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Eva Ryjlen: «Soy una persona muy kamikaze, me lanzo a por aquello que más miedo me da» (2021)

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A Eva Ryjlen marzo de 2020 le pilló, como a muchos músicos, con un buen puñado de fechas confirmadas en las que seguir compartiendo su primer álbum en solitario, Violencia Posmoderna (2018). En su lugar, la alcarreña emprendió un camino nada sencillo en el que visitaría todos los estados de ánimo posibles para traernos la maravilla orgánica que es Onírica (2021). 

Unos días después de que su nuevo disco haya visto la luz charlamos con Eva telemáticamente para que nos dé más detalles de un disco con el que se ha desecho de muchas ataduras. 

Hemos leído que el proceso de composición de este disco está bastante ligado a la vigilia que precede al sueño y de ahí el nombre del disco, ¿las musas te encuentran durmiendo?

Un poco sí, aunque en realidad siempre estoy trabajando. Soy una persona que va por la vida con los ojos bastante abiertos. Con los móviles además es bastante sencillo grabar ideas para trabajarlas más tarde. Lo que sí que es cierto es que la idea primigenia suele venir de un punto de desconexión. Me vienen ideas entre la vigilia y el sueño y, a partir de ahí, voy trabajando. 

Pueden surgir ideas de una conversación con una amiga, de cómo el camarero de un bar me tira el café. Intento estar presente en el momento en el que estoy y si algo me hace click, me lo apunto. 

Este paréntesis pandémico (que aún no hemos cerrado, por cierto) te ha permitido escribir este disco, ¿cómo ha sido el proceso creativo?

Creo que durante el confinamiento pasé por todos los estados de la materia que puedan existir (risas). Pero a mí escribir canciones me sirve como terapia, es como encontrarme conmigo misma y ver lo que hay ahí dentro, así que me sirve, me ayuda. 

Abres el disco con Caminar y con una declaración de intenciones con el verso «desnudarme para ti sin perder el desparpajo»

Los artistas tenemos que desnudarnos, quitarnos las máscaras con todo lo que ello implica, porque a veces da mucho miedo. Además, todo esto tienes que hacerlo mientras das palmas y bailas. A veces es más fácil y otras más complicado. Pero sí, la frase resume muy bien dónde te vas a meter al escuchar Onírica

No soy una persona que se esconda de su sombra

Dices que el disco está inspirado en todos los estados anímicos por los que pasaste en el confinamiento. No sabemos muy bien dónde encajaría una canción tan optimista como Bailas. 

Pues precisamente fue en un momento de tocar fondo y de ver que lo que había a mi alrededor era mucho más maravilloso de lo que era capaz de ver en ese momento y que tenemos muchas cosas que agradecer, entre ellas que todo esto nos ha tocado en el primer mundo y que sale agua de nuestro grifo. A veces damos todo eso por hecho y dices… «coño, me estoy quejando cuando en realidad esto es algo transitorio y yo tengo todo lo que necesito aquí». Darme cuenta de que soy una afortunada me llevó a un estado de euforia y empecé a sentir una primavera mental. Después de tocar fondo normalmente ya no puedes ir más abajo y la subida suele ser acorde a cómo ha ido la bajada. Ahí nace Bailas.

Hablando de bajadas, imaginamos que hay canciones que han surgido de momentos más oscuros, ¿te cuesta más relacionarte ahora con esas canciones?

No soy una persona que se esconda de su sombra, tengo una muy buena relación con ella y me llevo bastante bien. Curiosamente me estaba costando más tocar canciones más optimistas, pero era algo que me daba más miedo o más respeto. Sin embargo trabajar con mi sombra no ha sido ningún problema. Es algo con lo que me gusta conectar de vez en cuando. Soy una persona muy kamikaze, me lanzo a por lo que más miedo me da. En mi primera clase de natación, cuando era niña, estaban todos los demás esperando en fila, yo no tenía ni idea de nadar pero llegué, me quité el albornoz y me tiré a la piscina, me tuvieron que rescatar porque me ahogaba (risas). Esta anécdota resume muy bien cómo soy yo. Si algo me asusta, prefiero atacarlo de frente. 

Precisamente esta idea de luchar contra el miedo es lo que cuentas que ocurrió cuando decidiste pasarte al español, ¿verdad?

Así es. Al pedirle consejo a una amiga, ella me retó a que me inclinase por aquello que más miedo me daba y aquí estamos, con este segundo disco en español. 

El no querer hacer un disco me llevó a entregarme a la composición de una manera más real, más honesta y con muchos menos prejuicios.

¿Un trabajo tan emocional como el de este disco te ha servido como ejercicio de autoconomiento?

Por supuesto. Creo que todo esto que nos está pasando nos ha servido para parar y para tener a mucha menos gente a mano de la que solemos tener en el día a día. Entonces no nos ha quedado otra que estar conmigo misma e intentar comprenderme y entenderme. Además, solemos dejarnos a nosotros mismos para el final y esto nos ha permitido decir…oye, que estoy aquí, que tengo cosas que decir. 

¿Y para soltar lastres y miedos?

Este disco no estaba en mis planes. Teníamos fechas para el año pasado, teníamos el verano lleno. El no querer hacer un disco me llevó a entregarme a la composición de una manera más real, más honesta y con muchos menos prejuicios. Me ha servido para componer con más libertad, más honestidad y sin miedos. 

Cierras el disco con La Fiera, ¿Cuál ha sido la inspiración para una canción tan 60’s y 70’s?

Nunca me planteo de dónde vienen concretamente las inspiraciones para los temas. Sí que tenía claro que me apetecía una canción de guitarras porque creo que la temática de lo que habla es lo que pide. Es un disco en el que he intentado no repetirme para generar diferentes estados de ánimo pero sí, los años sesenta y setenta siempre están muy presentes en la música que escucho. 

Este disco se ha producido casi en modo tribu, ¿cómo ha sido la experiencia?

Me encanta grabar los discos en modo tribu como dices. Nunca lo había denominado así pero me parece un concepto muy acertado. Me gusta mucho escoger un estudio en el que nos podamos alojar porque me gusta vivir una experiencia de inmersión en el disco. A veces trabajamos a las tres de la mañana, a veces comemos a las cinco de la tarde. Estamos centrados en el disco y estamos todos juntos creando esa energía de trabajo. Para mí es una experiencia, no solo a nivel resultado.  El proceso nos hace sentirnos más unidos como banda y buscar el mismo objetivo en las canciones, pero también nos une en lo personal.

Se viven unas experiencias muy grandes (risas) que se quedan ahí para toda la vida. La verdad es que estoy muy feliz con todo el proceso, tanto la composición como el trabajo con la banda y la grabación han sido maravillosos. Trabajar con Jave Ryjlen y Paul Grau en la producción de este disco ha sido una delicia. 

Curiosamente titulas una de tus canciones más rockeras Shangri-La como el escenario utópico de la novela de James Hilton, Horizontes Perdidos. Shangri-La es un una sociedad pacífica con un gobierno basado en la sabiduría, ¿has tirado de ironía?

(Risas). La verdad es que yo soy muy de soñar despierta y crearme mi propio mundo y vivir como yo quiero que sea para no llevarme disgustos ni desengaños. Por otro lado, el humor es muy necesario, si no, estamos perdidos. Pero mi Shangri-La es mi realidad, en este caso. 

Hemos leído por ahí que antes de componer canciones en español ya escribías poesía, ¿te atreverías a publicarla?

No lo sé, a día de hoy creo que es algo muy personal. Siempre he utilizado la poesía como herramienta de liberación. Casi todas las noches de mi vida he escrito algo. Lo utilizo un poco como herramienta terapéutica, no sé si me atrevería a publicarlo. Pero no lo descarto. 

¿Cómo evalúas la acogida del disco en una época sin presentaciones en directo?

Estoy viviéndolo todo desde casa. Es muy diferente a otras ocasiones, pero estoy viviéndolo con una emoción… Otras veces todo ha ocurrido más rápido, pero ahora lo que me están llegando son un montón de mensajes de personas a las que les está gustando el disco, a las que las canciones les están haciendo bien de alguna manera, a las que les ha tocado en algún momento vital y les queda cercano el mensaje que lanzo en las canciones… Me estoy sintiendo plena, estoy recibiendo muchísimo cariño y creo que nunca había vivido así un disco. Nunca había estado tan cerca de la gente. La promo es un ir y venir constante y ahora vivirlo desde casa me hace sentirme cerca del público. 

Todos los formatos de directo que hemos preparado son distintos y ofrecen experiencias únicas.

Ya hay algunas fechas confirmadas, cuéntanos cómo van a ser esos directos. 

En la Sala El Sol (Madrid) estaremos con toda la banda y pronto anunciaremos más fechas. Estamos preparando un show no muy diferente al disco porque es un disco orgánico, no hay trampa ni cartón, está grabado en directo. Sí que cambian cosas, a algunas canciones le daremos una vuelta, recuperaremos canciones de Violencia Posmoderna. Tenemos tantísimas ganas, pero tantísimas… Llevamos mucho tiempo esperando a que llegue ese momento, llevamos un año trabajando en este disco. Yo espero fuegos artificiales como mínimo en la Sala El Sol porque estamos como locos por llevar estas canciones al escenario.  

Además, tenemos otros formatos: un formato dúo, un formato trío que también molan mucho. Ahí sí que habrá lógicamente más cambios con respecto al disco, pero son unas versiones muy interesantes de descubrir. Algunas canciones estarán más puras, más cercanas a lo que fue su esencia más primigenia y otras las hemos elaborado todavía más para este formato… hay muchas sorpresas. Todos los formatos de directo que hemos preparado son distintos y ofrecen experiencias únicas.

Los fans no se deberían perder entonces ninguno de los formatos.

Exactamente, estamos preparando cada formato de forma especial y tendrá valores distintos de cara a nuestro público. 

Háblanos un poco del arte de Onírica

Se ha encargado Bigui Size que es una artista increíble. Es fotógrafa, diseñadora y con la que tengo una conexión que sobrepasa lo humano y lo divino. Es muy fácil trabajar con ella porque yo le transmito mis pensamientos y ella enseguida los coge al vuelo y hace cosas tan preciosas como la que ha hecho con este disco. Además ha hecho todas las fotografías del proyecto. 

¿Y los videoclips?

Los he hecho con Gus García Sierra. Nos conocimos por casualidad porque nos unió la serendipia pero desde luego para mí ha sido un tesoro porque, desde que le presenté la idea de Caminar, lo tenía muy claro. En Criatura Salvaje le dije: vámonos al bosque los dos y a ver qué sale. E hizo magia. Gus ve imágenes preciosas donde otros no somos capaces de hacerlo y lo transforma todo en algo muy bello. El de Bailas es mi favorito porque tiene mucha energía. Cada vez que lo veo no puedo dejar de sonreír. Se generó muy buena energía. Fue un rodaje muy duro, los bailarines no pararon durante ocho o diez horas pero se generó un ambiente muy mágico. 

Eva Ryjlen estará presentando Onírica en la Sala Sol el próximo 21 de mayo acompañada por toda la banda: Rodrigo García (bajo), Ruth Pinel (Teclista), Laura Solla (guitarra) y Carlos Pinto ‘Ducal’ (batería). Las entradas se pueden comprar aquí.

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