La campaña «Justicia en Spotify» del Sindicato de Músicos y Trabajadores Afines —The Union of Musicians and Allied Workers o UMAW— movilizó a músicos y trabajadores de la industria en 31 ciudades del mundo pertenecientes a EE.UU, Europa, Australia, Asia y América Central y del Sur.
La campaña, lanzada en octubre del 2020, ha conseguido ya 28.000 firmas de artistas y trabajadores de la industria musical y piden tres cosas muy simples: una mayor transparencia en las prácticas comerciales de la empresa, el fin de las demandas interpuestas contra los artistas y un modelo de pago centrado en el usuario que pague un céntimo por reproducción. Este sistema se llama penny-per-stream y necesitaría el apoyo de los grandes sellos que poseen los derechos de la mayor parte de la biblioteca de Spotify.
Un estudio finlandés del 2017 investigó el sistema de prorrateo de Spotify actual y descubrió que a través de las canciones de los artistas más populares —el 0,4% superior— se recaudaban el 9,9% de los derechos, pero que si se utilizaba el sistema de prorrateo centrado en el usuario, se recaudaría un 5,6%. Respecto a estas afirmaciones, Spotify emitió un comunicado en el que defendía que si se utilizaba éste método, aumentarían los costes administrativos y los artistas menos famosos no tendrían ganancias, pero sin ninguna prueba.
«Spotify lleva mucho tiempo maltratando a los trabajadores de la música, pero la pandemia ha puesto en evidencia la explotación», dijo la organizadora de UMAW, Mary Regalado. «La empresa ha triplicado su valor durante la pandemia, mientras que no ha aumentado sus tarifas de pago a los artistas ni siquiera una fracción de céntimo. Los músicos de todo el mundo están ahora mismo en el paro mientras los gigantes tecnológicos que dominan la industria se llevan miles de millones. El trabajo musical es un trabajo, y pedimos que se nos pague de forma justa por ese trabajo».
Mientras tanto, Spotify aún no se ha pronunciado sobre estas propuestas. Y vosotros, ¿qué opináis?
