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Pink Floyd anuncia un nuevo documental basado en la enigmàtica figura de Syd Barret

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«La mente no tiene límites, pero sí cansancio»

Syd Barret

Cuando se habla de mitos siempre se hace referencia a artistas que han fallecido. Es como si la muerte permitiera a la genialidad cruzar la infinitud para penetrar en el reino eterno de los cielos, como el héroe valiente y caído en combate que entra en el Walhalla para ocupar su lugar sagrado. A partir de ahí, lo que fue en vida, sus hechos, su fuerza y obra, son motivo para un peregrinaje hacia una excelsa devoción. Son muy pocos los elegidos que reciben esta calificación mítica en vida y Syd Barrett fue uno de esos consagrados.

Asi es como Pink Floyd rinde una vez más un homenaje al añorado y perdido compañero que, en su día, fue el cofundador de la banda y uno de los compositores más creativos sobre el cual siguen cabalgando oscuros fantasmas, incógnitas y mitos.

Es por todo ello, que Pink Floyd conjuntamente con Mercury Studios, han anunciado un nuevo documental titulado: Have You Got It Yet? The Story of Syd Barrett and Pink Floyd, cuyo contenido dará cuerpo a la figura legendaria de Syd Barret, el loco diamante que todavía sigue brillando desde la oscuridad.

Se desconoce aún la fecha de salida en el mercado, pero se sabe que el documento videográfico contendrá revelaciones y recuerdos de sus compañeros de banda, así como las aportaciones testimoniales de Pete Townshend (The Who) y Graham Coxon (Blur), entre otros. El documental se apoyará al mismo tiempo con múltiples canciones de Pink Floyd y de Syd Barret.

Have You Got It Yet? ha sido dirigido por Rodney Bogawa y Storm Thorgerson, este último cofundador de los estudios Hipgnosis, encargados de la creación de las portadas y diseños de The Dark Side of the Moon, Wish You Were Here o Animals, entre otros discos. Thorgerson e Hipgnosis también diseñaron las cubiertas de los dos discos en solitario que lanzó Barrett.

Desde niño Syd Barret sintió habilidad por el arte, en concreto, por la pintura y la música. A la edad de 15 años, tuvo su primera guitarra eléctrica, fabricó su propio amplificador e inició su primera experiencia musical tocando en un grupo denominado: Geoff Mott and the Mottoes. Asimismo, su padre murió cuando él tenía casi 16 años, tragedia que le marcó para siempre su personalidad.

Convertido en prisionero de sí mismo, la obra de Syd Barrett se ha convertido a lo largo del tiempo, en un referente para muchos músicos de diversos estilos como David Bowie, Marc Bolan, PaulPete TownsendBlurKevin Ayers, Jimmy Page, Brian Eno, Sex Pistols, The Damned, etc.

Pero a pesar de ser reconocido como una gran influencia para otros, él siempre estuvo agobiado por la fama y por su incapacidad para soportarla. Junto a ello, su adicción a las drogas, compleja personalidad, trastornos y vivencias traumáticas, lefueron encerrando en su mundo particular, hasta el punto de alejarse de todo, incluso de los escenarios, sin más preocupación que pintar o hacer trabajos de bricolaje en su jardín. Con el tiempo, sus brillantes ojos fueron oscureciéndose hasta convertirse en dos agujeros negros en el cielo.

¿Qué fue de Syd Barret?

Gracias a los beneficios que le dieron sus composiciones con Pink Floyd, pudo vivir de las rentas el resto de su vida. Sin embargo, ni la tranquilidad económica ni el anonimato, le ayudaron a alejarse de las adicciones, a mejorar su carácter y salud mental. Ni tan siquiera el interés que existía por parte de todo el mundo hacia su persona, le sirvieron para redimirse. Syd rehuyó cualquier intento de recuperar su vida y de volver a la normalidad.

Traumas, drogas, alcohol, trastornos, genialidad, Mandrax, … todo un cóctel explosivo que terminaron por configurar su proceso de caída. Se especula, aunque no se sabe a ciencia cierta, que sufría de esquizofrenia, de trastorno bipolar, de psicosis o de un posible Síndrome de Asperger y autismo, pero también ser víctima de una mezcla de muchas diferencias como suele ocurrir a muchos genios. La verdad es que el ácido lisérgico, en combinación con otras drogas y perfil psicológico, fue lo que dañó al genio convirtiéndolo en la primera víctima del rock de los viajes sin retroceso.

Pero fuera como fuera, el inicio de sus problemas mentales coincidió con el despegue de Pink Floyd y su afición por el ácido lisérgico o LSD. Si a ello le sumamos la repentina muerte de su padre y el estado de sobreprotección al que le condenó su madre desde pequeño, Syd, nunca encontró su lugar en el mundo ni en sí mismo, lo que le condenó a refugiarse en su propio universo. El mismo lo reconoció en su momento: «Se supone que todo el mundo debe divertirse cuando es joven. No sé porque, pero yo nunca lo hice» (Syd Barret).

Mucha gente que le conoció a lo largo de su vida recuerda su complicada personalidad dejando comentarios como los siguientes: «Cuando realmente saltaron las alarmas, fue cuando Syd encerró a su novia bajo llave tres días, dándole, ocasionalmente, galletas por debajo de la puerta» — como comentó en su momento el crítico Jonathan Meades. Incluso el propio fotógrafo de la banda, Mick Rock, relató: «El piso de Syd era un agujero de mierda. El piso más loco del mundo. Siempre había mucha gente. Era como una estación de metro. Tenía dos gatos, uno llamado Pink y otro llamado Floyd. Vivieron con él hasta que abandonó el piso. De vez en cuando les daba ácido a los gatos. Imagínate las escenas que allí se vivían».

A partir de ahí, el resto de miembros de Pink Floyd comenzaron a encontrarle insoportable. Faltaba a los ensayos, su estado mental era cada vez más preocupante, y dejaba en evidencia a la banda en cada concierto. Dicen que podía tocar durante dos horas el mismo acorde mirando perdidamente al infinito. Pronto se dieron cuenta que aquella situación era insostenible y, a pesar de los intentos frustrados por recuperarle, se dice que en 1968 lo abandonaron en una carretera camino a un concierto en Southampton. Ninguno de sus compañeros quiere recordar aquel episodio, pero a partir de entonces David Gilmour pasó a formar parte del grupo.

Esa experiencia fue dura para todos y Pink Floyd nunca pudo superar aquel sentimiento de culpa que persiguió a la banda durante toda su existencia. Como sublimación compensatoria, crearon Shine on you crazy diamond (Sigue brillando, diamante loco), le dedicaron el disco Wish you were here (Desearía que estuvieras aquí) y se comenta que la película musical The Wall (El Muro) está basada en parte sobre su personaje.

Tras abandonar Pink Floyd, Syd intentó una breve carrera en solitario que fructificó en la publicación de dos excelentes e icónicos álbumes: The Madcap laughs (1969) y Barret(1970), ambos compuestos mientras vivía en casa de amigos.

Posteriormente se retiró a la casa de su madre (Cambridge) y desde entonces sus apariciones en público fueron cada vez más escasas, llegando incluso a publicarse que había muerto, hecho que fue desmentido cuando se le vio ocupando el tiempo con la jardinería y la pintura, como recursos de olvidar todo lo relacionado con su pasado.

Sobrepasado de peso, se rapó la cabeza, dejó el ácido, pero siguió fumando marihuana compulsivamente y consumiendo alcohol en grandes cantidades. Su familia lo internó en un psiquiátrico, pero los doctores lo declararon incurable y salió regresando a casa con su madre. Tras fallecimiento de la misma, Syd yaen la más absoluta decadencia física y mental, fue atendido tan solo por su hermana Rosemary Barret.

Lamentablemente el 7 de julio de 2006, Syd Barret fallecía a la edad de 60 años como consecuencia de su diabetes crónica y posterior cáncer de páncreas, probablemente doble patología derivada de sus excesos. Rápidamente los fanáticos del músico adquirieron en subasta todo lo que pudieron pagando por ello elevadas sumas de dinero. Sorpresivamente su hermana encontró que la cuenta de Syd albergaba más de dos millones de euros, cuenta que percibió que iba aumentado año a tras año gracias al dinero que se le ingresaba por los derechos de autor y la venta de discos. Dave Gilmour siempre se preocupó de que le ingresaran el dinero.

Legado musical

Teniendo en cuenta la época, su estilo de tocar la guitarra fue altamente innovador. A él se le deben esos extraños sonidos slide cargados de eco y que Pink Floyd utilizó durante toda su trayectoria. Los creó utilizando un encendedor de metal, en lugar de un cuello de botella. Fueron sus mejores días como virtuoso artista. Sobre ello, el propio Roger Waters comento:«Por supuesto que Syd fue importante para la banda. Nunca hubiésemos empezado sin él porque escribió todo el material. Nada pudo comenzar sin su presencia, pero, por otra parte, nada pudo haber funcionado con él. Fue importante en el Rock And Roll, pero no fue tan fundamental en Pink Floyd como la gente cree».

Tomando como base el hecho de que Syd tan solo estuvo liderando Pink Floyd durante el primer álbum, The Piper At The Gates Of Dawn(1967), y en el segundo disco A Saucerful Of Secrets (1968), no cabe duda de que su posterior participación en la banda desapareció. Los problemas con Syd eran constantes, y a causa de ello, David Gilmour entro como sustitución: «Barrett se encontraba siempre fuera de lugar. Se olvidaba de traer su guitarra a las sesiones y rompía el material. La mayor parte de las veces, no podía ni sostener la púa» (Richard Wright, Pink Floyd).

A pesar de ello, The Piper At The Gates Of Down fue un disco fantástico, único, donde Syd demostró con la experimentación el hecho de poder llegar a límites desconocidos, introduciendo elementos y sonidos que luego serían imitados por otros, traspasando el límite del rock al incorporar elementos del jazz, ritmos étnicos y el noise más salvaje.

No cabe duda de que todo ese vapor sónico, existencial y lisérgico se volatizaba en el interior de su alma, desgarrando composiciones que podían percibirse como formas crípticamente inverosímiles. Claros ejemplos de ello son Interstellar Overdrive, Astronomy Domine o Lucifer Sam, canciones alucinógenas, insuperables y resplandecientes, construidas en base a extensos y difíciles desarrollos instrumentales. Al mismo tiempo, las letras de Syd formaban complejos jeroglíficos con evidentes reseñas oníricas extrañamente provocativas.

Concluyendo

Have You Got It Yet? The Story of Syd Barrett and Pink Floyd, es el documental que se atreve a bucear por la mente de Syd Barrett, tratando de encontrar y entender respuestas muy difíciles. Como bien dice Julián Ruiz de Plásticos y Decibelios: «El caso Barret es uno de los más estudiados en el mundo de la esquizofrenia (…) Fue un ermitaño en su ciudad, en Cambridge. Se movió en bicicleta, con una especie de cesta tal como describía en su genial y surrealista canción Bike (…) Al final, parece que intento incluso escribir un libro. Esa era la vida de un genio que se volvió loco (…) A pesar de lo que diga el mismo Roger Waters, Syd Barret fundo e invento el sonido Pink Floyd. Fue el creador de obras maestras absolutas como Arnold Layne, See Emily Play e Interstellar Overdrive, entre otras (…) Hasta se le debe el nombre de Pink Floyd que asocio basándose en los nombres de dos músicos de blues no muy conocidos: Pink Anderson y Floyd Council (…) Syd fue tan vanguardista y revolucionario que aún está por conocer el nuevo genio que pueda superarle en su propia astronomía de la esquizofrenia».

AUTOR

Carlos Flaqué Monllonch
Carlos Flaqué Monllonch
Hablar de uno mismo no es tarea fácil, aunque muchas veces las circunstancias pidan hacerlo, como es el caso. Se pueden contar muchas cosas, pero quizás lo más importante es abrazar la vida con positividad. ¿Qué puedo contaros de mí? Simplemente deciros que me encanta la música y sobre todo mi profesión, periodismo y comunicación gráfica (diseño gráfico y fotografía), herramientas que me permiten abrir muchas puertas, conocer gente para intercambiar, transmitir y generar proximidades. Las nuevas tecnologías permiten eso y más. Así que nada de excusas y manos a la obra…

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