El Brexit trae consigo diversas consecuencias y una de ellas afecta especialmente al mundo de la música. Desde que el divorcio del Reino Unido con la Unión Europea se hizo oficial, los músicos y todo su equipo requerirá de diversos permisos para poder llevar a cabo una gira por territorio europeo. Esto implica un mayor gasto tanto monetario como de tiempo para ellos. Ante este enorme inconveniente, la revista The Times ha publicado una carta en la que, condenan los supuestos errores cometidos por el gobierno británico en este aspecto e instando a que los líderes europeos y británicos lleguen a un nuevo acuerdo sobre los visados.
La BBC ha dado la lista de los más de 110 firmantes de la carta, en la que se incluyen grandes nombres de la música inglesa, como Elton John, Sting, Radiohead, Ed Sheeran, Liam Gallagher y los organizadores del festival de Glastonbury, Michael y Emily Eavis. El medio británico también ha comunicado que este pronunciamiento ha sido organizado por la Society of Musicians y el grupo político Liberal Democrats.
Esta carta no es solamente una respuesta a las primeras consecuencias que puede tener el Brexit para los artistas, sino también a cómo se ha desarrollado este proceso. En ella se pueden ver declaraciones como «La realidad es que el gobierno ha fallado vergonzosamente a sus músicos, actores, bailarines y todo su equipo de apoyo. El acuerdo con la UE tiene un enorme vacío donde debería estar la prometida libertad de movimiento para los músicos. Ahora todo el que haga una gira europea necesitará costosos permisos para todos los países que visite y una montaña de papeleo para todo el equipamiento.» El gobierno se defiende con que su objetivo desde el principio ha sido «retomar el control de sus fronteras«, por lo que no aceptaron otros acuerdos.
Este es un ejemplo que cómo la política interviene en el mundo de la música. A partir de ahora, habrá que ver cómo se desarrollan las giras de artistas ingleses por Europa, pero también de otros europeos por el Reino Unido. Probablemente también supondrá una nueva barrera para los grupos emergentes que quieran llegar a tocar en uno u otro sitio, no solo para los grandes artistas que organizan giras largas y faraónicas.
