Sáb 18 enero 2025

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Crónica de Xoel López en Madrid (WiZink Center, 2023)

Fotografías: Alejandro García-Cantarero

La libertad creativa es un bien tan preciado en la actualidad como, en ocasiones, escaso en nuestro panorama musical. Unas veces el propio mercado marca la tendencia de las bandas, otras son los propios artistas los que se encorsetan en una fórmula o estilo en el que se siente cómodos, pero lo cierto es que no son tantos los que gozan de una total apertura de mente que les permita transitar caminos diferentes con cada disco. Quizás Xoel López sea el artista español que mejor ha sabido hacer esto, liberándose de prejuicios, etiquetas y expectativas.

El último álbum del músico gallego, Caldo espírito (2023), evidencia todo esto, con una colección de canciones que beben de tantos lugares, géneros y sonoridades, que parece un compendio de todo lo vivido por Xoel desde que emprendió esta aventura al margen de Deluxe, hace ya más de diez años. Los temas de su más reciente trabajo eran el leitmotiv del concierto que dio en el WiZink Center de Madrid, como única fecha de presentación hasta el momento, pero hubo mucho más y la noche se convirtió en un maravilloso viaje por toda la carrera del compositor.

Entre el baile, la nostalgia y la emoción

El arranque fue calcado al de Caldo espírito, encadenando las tres primeras canciones para empezar a entrar en materia. Quizá eso hizo que al público le costara un poco meterse, pues Albatros a pesar de ser una joya dentro de su discografía, no tiene la pegada de otras y Salitre y humo y Esto no es amor aún no se han situado entre sus clásicos, como sí lo han hecho otros temas del disco (Fort da, por ejemplo). Pero estas canciones sirvieron para tomar la temperatura a la noche y así empezar un show que mezclaría a la perfección los momentos nostálgicos y emotivos con los más festivos y bailables.

Es precisamente esa faceta más «bailonga» la que Xoel ha ido explotando poco a poco en sus directos de un tiempo a esta parte, y ya es innegable que ese traje le sienta de maravilla y él mismo se muestra cómodo vistiéndolo. Tras Si mi rayo te alcanzara y Mágica y eterna, acometió tres piezas de esas que son ya imprescindibles para sus seguidores, extraídas de sus monumentales primeros discos (Atlántico y Paramales). Hombre de ninguna parte, Todo lo que merezcas y Por el viejo barrio terminaron de enganchar a los más remolones para hacer que, desde ese momento, público y banda fueran uno hasta el final.

Una banda brillante

Y hablando de banda, es imposible disociar a Xoel López de los músicos que le acompañan. Puede que la formación cambie de vez en cuando por diferentes cuestiones, pero algo que siempre consigue el coruñés es reunir un grupo profesional y humano que, en torno a su figura, disparan las canciones a otros niveles, mejorando aún más si cabe las versiones de estudio recogidas en los discos. En esta ocasión, Adrián Seijas (teclado), Chapo González (bajo), Mara Rubio (guitarra) y Fer Lamas (batería), ejercieron de escuderos de lujo arropando durante todo el concierto al cantante con su maestría con los instrumentos y su contundencia y exquisitez a los coros. A ellos se unieron Tuli y Gato Charro (vientos) en un gran número de temas y el que fuera batería de Deluxe, Roberto Lozano, en las canciones que interpretaron de la mítica banda.

Ya anunció Xoel que el concierto sería largo y cargado de emociones, y no exageró un ápice. Buena muestra de ello es el «concierto dentro del concierto» marcado por los cinco clásicos de Deluxe que sonaron, y que fueron un regalo para los que se hubieran quedado sin poder asistir a alguno de los puntuales conciertos de reunión que han llevado a cabo en los últimos meses. Imposible no volver a emocionarse y a dejarse llevar por la nostalgia con canciones como Historia universal, Reconstrucción o Que no, pero si hubo un momento que permanecerá para siempre en la retina de los allí presentes fue cuando Morgan acompañaron a Xoel en El cielo de Madrid. No descubrimos nada si hablamos de lo sobrecogedor que es escuchar cantar a Nina en directo, pero en este momento se originó una magia indescriptible en el recinto. Había que vivirlo para poder saber lo que se sintió.

El inicio de todo

Tras el pequeño set dedicado a Deluxe, Xoel y su banda regalan al público una de esas canciones que son ya, por derecho propio, de lo mejor que se ha hecho en España en los últimos años, un tema que trasciende a su propio creador, pero que le representa a la perfección. La canción con la que empezó todo (no fue casualidad, por tanto, que llegara justo después de los temas de su anterior banda) cuando Xoel estuvo viviendo en Argentina y reinventándose como artista antes de publicar su primer álbum en solitario. Por muchas veces que uno la escuche o la vea en directo, Tierra nunca deja de emocionar, tiene esa magia intangible que la hace inmortal y de la que pocas composiciones pueden presumir.

Otro de los momentos reseñables del show fue la aparición de Repion sobre el escenario, para interpretar junto al músico coruñés Elevarte caer, tal y como la registraron para Caldo espírito, con una enorme garra y pegada. Conviene destacar que las hermanas Iñesta han publicado este año un álbum homónimo con el que demuestran que son uno de los nombres con mayor proyección en la escena del rock alternativo de nuestro país.

Un viaje emocionante

El concierto de Xoel López, como toda su discografía desde que firma los discos con su propio nombre, fue un excitante viaje por diferentes latitudes, con sonoridades y ritmos latinoamericanos, piezas de pop luminoso marca de la casa y una mirada siempre cariñosa y agradecida a su tierra. De hecho fueron tres los temas cantados en gallego: A serea e o mariñeiro, Xiana y Paxaro do demo, esta última como sentido homenaje a su abuelo y la aldea de Pin que le vio nacer.

La riqueza de nuestro país y del mundo en que vivimos radica en esa diversidad lingüística y cultural que tan bien encarna el bueno de Xoel en su universo creativo. Es por eso que siempre es emocionante verle navegar entre tantos estilos y pasarlos por su propio tamiz artístico, haciéndolos suyos. Fue realmente bonito verle enfrentarse al público del WiZink armado únicamente con la guitarra acústica para interpretar Xiana, la bellísima canción que cierra Caldo espírito y que terminó con la incorporación de todos los músicos en torno al micrófono.

Es indudable que Xoel López está en estado de gracia, en una forma envidiable a nivel creativo y con un sentido tan desprejuiciado de la música que no resulta extraño ver a sus músicos disfrutar y divertirse durante las dos horas que dura el concierto. Las sonrisas cómplices, las miradas al público, los bailes… son incontables los detalles que denotan la conexión personal y profesional que se vive sobre ese escenario. El cantante gallego ha sabido dotar de una personalidad propia a sus composiciones a base de años de investigación y ganas de sorprender a los demás y a sí mismo. En cualquiera de sus versiones, su solvencia y elegancia sobre las tablas es ya incuestionable.

Setlist Xoel López:

  1. Albatros
  2. Salitre y humo
  3. Esto no es amor
  4. Si mi rayo te alcanzara
  5. Mágica y eterna
  6. Hombre de ninguna parte
  7. Todo lo que merezcas
  8. Por el viejo barrio
  9. Glaciar
  10. Paxaro do demo
  11. Simone
  12. Historia universal
  13. El cielo de Madrid (con Morgan)
  14. Reconstrucción
  15. Que no
  16. Tierra
  17. Faneca brava
  18. De piedras y arena mojada
  19. Ochomil
  20. A serea e o mariñeiro
  21. Elevarte caer (con Repion)
  22. Ningún nombre, ningún lugar
  23. Lodo
  24. Xiana
  25. Forta da
  26. Tigre de bengala
Javier Decimavilla
Javier Decimavilla
La música nos puede salvar la vida o al menos mejorarla. Bob Dylan, Neil Young, David Bowie, The Beatles o The Rolling Stones, entre otros, nos llevan enseñando el camino a la felicidad desde hace décadas.