InicioEntrevistasSonograma: "Este disco va de asumir responsabilidades, de encarar las cosas" (2021)

Sonograma: «Este disco va de asumir responsabilidades, de encarar las cosas» (2021)

-

Fotografías: Alejandro García-Cantarero

Tras más de cinco años sin publicar canciones nuevas, Sonograma regresan con el álbum que viene a relevar a Tormenta (2015), el larga duración que supuso el debut de esta banda de Madrid. Rodrigo Cominero (voz y teclados), Víctor L. Pescador (guitarra), Ángel Herranz (bajo) y Daniel Campillo ‘Campi’ (batería), han regresado con un disco bajo el brazo rebosante de intenciones y de una factura ambiciosa y perfectamente ejecutada.

La noche más oscura cuenta con nueve canciones que hablan desde las entrañas, apelando a todo tipo de emociones para tratar temas de plena actualidad y, a la vez, universales. Sonograma han contado con Juanma Latorre (Vetusta Morla) para la producción de su segundo disco largo, que ha estado masterizado a su vez por Dany Richter y mezclado por Ramiro Nieto. El resultado es un trabajo con una sonoridad diferente, más ambiciosa y madura, menos urgente y con un mayor poso de reflexión. Las canciones de Sonograma nos miran de frente, nos apelan directamente y nos piden que tomemos parte, que no permanezcamos impasibles.

Pasamos una tarde con los cuatro músicos en El Observatorio, unos conocidos locales de ensayo de Madrid. Ahí, con todo el tiempo del mundo y gracias a la multitud de lecturas que se pueden hacer de las canciones de La noche más oscura, tuvimos una de esas conversaciones que se extienden más allá de lo estipulado. Con una multitud de temas tratados off the record y con una gran cantidad de momentos reseñables, Rodrigo, Víctor, Ángel y Campi se mostraron como son, enormemente honestos y sinceros.

Han pasado cinco años desde que publicasteis Tormenta, vuestro anterior álbum. ¿Por qué una espera tan larga? Al margen de vuestros proyectos paralelos, ¿ha sido un parón total como banda?

Campi: No ha sido un parón total. Cuando publicamos Tormenta hicimos unos poquitos bolos de presentación, tocamos en algunas ciudades y ganamos algunos concursos que nos permitieron tener un pequeño fondo para no palmar pasta todo el rato. Desde ahí relajamos un poco el ritmo y ha habido un período de composición, creación, maquetación, remaquetación y otra vuelta y otra y otra más…

Rodrigo: Ha sido un «baño maría» de disco. Me gustan mucho las analogías con la repostería.

En estos tiempos de consumo continuado, parece casi obligado que un artista o grupo cree contenido cada cierto tiempo. Por eso es casi una rareza que pase tanto tiempo entre un disco y otro. ¿Habéis llegado a sentir esa «presión» de tener que sacar algo en todo este tiempo?

Rodrigo: Es cierto que las redes sociales son una maquinaria que nunca para, pero nosotros desde siempre hemos creído que es mejor hacer las cosas bien que hacerlas rápido. Nos agobia más que el resultado sea algo decente. Personalmente creo que hay mucho discurso vacío en redes sociales y mucho artista que se hace un selfie y ese es el contenido que aporta a sus redes.

Nosotros creemos que las redes sociales son un instrumento muy guay, pero que hay que aportar valor. Para eso hay que pensar las cosas, hay que dedicarle tiempo y recursos. Prueba de ello es lo que hemos estado haciendo con las canciones antes de sacar el disco, que ha sido una serie de vídeos de duetos entre nosotros. Eso ha llevado tiempo de pensar cómo hacerlo, de armar las canciones y de trabajar en ello.

El resultado nos ha dejado muy satisfechos y creemos que hemos acertado. Es un hecho que no tienen millones de reproducciones, pero creemos que son piedras que vamos poniendo en nuestra obra. Nosotros creemos más en eso que en el «Fast Food» de contenidos. Respondiendo a tu pregunta, no sentimos la presión de generar contenido todo el rato pero sí de generar buen contenido, de hacer cosas que merezcan la pena.

Sonograma
Víctor, Ángel y Rodrigo

En este disco hemos aprendido a canalizar lo que tenemos dentro y llevarlo hacia el sitio que queremos

Cada uno habéis estado o estáis en diferentes formaciones o acompañando a otros músicos. Supongo que volver con Sonograma es como volver a casa. ¿Qué creéis que habéis traído o aportado de estas experiencias paralelas a las canciones de La noche más oscura?

Ángel: Yo creo que apertura, en general. Estar trabajando con otras bandas nos ha hecho abrir la cabeza a sonidos y a escucharnos más los unos a los otros. Creo que somos mucho más tolerantes.

Rodrigo: Después de trabajar con otra gente hemos cambiado la forma de relacionarnos entre nosotros. Hemos encontrado una manera de funcionar distinta.

Campi: Trabajando con otra gente aprendes muchas cosas buenas y también ves alguna cosa que dices «esto es lo que no tengo que hacer». Al final, tanto para bien como para mal, es aprendizaje.

Ángel: Yo personalmente pienso que, aunque va a salir nuestro segundo disco, como han pasado unos años, este podría ser el tercero. A nivel de sonido hay un cambio espectacular en la forma de hacer las canciones y en cómo concebir el proyecto. Así que, aunque sea un segundo disco, creo que estamos unos pasos por delante porque todo está muy pensado y muy madurado.

¿Qué diferencias fundamentales, a nivel musical, podemos encontrar en La noche más oscura con respecto a Tormenta?

Víctor: Yo creo que ha ido todo en pro de la canción. En Tormenta tengo la sensación de que las guitarras, por ejemplo, tenían cierto protagonismo extra y creo que en esta ocasión todo se ha mirado hacia el beneficio de la obra, no de un instrumento concreto. Creo que esa apertura es uno de los saltos más importantes. Quizás de otra manera habría sido más fresco o un poco más brillante, pero en este disco hay una tendencia un poquito más oscura.

Rodrigo: Con Tormenta hacíamos las canciones y las íbamos maquetando y grabando. En cambio, en este disco hemos pensado mucho, hemos dedicado mucho tiempo a las maquetas, le hemos dado muchas vueltas a las letras, hay una historia detrás de cada cosa… Nada está ahí porque sí. En Tormenta las cosas simplemente ocurrían. Era un disco más espontáneo y eso está guay porque es un signo de juventud, pero creo que aquí hay más condimento. En cambio, en este disco está todo muy pensado y, aunque es muy racional, todo nace de las tripas y de los sentimientos. Es como aprender a canalizar lo que tienes dentro y llevarlo hacia el sitio donde tú quieres. Sobre todo, hemos disfrutado muchísimo del proceso.

Ángel: Es que además lo otro ya lo sabíamos hacer y tampoco queríamos hacer lo mismo. La incorporación de secuencias creo que también nos ha condicionado mucho a la hora de tocar, porque tienes que seleccionar las notas que das para no pisar a tus compañeros. Así cada uno ha ido buscando su hueco y viendo qué funciona y qué no.

Siempre me interesa mucho saber qué viene antes, si el objetivo de querer sonar de una manera, transmitir un mensaje, hablar de una idea… o si todo eso surge como consecuencia de echarle horas de local, de probar, de trabajar en las canciones, etc.

Rodrigo: En todas las canciones hay emoción, en todas ha habido muchísimas lágrimas. Pero digamos que en todas ha habido algo que ha hecho que la idea surja. Nosotros pensamos que está guay intentar plasmar una idea de manera rápida, pero empezamos a pensar que las primeras ideas no son las mejores, sino que hay que trabajar en ellas. Es un poco eso de «que te pillen las musas trabajando». En este disco hay muchas maneras de hacer una canción y algunas sí que surgen de esa primera idea.

Víctor: Y eso creo que se nos da muy bien, que hay cierta facilidad en esta banda para hacer las cosas así. Lo bueno de llevar tanto tiempo tocando juntos es que rápidamente sale una idea y mola, lo que pasa es que no nos queríamos quedar con lo primero.

Queríamos hacer un disco que hablase de la esperanza, pero que hablase también de pasarlo mal, de sobreponerte a las situaciones

Supongo que hay mucho de autoexigencia en eso.

Víctor: Exactamente. Es que somos muy autoexigentes. Y a lo mejor después de darle veinte vueltas a algo volvemos al principio, que eso también pasa mucho.

Rodrigo: Es que no hay una manera de hacer las cosas y cuando trabajas con otra gente te das cuenta de eso. Cada uno tiene su manera de funcionar y todas las maneras son respetables y válidas. En este disco creo que al final ha habido un poquito de todo.

En general, ¿de qué habéis querido hablar en La noche más oscura? Es curioso pero el término y el concepto de la noche está siendo utilizado últimamente por varios artistas y grupos para dar nombre a trabajos suyos.

Rodrigo: A la hora de hacer el máster del disco, que fue hace un año, ya se llamaba así. Nosotros teníamos dos opciones: La noche más oscura o El día más brillante. Queríamos hacer un disco que hablase de la esperanza, pero que hablase también de pasarlo mal, de sobreponerte a las situaciones… Pero no con ese discurso vacío de «tú puedes» de Mr. Wonderful, porque hay veces que las cosas se tuercen y te toca apechugar, y a veces tienes que dejar que las cosas te marquen y te hagan daño, porque eso te lleva a otro sitio. Al final, todo el camino es aprendizaje.

Es que este disco habla de muchas cosas: Habla de relaciones en las que te vacías; habla de cómo las redes sociales nos obligan a mostrar solamente una parte maravillosa de las cosas que nos pasan, que es una parte muy pequeña al fin y al cabo; habla de que hay cosas que no salen en las noticias y que normalmente son las mejores cosas, que el bosque arde pero al mismo tiempo crece y la noticia siempre se centra en el incendio. Yo quería que se llamase La noche más oscura (o El día más brillante) porque hace referencia a muchas cosas de mi infancia que la gente irá descubriendo según lo escuche. Seguro que alguno de los tres o cuatro fans que tenemos lo descubre [risas].

Al escuchar bien vuestro disco, yo sí que percibo un importante poso de crítica social o política. Supongo que muchas veces debe ser difícil componer al margen de lo que está ocurriendo a nuestro alrededor.

Rodrigo: Realmente es que esto es lo que me sale. Creo que la política está en todo lo que hacemos. La manera en que vivimos es una forma de hacer política. En el disco hay crítica social pero no se señala a nadie y eso creo que es lo sano. La reflexión que hace el disco es: «No me gusta hacia dónde van las cosas; no me gusta tener que dar siempre mi mejor cara en las redes sociales; no me gusta que en el telediario solo hablen de las cosas malas y nadie ponga el micrófono a las cosas increíbles que suceden, a la gente que salva vidas, a las mujeres que empiezan de cero, etc».

Es que creo que todo está dentro de ese discurso de convertirnos todos en héroes y sobreponernos a las circunstancias, cuando en realidad todo es mucho más normal que eso y a todo el mundo le pasan cosas muy parecidas.

Campi, Víctor, Ángel y Rodrigo

Las cosas no van bien en el mundo porque no nos implicamos lo suficiente

El disco habla también de respetar al que piensa distinto, de convivir con él, incluso creyendo que sus ideas no merecen respeto, pero que él sí que lo merece. Yemen habla de eso: de que tus ideas a lo mejor me parecen una mierda, pero a ti como persona te adoro. Ahí hay un discurso de convivencia, de democracia… hay un discurso progresista, al fin y al cabo. Yo creo que hay un discurso de transversalidad, de ponernos todos al mismo nivel. Hay intencionalidad en ello, por supuesto, pero porque al final te haces mayor y tienes que tomar partido de las cosas. Es que ahora hay como un movimiento de antipolítica, de «todos los políticos son iguales» y creo que no es así.

Este disco va de asumir responsabilidades, de encarar las cosas. A mí siempre me ha molestado que la gente mire hacia otro lado, que no se haga cargo de los demás, que no se implique. Y realmente yo creo que las cosas no van bien precisamente por eso, porque no nos implicamos lo suficiente, porque no entramos a defender al chico con el que todo el mundo se mete en el recreo o porque no nos metemos en una discusión de pareja cuando el hombre trata mal a la mujer. Y creo que eso no puede ser, no podemos pasar por la vida sin implicarnos porque al final creo que todos estamos en el mismo barco.

Hasta que ha llegado el disco completo, en lugar de sacar algún tema diferente, habéis vuelto a publicar los tres singles pero en formato dúo. ¿Cómo y por qué surgió la idea de hacer esto?

Campi: Como decíamos antes, dentro de las vueltas que le damos a todo lo que hacemos, para no subir un selfie y poner cuatro iconos…

Rodrigo: Se vienen cositas… [risas].

Víctor: ¿Se puede poner en mayúsculas en la entrevista eso? ¡Qué asco nos da esa frase! [risas]

Rodrigo: Después de todo el tocho progresista y totalmente racional que he soltado, pon en grande eso: «Qué asco me da la gente que pone ‘se vienen cositas’ y dos cohetes con fuego» [risas de todos].

Campi: Como te decía, dentro de todas las vueltas que le damos a las cosas, se nos ocurrió esto para dar a las canciones otro carácter y llevarlas a otro terreno. Es que claro, sacar otros tres singles ya sería sacar prácticamente el disco entero y como tampoco tenemos mucho material de vídeo, creímos que esto era una buena idea.

Rodrigo: Tampoco hay conciertos… así que decidimos juntarnos una mañana con gente que queremos y que son nuestros amigos, porque Álex Vallejo es uno más de nosotros, Ramiro Nieto, que es el que ha mezclado esas canciones, también es uno más… Al final se trataba de generar ese contenido del que hablábamos antes, pero sin caer en la foto absurda.

En cualquier disciplina artística, el camino es la obra

En la hoja de promo, Juanma Latorre habla de la dificultad que tienen los artistas para encontrar su propia voz. ¿Creéis que vosotros lo habéis conseguido o estáis aún en ello?, ¿creéis que alguna vez se llega a encontrar o es una continua búsqueda?

Rodrigo: Exactamente es eso tan bonito que acabas de decir. Yo creo que el camino es la obra. Tú puedes coger un momento de la obra de Goya y eso solo va a ser una parte muy pequeña de toda su obra. Esto ocurre con todos los artistas de cualquier disciplina. La voz va cambiando, vas pensando cosas distintas…. tú sigues siendo la misma persona, pero el entorno es distinto y las circunstancias también. Al final todos nos hacemos mayores y lo que hicimos hace unos años lo vemos ahora de una manera muy diferente.

Ángel: Además nos gustan los artistas que cada vez sacan un disco diferente, que cambian de productor, que buscan un cambio de sonido. Al final es un poco donde nosotros nos vemos reflejados. No queremos ser siempre lo mismo porque al final te acabas cansando.

Hay otra cosa muy interesante que pone en la hoja de promo. Habla de que no hay nada convencional en vuestro sonido, textualmente dice que «las estructuras y la narrativa en la mayoría de las ocasiones desafían la mecánica del pop instantáneo pero sin generar una distancia emocional con quien las escucha»

Realmente he tenido esa sensación con vuestro disco. Es como si las canciones hicieran equilibrio por la delgada línea que separa el pop más comercial de lo experimental y alternativo. Me parece algo muy complicado de conseguir y creo que es una de las cosas que más me han enganchado del álbum. ¿Ha sido premeditada esta búsqueda y el hecho de no hacer las cosas tan evidentes?

Rodrigo: Entiendo lo que quieres decir. Como que en el disco se utiliza la fórmula pop para entrar, pero es verdad que dentro de esa fórmula hay muchas cosas que no entran dentro de una canción pop al uso.

Campi: Que, una vez que ya te ha entrado la fórmula pop, te empiezas a dar cuenta de detalles y de matices.

Rodrigo: Eso pasa por ejemplo con los Beatles. Salvando las distancias, claro [risas]. Pero sí, todo el mundo disfruta las canciones de los Beatles porque son el ABC del pop, pero luego cada línea de cada instrumento está a años luz de lo que estaba pasando en ese momento musical.

La respuesta a tu pregunta es que sí es premeditado, porque hemos intentado huir de lo más sencillo. En esto también tienen que ver las referencias que trabajábamos. A nosotros a lo mejor nos salía una canción dentro de esos cánones del pop y en base a eso hemos ido construyendo una narrativa.

Por ejemplo, San Fernando habla de muchas cosas pero habla de hacerte mayor, de pasar de la niñez a ser adulto. En Aranjuez son las fiestas de San Fernando y después, cuando se acaba el verano, son las fiestas de septiembre. Ahí lo que queríamos contar es cómo en ese verano te haces mayor. La canción tiene ese ambiente de fiesta de pueblo, de charanga, de todas esas veces que hemos ido a ver a la orquesta… A lo que voy es que es una idea muy simple, con tres acordes, pero hay toda una historia que se está contando, hay vivencias…

Ese rollo costumbrista me ha recordado bastante a lo que ha estado haciendo Enric Montefusco en sus últimos discos.

Rodrigo: Nosotros nos hemos fijado mucho en Enric y en Standstill, pero también en Serrat y su Fiesta. La canción tiene ese aire y es totalmente premeditado. Yo quería hacer una canción desde mi perspectiva, hablando de mi padre yendo a recoger la cebada, el trigo o el maíz, porque su familia tenía tierras… Joder, me emociono y todo, de verdad.

Campi y Víctor

Hay muchas ideas intolerables que hay que combatir con otras ideas

La noche más oscura, se abre con 1997

Rodrigo: Pues si vengo emocionado de la pregunta anterior…

Víctor: Es que justo has elegido un tema… (risas)

Al margen de las vivencias personales, viéndolo todo desde fuera, a mí me suena a una especie de declaración de intenciones. Deja bien claro de lado de quién estás, quiénes son tus favoritos.

Rodrigo: Exacto, es justo eso. La Iglesia Católica siempre habla de que hay que estar con nuestros hermanos pequeños, con los que sufren. Desde una posición racionalista, progresista y de izquierdas creo que es así, que hay que estar con los que sufren, pero precisamente porque nosotros estamos en el mismo barco. Efectivamente, la canción habla de una vivencia personal pero, a partir de eso, trato de hablar de que hay que estar con quien sufre.

Arde el Imperio fue elegida primer single. ¿Es esta la canción que mejor representa el espíritu del álbum?

Campi: Esto lo sometimos mucho a votación cercana y al final elegimos esta canción porque puede ser un buen resumen del disco en cuanto a sonoridad, en cuanto a texturas y en cuanto al mensaje que transmite.

Ángel: También simboliza el cambio muy bien y es muy directa. Es que además, después de cinco años sin sacar una canción, creíamos que tenía que ser algo así.

Me ha gustado mucho el mensaje de Yemen. Vivimos en una situación social en que parece que todas las opiniones o ideas son igual de válidas. A veces es muy difícil comprender determinadas posiciones, aunque sea de personas muy cercanas a nosotros. A la canción le hago una lectura de contraposición a la maldita equidistancia que parece que todo lo gobierna actualmente.

Rodrigo: Así es. Yo creo que no hay que respetar todas las ideas. Creo que hay que respetar a todo el mundo, pero no sus ideas. Las ideas creo que hay que combatirlas con otras ideas. Hay muchas ideas que son intolerables, como el machismo o el racismo. Pero claro, a día de hoy parece que hay una paradoja con la tolerancia. Creo que dentro del marco de los Derechos Humanos hay cosas que no caben y todo lo que se salga de ahí no lo podemos tolerar.

En Estás mejor callado tratáis el tema de las redes sociales y de las falsas apariencias, de lo que ya hemos hablado un poco antes. Me gusta mucho eso de «prefería ser sincero a ser correcto». Parece que cada vez hay más tabúes. ¿Creéis que estamos ante una batalla perdida contra todo esto?

Ángel: Yo creo que se está poniendo el foco en el asunto y creo que se está alzando la voz y denunciando que eso está pasando. Igual la tendencia se corrige, pero no estoy muy seguro.

Campi: Es como que, hasta hace relativamente poco, nadie era consciente de que esa era la tendencia. Creo que cada vez hay más publicaciones que visibilizan tabúes y que muestran naturalidad. Al final es lo que hablábamos antes, que a todos nos pasan las mismas cosas, aunque se muestre solo la punta del iceberg.

Sonograma
Ángel y Rodrigo

Los discos se hacen para uno mismo y los directos se hacen para la gente

Al hilo de esto y de la frase de «el futuro cada vez me da más miedo». Últimamente se está hablando mucho de la salud mental y, en muchas ocasiones, ciertos trastornos de ansiedad o depresión se achacan precisamente a esto, a las altas expectativas que tenemos y la necesidad de «estar a la altura» siempre de cara a los demás.

Ángel: Es que no todo tiene que ser extraordinario y hay días en los que no pasa nada. La imagen que se muestra a través del móvil al final está creando una falsa realidad en la que tú te quieres ver reflejado, y eso no va a ser así nunca. El problema es que no podemos estar pendientes continuamente de lo que está haciendo el vecino a través de las redes o más aún, de un tío que vive en Miami, por ponerte un ejemplo. Es todo como muy materialista y muy absurdo.

Víctor: Fíjate que yo creo que es una cosa que viene de antaño, de la educación que puede que hayamos recibido, pero todo se ha agravado y empeorado con las redes.

Rodrigo: Yo creo que estamos en un mercado muy salvaje en el que hay que brillar y hay que ser el mejor en algo. Es como que estamos peleando continuamente el último contra el penúltimo y no ponemos el foco en las cosas importantes. Hablabas antes de la salud mental y al final, ¿a quién señalan siempre ese tipo de mecanismos? Nos señalan a nosotros mismos. Es como que si tú no has llegado a algo es por tu culpa, no porque hayas tenido menos oportunidades o porque hayas tenido que currar en cualquier cosa para sacar a tu familia adelante. Nos creemos más importantes de lo que somos, tenemos una visión egoísta de las cosas y al final han conseguido que estemos continuamente compitiendo contra los demás y contra nosotros mismos.

Yo he trabajado como comercial, por objetivos, y es esa mierda lo que te venden: El tener que ser siempre el mejor del mes, cuando todos sabemos que es imposible conseguirlo siempre. De eso también habla el disco, de asimilar que no siempre va a ir todo bien, que en la vida hay fracasos. Es que no podemos ir por la vida pensando siempre «tengo que dar lo mejor de mí mismo» porque es como un coaching barato que está totalmente alejado de la realidad. A ver, que está muy bien vivir en Malasaña, hacer yoga y querer dar continuamente lo mejor de ti mismo, pero la vida va de otras cosas (risas).

Ángel: Normalmente esa frase te la pondrá un chico o una chica cachas, entrando al gimnasio o comiéndose un brunch [risas].

Rodrigo: Es que es eso. Un tío que le dedica tantas horas a su cuerpo, ¿de dónde saca el tiempo? Porque yo no lo tengo. Yo me levanto a las seis de la mañana, me voy a currar, luego tengo que hacer la compra y estoy intentando dar todo el rato lo mejor de mí mismo, pero acabo hasta las narices y no tengo ganas de colgar una foto diciendo que ha sido un lunes increíble [risas]. Al final las redes sociales nos alejan de la realidad, porque la realidad es tener un día malo, discutir con tu pareja, enamorarte, enfadarte con un amigo… pero no es todo el rato arriba, arriba, arriba, porque al final te vas a caer y la hostia va a ser increíble.

Víctor: Es como si el entretenimiento hubiera llegado ya a unos límites un poco extraños.

Rodrigo: Es un poco pornografía emocional.

Campi: Es puro voyeurismo.

Víctor: Aquí se mezclan muchas cosas: las partes emocionales, las relaciones personales… es todo como muy turbio. Al final cada vez más gente va a acabar yendo al psicólogo por todo esto.

Para terminar, ¿qué esperáis que os traiga La noche más oscura?

Rodrigo: Es que yo creo que, cuando haces un disco, no tienes que esperar más que contar las cosas de la manera que quieres contarlas. Yo digo siempre que los discos se hacen para uno mismo y los directos se hacen para la gente. Creo que hay que hacer directos en los que la gente se emocione, salte, baile, llore, lo que sea… pero los discos los tienes que hacer para ti y tienen que cubrir tus expectativas. Es que si no, sería mercantilizar las emociones demasiado, y creo que la industria de la música ya está suficientemente mercantilizada.

Nosotros tenemos la suerte de poder decidir todo lo que pasa en el proyecto y esa parte de hacer canciones para que le gusten a alguien en concreto, no la vamos a hacer. En realidad es que hacemos las canciones para que nos gusten a nosotros y si conseguimos eso ya es un éxito, porque somos muy críticos.

Sonograma
Campi, Víctor, Ángel y Rodrigo

AUTOR

Javier Decimavilla
Javier Decimavilla
La música nos puede salvar la vida o al menos mejorarla. Bob Dylan, Neil Young, David Bowie, The Beatles o The Rolling Stones, entre otros, nos llevan enseñando el camino a la felicidad desde hace décadas.

¿Te gusta CrazyMinds? ¡Síguenos!

BUSCADOR

Y MUCHO MÁS...

spot_img
spot_img