InicioConciertosCrónica Sónar 2022: ellas lideran el presente y futuro de la música

Crónica Sónar 2022: ellas lideran el presente y futuro de la música

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Sábado 18 de junio: Maria Arnal i Marcel Bagés, Arca, The Chemical Brothers…

De camino al tercer y último día de este Sónar 2022 no podíamos dejar de pensar en lo corto que se nos había hecho. Posiblemente ya que hacía tres años que no habíamos podido disfrutar de uno, imaginarnos que de golpe ya se acababa nos daba un poco de penita, y ya nos estábamos imaginando en el del año que viene… ¡Pero espera! Que aún nos quedaba un día lleno de nuevas experiencias, proyectos y conciertos. Así que entramos en el Sónar de Dia para ver qué nos tenía preparado en su última jornada.

El encargado de iniciar nuestro sábado musical fue serpentwithfeet, artista a quien le tengo un aprecio especial y que aún no había podido ver en directo. Quizás no es un nombre conocido para varios de vosotros, pero el americano tiene un talento sublime que a enamorado a artistas como Björk o Trey Songz. El artista apareció encima del escenario, con todo su estilo, y el SonarHall se convirtió en una iglesia liderada por serpentwitfeet y en la que se celebraba el amor negro y gay. Ahora en acústico solo el teclado y su voz, ahora acompañado de la música que pinchaba su DJ… En un magnífico recital de una hora el artista fue relatándonos historias de amor, sexo y relaciones humanas a través de sus composiciones de R&B contemporáneo en las que, por encima de todo, brilla su cálida y tierna voz. Escuchadlo una vez y os enamoraréis al instante. Me declaro seguidor de la iglesia de serpentwithfeet.

A continuación nos desplazamos hasta el SonarPark y cambiamos completamente de ambiente con el directo que ofreció una de los fenómenos más importantes de la música urbana nacional: Morad. Sin una discográfica detrás, sin sonar en las radios, de manera autogestionada y orgánica, el joven de Hospitalet ha conseguido infiltrarse en los charts como uno de los artistas más escuchados del país. Y, como todo fenómeno, no está libre de polémicas. No obstante, el concierto que dio en el Sónar fue de un notable alto, reuniendo a una gran cantidad de público, que no dejó de saltar y entonar junto al rapero algunos de sus (ya) himnos, como PELELE o Normal. Morad, además de interactuar con el público para introducir cada una de sus canciones, no flaqueó en ninguno de sus rapeos y se fue moviendo en todo momento a lo largo del escenario animando a los asistentes. La beats de sus piezas que van del drill al trap y del rap clásico al UK garage conseguían petar aún más fuerte en directo, consiguiendo hacer vibrar a todos los que lo escuchaban, ya fuesen seguidores o curiosos que lo veían por primera vez.

Seguimos el Sónar de Dia con una de las propuestas más esperadas de la presente edición del festival barcelonés. ¿Cuál? El espectáculo especial que crearon Maria Arnal i Marcel Bagés para el Sónar, titulado Hiperutopia. Este se trata de un viaje especial por su segundo y magnífico álbum de estudio, Clamor, acompañados por el músico David Soler y el Cor de Noies de l’Orfeó Català. En un momento el escenario del SonarHall se llenó como nunca antes lo había hecho. Pero la pista también estaba igual de llena, ya que los catalanes reunieron uno de los públicos más grandes que tuvo este escenario en el Sónar 2022. Tanta expectativa valió la pena: Hiperutopia fue EL ESPECTÁCULO de la presente edición del festival barcelonés. Como ya habíamos vivido en su anterior gira, Clamor tiene una fuerza increíble en directo, aún más acentuada gracias a la voz y presencia de Maria Arnal. Pero además, en esta ocasión, la unión con el coro de más de 30 chicas daba como resultado una escena mágica y poderosa difícil de transmitir. Todas las voces se convirtieron en un solo cuerpo que nos mostraba como no somos nadie sin los demás y de la importancia del amor para seguir adelante. La música nos arrastró a todos y también pasamos a formar parte de esta entidad llamada Hiperutopia. El recorrido de este viaje, que también vino acompañado de una sorpresa de Holly Herndon que tomó forma como un especial instrumento que creó para la ocasión, acabó en una gran fiesta, un gran éxtasis: Maria saltaba y sonreía, todo el coro también se puso a saltar lleno de energía y alegría y nosotros, hipnotizados por toda su magia, nos dejamos llevar y también saltamos hasta más no poder. Por unos minutos, todos los problemas desaparecieron y la música nos unió en un canto al amor y a la fraternidad.

Salimos un moment a que nos tocase el aire, necesitábamos unos minutos para acabar de procesar todo lo que nos había hecho sentir el espectáculo creado por Maria Arnal i Marcel Bagés. Bebimos un poco de agua y, ya con los pies de nuevo en la Tierra, nos dirigimos de nuevo al SonarHall para, esta vez, sudar la gota gorda. Era el momento de perder los papeles y entrar en el rap surrealista del iconoclasta artista estonio Tomm¥ €a$h. No hay ninguna duda que es un showman del absurdo. En su concierto cantas, saltas y ríes a partes iguales. Si no es por alguno de sus movimientos o de sus letras, seguro que será por las imágenes que acompañan cada una de sus canciones. Sus actuaciones en directo contemplan el mundo moderno a través de la lente del high-camp para crear una suerte de surrealismo digital adaptado al siglo XXI. Tomm¥ €a$h empezó el set por todo lo alto y con mucha energía, con la canción X-RAY, y a partir de allí fue repasando varios de los temas (con un cambio de look en medio) que lo han llevado hasta su estatus actual: de Pussy Money Weed hasta Winaloto pasando por su explosiva colaboración con 100 gecs y Hannah Diamond, xXXi_wud_nvrstøp_ÜXXx. Como no podía ser de otra forma, Tomm¥ €a$h quiso acabar el concierto de una forma única: obligando a crear un pogo immenso (de más de 10 metros de diámetro) en el que, antes de explotar, los que lo formaban tuvieron que ir corriendo en círculos un buen rato. El estonio se convirtió en el líder de una auténtica locura (y gozada) de espectáculo y nosotros, encantados, seguimos cada una de sus órdenes.

Cenamos algo en los food trucks de Fira Barcelona Plaça Espanya y luego, sin darnos cuenta, ya nos encontrábamos en el autobús que nos llevaba hasta el Sónar de Noche. La emoción se iba apoderando poco a poco de nuestro cuerpo. ¿La razón? Estábamos a punto de volver a ver, siete años después, uno de los mejores directos de electrónica del mundo en el escenario SonarClub. Sí, estamos hablando de The Chemical Brothers. Con toda su larga trayectoria y experiencia, uno sabe de seguro que disfrutará como un niño en el directo de los británicos. Presentando un grandioso espectáculo audiovisual en vivo producido por los artistas visuales Adam Smith y Marcus Lyall, la pareja formada por Tom Rowlands y Ed Simons encendió la máquina y a partir de allí, sin freno, se fueron enlazando algunos de los mayores himnos de la música de baile. Sí, sí, seguramente todas esas canciones de The Chemical Brothers que tienes en la mente sonaron: Hey Boy Hey Girl, Block Rockin’ Beats, Swoon, Galvanize, Go… Todos ellos son auténticos bangers que el público conoce y que sabe perfectamente en que momento explotan y sueltan el drop cada una de ellas, creando una mayor sensación de éxtasis cuando llegan. Mucho sudor y muchas endorfinas se soltaron en ese directo de hora y media. No hace falta que lo demuestren, pero The Chemical Brothers siguen estando en plena forma 30 años después de su formación.

Ahora no pudimos descansar, nos fuimos corriendo al SonarPub para no perdernos ni un ápice del espectáculo que tenía preparado Arca para su debut en el Sónar de Nit. Ya hace años que hay una gran relación entre el festival barcelonés y la artista, quien ha actuado, si mis cuentas no fallan, en cuatro ocasiones: tres en el Sónar de Dia y una en el Sónar+D. Pero esta era su primera vez en el Sónar de Nit. He tenido el placer de verla en todas ellas y nunca sabes qué te puedes esperar de la artista venezolana. Arca es hoy uno de los talentos musicales más transformadores del mundo, y sus directos, igual que su música, no dejan de mutar. Y aún era más difícil de imaginar qué escucharíamos en aquellos 60 minutos cuando el año pasado Arca publicó de golpe 4 discos. El espectáculo que nos ofreció compartía totalmente la esencia del Sónar: parte de música en directo, parte de DJ, el arte visual, uso de la tecnología… La artista salió al escenario y dedicó los primeros minutos a repasar alguno de sus temas más recientes, como Rakata, Prada, KLK o El Alma Que Te Trajo, canción que había publicado pocos días antes junto a Safety Trance (Cardopusher). Cada una de ellas fue muy bien recibido por un público totalmente entregado. Ella, visiblemente emocionada de volver a reunirse con sus mutantes (nombre que reciben sus seguidores), iba interactuando con el público, animándolo y seduciéndolo.

El directo de Arca siguió con ella pinchando, en vivo, uno de esos sets que tanto la caracterizan y en el que se puede ver el corpus creativo de su particular sonido: música de club, el ruido experimental y la tradición sonora latina. Un tour de force que iba ampliando los límites sonoros de la música en directo contemporánea. Parte de los directos de la artista beben de la improvisación o, más bien, de lo que ella sienta que toca hacer o el público quiere. Por ejemplo, cuando quedaban 10 minutos, dejó al público escoger si queríamos que siguiese pinchando o que improvisase un poco en el teclado: todos gritamos lo segundo. Sirvió para darle un toque mucho más íntimo en el final de este encuentro ente los mutantes y su madre. Quizás a algunos les podía sorprender este ritmo general más improvisado y caótico; pero yo no puedo dejar de verlo como la autenticidad del momento y de la propuesta de Arca. De hecho, no negaré que para un servidor fue uno de los mejores conciertos del festival (días después mi mente sigue allí) y que ya me muero de ganas de ver con qué nos sorprenderá la próxima vez. Tengo claro que será algo bien distinto ya que Arca, como la vida misma, no deja de fluir y transformarse constantemente.

Qué actuaciones más variadas y potentes estábamos viviendo en el último día del Sónar 2022. Un buen ejemplo de lo que el festival acostumbra a ofrecer, las propuestas más innovadoras y transgresoras pero sin dejar la mano a los sonidos clásicos que han cimentado todo lo que ha venido después. Como aún teníamos fuerzas para mantenernos en pie y nuestras zapatillas seguían en su puesto, no dudamos en entrar de lleno en lo que sería nuestro último rodeo en la 29º edición del Sónar. Y el encargado de poner la banda sonora a este momento fue Joy Orbison. Aún me acuerdo como el británico sacudió el panorama de la electrónica internacional cuando en 2009 publicó su (monumental) primer single Hyph Mngo y, 13 años más tarde, sigue sonando tan actual como entonces. Para esa calurosa noche de verano en Fira Barcelona Gran Via, Joy Orbison nos preparó una sesión de 2 horas que convirtió el SonarPub en una auténtica pista de la mejor música de baile underground. La batuta se iba moviendo entre piezas que bebían del house, el dubstep, el UK garage o el oldschool jungle y nosotros lo seguíamos todo moviendo nuestro cuerpo. Y así, hasta salió el último sonido de la mesa de mezclas de Joy Orbison y, con él, cerramos esta gran edición del Sónar.

Salimos del recinto, nos despedimos del festival que tantos buenos momentos nos ha dado y empezamos el recuento de los días que faltaban para el Sónar 2023… ¡Nos vemos el 15 de junio!

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