La Comisión Europea está investigando la capacidad de Ticketmaster para aumentar los precios de los conciertos en función de la demanda, una práctica conocida como “precios dinámicos”. Esta investigación surge tras la controversia generada por la venta de entradas para la gira de reunión de Oasis, que comenzó el 31 de agosto. La Comisión está evaluando si esta práctica podría violar las directivas de la UE, especialmente si los precios aumentan después de que el consumidor haya colocado la entrada en su cesta de compra o si no se proporciona información esencial antes de la compra.
La eurodiputada holandesa Lara Wolters ha pedido una nueva legislación para proteger a los consumidores, argumentando que las grandes plataformas de venta de entradas son las únicas beneficiadas, mientras que los fans se ven excluidos de los conciertos. En el Reino Unido, la Autoridad de Competencia y Mercados también está revisando urgentemente el uso de precios dinámicos, tras recibir numerosas quejas de fans de Oasis.
Ticketmaster ha defendido su práctica comparándola con la de aerolíneas y hoteles, y ha afirmado que los precios son establecidos por los artistas y sus representantes. Sin embargo, la polémica continúa, con figuras como Lisa Nandy, Secretaria de Cultura del Reino Unido, pidiendo una revisión de esta práctica y de las plataformas de reventa de entradas.