Tras ser investigados por las autoridades financieras islandesas en un proceso que arrancó en el año 2016, los miembros de Sigur Rós han arreglado sus problemas con el fisco tras admitir que evadieron el pago de 151 millones de coronas islandesas (alrededor de 1 millón de euros) en impuestos entre 2011 y 2014. Para ello, han tenido que pagar dicha cantidad, así como las multas e intereses correspondientes.
A pesar de haber aceptado el resultado de la investigación y hacerse cargo de las consecuencias, Georg “Goggi” Holm, Kjartan “Kjarri” Sveinsson, Orri Páll Dýrason y Jónsi Birgisson han mantenido su inocencia, ya que el grave error se debió a la mala gestión del antiguo contable de la banda.
Una vez solucionado, la banda puede respirar tranquila, pero seguro, y por su propio bien, se lo pensarán dos veces antes de contratar a la próxima persona que gestione sus cuentas.