InicioEntrevistasAmaro Ferreiro: “A veces, uno escribe sobre otros para no enfrentarse a...

Amaro Ferreiro: “A veces, uno escribe sobre otros para no enfrentarse a sí mismo directamente” (2020)

-

Fotografía: Alejandro García-Cantarero

Por todos es conocida la faceta compositiva y musical de Amaro Ferreiro, sobre todo como fiel escudero de su hermano Iván, pero su carrera en solitario no es nada desdeñable desde que en 2007 publicó La ciudad de las agujas, su primer larga duración. Tras él, llegó Biólogo (2016) y ahora por fin conocemos su tercer álbum, el fantástico Personajes secundarios publicado hace pocos días.

Amaro tiene la capacidad de crear pequeñas historias plagadas de profundidad y de reflexión. No deja cabos sueltos y materializa unas canciones imperecederas, repletas de magia y de distintas lecturas que hacen que cada escucha sea una nueva experiencia. En Personajes secundarios, el menor de los Ferreiro ha dado rienda suelta a toda su creatividad y ha facturado su mejor álbum hasta la fecha, el más personal y brillante.

Unos días antes de la publicación oficial de Personajes secundarios, nos encontramos con Amaro Ferreiro en pleno centro de Madrid, a escasos metros de su casa, en una de las primeras entrevistas promocionales que concede con motivo de su nueva obra. El autor de estas canciones se muestra ilusionado y satisfecho con el resultado, pero con cierto nerviosismo ante lo que está por venir. La conversación, como se puede leer a continuación, llegó a lugares inesperados y verdaderamente interesantes.

Llevo varios días escuchando el disco y tengo que decirte que creo que necesitaría más tiempo aún para poder asimilar todo, para poder entenderlo mejor y para descubrir nuevos enfoques, ya que en cada escucha he sacado cosas diferentes.

Yo creo que, efectivamente, no es un disco de consumo rápido. Creo que es importante hacer discos que perduren y que lo hagan más allá de una semana. No voy a decir que este sea un disco eterno pero me interesa que tenga un recorrido, que vaya más allá de una temporada, un trimestre o una lista de reproducción de «lo mejor de». No son cosas que haya hecho de manera consciente pero después me doy cuenta de que yo tampoco quería que esto sonara a otra cosa. Para mí lo más importante era que este disco fuera personal.

Una vez que has visto el resultado final, supongo que te has visto reflejado al 100% en él.

Para mí es el mejor disco que he hecho hasta la fecha. Supongo que es normal porque, si para ti tu mejor disco es el primero, es que algo has hecho mal. Lo que sí que es cierto es que este disco es el que más refleja mi personalidad. Creo que los anteriores discos reflejaban solo una parte pequeña de mí y que en este se refleja más quién soy yo. Siempre que he hecho un disco en solitario me he quedado con una sensación un poco amarga, porque en el fondo lo escuchaba y no me veía reflejado por completo. En cambio, ahora que he terminado este, es como si todo lo anterior tuviera sentido. Ahora vivo tranquilo con mis otros discos porque he llegado a este.

La primera pregunta del disco en sí es casi obvia leyendo el título del álbum, pero ¿de dónde nacen estos Personajes secundarios?

Aún no tengo el discurso estandarizado para esta pregunta y sé que me la harán mucho. En primer lugar hay que decir que, cuando yo trabajo con Iván, él siempre pone el título del disco lo primero y así se acota muy bien. Nos ponemos a trabajar y él me dice por ejemplo: «El disco se va a llamar Canciones para el tiempo y la distancia», eso para él es ya una regla que encierra todo lo que va a pasar después. A veces también me dice «el disco se va a llamar Viaje a Dondenosabidusientan» y yo le digo «No, se va a llamar Casa» (risas), Así que yo también le guío un poco. A diferencia de Iván yo, como nunca me quiero dar cuenta de que estoy haciendo un disco, siempre dejo para el final el título.

El título de Personajes secundarios viene de cuando Rayden vino a grabar Ángeles fósiles a mi casa. La voz que escuchas está grabada en mi propia habitación y no la quisimos repetir en el estudio porque creo que ya tenía la magia que buscábamos. Cuando grabó su toma, creo que era Semana Santa y estaba preocupado porque por el micro entraba la procesión que había en la calle; de hecho creo que él aún la sigue oyendo, aunque yo no oigo nada… (risas).

El caso es que este es un disco que yo he hecho desde casa y el orden viene ya predeterminado, así que cuando Rayden vino, le puse varias cosas que estaban ya hechas y fue él quien me dijo «¿te das cuenta de que todas las canciones hablan de un personaje secundario?». Yo creo que él lo vio desde el punto de que no es un disco que tiene el ego de un artista, en el que siempre está contando su movida desde el «yo». Aunque yo estoy contando la mía, igual lo hago tangencialmente, desde otro sitio, y yo no me había dado cuenta de todo eso. Pasados unos días fue cuando me di cuenta de esto que me dijo Rayden y le puse el título de Personajes secundarios al disco.

Amaro Ferreiro

Los personajes secundarios son los que enriquecen toda historia

¿Por qué crees que es necesario reivindicar a los secundarios? No me refiero solo al ámbito musical o cultural, sino a la propia vida. Al final son los personajes secundarios los que dan sentido a los principales.

Yo creo que los secundarios hacen interesante al personaje principal. Es cierto que oyes las canciones y todas tienen un personaje secundario, pero en el fondo creo que conceptualmente el disco habla de un tipo que soy yo, que soy un personaje secundario y que quiero convertirme en un personaje principal por medio de la música. Para eso hago todo un camino y, en el fondo, cuando consigo ser el personaje principal, la vida me lleva a ser personaje secundario otra vez. Yo creo que los personajes secundarios son los que enriquecen toda historia.

Como te he dicho al comenzar esta charla, a cada nueva escucha descubro algo nuevo en el disco, algún enfoque diferente de las canciones, alguna frase en la que no había reparado antes, etc. Háblame del origen de estas canciones, de cómo las has trabajado y de cómo te has metido en ellas a la hora de componerlas. Me da la impresión de que no son canciones que hayas escrito de una sentada o en una noche.

Es totalmente cierto. Se trata de canciones hechas a fuego muy lento. Quizás la letra a veces va rápido pero todo lo que es la música tarda mucho, aunque otras veces pasa al revés. Lo que está claro es que en ningún caso son canciones hechas con prisa ni con inmediatez. Pero de alguna manera, en el fondo sí que son espontáneas: es decir, que tardan en cocerse pero cuando tienes la idea se escriben más o menos rápido. Por ejemplo Angeles fósiles la empecé a hacer grabando cosas en casa y es un poco de lo que habla la propia canción, de algo medio alquímico: que vas grabando una cosa, luego haces otra, después filtras una batería, etc. Yo tenía la melodía pero tardé dos años en saber qué letra le iba a esa melodía. Eso sí, el día que dije «va sobre esto», de repente «¡pum!».

24H, en cambio, es una canción hecha de manera más rápida, con la guitarra, haciendo la letra y la melodía a partes iguales. Pero después la producción, que la hice con Iván en su casa, fue con mucha calma. Realmente es una maqueta de la que estamos muy orgullosos. Es sin duda la mejor que hemos hecho nunca e inaugura una nueva manera de maquetar y hacer las cosas. 

En general, todas las canciones fueron muy reposadas: primero una idea con la guitarra, después entendiendo de qué quiero hablar… es como ir subiendo los peldaños poco a poco. Suelo decir que este disco se compuso durante tres años. No es el rollo ese de tener las canciones e ir a un estudio a grabarlas. En el estudio solo hubo una labor de mejorar lo que ya había, pero la maqueta ya estaba muy dirigida en cada canción, porque cada vez que estaba en mi casa maquetando o grabando algo, ya estaba pensando en el disco. Creo que he dejado atrás esa manera de trabajar de tener las canciones y luego al estudio a grabarlas; ahora creo que estoy grabando todo el rato.

Por ejemplo, Madrid en la actualidad es una canción que quedó fuera de Biólogo porque aquel era un disco que se hizo con acústica y esa canción ya era con una eléctrica, así que no tenía sentido. Pero cuando yo tenía seis o siete canciones, de repente un día me acordé de este tema y se lo dije a Iván. Fui a su casa, abrimos el ordenador y ahí estaba la maqueta. A partir de ahí empezamos a cambiarla, Iván metió su arreglo y, de repente, ya tenía otra canción más. Además, conceptualmente tenía mucho que ver con el personaje secundario. Es por eso por lo que digo que tardé tres años en hacer este disco, porque ya estaba terminando el anterior pensando en hacer el siguiente.

Amaro Ferreiro

He empezado a disfrutar de mi ordenador, de mi pequeño estudio y de armar las cosas yo mismo

Precisamente te iba a preguntar por el hecho de tardar tres años en grabar el disco. Ahora lo entiendo. No es que sean tres años de grabación como tal, sino que ha sido un proceso de hacer las cosas a fuego lento y madurando las canciones.

Y muchas de las cosas que suenan en el disco están grabadas en casa. Después, en el disco Ricky (Falkner) mete un bajo increíble, Mole (Xavi Molero) mete su batería, metemos un piano y muchas más cosas… pero hay muchas pistas que vienen de casa. Por eso creo que este álbum tiene esa mezcla entre lo artesanal de la maqueta y lo técnicamente mejor del estudio.

Al final, tanto tu hermano como tú tenéis últimamente esta manera de trabajar. Haciendo las cosas desde casa, así ha ocurrido también en los últimos discos de Iván.

Grabar y componer son la misma cosa. Y, aunque esto lo llevamos haciendo toda la vida juntos, ahora por primera vez lo hago yo más en solitario. Yo también he empezado a disfrutar de mi ordenador, de mi pequeño estudio y de armar las cosas yo mismo.

El álbum se abre con 24H. Me parece una canción en la que haces balance del paso del tiempo y dices cosas como «se escapan los días» o «daría la vida por otras 24 horas más». Es una letra que parece un poco pesimista o al menos suena a resignación. ¿Es tanto como parece?

En realidad no creo que sea pesimista. Habla de un tipo que se da cuenta de que, si quiere hacer lo que realmente quiere hacer, tiene que apostar en serio. Para mí este es un disco de reivindicación sobre mí mismo. Es en plan «vale, que sí, que haces canciones guays. Pero si quieres hacer lo que realmente haces, tienes que asumir todos los riesgos. Ya está bien de ensayar y de probar, tienes que hacerlo con todas las consecuencias».

También esta es una canción hecha tangencialmente, porque yo la compuse para Eurovisión. En mi mente quería que Alfred y Amaia ganaran Eurovisión cantando 24H. ¡Y creo que hubieran ganado! (risas).

¿En serio pensabas en ellos al componerla?

Para mí es una canción sobre la resignación de ellos porque, en el fondo, yo la escribí y todo lo que trata la canción ha sucedido después: que al fin y al cabo es una relación que no ha seguido hacia adelante. En el fondo este sueño duró varios meses, esa canción estaba ahí y, de repente, un día me di cuenta de que realmente hablaba de mí. A veces uno escribe sobre otros para no enfrentarse a sí mismo directamente. Pero al final, la canción dice «tío, tómatelo en serio, ya basta de ensayar, tírate a la piscina. El escenario ya te está esperando y tienes que dar lo mejor de ti».

Homicidio involuntario, de alguna manera, podría estar incluida en cualquier disco de Iván. De hecho ese fraseo me recuerda a algunos temas como Tristeza, por poner un ejemplo. Cuando compones o piensas en tu música, ¿te resulta sencillo disociar tus dos proyectos principales? Pensar: esta canción para mí, esta para Iván…

Esto es una pregunta que me hacen todos los años y cada año cambia. Seguramente en otras circunstancias 24H, Homicidio involuntario o algunas otras, se habrían ido a un disco de Iván. Pero resulta que llegamos a un punto en el que Iván, después de una gira muy larga, tiene que descansar e irse de vacaciones y yo tengo una serie de canciones que en el fondo, necesito enseñar. Homicidio involuntario no es una canción que se pueda guardar tres años.

La política no trata de ver quién gana, sino de pactar con todos

¿Te refieres a que el hecho de que una canción vaya a un disco u otro lo marca más el tiempo que la canción en sí misma?

Quizá en este caso lo que marca es que yo me he empeñado en grabar estas canciones. Homicidio involuntario es una canción muy especial porque yo solo escribí la letra y fue Iván, con Nico Pastoriza, el que hizo la música y la melodía. Es una canción que yo escribí en Madrid, se la mandé por mail a mi hermano e Iván la compuso en una tarde. Fue mandar un mail por la mañana y recibir por la tarde un mp3. Yo también quería que en este disco hubiera algo así, que yo pudiera interpretar algo que no he escrito enteramente.

Otra canción que me ha llamado la atención es Vota al amor. Me parece casi un grito de esperanza. En ella dices: «No votes centro, no votes ultra». En estos tiempos tan convulsos políticamente parece aún más grande la necesidad de aferrarse a este tipo de sentimientos. ¿Votar al amor es lo que finalmente nos puede salvar de tanta apatía y confrontación?

Lo que está claro es que somos unos adolescentes democráticos, aún no sabemos bien cómo funciona la democracia. Creemos que votamos para ganarle al otro, pero en realidad votamos para ver cuánta representación tiene cada uno y que luego, entre esa gente, se pongan de acuerdo. Hemos vivido muchas cosas de vetos o de «nunca pactaré con este», cuando al final de lo que se trata es de pactar todos. Hay que hacer política. Si solo ganas y haces lo que te da la gana, eso no es política. 

Pero bueno, esta canción es una imagen de cómo va el mundo. Al final hay ese giro en el que canto en inglés, que es como un homenaje a la primera democracia del mundo, que es la británica. Ellos no son unos adolescentes democráticos pero tampoco les va mucho mejor que a nosotros (risas). Al final te das cuenta de que no es una cuestión de edad sino que en estos tiempos vivimos una especie de micro-fascismos. Todo el mundo quiere hacer su pequeño fascismo contra el de al lado y eso es muy peligroso.

También hay un pequeño discurso en medio de la canción que parece Hitler.

Efectivamente, es Adolf Hitler porque, en el fondo todos llevamos un pequeño Hitler dentro y parece que últimamente todo el mundo lo quiere sacar. Ese discurso lo introdujo mi hermano y luego también introdujo, al final de la canción, a Los Payasos de la Tele. Esto representa un poco la telecracia que vivimos cada día: a veces pones la tele y parece que creen que todos somos idiotas.

Desesperadamente fue el primer adelanto del disco y sirvió como banda sonora de la película Litus. Cuéntame cómo surge la idea de esta canción. Creo que viene de una letra que teníais tu hermano y tú guardada y que terminasteis tras leer el guion.

Es una canción que también tiene mucho tiempo, seguramente tres años, y que ha tenido muchas formas. Es una canción muy pop y que da gusto tocar, pero al final tienes que escoger muy bien de lo que va a hablar. El caso es que esa canción nunca llegaba a un lugar satisfactorio y, cuando Dani de la Orden nos propuso hacer la canción para Litus, al leer el guion dije: «ya tengo el camino». Al final es lo que te decía antes con 24H, que uno no es capaz de escribir sobre sí mismo y necesita la excusa de hablar sobre otra cosa.

Esta canción, aunque habla de Litus, para mí es súper personal y habla de una pérdida, porque ya tienes una edad y hay amigos que se van. También es una canción muy ambigua porque no creo que la muerte esté implícita en la letra, sino que también da pie a una relación que se acaba o a algo mucho más abierto. Entonces es una canción que se tardó mucho en hacer pero que al final ha adquirido la forma que tenía que tomar.

Amaro Ferreiro

Hay artistas que cuando los oyes, son tan sublimes, que te quitan las ganas de trabajar

Doppelgänger ya solo por el título llama la atención. Yo no sabía a qué se refería esa palabra, lo he consultado y, al saber lo que significa, la canción ha tomado sentido en mucho lo que dice: habla de dos mundos, de la dualidad de un personaje y su doble o imagen… En cierto modo, ¿crees que todos tenemos dos mundos dentro de nosotros?

Estoy completamente seguro. Yo creo que Doppelgänger es el gran tema universal de siempre pero últimamente se ve mucho en el cine, por ejemplo. Érase una vez en… Hollywood es un Doppelgänger, El Quijote es un Doppelgänger… Todo es Doppelgänger. Yo realmente lo saco de Twin Peaks, que fue lo que me inspiró esta canción. Es que la temporada 3 es una de las grandes obsesiones que he tenido en los últimos años. Twin Peaks es una serie que al final es la lucha eterna entre el bien y el mal.

Empecé a hacer la canción como un ejercicio de estilo basado en Twin Peaks, porque en la tercera temporada todos los capítulos acaban en un bar que se llama The Bang Bang Bar y toca un grupo. Es una especie de metáfora porque es un bar de tercera, de un pueblo perdido de Estados Unidos, donde tocan grupos increíbles cada noche y siempre está lleno, que es algo que no sucede ni en Madrid todas las noches. Entonces empecé a hacer la canción pensando en que pudiera sonar en el Bang Bang Bar, fui cogiendo alguna frase de Twin Peaks y al final es mi resumen de la serie.

Si me preguntas cuánto he tardado en hacer esta canción yo no te contestaría que he tardado un año o tres años, sino que he tardado 25 años, que es el tiempo que ha pasado desde que vi la primera temporada hasta que he visto la última. Es increíble a veces pensar que una canción de tres minutos has tardado 25 años en hacerla.

Además dices algo muy interesante en la canción: «Somos como el soñador que sueña y vive dentro del sueño».

Ese es uno de los leitmotiv de la tercera temporada de Twin Peaks. Monica Bellucci dice: «Somos un soñador que vive dentro de un sueño, pero ¿quién es el soñador?». Esa frase tan enigmática ha traído cola y yo he tratado de resolverla en esta canción (risas).

Ángeles fósiles está inspirada en Alan Moore y en su libro del mismo título. Háblame un poco de la influencia de este autor en tu vida. ¿Por qué es tan importante para ti?

A mí, siempre que me han preguntado cuáles eran mis influencias, me ha resultado muy difícil responder, porque yo creo que no tengo unas influencias musicales muy claras. En este disco sí que creo que están mis influencias realmente, y son muy variadas. Está claro que una es David Lynch porque tanto Doppelgänger como Adorado pez están basados en su obra. Pero cuando hice Ángeles fósiles me di cuenta de la influencia que tenía Alan Moore en mi vida. Podemos hablar de música, pero en el fondo el único autor que he seguido desde que tengo 13 años hasta ahora, que me he comprado su último libro hace un mes, es Alan Moore. Me ha acompañado toda mi vida.

Hay artistas que cuando los oyes, son tan sublimes, que te quitan las ganas de trabajar. Si oyes mucho a los Beatles no quieres hacer una canción, si oyes a Radiohead dices: «¿qué sentido tiene coger ahora la guitarra en mi habitación?». Pero en cambio, cada vez que lees a Alan Moore, él te dice: «Yo soy igual que tú. No hay ninguna diferencia entre nosotros, solo que yo estoy aquí delante de un papel y llevo haciendo esto toda mi vida».

Es de esto de lo que habla también 24H, como te comentaba antes. Alan Moore asume su responsabilidad y dice: «Quiero escribir y lo voy a hacer hasta las últimas consecuencias. Y tú, si quieres hacer canciones, tienes que hacer lo mismo». Es todo una motivación pero en realidad no es un libro de autoayuda, sino que cada página que lees te da alas, nunca te coarta y te da ganas de crear. Por eso me parecía importante, a mis 43 años, decir de una vez que mi mayor influencia es Alan Moore.

Amaro Ferreiro

La palabra micromachismo es, en sí misma, lo más machista del mundo

Quería aprovechar la excusa del título de Madrid en la actualidad para que me dieras tu visión de esta ciudad. Los que hemos crecido aquí y no hemos vivido en ningún otro sitio, no tenemos la misma perspectiva que tiene alguien de fuera. ¿Cómo ves que esta ciudad ha ido cambiando a lo largo de los años?

Yo llevo viviendo aquí muchos años y soy un enamorado de Madrid. Como cualquier ciudad tiene cosas buenísimas y cosas que podrían ir mejor. Lo que está claro es que ha cambiado mucho desde la primera vez que vine aquí. Hace 10 años no era posible cogerte una bici eléctrica para recorrer el centro de Madrid, ahora la uso casi cada día, igual que la moto eléctrica y he dejado mi coche en Galicia. 

De cualquier manera, y ya que me preguntas por esta canción, te voy a decir de qué va en realidad. Madrid en la actualidad va sobre el machismo. Es un tema muy difícil, que me parece hasta absurdo hablar yo de esto. Por eso mi canción es también algo absurda: es sobre un hombre que habla del machismo y no entiende nada, entonces lo arregla todo matando a un montón de gente, usando la violencia. Pero al final el tema no es el machismo en sí mismo. La canción dice que «mientras pasa todo eso yo sigo en la cama un poco más». ¿Quién es aquí el personaje secundario?, ¿la mujer?, ¿el hombre que aún está durmiendo y no se ha dado cuenta del puto problema que tenemos?…

Después hay un término que es el de micromachismo, que en sí mismo es lo más machista del mundo, porque le quitamos importancia a ciertas cosas que realmente son graves. La canción trata de ser una especie de mundo distópico o de relato negro o de película de ciencia ficción de tres minutos, y me gustaba el título porque me imaginaba el primer plano en el que ponía Madrid en la actualidad. Por desgracia, parece que esto va a durar todavía mucho tiempo, a no ser que las nuevas generaciones aprendan que hay que mejorar mucho en ese aspecto.

Antes de terminar quería pasar un poco por encima de otro de tus proyectos y es el disco Hijos del Mediterráneo. Me gustaría saber si habéis tenido feedback del propio Serrat y qué le ha parecido este álbum.

El único feedback que tengo con Serrat es que Ricky y yo nos lo encontramos de casualidad en un restaurante de Tirso de Molina, hace cuatro meses o así. Estábamos en la última sesión de grabación de Personajes secundarios, fuimos a comer y da la casualidad de que estaba Serrat comiendo en ese mismo sitio. Ahí tuvimos tres minutos para hablar con él y, cuando se levantó, fuimos a decirle que habíamos hecho el disco. Él nos dijo: «Lo sé, lo tengo, me encanta». Eso fue todo. No está mal ni quiero nada más.

La gente, cuando lo estaba haciendo, me preguntaba si había hablado con Serrat y yo decía que no, porque creía que ese disco iba más allá del propio Serrat. Si le pidiera permiso, creo que estaría cometiendo un error grandísimo porque, en el fondo, va más allá de su opinión y aparte, Hijos del Mediterráneo es un homenaje a un álbum. Está claro que es un homenaje a él y a sus canciones pero también a Juan Carlos Calderón y a su producción. Por eso no necesitábamos (ni queríamos) el consentimiento de nadie, simplemente queríamos hacerlo.

De cualquier manera, para mí fue un encuentro maravilloso y estoy encantado de que le haya gustado. Yo creo que Serrat no puso más mimo en hacer Mediterráneo que en hacer el resto de sus discos anteriores o posteriores a este. Por eso creo que él también debe estar muy sorprendido de ver cómo envejecido ese disco y el cariño que le tiene la gente. 

¿Con qué canción te emocionaste más al grabarla?

Eso es muy difícil porque he pasado por muchas. Recuerdo Qué va a ser de ti, cuando la cantó Miren, que estábamos Ricky y yo llorando en el estudio.  Es que tener una idea y ver que esa idea se convierte en realidad, que es de lo que habla Alan Moore todo el rato, lo puse en práctica con Hijos del Mediterráneo. Por ejemplo, un día fantasear con que Calamaro va a cantar Lucía y que ese día llegue, estar en el estudio, que Andrés cante la primera frase y tu oírla igual que como la habías oído en tu cabeza, es una cosa muy heavy. Pero es que no hay ninguna canción del disco que no me haya dado un zarpazo en el corazón cuando la he oído terminada.

Los discos homenajes, en general siempre son bastantes irregulares. De todos los que conozco no hay muchos que en conjunto me parezcan grandes discos. En cambio, con Hijos del Mediterráneo sí que me ha ocurrido eso. ¿Qué opinión te merecen a ti este tipo de trabajos?

Es cierto que este disco es muy regular. No hay nadie que esté por encima de los demás. Y bueno, respondiendo a tu pregunta, yo odio este tipo de trabajos a los que hacías referencia, me parecen terribles, no los oigo nunca y no entiendo ni por qué la gente quiere colaborar en ellos. Vamos, que no entiendo nada. Supongo que si los hacen será porque funcionan.

Pero prefiero no hablar de eso. Creo que tenemos que estar súper orgullosos del trabajo que hicimos nosotros Y de estar hablando hoy de él, cuando hace dos años, cuando empezamos a hablar Ricky y yo, era una quimera, era como un sueño absurdo. Creo que ha sido una experiencia maravillosa.

AUTOR

Javier Decimavilla
Javier Decimavilla
La música nos puede salvar la vida o al menos mejorarla. Bob Dylan, Neil Young, David Bowie, The Beatles o The Rolling Stones, entre otros, nos llevan enseñando el camino a la felicidad desde hace décadas.

¿Te gusta CrazyMinds? ¡Síguenos!

BUSCADOR

Y MUCHO MÁS...

spot_img
spot_img