Izaro actuó en Madrid el pasado 7 de marzo y es sin duda una de las mejores artistas que tenemos en la actualidad. Es más, el público que asistió a su concierto en la Sala La Paqui (antigua sala But), fue testigo de su carisma y brillantez para comerse el escenario y ganarse el cariño de toda la gente allí presente.
La cantante donostiarra presentó en directo su nuevo disco, cerodenero, quinto trabajo de estudio. Un albúm conceptual que mezcla electrónica y pop que invita a bailar, soltarse el pelo y liberarse. El pasado mes de diciembre tuvimos la oportunidad de entrevistarla con motivo de la publicación de su nuevo LP. Nos contaba que este disco trataba de «cómo enfrentarse a la fama y a los altibajos de la vida a través de una montaña rusa musical».
Un viaje de emociones
A eso de las 9 de la noche, Izaro y su banda salieron al escenario de la sala. La cantante se situó encima de una plataforma donde empezó a cantar y bailar zero. Contó que habían preparado cinco versiones para este show en Madrid, y su idea era traer un iceberg que forma parte de su puesta en escena, pero las condiciones de la sala no lo permitían, contaba entre bromas.
Seguidamente a esta le siguieron temas como iparraldera, aguacero, delirios, o x eta besteak. De esta forma el escenario se convirtió en una pista de baile con la performance de la artista junto a sus dos bailarinas. También pudimos disfrutar de otras canciones como el mundo no es un buen lugar, tu escala de grises, udara udara o las llaves de tu casa. En esta última habló del amor y de como cuando menos te lo esperas tu eres la elegida entre millones de personas.
Las risas y las confidencias sobre sus vivencias personales fueron la magia de su actuación. Soltó algún que otro chiste dejando que su público conociera a la Izaro de verdad. Una persona que no tiene miedo a desvestir su alma en cada una de sus canciones.
Las casi dos horas de música fueron una montaña rusa de emociones continua que tenía como base las canciones y las interacciones con el público. Para ella enfrentarse al no anonimato y al final de la gira de su anterior disco había sido como una montaña. En un principio, se enfrentó a ella con rabia y tristeza, teniendo que hacer un recorrido de subida hasta llegar a la cima y ahí arriba ver el horizonte, pero para llegar a él tenía que bajar, es decir, entrar en una fase de aceptación y curación. Con esto dió paso a su tema, limoiondo, y nos dijo «limonero cuídate, que yo ya estoy bien».
El público entregado al universo de Izaro
Antes de nada, creo que deberíamos aceptar que la música une, en lo que refiere a las barreras idiomáticas, e Izaro es una claro ejemplo de ello, al igual que otros como Zetak, Bulego, Grande Amore o Berri Txarrak. Por lo que los asistentes cantaron las canciones perfectamente en euskera.
No obstante, uno de los temas más esperados fue Invierno a la vista, tema en cuya grabación colaboró Xoel Lopez. Puede que todos soñáramos con que iba a ser uno de los invitados en esa noche tan especial, pero nos quedamos con las ganas. Ella entre bromas hizo el intento de buscarlo bajo una plataforma, entonces la gente explotó en risas.
Claro está que se sintió una complicidad y un vínculo especial con sus seguidores y con el resto de la banda durante las casi dos horas que duró el concierto. Fue muy gracioso cuando alguien entre el público le dió un paraguas en el momento en el que ella cantaba «Ven, corre a mi paraguas / Ven, corre a mi paraguas, ven corre aquí a por aguas».
Después de todo, no solo cantó el público, sino que también la cantante le acercó el micrófono a alguno de los miembros de la banda que se animaron a cantar. No estábamos viendo a Izaro como artista en solitario, sino a Izaro como banda.
Un bis con toques tradicionales
Es tan importante su vínculo con el euskera y las tradiciones de su tierra que los lleva en su maleta a cualquier rincón de la geografía española. No podría ser de otra manera, cuando hizo una reflexión sobre el euskera, sobre lo difícil que es vivir de ese idioma y, en especial, cuando confesó que tiene un miedo terrible al odio organizado hacia su tierra y sus raíces. Por consiguiente, cantó unos versos en euskera a capella.
Finalmente, y antes de dar paso a una de las últimas canciones, la donostiarra dedicó unas palabras muy bonitas a su abuela paterna donde reflexionó que somos el resultado de los que eran nuestras anteriores. Tal es el respeto de la artista por los mayores que contó un anédota con unas señoras con las que se encuentra cuando sale a pasear por las calles de San Sebastián. Desprende un cariño muy especial porque siente que ellas nunca la infravaloran y está deseando encontrárselas para tomar un café con ellas siempre que puede.
En pocas palabras, nos encantó y disfrutamos un montón. Probablemente, sea uno de los mejores shows que haya visto durante estos últimos años. Porque estaba bien estructurado, no perdías el hilo conductor, como si de un libro se tratase, con su introducción, desarrollo y desenlace que hacía que te sumerguieras en el universo de cerodenero, sin pensártelo mucho.
Setlist del concierto
- zero
- iparraldera
- edzddh
- aguacero
- delirios
- x eta besteak
- campamento base
- libre
- ixildu mese
- el mundo no es un buen lugar
- errefuxiatuena
- tu escala de grises
- limoiondo
- udara udara
- gabon gaua
- las llaves de tu casa
- aquí
- paris
- mi canción para Elisa
- todas las horas
