InicioEntrevistasMerino: "Estas canciones invitan a que nos hagamos preguntas a nosotros mismos"...

Merino: «Estas canciones invitan a que nos hagamos preguntas a nosotros mismos» (2023)

-

Fotografías: Marina Benítez

La vida está llena de conflictos, de pequeñas batallas diarias que impiden o dificultan avanzar. Estos conflictos se pueden dar con los demás o con uno mismo, pero siempre existe el riesgo de que adquieran una importancia desproporcionada cuando el afectado se encuentra con ellos. Hay diferentes maneras de afrontar estos baches del camino, y para Sandra Merino y Álex Gallego, hacer canciones es la terapia perfecta, la búsqueda de una sanación que siempre empieza por un diálogo interior, en primera persona.

Himnos de guerra (2023) es el segundo larga duración de Merino (el primero serio, según ellos mismos), el proyecto que Sandra y Álex encabezan desde hace unos años. En este disco, nos invitan a reflexionar, a hacernos preguntas, a intentar obtener algunas respuestas y, sobre todo, a poder manejar mejor cada batalla vital a la que nos podamos enfrentar. El Guernica de Picasso es el concepto y la imagen de estos Himnos de guerra, y cada una de las canciones tiene un lugar determinado en el cuadro. Todo ello, junto muchas más cosas, se puede apreciar y analizar en el maravilloso disco-libro que han editado.

Días antes de la publicación de su nuevo trabajo, Merino nos abren las puertas de su local en el barrio de Carabanchel. Un espacio donde dan rienda suelta a su creatividad artística y musical, donde ensayan y trabajan en todo lo relativo a la banda. Llevan unas largas horas firmando cada uno de los discos que sus fans han comprado, empleando varios minutos en cada uno, escribiendo dedicatorias personalizadas… Este es solo un ejemplo del nivel de detalle y cariño con el que Sandra y Álex hacen las cosas. Así, nos hacen sentir como en casa, y pasamos la tarde hablando y analizando todo lo que supone Himnos de guerra a nivel creativo y emocional.

Como es la primera vez que hablo con vosotros, me gustaría que me contarais brevemente, para romper el hielo, cuál es vuestra historia.

Sandra: Este proyecto surge a raíz de conocernos Álex y yo. Es verdad que yo ya llevaba tiempo tocando la guitarra, cantando y haciendo conciertos en bares y salitas. Hago canciones desde que era niña y empecé a tocar en la calle con 18 años, aunque ya con 16 lo hacía en cualquier sitio que me dejaran.

El caso es que yo ya tenía canciones e iba subiendo videos a YouTube. Álex y yo teníamos un amigo en común…

Álex: Que era el guitarrista de mi primer grupo «maquetero». Entonces un día me dijo: «Mira cómo canta esta tía». Entonces yo, con todo mi morro, la escribí: «Oye, podíamos quedar a tocar un día, a ver qué tal». Yo prácticamente ni sabía tocar la batería… [risas]

Sandra: La historia graciosa es esa, que Álex en realidad acababa de empezar a tocar hacía cinco meses o así. La primera vez que quedamos pensé: «Bueno, pues ya está, ya no vuelvo a quedar con este chico» [risas]. Pero es que al día siguiente me mandó una foto con un set de percusión que se había comprado y pensé: «¿Cómo le digo yo ahora que no?». Así que quedé otra vez con él. Es verdad que de un día para otro se apuntó a clases y que Álex es muy perseverante y constante… si tiene un objetivo va a por él.

Álex: El segundo día me dio una tercera oportunidad… y hasta hoy.

Sandra: Es que nos caímos y congeniamos muy bien. Luego dimos muchos conciertos en acústico, hasta que empezamos a buscar un sonido, a grabar canciones, y ya se creó Merino.

El primer disco lo sacamos de cualquier manera. Tampoco teníamos mucha idea.

Aunque el disco se publica ahora, lo cierto es que habéis ido presentando canciones durante casi dos años. Lo primero que quería preguntaros es si todas las canciones tienen el mismo tiempo o las habéis ido publicando según las ibais teniendo listas.

Sandra: Las canciones se han ido añadiendo. Este no es un disco que tuviéramos grabado y de repente sacamos los singles, luego sale el disco y eso a lo mejor tiene una duración de cuatro meses. Nosotros acabábamos de grabar el primer disco, de sacarlo de cualquier manera, porque tampoco teníamos mucha idea…

Álex: Para el que no nos conozca, fue después de una pandemia, en julio, sin promoción porque no conocíamos a Ana [Medina] y sin apenas conocimiento de nada.

Sandra: Lo sacamos sin ninguna estética de nada, sin videoclips… como pudimos. Pero vendimos un montón de copias porque tocábamos en la calle y hacíamos conciertos. El caso es que veníamos de ese primer disco y empezamos a grabar con Santos & Fluren. Nosotros teníamos claro ya cómo queríamos sonar y Álex dio con estos productores maravillosos de Barcelona.

Álex: Es que, a nivel humano, eran increíbles. Veníamos de una experiencia en la que no habíamos estado del todo a gusto, de hacer canciones dejándonos llevar por la artificialidad, por lo que está de moda o incluso hacer un catálogo de cosas, un Frankenstein

Sandra: No era la intención, pero fuimos probando. De repente esta súper acústica, esta indie, esta más funky, otra muy electrónica… El primer disco es como meter todo lo que nos gusta.

Álex: Al conocer a Santos & Fluren y empezar a grabar con ellos, que grabamos dos canciones, fue tal la emoción que tuvimos que dijimos: «No sabemos muy bien qué habrá que hacer, pero saquemos este tema para la gente que lleva con nosotros desde el principio».

Sandra: Y fue Apareciste, que la sacamos en junio de 2021. Además, en esa época hicimos el Teatro Lara, que juntamos con la salida del tema. Y todo esto lo hicimos sin pretensiones de Himnos de guerra.

Eso os iba a preguntar, ¿había idea de disco o la intención era únicamente ir sacando canciones?

Sandra: Queríamos grabar un disco con Santos & Fluren, eso lo teníamos claro después de la experiencia de las dos primeras canciones, pero aún no estaban todas compuestas ni estaba el concepto claro del disco. Sacamos Apareciste

Álex: Con una portada diferente además…

Sandra: Efectivamente. Esa canción nos emocionaba muchísimo en ese momento y la sacamos. De hecho, luego tardamos un año en sacar el siguiente single.

Álex: Que ahí ya sí que estaba todo un poco más meditado y apareció el concepto del Guernica

Sandra: Todo apareció durante ese año en el que no sacamos ninguna canción.

Álex: Ahí fue cuando de verdad hicimos el disco y trabajamos en el estudio.

Muchas veces miras más lo de fuera y poco lo que estás haciendo tú para que no te vuelva a pasar lo mismo

Al final han sido siete los singles que habéis sacado, que es más de la mitad del disco, pero por lo que contáis no ha sido una estrategia como tal.

Álex: Bueno, había un punto de estrategia que era: «No nos conoce ni Perry, así que tenemos que estar todo el rato generando».

Sandra: Lo de Apareciste fue que lo sacamos porque estábamos emocionados con esas grabaciones. Al año siguiente ya teníamos casi todas, nos quedaban tres o así por grabar, entonces ya sí que empezamos a sacar Que no se entere nadie, Bomba de humo, Cerca del invierno… Todas esas sí que respondían a lo que decía Álex: «Vamos a movernos nosotros y a hacer ruido». Era ensayo y error, íbamos viendo lo que funcionaba mejor o peor.

Álex: Sí que nos planteamos la estrategia de decir: «Vamos a estar dos años sin dejar de dar el coñazo», que sea un lanzamiento, un concierto, una promo…

Sandra: Ese era el excel: canción, concierto, concierto, concierto, canción… [risas]

Entonces sí que había una estrategia.

Álex: Y si en dos años no pasaba nada, igual habría que hacerlo de otra manera.

Pero es que, por otro lado, el disco también va un poco a contracorriente de cómo se consume la música ahora. Un disco-libro como este, con tanto peso conceptual, necesita de tiempo y dedicación para meterse por completo en él.

Sandra: Es que nos hemos guiado por cómo nos gustaría a nosotros recibir este disco. Y luego también que después de dos años dándole vueltas a este concepto, a esta temática, a darle forma al «Mernica»… creíamos que tenía tantas opciones y tanto contenido que nosotros ya habíamos normalizado… queríamos explicarlo todo. Aparte, que si sacamos un disco físico en el que solo están las letras de las canciones, eso lo puedes encontrar en Spotify o en cualquier plataforma. Es cuestión de darle también un valor añadido.

Álex: Nos hemos encontrado en los conciertos que la gente necesita también esa parte física.

Habladme del concepto del disco. Es cierto que lo explicáis en el libreto, pero igual no todo el mundo tiene acceso a él, por eso quería que me contarais cuál fue el origen de todo esto, por qué decidís utilizar el Guernica, el símil de la guerra, etc. para englobar vuestras nuevas canciones.

Sandra: Al principio teníamos las primeras canciones, como Apareciste, que tenía otra estética y todavía no teníamos ningún concepto, y cuando teníamos como cinco o seis, juntándolas veíamos que había mucho conflicto emocional, con muchas metáforas a la guerra, a las batallas… había un lenguaje muy específico que hemos querido seguir en el libreto. Entonces empezamos a buscar nombre al disco, aunque bueno, no lo buscamos en realidad porque la canción que hemos hecho con Iván Ferreiro, que se llama Demasiado grande, al principio se llamaba Himnos de guerra, y se ha llamado así tres años. Pero de repente, un día algo nos señaló que ese debía ser el título del disco.

Y al pensar en la estética del disco me vino a la mente el Guernica que es un cuadro que a mí personalmente me ha acompañado durante mucho tiempo. Te preguntarás por qué, pues porque yo estudié en un colegio que se llama Guernica y desde pequeñita cada año [enfatiza mucho esto] se analizaba el cuadro en clase [risas]. De repente, como que encajaban las piezas. Ahora vivimos una guerra emocional que nos afecta y por eso el carácter del disco no muestra el horror del Guernica en sí, sino que habla de otros conflictos.

Álex: Es saber ver esa parte bélica o de guerra que hay en todo lo que nos encontramos en nuestro día a día.

Sandra: Claro, es que al final en el disco hablamos de problemas que hemos tenido en la industria con contratos con algún sello, de problemas de amistades, de amor, de redes sociales, etc. Y hablamos del conflicto que te genera relacionarte con todos esos factores externos, cómo te comportas, qué se repite en tu comportamiento que te daña… Muchas veces miras más lo de fuera y poco lo que estás haciendo tú para que no te vuelva a pasar lo mismo.

Álex: Hay una canción que se llama Lo interesante que tiene un tinte de sátira. También la sátira es otra manera de afrontar un conflicto, porque te lo tomas más a broma, pero sigue habiendo ahí algo interno.

Siento que voy cerrando etapas cuando hablo de ellas en canciones

Al inicio del libreto, en ‘La bienvenida’ decís que «la guerra comienza y termina en nosotros» y que este disco es una trinchera donde hacernos las preguntas que pueden cambiar nuestra manera de ver el mundo. Esto habla de la necesidad de reflexión a la hora de abordar conflictos, ¿estáis con este disco invitándonos a reflexionar?

Sandra: Sí, a que nos hagamos preguntas a nosotros mismos, un poco como pasaría si vas a terapia, que vas buscando respuestas y lo que te encuentras son preguntas. Eso es un poco lo que nos gustaría que la gente llegara a sentir.

Álex: Y que sientan también ese respaldo de atreverse a sentirlo y que no pase nada.

Las canciones, literalmente, están plagadas de preguntas…

Sandra: Y doy pocas respuestas… [risas].

¿Estos temas y todo este proceso os han dado respuestas a cosas que os cuestionabais antes?

Sandra: Algunas sí, y otras no tanto. A mí personalmente me ha ayudado mucho a cerrar muchas etapas y muchos conflictos. Supongo que le pasará a casi todo el mundo que escribe y que se expresa de esta manera, pero yo siento que voy cerrando etapas cuando hablo de ellas en canciones. Cuando nombras algo, al final te da menos miedo y lo conoces mejor. Es verdad que no encuentro respuesta a todas las preguntas y me daría mucho miedo respondérmelas todas, la verdad [risas].

Habéis mencionado antes la palabra «Mernica», como concepto que sobrevuela todas las canciones y que habla de esos conflictos de los que hemos hablado. En el disco hay una dualidad muy interesante entre el odio/rencor y el perdón/sanación.

Álex: Tal cual. De hecho, una de las cosas importantes es el atreverte a sentir ese odio y ese rencor para luego poder sanar y dar un paso hacia adelante.

Sandra: Son emociones que a lo mejor siempre nos vetamos. Yo soy la primera a la que le cuesta enfadarse y estoy aprendiendo…

¿Estás aprendiendo a enfadarte?

Sandra: Sí… O bueno, ya no a sentirme a gusto haciéndolo, sino a expresarlo. Al final puedes reprimir algo y te sale por tristeza, pero realmente no estás triste, estás enfadada.

El contexto de todo esto tiene su origen en la pandemia. Aparte del lógico miedo e incertidumbre, ¿vivisteis esa época como una oportunidad de aprovechar el tiempo, aprender, reflexionar, etc?

Sandra: A ver… es verdad que en pandemia, en los meses que estuvimos encerrados en casa sin poder salir, nació La habitación de enfrente, que no está en este disco, y terminé algunas otras, pero fue al salir de la pandemia cuando realmente salieron las cosas. Es como que las canciones «hablan de». Ya con algo de distancia, tratan de todas esas emociones que vivimos en ese tiempo, pero se escribieron pasados unos meses, cuando ya podíamos salir un poco.

Álex: Yo es que me acuerdo de Sandra diciéndome: «Soy feliz. No tengo que ocuparme de ese ritmo frenético de todo y puedo permitirme ser yo». Es que eso, para alguien que compone, creo que es imprescindible.

Yo veo toda aquella época como muy lejana, como en una nebulosa un poco confusa.

Sandra: Sí, como una película que hemos visto hace tiempo y no nos acordamos muy bien. Cuando vemos por ejemplo entrevistas que se hacían en ese momento, lo vemos raro.

El disco se abre con ‘Bailando con lobos’. Esta canción surge de un sueño y en la letra relacionas esto muy hábilmente con los miedos que uno puede llegar a tener y la manera de afrontarlos. A veces la vida es como esos sueños de los que no quieres despertar y, cuando lo haces, te gustaría retener esas sensaciones. Yo esto lo relaciono mucho con el miedo al paso del tiempo.

Sandra: Totalmente. El miedo al paso del tiempo, en general, está muy presente en todo el disco. También lo menciono en Charlas de domingo, por ejemplo. Yo me di cuenta al leer todas las letras, de que hay mucha rabia, como decíamos, pero también nostalgia y mucha esperanza. Creo que este disco es un cúmulo de esas tres cosas, y el paso del tiempo está ahí.

Si no te sabes comunicar contigo, ni eres sincero contigo mismo, no avanzas

En ‘Cerca del invierno’ dices que «todo gira por inercia» y que es la búsqueda de respuestas la que te lleva de vuelta a casa. Muchas veces se trata de buscar en uno mismo.

Cuando venía hacia aquí he estado escuchando una entrevista a Celia Becks en la radio y ella decía algo así como que «los que tenemos ansiedad o algún problema similar, nos empeñamos en culpar a los demás, y quizá tenemos que aprender primero a mirarnos a nosotros mismos».

Sandra: Yo creo que es el primer paso, pero que tampoco se puede quedar ahí. Charlas de domingo, por ejemplo, habla de las conversaciones incómodas que hay que tener, primero con uno mismo para saber de dónde partir, pero luego necesitas comunicarte con el de enfrente, poner cosas en común e intentar solucionar. Ahora que has nombrado a Celia Becks, hay algo que leí también muy interesante, que era algo así como: «Yo voy a terapia por todas las personas que no van a terapia».

Eso también ha dicho ahora. Y me parece algo muy interesante.

Sandra: Es que, si no te sabes comunicar contigo ni eres sincero contigo mismo, no avanzas. Todo esto lo estamos hablando como si fuera algo sencillo, pero es un proceso muy complicado, y muchas veces necesitas ayuda para saber entenderte y para atreverte a hacerte esas preguntas.

¿Qué respuestas habéis encontrado en todo este proceso a nivel puramente musical?

Álex: Aunque suene un poco reiterativo, hemos encontrado que por encima de todo está la emoción.

Sandra: Y que prime lo que pida la canción.

Álex: Hay un universo muy bonito que estamos descubriendo, que es enfrentarnos a una canción y generar unos arreglos o una música que vengan de la emoción que produce eso, mucho más allá de los clichés, de lo que es tendencia o de lo que está de moda. Creo que hemos conseguido cosas, por lo menos para nosotros, muchísimo más intensas de lo que pensábamos.

Sandra: Y lo importante es que a nosotros y a todo el equipo nos llegue, nos emocione. Luego ya, si emociona a más gente será un regalo, pero no pensamos cómo tiene que ser algo para gustar más.

Álex: Hace tiempo nos criticaban porque lo que hacíamos era muy indie para ser pop o muy pop para ser indie, pero nunca nos dejaban estar en ningún sitio. Entonces, de repente encuentras un pequeño público con el que conectan tus canciones y todo eso pasa a un segundo plano. Me hubiera encantado que hace un par de años me hubieran dicho «deja de comerte la cabeza por si este bombo suena de una determinada manera», porque hay un universo mucho más allá, que es el que justo creo que estamos aprendiendo ahora.

Al final estáis en una búsqueda de vuestro propio lenguaje musical

Sandra: Es que es complicado… Cuando no tienes seguridad en ti mismo, ni tienes las cosas muy claras, muchas veces te rodeas de gente que te lleva por un sitio que a lo mejor no va contigo… al final te vas para allá y te das cuenta de eso cuando ya llevas allí un tiempo. Por eso creo que es muy importante reforzarnos y validarnos a nosotros mismos, desde nuestras opiniones y gustos.

Álex: Y equivocarnos desde ahí.

A la hora de dar forma y construir vuestras canciones, ¿cómo las trabajáis?

Álex: Todo parte de las canciones a guitarra y voz de Sandra, y con eso directamente vamos a trabajar con Santos & Fluren. En algún caso hemos intentado llevar nosotros alguna idea, pero no es un campo en el que nos sintamos especialmente seguros. Nosotros lo vemos un poco como irse de vacaciones, salir de Madrid, irnos a Barcelona, a La Casamurada, y olvidarnos de todo para pensar solo en las canciones. Santos & Fluren son los mayores creadores de todo este universo, junto con nosotros, por eso nos apoyamos mucho en ellos.

Sandra: Algo que nos encantó de ellos es que saben leer muy bien a la banda o al artista al que producen. Trabajan con cien bandas diferentes y cada una suena a ellos mismos.

Álex: Consiguen que se mantenga la esencia que llevamos Sandra y yo, donde nace todo. De hecho, cuando vamos ella y yo en acústico, las canciones mantienen esa parte de nacimiento y se sujetan solas.

El domingo es ese lugar o espacio para reflexionar, o para olvidarte un poco de todo

En ‘Lo interesante’, y en gran parte del disco, saldas cuentas contigo misma.

Sandra: En Lo interesante, en Generación triste, en Bailando con lobos

Dices que «a días de mierda, canciones de paz«. ¿No es demasiado complicado eso? Vivimos en un mundo tan polarizado y con tantas cosas horribles a nuestro alrededor que parece complicado darle la vuelta a eso y ver las cosas de un modo optimista.

Sandra: Es que a veces te da la paz una canción súper triste. A lo mejor, más que paz encuentras un consuelo de «alguien ha pasado antes por esto que estoy sintiendo yo ahora».

En ‘Charlas de domingo’ volvemos a esa idea recurrente que es la necesidad de parar, bien sea para reflexionar con uno mismo o para hablar. El domingo aparece en varias canciones, en ‘Demasiado grande’, en ‘Bailando con lobos’

Sandra: Para mí el domingo es ese lugar o espacio para reflexionar, o para olvidarte un poco de todo. Pero eso no significa que mi domingo sea el domingo, porque muchas veces mi domingo es el miércoles, pero como concepto es simplemente el momento de parar. En Charlas de domingo es más bien cuando tienes un problema o un conflicto y tienes que tener esa conversación incómoda para poder pasar de escalón. Hasta que no pases de ahí, el ruido no se va a ir.

‘Demasiado grande’ es la canción que teníais guardada como gran sorpresa antes de la salida del disco, por la colaboración con Iván Ferreiro. Ya que apareció en tu sueño de ‘Bailando con lobos’, está muy bien que participe.

Sandra: Yo creo que fue al revés. Primero la idea de colaborar, porque Iván es un artista al que admiramos muchísimo y ya hablábamos con Santos & Fluren de la posibilidad. Yo era algo que tenía en la cabeza, como una ilusión, pero él ni siquiera había escuchado la canción.

Entonces claro, soñé con Iván [risas]. El sueño básicamente era que componíamos juntos y yo cantaba con él. De eso habla Bailando con lobos, de cómo me despierto y pierdo esa canción maravillosa.

O sea que ya hicisteis la canción pensando en él.

Álex: Eso es, desde que nació esa canción era para él.

Sandra: En la melodía del estribillo de Demasiado grande siempre nos imaginábamos a Iván. Siempre [enfatizando]. Entonces, cuando empezamos a grabar con Santos & Fluren, que son amigos de Iván, se lo íbamos soltando a ver qué decían [risas].

Álex: Y su respuesta fue: «¿Cuándo la grabamos?»

Sandra: Es que Iván es más majo… Pero claro, hasta que supimos que sí, pasaron unos meses en los que nosotros soñábamos.

«Somos la generación más triste escondida tras fotos felices». Eso cantas en ‘Generación triste’. Y luego ponéis como anotación en el libreto: «No crezcas, es una trampa». Ese vértigo ante la idea de ser adultos es algo que creo que han tenido todas las generaciones.

Sandra: No sé si has visto la película de Hook (El Capitán Garfio)… de pequeña era mi película favorita. El caso es que hacía años que no la veía y creo que en pandemia o algo así la volví a ver. Entonces… me puso tan triste ver que en parte me había convertido en ese adulto que nadie quería ser… De ahí salió Generación triste y de ahí la referencia Peter Pan con «la segunda estrella a la derecha». Todo eso lo mezclo con la vida adulta y con cómo nos vemos a través de redes sociales. Es que en el disco también hay bastantes referencias a las redes. Al final es un poco lo de siempre, que nos fijamos mucho en el resto, que siempre mostramos solo lo bueno y eso al final te hace sentir más pequeña y un poco inútil al ver tanto éxito a tu alrededor. Es como que lo tuyo ya no te parece tan bueno, y entras en esa rueda porque tú a la vez también compartes solo lo bueno…

’El precipicio’ es reunir el valor para dar el paso de irte de un sitio en el que te han hecho daño

‘Apareciste’ es una canción que contiene mucha esperanza. Dices algo muy bonito: «se te olvidan las canciones tristes».

Sandra: Es como la más positiva, dentro de que te está diciendo que vienes de un momento chungo, pero de repente aparece algo o alguien, o incluso tú mismo, que hace que todo se vuelva más fácil. Esta es la canción con la que solemos terminar los bolos, como para despedirnos de todas las canciones tristes que hemos hecho antes [risas].

En ‘Ajedrez’ vuelves de nuevo a ese sentimiento de «despecho»…

Sandra: Esa canción es rabia pura, rencor…

Me encanta esa canción y la melodía es de esas que son difíciles de sacar de la cabeza. Creo que es de mis favoritas.

Sandra: ¿En serio? Pues a mí no es que sea de las que menos me gustan, pero es de las que menos fe teníamos en ella. La verdad es que es una maravilla que digas eso porque es una canción que está gustando y hace que yo me esté reconciliando con ella.

Álex: Es que también es una canción que tiene muchos años.

Sandra: Se hizo en 2018…

Entonces igual es por eso que la veis así.

Sandra: Claro, es que ese rencor yo ya no lo siento.

Álex: Nos cuesta mucho conectar con esa parte que en su momento fue tan importante.

O sea que esta canción viene de antes de todo lo que hemos hablado hasta ahora. Es la primera canción del disco entonces.

Sandra: Bueno, hay otra de 2015… [risas]. Esa estaba en un EP de hace mucho, pero como nos encanta en directo quisimos meterla.

Álex: Es El precipicio.

Sandra: Pero sí, aunque casi todas están hechas en este último tiempo, esas dos fueron canciones que no entraron en el primer disco, y que ahora tenían sentido, porque Ajedrez era una batalla.

Álex: Y Bailando con lobos es de las últimas, por eso quizás nosotros no somos tan objetivos con ella.

Sandra: Y esa es una canción que nos encanta, pero por ejemplo, en Spotify no tiene tanto éxito como Ajedrez.

Álex: Y luego es que esa canción en directo tiene una función muy distinta, que no conseguimos con Ajedrez o con otras. Si vienes al Wizink el 28, lo podrás comprobar.

¿Hay maneras «buenas» de irse de la vida de alguien? Lo digo por ‘Bomba de humo’.

Sandra: A ver… yo al menos no las tengo muy familiarizadas [risas]. Creo que hay relaciones que se acaban porque ya no tenemos los mismos intereses, relaciones de amistad que a lo mejor no eran tan estrechas, y de repente te separas y tienes un cariño. Pero la verdad es que yo no conozco eso, porque o bien hago yo bomba de humo o bien me lo hacen a mí.

En ‘El precipicio’ hay una frase que dice mucho: «Mejor vivir a oscuras que con luz artificial». Me parece una canción un tanto dura para terminar el disco, todo lo contrario a como decís que termináis los conciertos.

Sandra: Desde luego es la más intensa de todo el disco.

¿Pero deja una rendija abierta a la esperanza?

Álex: Yo creo que está la fuerza que necesitas para conseguir la esperanza, pero a mí no me lleva a la esperanza en sí misma.

Sandra: Al final, El precipicio es reunir el valor para dar el paso de irte de un sitio en el que te han hecho daño y del que tú has creído durante mucho tiempo que no podías irte.

Lo bonito de este proyecto es que nunca caes porque tienes una familia que te sostiene

Esta canción has dicho que es de 2015. ¿Tenéis la misma relación con ella que con ‘Ajedrez’?

Sandra: No, con esta no me pasa. En este caso es una historia con la que me parece más fácil de conectar que con Ajedrez.

Álex: Es que Ajedrez es una batalla muy concreta.

Sandra: Claro… y no la he vuelto a vivir, no he vuelto a sentir eso. Pero El precipicio habla de dejar algo, ya sea un trabajo, una amistad, un amor…

Álex: Es saltar de un sitio para estar en otro

Sandra: Es atreverte a dar el paso a algo que te cuesta mucho.

Habéis hablado antes del concierto que daréis el día 28 en La Sala del Wizink. Me consta que estáis preparando algo muy especial.

Álex: Estamos preparando algo único y especial, algo que solo va a ocurrir ahí ese día. Cualquiera que haya venido a un concierto de Merino sabe que si decimos esto es peligroso [risas].

Sandra: Hay mucha «películería» en nosotros y en nuestros conciertos, y lo de ese día estará multiplicado por diez.

Álex: Hasta nosotros mismos, por el momento, estamos sorprendidos. Estamos preparando una experiencia, así que no esperes venir solo a un concierto. Eso es lo único que te podemos decir.

Aunque no me gusta hablar de dinero, viendo desde fuera todo lo que hacéis, me da la impresión de que hay mucho invertido en esto. Me llama mucho la atención cómo habéis ido promocionando todo, con cada single nos habéis enviado un regalo, en los directos también hay un importante despliegue técnico, etc. Veo que hay un esfuerzo económico brutal en este proyecto y que es una apuesta a todo o nada. Supongo que habrá habido momentos de dudas de que todo se pueda caer.

Álex: Pero cuando eso pasa, nos endeudamos un poquito más [risas]

Sandra: Muchas veces, cuando yo tengo miedo Álex es quien me anima, y cuando él lo tiene le animo yo. Además no estamos solos. Cuando los dos estamos bajos de repente viene Víctor, nuestro técnico de sonido, y tira del carro… o viene Vitto, nuestro bajista y teclista, o Flaco… Al final somos un equipo en el que cuando uno no está seguro siempre hay otro que tira de él.

Es que el proceso del disco ha sido tan largo que imagino que habrá sido todo una montaña rusa de emociones e inseguridades.

Álex: Total. Y ahí es donde hemos creado esa parte de familia, que es de lo que más orgullosos estamos, por encima de cualquier canción. Eso es muy bonito, que nunca caes porque tienes una familia que te sostiene.

Sandra: Al final, aunque tengamos nuestros momentos de duda o más bajos, todos creemos en esto y vamos a por ello.

Álex: Y luego además hay una cosa… que somos unos flipados y nos apasiona cada cosa que hacemos. Como que siempre queremos algo mejor y si no hay dinero, buscamos cómo conseguirlo. Me acuerdo una conversación con Diana, de Altafonte, diciendo: «A ver… es vuestro primer disco serio, vais a hacer un videoclip con cada single… si vais a lanzar seis, es un dineral». Y nosotros: «Pero es que además queremos mandar regalos a la gente con cada single…». Si al final mañana no salen las cosas y no podemos vivir dignamente de Merino, al menos lo hemos intentado y lo hemos pasado bien.

Sandra: Al menos no nos quedará la cosa esa de «no lo he intentado».

AUTOR

Javier Decimavilla
Javier Decimavilla
La música nos puede salvar la vida o al menos mejorarla. Bob Dylan, Neil Young, David Bowie, The Beatles o The Rolling Stones, entre otros, nos llevan enseñando el camino a la felicidad desde hace décadas.

¿Te gusta CrazyMinds? ¡Síguenos!

BUSCADOR

Y MUCHO MÁS...

spot_img
spot_img