la sensación de que ya lo habíamos hecho antes. Realmente, el disco da el pistoletazo de salida cuando terminamos de hacer algunas maquetas y viene Carlangas unos días a Málaga. Ahí empezó de verdad. Todo fue como la canción Más Rápido: Sheriff Playa se elaboró casi en tiempo récord. Creo que eso se nota, no es un disco como podía ser el primer disco Los edificios que se derrumban, que a la gente le suena un poco más adolescente. Es un disco fresco en el sentido de que nosotros lo hicimos como el camino, la idea con la que dimos de repente, un poco como por suerte.  

Sixto: Ninguna canción tiene una vuelta. Según se concebían, pim, pum, fuera. 

Chairlost: Es un disco urgente. A mí ese adjetivo me persigue con este disco, porque a veces da pereza hacer el esfuerzo creativo de hacer canciones, y eso hay que admitirlo. Cuesta ir al local, ensayar, y después practicar en casa. Tirar de un grupo de cuatro para hacer cosas es un esfuerzo considerable. Es lo que decía Sixto, estábamos, con perdón, apollardaos. Chavales, tenemos que espabilar, que hay que hacer un disco. 

Sixto: Tampoco teníamos clara la referencia, el anterior EP ¡Qué asco de primavera! había sido el último respiro de la primera era del grupo, estábamos muy exhaustos, no sabíamos muy bien qué hacer, estábamos perdidos.  

El disco no nace a la contra de todo lo que hemos comentado de la industria, no nace como una reacción. Pero nosotros mismos como oyentes, al estar cansados, no nos podíamos permitir hacer lo mismo, nos merecíamos más. No esperábamos sacar este disco, es la primera vez que estamos muy pletóricos. No sé cuántos más discos sacaremos, pero este sí, este es de los buenos. Hay algo que supera una línea en Sheriff Playa