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La M.O.D.A.: «El disco en el que más hemos participado los siete, es en el que menos tocamos cada uno»

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Fotografías: Laura Sisteró

Tras prácticamente tocar el cielo con sus discos anteriores y, sobre todo, con su última y multitudinaria gira en la que llenaron pabellones con asombrosa facilidad (el clímax llegó en un abarrotado WiZink Center, en noviembre de 2019), los chicos de La M.O.D.A. han regresado con un nuevo álbum bajo el brazo.

Ninguna ola es un trabajo sorprendente, valiente y arriesgado, que no dejará indiferente a nadie y con el que La Maravillosa Orquesta del Alcohol demuestran que no son una banda con una única fórmula ganadora detrás, sino que su personalidad y esencia se mantiene aunque las canciones se vistan con diferentes trajes sonoros. Alvar, Caleb, David, Jacobo, Jorge, Jose y Nacho forman este septeto que es una unidad indisoluble.

De la mano de Raül Refree, encontramos un nuevo sonido más intimista e introspectivo que de costumbre, menos épico y evidente, mostrando una increíble evolución plagada de matices y segundas lecturas. El propio David Ruiz, principal compositor de la banda, nos explica cómo ha sido el proceso de Ninguna ola y lo hace siempre aludiendo al grupo, hablando en plural y evitando personalizar en él ningún protagonismo extra. Se mantiene así, la esencia de banda que siempre ha tenido La M.O.D.A. y que se ha hecho más patente que nunca en la grabación de su cuarto álbum de estudio.

Según vosotros mismos habéis dicho, Ninguna ola es la culminación de un proceso que ha durado dos años. Si echamos la vista atrás, hace dos años estabais inmersos en la gira más importante que hayáis hecho hasta el momento. Cuéntame cómo empiezan a surgir las primeras ideas de estas nuevas canciones y si, ya desde el principio, hay cambios sustanciales con respecto al germen de vuestros álbumes anteriores.

Como bien apuntas, todo el proceso de este disco empieza a principios de 2018. Yo me he dado cuenta que, como un álbum lleva detrás un trabajo de mucho tiempo, cuando sale es como que te lo quitas de encima, te liberas y, de alguna manera, te vacías. Por eso vuelve a surgir la necesidad de hacer cosas nuevas pero, al menos para mí, es necesario haber sacado el disco anterior para poder encarar un nuevo trabajo.

En este caso, como te decía, fue 2018 el punto de partida. Sin ninguna presión y, como bien dices, a la vez que hacíamos la gira más multitudinaria que hemos hecho nunca. A priori puede parecer un poco locura pero creo que lo hemos llevado de una forma bastante natural, encontrando las fechas adecuadas y, al principio, con mucho trabajo de local y en casa.

A partir de ahí, ¿cómo ha sido el proceso hasta llegar a tener el disco tal cual lo escuchamos ahora?

Cuando acabó el año teníamos como 14 o 15 demos escritas. De hecho, estuvimos Nacho y yo, con el resto de compañeros, aprovechando un viaje a Irlanda porque íbamos a tocar en Dublín y en Londres. Recuerdo que estuvimos unos cinco días o así, en el otoño de 2018, grabando esas demos en la habitación del hotel en Galway, que es una ciudad de la Costa Oeste. A nosotros nos flipa, dentro de nuestras posibilidades, poder escaparnos a diferentes sitios a componer y esa es una de las cosas más guapas de escribir un disco.

El año siguiente seguimos con la misma dinámica, escribiendo canciones y dándole vueltas a esas 15 demos, y nos dimos cuenta de que nos hacía falta una visión externa, para plasmar en sonidos concretos las ideas que teníamos nosotros en la mente. Nosotros ya conocíamos a Raül Refree de su trabajo con Silvia Pérez Cruz, con Kiko Veneno, con Rosalía o con Josele Santiago, pero en agosto de 2018 el destino nos puso en el mismo avión a Colombia. Nosotros íbamos a tocar en el Festival Rock al Parque y él también tocaba allí, con Lee Ranaldo, de Sonic Youth. Coincidimos en el vuelo, empezamos a hablar y, después del concierto, también estuvimos tomando algo en el bar del hotel. La cosa se quedó ahí, con un «molaría hacer algo juntos».

En 2019 nos pusimos a currar. Raül grabó con nosotros en mayo Colectivo nostalgia y ya empezamos a trabajar en el álbum. Él ha venido un montón de horas aquí, al local de Burgos; ha estado también en el Teatro Principal, en el que nos dejaron ensayar con el piano durante una semana, etc. Hemos ido haciendo el disco y en marzo nos fuimos a grabarlo a Portugal, a los estudios Atlântico Blue, en un pueblo precioso a las afueras de Lisboa, con el Atlántico enfrente. Ahí grabamos y éramos felices, hasta que estalló toda la pandemia y, como iban a confinar España, tuvimos que dejar la grabación a falta de una canción. Al final esa canción nunca se grabó y, a lo largo del verano, hicimos La vuelta que fue la última, aunque haya sido el primer single.

En este disco queríamos mirar hacia otro lado y abrir unas ventanas nuevas

Al final, se nota mucho la mano de Raül Refree en los nuevos sonidos, las atmósferas y ambientes que se respiran en el disco. Por lo que dices, ese encuentro fue casual.

Nosotros le conocimos personalmente antes de pensar en cualquier productor. Los últimos discos los habíamos trabajado con Diego, con Santi y con Kaki y habíamos hecho un equipo. Pero en este disco queríamos mirar hacia otro lado y abrir unas ventanas nuevas. Creímos que Raül era la persona adecuada porque además, al conocerle, tuvimos muy buen feeling con él y también se mostró muy interesado en poder hacer algo con nosotros. Por eso vimos que era la persona idónea, porque no queríamos hacer algo predecible. Es que es el cuarto disco, ya hemos utilizado diferentes herramientas y recursos y cada vez se hace un poco más difícil hacer algo nuevo.

Siempre hemos dado volantazos y hemos hecho canciones lentas, canciones tristes, canciones rápidas, el EP de Steve Albini más cañero (7:47 (Ni un minuto más)), Colectivo nostalgia y La zona galáctica… No sé… Siempre hemos hecho lo que nos ha dado la gana y en este disco ya teníamos las canciones antes de empezar a trabajar con Raül. Pero él ayudó a dar forma al proyecto y aportó muchas cosas muy positivas para nosotros.

Digamos que la idea que él propuso del disco, al escuchar las demos, fue: «Vamos a intentar llegar a la emoción por otro camino diferente al que hemos usado anteriormente en el grupo. Vamos a intentar tocar los menos golpes posibles y, aunque seamos siete, vamos a resistirnos a tocar todos a la vez. Vamos a intentar atrevernos a quitar golpes de batería, de bajo, de guitarra y de los demás instrumentos y vamos a dejar el aire y que sea un poco más natural».

También está grabado en directo, tocando todos a la vez, sin metrónomo. En ese sentido tiene muy poca posproducción, es más crudo y, de alguna manera, representa lo que teníamos en la cabeza.

¿Al principio imaginabais las canciones como al final han quedado?, ¿realmente era lo que teníais en la cabeza?

Era lo que todo el grupo teníamos en la cabeza. Era lo que las canciones estaban describiendo ya. Como te decía, teníamos 15 temas ya antes de que llegara Raül. Nosotros tenemos muy claro cuál es nuestra esencia, nuestra personalidad y nuestra identidad, así que nos da igual con qué productor trabajemos porque tenemos muy claro lo que queremos. Pero a la vez hay muchas cosas que no hubiéramos sido capaces de hacer sin Santi García, sin Diego Galaz, sin Kaki Arkarazo y sin Raül Refree.

En nuestro caso no es llamar a un productor para que te haga un disco y te lave la imagen o te de un cambio de cara. Nosotros hicimos unas canciones que sentíamos que respondían a otro tipo de impulsos y que una persona como Raül podía recoger esos impulsos y ayudarlos a transformarlos en unas canciones nuevas.

Decías que este disco lo habéis grabado todos juntos, en directo. Quizás sea el trabajo más de banda que habéis hecho hasta ahora pero sin embargo es en el que menos elementos aparecen.

Sí, es irónico pero el disco en el que más hemos participado los siete, es en el que menos tocamos cada uno. Esto tiene mucho que ver con ese concepto o esa filosofía de la que te hablaba antes. Yo creo que cualquier camino es válido y estamos muy orgullosos de lo que hemos hecho en cualquiera de los otros discos, pero siempre intentamos no repetir una fórmula o copiarnos a nosotros mismos. Igual si hubiéramos empezado haciendo música en la línea de Ninguna ola, probablemente habríamos acabado haciendo un disco como ¿Quién nos va a salvar?. La cuestión es seguir encontrando nuevas formas para expresarte sin perder lo que eres.

En nuestras letras, describimos sentimientos. Tan simple como eso

En realidad las canciones de este disco son anteriores a las que publicaste como nostalgia.en.los.autobuses. ¿Tienen ambos proyectos puntos de conexión entre sí?

De nostalgia.en.los.autobuses preferiría ya ni hablar en las entrevistas porque ha sido una anécdota, como un juego para cuando no podía tener La M.O.D.A., que es lo más importante. Pero ahora es como que eso ya se me ha olvidado un poco y para mí solo existe La M.O.D.A.

Hay algo en Ninguna ola que, desde mi punto de vista, no era tan patente en los discos anteriores y es el hecho de que apetece mucho ponerse el disco en casa, apagar las luces y escucharlo con cascos o con un buen equipo para poder apreciar todos los matices que ofrecéis a nivel musical. Realmente parece que disfrutar de un disco de esta manera viene al pelo con la época que estamos viviendo. ¿Lo entiendes así?

Pues ahora que lo dices, puede ser. Creemos que este disco tiene un poco de esa parte más colectiva o de querer compartirlo, pero también tiene esa dimensión más íntima, como tú señalas. Es guay también que la gente lo perciba así. Quizás sea más personal o intimista que nunca, pero es el disco que nos ha salido. En realidad no le hemos dado más vueltas porque, si pensásemos mucho antes de hacer las canciones, no saldría natural. Pero es que además, tenemos la sensación de que esto ya ha sucedido en otros discos. Hemos tenido canciones más reposadas o más intimistas, desde Hay un fuego, pasando por Amoxicilina, Nueva Orleans o La cuerda floja. Siempre ha habido esto. Yo creo que este disco en directo va a salir natural porque también lo hemos grabado de esa manera.

Antes has hablado del proceso de grabación del álbum, que os fuisteis a Portugal hasta que estalló todo esto. ¿Afectó a la grabación a nivel musical todo esto que ha pasado?

No, por suerte no ha afectado en nada. Nosotros teníamos todo escrito y toda la música, desde el primer al último acorde y desde la primera hasta la última palabra, antes de que acabara el año 2019. Así que, para bien o para mal, esto ha sido independiente al coronavirus y a este año. A la hora de grabar, lo mismo: estábamos un poco en una nube, en Portugal tampoco estaba la cosa como en España y las noticias que nos llegaban eran a cuentagotas porque estábamos muy aislados y muy concentrados en nuestra movida. Es que por fin, después de dos años, habíamos logrado llegar al estudio a grabar esas canciones.

Aunque Colectivo nostalgia es la primera canción que conocimos de este disco, el primer single como tal de este álbum fue La vuelta. ¿Cuál crees tú que es la canción que resume mejor el espíritu de Ninguna ola?

Sería muy difícil escoger una solo. Cada canción es importante en el disco y juntas tienen un sentido. Separar una a mí se me hace imposible.

En las letras de las canciones, cada vez que sacas un nuevo trabajo, aprecio un puntito más de reflexión, de poesía y de profundidad. En estas diez canciones creo que esto se hace más evidente que nunca. Si tuvieras que hacer un resumen, a nivel general, de lo que habla Ninguna ola, ¿qué dirías?

Hay artistas que describen personajes, historias, paisajes… Nosotros, en nuestras letras, describimos sentimientos. Es tan simple como eso. Ahí está todo. En esa palabra está todo el espectro de emociones y de formas en las que se siente una persona a lo largo de su vida. Todo está mezclado: la tristeza, la alegría, la rabia, la frustración, la paz, el amor… todo. Es un disco en el que creo que se abarca todo.

A veces nos quieren etiquetar como un grupo político o de compromiso, pero nosotros solo somos un grupo que habla de la vida. Creo que este es un disco en el que se habla más de amor que nunca y de sentimientos desde una manera más desnuda y personal que nunca. A la vez, también hay temas que hablan más de la sociedad. Como te decía, creo que está todo, y nos negamos a que nos encasillen.

La M.O.D.A.

Niego rotundamente que seamos un grupo político, ni un grupo de compromiso social

Has comentado que es el disco más de amor que habéis hecho. Para mí también es quizás el más crudo. Por ejemplo, dices en Conduciendo y llorando, «Admiro a los tallos que no se doblaron al viento»; en Barcos hundiéndose, «Hay personas que niegan a otras poder tener un hogar»; en Banderas sin color hablas de desarraigo… Al final, sin caer en lo que tú decías de «grupo político», sí que parece que en muchas ocasiones dais voz a los perdedores. Sé que no lo hacéis por eso, pero supongo que sois conscientes de la importancia que mucha gente puede dar a vuestras letras.

No lo pensamos porque no pensamos tanto en nosotros mismos o en las consecuencias que tienen nuestras canciones. Hacemos las cosas de manera natural y nunca nos hemos dado esa importancia. Pero también creo que nos sale de forma natural el cantarle a los que más lo necesitan o a los que nadie canta. Hay gente que tiene éxito desde el punto de vista social, que tiene dinero, propiedades, que es de buena familia, que es poderoso o que tiene posibilidades en la vida, y al final esto se resume en David contra Goliat. Nosotros cantamos al que más desigualdad tiene, en todos los sentidos. Eso ya lo cantamos en Hay un fuego y es como nos sentimos.

¿Tú personalmente valoras a los artistas y bandas que se comprometen de esta manera?

Es que nosotros no nos comprometemos con nada. Esto es solo música y letras, no quiero siquiera llamarlo poesía. Es lo que nos sale de dentro. Yo creo que uno tiene que comprometerse consigo mismo, con la verdad que siente y con lo que quiere cantar. Creo que son igual de válidas nuestras letras que las de alguien que haga canciones sobre las 600 flores que hay, por poner un ejemplo. Es igual de importante y de válido. Nosotros no intentamos dar lecciones ni leerle la cartilla a nadie. Que cada uno que piense como quiera y que sea libre. Nosotros cantamos lo que nos pide el cuerpo cantar, pero no queremos ser referentes de nada ni de nadie.

Lo que sí que es cierto es que parece que cuanto más tiempo pasa, más razones existen para seguir en esa línea de cantar a la gente que más lo necesita.

Es lo que te decía antes: nosotros no somos un grupo político ni de compromiso social. Somos un grupo que habla de la vida y en la vida está todo eso. Pero no sé por qué a la gente le llama tanto la atención cuando se habla de la sociedad, de las injusticias, del amor o de la naturaleza porque, al final, todo forma parte de lo mismo. Quizá es que estamos acostumbrados a escuchar canciones que no hablan de nada o que hablan todo el rato de la playa o el sol (por decir algo) y entonces, cuando alguien habla de otra cosa, todo el mundo parece que se alarma.

Pero nosotros no hemos inventado nada porque hay grupos con unas letras políticas de verdad, crudísimas, o con unas letras que hablan de filosofía. Ya te digo que yo niego rotundamente que seamos un grupo político, ni un grupo de compromiso social (que no sé ni lo que es todavía), ni un grupo de amor, ni un grupo de nada. Solo somos un grupo de música, nada más.

Al final habláis de lo que cualquiera pueda hablar en una conversación con un amigo, con su pareja o con quien sea.

O consigo mismo. Lo nuestro está en todo ese espectro de cosas que pueden estar en la cabeza de cualquier persona. No va más allá.

Al principio de la pandemia mucha gente decía que esto nos haría mejores personas. Una vez que parece que lo peor ha pasado, ¿qué opinión tienes al respecto?

Pues la verdad es que no tengo ni idea y huyo de las generalizaciones o de los análisis y predicciones. Creo que eso sí que lo hemos aprendido todos en estos meses: que ha habido mucha gente que ha hecho muchas predicciones y que hay muchos expertos en todos lados, pero que al final es mejor ir ocupándote un poco del día día y dejar esas generalizaciones y análisis a otros. Al final de esto, habrá gente que haya salido mejor persona y los habrá que hayan salido peores.

La M.O.D.A.

Siempre hemos entendido la música sin barreras ni etiquetas

Cuéntame qué esperas de este disco y qué esperas que suceda en vuestro público con él.

Yo lo que espero del disco es que podamos tocarlo y llevarlo al directo. Sea en el escenario que sea, con más o menos público y con más o menos limitaciones. Poder compartirlo con quien quiera venir a escucharlo.

Y en cuanto a nuestro público. Si te soy sincero, es que no sabemos quién es nuestro público. Hay veces que hablas con una persona, lees un mensaje o un comentario de otra, muchas veces después de los conciertos nos hemos quedado a hablar con la gente y, aunque a algunos les conocemos en persona, son tan diferentes entre sí, tan variopintos y es un grupo tan heterogéneo, que creo que ninguno de nosotros sabríamos describir cómo es nuestro público. Y eso está muy guay.

A nosotros nos llena de orgullo que venga un chaval con una camiseta de Eskorbuto o de La Polla Records, y que al lado venga un tío que escucha a Leiva, y que al lado esté un heavy que escuchaba a Iron Maiden y que ha vuelto a los conciertos porque su hijo ha tirado de él, y que al lado haya una chica con su madre… Nosotros siempre hemos entendido la música así, sin barreras, sin edades, sin etiquetas y sin tribus urbanas, que es algo como muy de los 90.

Está muy guay que los chavales que ahora tienen entre 15 y 20 años tengan tan claro esto y que escuchen lo que les da la gana y lo que les mola. Es que creo que nosotros, y sobre todo la gente más mayor que nosotros, nos hemos perdido un montón de cosas por culpa de los prejuicios y las etiquetas, así que está muy bien aprender de la gente más joven y quitarnos todos esos prejuicios.

Es cierto que desde que hablé con vosotros la primera vez, con vuestro primer álbum, siempre habéis mantenido ese discurso. Siempre hablabais de los gustos tan variopintos que teníais, desde el rap, a Berri Txarrak, al rock más duro, etc. Eso se ha mantenido siempre.

Pues sí, hemos hablado ya muchas veces, nos conoces bien desde siempre y nos has visto un poco venir. En otras cosas cambiaremos, como todo el mundo, pero eso lo tenemos claro desde el principio.

Como hemos comentado antes, vuestra anterior gira fue la más multitudinaria que habíais hecho nunca. Ahora, al pensar cuándo se podrán volver a dar ese tipo de conciertos, la incertidumbre es total. Pero este disco tiene todos los mimbres para volver un poco a los formatos reducidos. Al final, muchos grupos, cuando llenan lo que habéis llenado vosotros, les tira mucho volver a los orígenes. No sé si a vosotros también os ocurre.

Entiendo lo que dices, pero en nuestro caso creo que siempre hemos sabido disfrutar de cualquier escenario. La prueba es que, por ejemplo, el año pasado hicimos los cuatro conciertos en los pueblos y fue una experiencia increíble tocar en escenarios improvisados en la calle; y a la vez estábamos tocando en el WiZink Center; a la vez nos hemos ido a salas de México para tocar delante de 150 personas; nos hemos hecho el D.F. en una sala de 600; hemos hecho Dublín o Londres con 800 personas… Nunca nos ha preocupado mucho ser de salas de un tamaño u otro.

Este disco creemos que puede funcionar muy bien en cualquier formato, como hemos pensado siempre de nuestras canciones. De alguna manera, ya hemos probado a tocar un tema como Nómadas o Héroes del sábado en un festival o en una tienda de discos, como ese directo que tenemos en Disco 100 de Barcelona. En el disco anterior, con Salvavida (de las balas perdidas), hicimos los acústicos en tiendas de discos de 25 o 50 personas, los mismos temas que luego se han tocado en el WiZink Center. Creemos que la misma canción puede funcionar en formatos diferentes si se adorna o se arregla de una u otra forma.

Así que, en ese sentido, después de diez años, somos un grupo bastante todoterreno. No somos un grupo veterano, ni mucho menos, nos sentimos como si llevásemos un año y estamos con esa misma ilusión, pero sí que tenemos cierto grado de experiencia ya y creo que el disco va a funcionar muy bien en cualquier escenario.

Supongo que ahora mismo estaréis como leones enjaulados, deseando salir a tocar.

(Risas). Pues sí, totalmente. Al final llevamos desde noviembre sin tocar, desde el WiZink, así que estamos ensayando desde hace un tiempo para estar en forma. Pero sí, estamos como leones enjaulados, deseando que nos suelten pronto y poder tocar.

Para terminar quiero felicitarte porque creo que habéis dado un paso adelante y habéis hecho un disco muy importante en vuestra carrera y creo que el tiempo os dará la razón.

Muchas gracias, de corazón. Con que haya unos pocos más que vean el disco como lo ves tú, nosotros estaremos más que satisfechos. Tú lo sabes mejor que nadie, que lo escuchas desde fuera y nos conoces desde hace tiempo, que esto tiene su riesgo y que podíamos haber intentado hacer Héroes del domingo y Héroes del lunes, pero estaríamos amargados (risas).

AUTOR

Javier Decimavilla
Javier Decimavilla
La música nos puede salvar la vida o al menos mejorarla. Bob Dylan, Neil Young, David Bowie, The Beatles o The Rolling Stones, entre otros, nos llevan enseñando el camino a la felicidad desde hace décadas.

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