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Alcalá Norte: «No queremos ser la típica banda exprimida durante dos años. Nosotros queremos estar aquí dos décadas» (2024)

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Fotografías: Alejandro García-Cantarero

Es la banda de la que más se ha hablado y escrito en las últimas semanas. Alcalá Norte es el fenómeno del momento, un fenómeno que ni ellos mismos se explican. Vienen del distrito madrileño de Ciudad Lineal y su nombre se debe al icónico centro comercial construido a finales de los 90 que, por unas razones u otras, representa cierta decadencia de este modelo de consumo. Una amalgama de pequeños (y peculiares) negocios, locales cerrados y pasillos vacíos hacen de este edificio una especie de universo paralelo que se mantiene al margen de lo que ocurre en el bullicioso emplazamiento en el que se encuentra.

Aunque este encuentro sucede un mes después de cuando teníamos planeado, lo positivo es que lo hacemos en nuestro hábitat natural, en las calles que han visto nacer al grupo y al que escribe esto. Así, en el corazón del Barrio de la Concepción, quedamos con Rivas (voz) y Barbosa (batería), dos de los tres fundadores de Alcalá Norte, formación que completan en la actualidad Juampi (guitarra y tercer fundador), Pablo (Admin) (bajo), Laura (teclado) y Carlos (guitarra). Con nuestro barrio de fondo, y estructurando gran parte de nuestro encuentro y conversaciones off the record en torno a él, hablamos con los dos músicos e intentamos que nos cuenten cosas diferentes a las que ya han tratado en multitud de medios y que, a buen seguro, empiezan a estar ya cansados de repetir.

Entre la espontaneidad y la reflexión, así se mueve el universo conceptual de Alcalá Norte, cosa que se refleja en sus letras y en su manera de hablar de un proyecto que se está haciendo un hueco en nuestra música de una manera arrolladora. El orgullo de barrio y la sencillez son el leitmotiv de una banda que huele a post-punk y sonidos ochenteros, y lo hace con contundencia y mucho carisma. Desde Ciudad Lineal, disparados hacia metas que aún no sabemos localizar, Alcalá Norte han venido para quedarse. La conquista de territorios no ha hecho más que comenzar y solo el tiempo dirá cuánto de lo que está ocurriendo con ellos se materializa realmente. El futuro, desde luego, es apasionantemente prometedor y lo que es innegable es que han facturado uno de los discos del año, plagado de canciones incontestables.

Hace justo un mes que salió el disco y, viendo todo lo que está pasando con él estos días, la primera pregunta es obligada, ¿cómo estáis viviendo estas primeras semanas y lo mucho que se está hablando de vosotros?

Barbosa: Está siendo muy intenso, la verdad.

Rivas: Yo peté emocionalmente al principio. No entendía muy bien de qué iba esto. Estaba sometido a mucha ansiedad, que se retroalimentaba con los porros que fumaba, y exploté, así de sencillo. No era capaz de aguantar tantas novedades. A partir de ahí, me metí en vereda a mí mismo y he empezado a disfrutar de las cosas. Creo que la primera vez que sonreí en las dos primeras semanas fue en los bolos de El Sótano. Hasta entonces estaba un poco en plan «¿qué coño es esto?». Evidentemente, no fue solo dejar los porros, que ayudó un huevo, sino enfocar las cosas con más calma y sintiéndome más agradecido y motivado.

Barbosa: Al final estamos contentos, pero eso no quita que haya ratos en los que digas «joder, se nos ha ido de las manos». Yo es que a veces me siento como si estuviera en una cámara oculta. Por ejemplo, hoy ha salido lo del Primavera Sound y es algo que me sobrepasa un poco porque a mí no me gustan ni los festivales ni nada de eso [risas]. Yo veo nuestro nombre ahí y me impresiona.

Rivas: Es verdad que al Barbosa, por unas cuestiones casi de higiene, no le han molado nunca los festis, así de sencillo. Entonces, trato de ponerme en su piel y me hace gracia pensar que ahora su verano va a consistir en hacerse 20 festivales, sabiendo que él no querría ir a ninguno más en su vida como público.

Barbosa: Dejé de ir hace mucho tiempo y dije que no volvería a un festival nunca, ni de la música que me gusta. Pero bueno, si voy y me están pagando igual lo hago con más alegría [risas]. De verdad que estoy contento, y creo que es una experiencia que está bien, pero eso no quita que me da cosa.

Esta banda nace de la pura amistad

Estamos en vuestro barrio (que es también el mío), así que antes de seguir hablando de vuestro disco y de otras cuestiones, me gustaría (aunque ya lo habéis dicho muchas veces) que me contarais de dónde venís, cómo surge la banda, dónde confluís musicalmente, etc. para tener un poco de contexto de vuestra historia como grupo. 

Barbosa: Esto viene de la pura amistad, que somos colegas desde hace mil años.

Rivas: Del barrio.

Barbosa: Yo tenía otro grupo antes y un día quedé con Juampi, que es el otro fundador del grupo, y le dije que teníamos que montar algo, porque ya lo habíamos intentado alguna vez y no cuajó. El caso es que ese día estaba este [refiriéndose a Rivas] y soltamos: «Vamos a quedar para echar el rato con un par de temitas en el local» y él nos dijo: «Qué guay, ¿puedo ir a ver?», así que, aunque él no había cantado nunca, le dije: «¿quieres cantar tú?» Y así fue. Nos empezamos a calentar, buscamos más gente y así empezó todo.

¿Dónde fueron esos primeros ensayos?

Barbosa: Íbamos a unos locales que se llamaban Taller 57, en Hortaleza. Básicamente, íbamos ahí porque Juampi ensayaba ahí con su anterior grupo y alguna vez que yo había ido con él también habíamos ensayado ahí. Nos molaban los locales, los llevaba un tío majete y no eran caros, pero ya cerraron.

¿Y a nivel musical cuál es el punto en el que conectáis todos?

Barbosa: Esa es la movida, porque en realidad la música que empezamos a hacer fue un poco por descarte, pensando qué es lo que yo no quiero hacer. Realmente yo estaba muy abierto a prácticamente cualquier cosa, dentro de unos márgenes, claro [risas]. Yo venía de tocar en un grupo rollo Eskorbuto, La Polla, Cicatriz, etc. y estaba un poco harto ya, así que le dije a Juampi: «Vamos a tocar tú y yo y lo que tú quieras». Yo sabía que había cosas que compartíamos más o menos, y el rollo este post-punk salió un poco de la mezcla de qué es lo que nos gusta a los tres, pues la cosa ochentera y oscurilla. Por eso tiramos por ahí.

Rivas: Yo a Juampi le conozco desde los 11 años, y este a Juampi desde los 15, y él y yo nos conocemos de vista desde los 13, pero no éramos colegas. Cuando nos hicimos amigos, desde los 18 o así, a mí me molaba ir a su casa a que me pusiese 50 discos por noche, de mil estilos diferentes, y Juampi y yo también íbamos enseñándole música a este. Así que, de tantas cosas que nos habíamos enseñado los unos a los otros, sí que sabíamos que a Barbosa, a pesar de ser un heavy raro, le molaban los Smiths, Joy Division, etc. Es que yo recuerdo a este comprarse un disco de Antiguo Régimen, que es una banda de post punk, que eran unos frikis de Valencia. Sabíamos que ahí había un sustrato común.

Barbosa: Bueno, esos discos me los compré cuando ya empezamos y lo hice para estudiar [risas].

Rivas: Ah, sí, puede ser. Pero lo que sí que sabíamos es que a este el rollito oscurete, ochentero y británico le molaba.

Barbosa: Los Smiths me molaban porque me los enseñaron estos, yo no los conocía. Por ejemplo, a estos les gusta mucho Oasis, Stone Roses y tal, y eso a mí ya no me hace tanta gracia. Joy Division y The Cure también me gustaban. No hemos sido nunca unos expertos en post-punk ni nada de eso, pero sí que era algo que nos molaba.

No sé si es algo muy común que en este barrio los chavales escuchen ese tipo de música…

Barbosa: Yo no creo que sea una cuestión del barrio…

Rivas: Bueno, en mi caso sí que me viene del barrio. Me viene de mi viejo, que es de aquí, y de sus hermanos y de sus amigos, los mods del barrio.

Barbosa: A mí me lo enseñaron estos y además te voy a contar el día. Cuando este y yo nos volvimos a reencontrar, que nos hicimos colegas, era porque él, Juampi y otro colega pinchaban en el Lucy, que es el bar este de Malasaña que ahora han abierto otra vez. Ellos eran un trío de DJs que se llamaban los Indies Patilleros. Yo iba allí porque vendían barra libre de cerveza de litro a 10 € y me lo trincaba todo. Entonces, me acuerdo un día que pusieron la de There Is a Light That Never Goes Out de los Smiths y dije «esto está muy guapo». Así que yo conocí a los Smiths con 19-20 años, a mí no me venía eso de antes. Yo vengo del heavy, del punk y del rock, y todo eso no lo conocía.

En Twitter, Admin tiene un plan

Antes de hablar de álbum, me gustaría que comentáramos un poco el hype que hay con vosotros. ¿Cómo lo estáis viviendo y de qué manera os estáis tomando todo esto?, ¿tenéis cierta desconfianza o miedo por si esto no es algo completamente real y se ha inflado un poco por el momento?

Barbosa: Es una muy buena pregunta, y creo que es la primera vez que le digo alguien que es una buena pregunta [risas]. A ver, nosotros confiamos en que el disco estaba guapo, pero sí que es verdad que se ha liado muy heavy y no pensábamos que esto fuera a petar de una manera tan exagerada. Igual tampoco es tan exagerado y es que nos ha calentado la cabeza la gente, que esa es otra…

Te entiendo. A mí sí que me parece exagerado, pero es verdad que eso ocurre con la gente que yo sigo o tengo contacto en redes sociales.

Barbosa: Claro, a eso me refiero. En tu círculo puedes decir que todo el mundo está hablando de esto, pero luego sales a la calle y no te conoce ni dios. Entonces dices, «vale, menos mal».

Rivas: Los crecimientos de los streams son prometedores, pero siguen una línea razonable y natural donde todo tira bien. De hecho, la peña que nos apoya con análisis de datos y tal nos está diciendo: «Chicos, tranquilos, todos los temas están tirando para arriba. No es que haya un petardazo y que ‘La vida cañón’ suba millones y el resto no los escucha ni dios, sino que todos los temitas van subiendo poquito a poco. Estáis fidelizando y la peña no escucha un tema, sino que escucha ocho». Eso a mí me calma más que el jaleo ese de Twitter. Pero entiendo que ese jaleo ha salido de puta madre para que tengamos oportunidades en Primavera Sound y cosas así.

Barbosa: Lo de Twitter viene del bajista, que es un puto personaje. Yo estoy completamente desconectado de Twitter, no he tenido en mi vida. De hecho, me hice una cuenta para vigilar lo que ponía él [risas], y ya hace un mes que no lo miro porque me ponía nervioso. Como estoy totalmente fuera de ese mundo, de Twitter y de redes sociales, me parece todo absolutamente absurdo.

Pero está teniendo cierta importancia.

Rivas: Lo que más

Barbosa: Mogollón. Pero aun así, me da por pensar «¿qué puta broma es esta?» [Risas]. La verdad es que no sé hasta qué punto puede llegar todo esto, pero veo que es mucho más de lo que pensábamos.

¿Todo eso de Twitter fue para que lo hiciera él porque ninguno queríais hacerlo o realmente el Admin tiene un plan?

Barbosa: Él tiene un plan. Es un experto en Twitter…

Rivas: Le costó muchísimo convencernos…

Barbosa: Él lleva un montón de años en Twitter, le encanta y es un friki de esto. Le encanta ese jaleo, aunque a mí me parece horrible. Entonces, al principio nos decía: «Dejadme a mí, de verdad, ya veréis». Y nosotros pensábamos que era para que él pusiera sus chorradas para sus tres colegas de Twitter.

Rivas: Que además sabíamos quiénes eran ya.

Barbosa: Eso es, que son otros frikis que te cagas [risas]. Pero de repente aquello empezó a subir y yo pensaba: «¿Esto hasta dónde va a llegar?». Como parece ser que Twitter tiene bastante importancia para que la gente te haga caso, pues se ha liado.

Hasta Rosalía…

Barbosa: Tócate las pelotas, ¡hasta Rosalía!

Rivas: Pero ya te digo que yo me fijo más en los discos que se venden y en cómo suben las escuchas, y eso tiene un crecimiento natural. Sí que se ve que ayer Rosalía te puso un tuit y de repente saltas un escaloncito, pero luego eso se mantiene y está todo tranquilo. En Spotify la subida es prometedora, pero no me hace pensar que esto vaya a durar solo dos semanas porque creo que es tranquilo y a la peña le va molando el disco.

Barbosa: Yo que me considero una persona tranquila, todo esto del castañazo brutal no me hace ni puta gracia. Sé que eso no va a ningún lado y que no es bueno para las cabezas, porque todo lo que sube baja. Así que es mejor ir despacito.

Rivas: Y tampoco es algo que busquemos, ni nosotros ni la peña que nos está asesorando. Evidentemente, ellos entienden como buena noticia que nos esté pasando esto, pero nos quieren proteger frente a ser la típica banda que es exprimida durante dos años y después abandonada. Nosotros queremos estar dos décadas aquí.

Nosotros en directo nunca hemos sonado a ese rollo de las maquetas

Como comentabais antes, en vuestra música hay sonidos post-punk con toques ochenteros. Aparte de esas referencias de las que habláis siempre, contadme gustos más particulares o que se alejen de lo que hacéis realmente y, sobre todo, cómo eso va cambiando o evolucionando según el proyecto avanza.

Barbosa: Pues mira, personalmente, no sé si en mi manera de tocar la batería se nota algo, pero yo siempre nombro a los Porretas por el platillito «ti, ti, ti, ti» [gestualiza como si estuviera tocando el platillo].

Rivas: Para mí eso es muy importante. De verdad que el platillito de los Porretas y de otras bandas que no se pueden nombrar, me parece clave como influencia en la manera en la que este toca la batería en Alcalá Norte. Que tampoco le quite valor porque está ahí.

Barbosa: Pero es que tampoco es nada consciente. Llevo tocando la batería diez años, pero llevo dando clases seis meses, y tampoco doy muchas porque voy de vez en cuando. Así que mi manera de tocar la batería ha sido totalmente natural. Luego a mí me gustan un montón de grupos que dudo mucho que tengan influencia en mi manera de tocar, al menos que sea algo pensado, pero a lo mejor luego en el resultado se nota, no lo sé. Creo que con el resto de integrantes del grupo pasa lo mismo. En alguna cosa se puede pensar que suene como algo de otro grupo, pero tampoco es algo buscado porque, como somos tan diferentes todos, al final es muy complicado decir «vamos a hacer esto así».

Rivas: Hemos contado alguna vez una cosa que salió de nosotros. Carlos, nuestro productor que ahora es guitarra, cogió nuestra idea original de La vida cañón y la pasó por un filtro de como él entendía Waterfall de los Stone Roses, que no le gusta la canción y que ni siquiera se la escuchó una sola vez a la hora de producirla. Pero, al margen de eso, la única vez que nosotros concienzudamente hemos tratado de hacer una canción que suene a otra es con Arteligencia artificial, una de nuestras primeras demos, que es Nu babe, de Ramoncín. Es sí que fue clara.

Barbosa: Pero igualmente fíjate que, aunque intentemos hacer una canción con otras personas, luego yo escucho las dos y veo que no tienen nada que ver.

Rivas: Otra cosa que a mí me influye mucho, no a nivel musical evidentemente, pero sí en cuanto a filosofía de banda y que, de hecho, me está gustando mucho lo que hace Admin en Twitter porque me recuerda mucho a algo que ha estado siempre presente. Me refiero a los KLF, una banda de Reino Unido que hacía frikadas del 89 al 92, que se parece mucho a toda esta movida de Dionisos que estamos haciendo nosotros y a toda esta movida que está haciendo el Admin en Twitter. Esos tíos para mí siempre han sido una referencia clarísima. Hay un periodista que hizo un libro sobre ellos que es buenísimo porque después de leerlo no me queda claro si el libro también es mentira y parte de la movida loca de ellos o es una biografía.

Barbosa: A Palo Seko hizo una cosa parecida. Sacó un recopilatorio que era La paja en el ojo ajeno, y había un librito en el que contaban 10 anécdotas y solamente una era verdad… Y eran todas una puta locura [risas]

Rivas: Pues esa es un poco mi sensación con los KLF y me ha dado igual. Yo he tomado ese libro como influencia a muerte de cómo se tiene un proyecto de pop y estaré orgulloso si dentro de cinco años veo que realmente algo se me pegó de ellos. Eso sí que es una influencia friki que tiene sentido mencionar.

Has nombrado a Carlos Elías, vuestro productor, y has dicho que ahora es vuestro guitarrista. De hecho, ya le vimos en El Sótano.

Rivas: Sí, ya es nuestro guitarrista oficialmente.

Desde vuestras primeras demos y maquetas hasta vuestro disco hay una evolución en el sonido bastante clara, ¿cuánta importancia tiene Carlos en esto?

Barbosa y Rivas: Cero [lo dicen a la vez]

Rivas: Lo único que ha hecho Carlos es ser fiel a lo que sonaba en el escenario.

Barbosa: Es que las canciones de las maquetas nunca las tocamos así, siempre sonaron como suenan ahora. Nosotros nunca hemos sonado a ese rollo de las maquetas.

Rivas: La influencia de Carlos es: «Yo percibo en el escenario que queréis tocar así, así que voy a hacer que sonéis así y, sobre todo, voy a hacer que en las grabaciones sonéis mejor de lo que sonáis en directo, para que luego haya un ejercicio de ensayar a muerte para sonar como en el disco». Eso sí que es mérito de Carlos.

Barbosa: Las maquetas las grabamos con nuestro primer teclista en su casa y él quería hacer lo que le salía de los huevos, básicamente. Como nosotros no teníamos ni idea de Ableton, ni de ordenador ni nada, le dejábamos hacer. Yo siempre le decía: «Me gustaría sonar más como el directo», pero siempre contestaba: «Eso no se puede, es imposible». Yo sabía que eso no era imposible porque hay muchos grupos que suenan parecido, pero pasamos un poco y lo hicimos así. Pero vamos, que no es que Carlos nos dijera «tenemos que pasar de esto a esto».

Cuando grabamos las primeras canciones con Carlos Elías no nos moló nada y petó el grupo

Está muy bien matizar esto porque es verdad que el cambio de sonido es grande y coincide con su entrada como productor.

Rivas: Pues ya ves que no. De hecho, es aún mejor la historia. Es que este primer teclista que teníamos y que ejercía como productor, no quería ser el productor de la banda, lo era por necesidades técnicas. Pero pronto quiso que nos juntásemos con otros productores para que lo hiciera otra persona.

Barbosa: Bueno, eso de que no quería ser el productor…

Rivas: El caso es que hubo un momento en el que decidió que era hora de entrar al estudio. Este tío lo decidió por nosotros y lo aceptamos porque, como decía este, nos dejamos llevar. El segundo de los estudios que escogió fue el de Carlos. Entonces, nosotros en 2022 ya grabamos con Carlos y ahí, como el otro mandaba, era el que le daba las instrucciones a Carlos, y Carlos hizo unas primeras grabaciones de nuestras canciones que sonaban más en el rollo de las maquetas.

Barbosa: No nos moló nada y ahí petó el grupo.

Rivas: Tal cual, fue así. Las dos primeras canciones que grabamos con Carlos fueron el motivo para que dijéramos «esto es una puta mierda». Pero el propio Carlos se dio cuenta, porque un mes después de grabarlas con nosotros fue a vernos a un bolo y, aunque era el cuarto o quinto que nos veía, fue el que le sirvió para entender que no tenía ningún sentido lo que había estado haciendo con nosotros en el estudio.

¿Por qué decís que ahí petó el grupo?

Rivas: En ese momento dijimos: «Se ha acabado Alcalá Norte, esto es una mierda. No queremos sufrir más». Luego, unas semanas después, dijimos: «Bueno, igual no se ha acabado Alcalá Norte, lo que se ha acabado es este teclista», y echamos al teclista.

Entiendo que no tenéis ya ninguna relación con él.

Rivas: Nos hicimos muy amigos, la verdad, pero luego también muy enemigos. Y luego, al bajista, que ese sí que era amigo mío de antes, le sentó mal la manera en la que gestionamos este conflicto y se bajó del carro también.

Y ahí os quedasteis los tres…

Barbosa: Y reclutamos a peña.

Rivas: Encontramos a Pablo, el anterior guitarrista, que ahora también le hemos echado.

¿O sea que el cambio de Carlos por Pablo en la guitarra ha sido porque habéis echado a este?

Barbosa: Pero de verdad, la situación no era la misma. Con el otro fue porque no le aguantábamos ya, pero con Pablo ha sido otra cosa. Él entró como bajista, luego entró el Admin de bajista y le pusimos de teclista, luego entró Laura y le pusimos de guitarra. Así que fue como «bueno, lo sentimos, pero ya no se puede hacer más». Él era una buena persona y le queríamos mucho, pero lo siguiente qué era ¿quitarme yo de batería o ponerle a cantar? Ha sido el que más tiempo ha estado con nosotros, pero no encajaba, ya está. No fue agradable, la verdad.

Rivas: Cuando nos quedamos solos, teníamos vídeos del último concierto y en esos vídeos salía el Pablo bailando.

Barbosa: Y Laura, la teclista de ahora.

Rivas: Así que nada, él nos siguió y nos felicitó por el bolo, y yo me metí en su perfil y vi que tenía una foto con un bajo…

Barbosa: Y yo había oído hablar de él porque tocaba en el local de ensayo en el que tocaba yo con mi anterior grupo y Raúl, que era el que tocaba conmigo, me dijo que había conocido a un chaval majete y tal. Entonces, entre que vi que este hablaba con él y que tenía un grupo, y que mi colega Raúl, que es un puto hater y no le cae bien nadie, me dijo que le caía bien, pues confié en él.

Se ha magnificado mucho eso de la conciencia de clase y no queremos ser abanderados de nada

De las primeras cosas que llaman la atención de vuestro disco, además es algo que a mí me toca directamente porque también soy de aquí, es ese orgullo de barrio del que hacéis gala, incluso cierta conciencia de clase.

Barbosa: Pero eso no es tanto en realidad. Se ha magnificado mucho eso de la conciencia de clase y no sé por qué.

Analizando las canciones es cierto que no es tanto, por eso no os quiero preguntar por eso directamente, sino si creéis que en la música actual hay suficiente de eso, se necesita más o vamos sobrados…

[Ambos dudan y se paran a pensar unos segundos]

Barbosa: Mira, yo personalmente no creo ni que haga falta más, ni que sobre, simplemente que cada uno hable de lo que le apetezca. A mí me gusta mucho el heavy y tal, y lo que me gusta sobre todo es movida fantástica. Es que, por ejemplo ha pasado con la canción de La calle Elfo, que nos han dicho que es un himno contra la gentrificación y tal, y en realidad es una canción de los dioses de borrachera que están en la calle Elfo.

La vida cañón, ¿qué pasó con ella? Que para mí era una movida que vi en una revista de hace 90 años y pensé en Antonio Alcántara. Luego este tuneó la letra, la puso más en contexto actual y yo al principio le dije, «¿Qué haces? esta no es la idea». O sea que no hay una intención de hablar de nada de eso, ni tampoco queremos ser abanderados de nada.

Por lo menos, ‘La sangre del pobre’ sí que es una canción de ese rollo, ¿no?

Barbosa: Sí, esa sí. Viene de una movida de este, que le dio por leer… porque a veces le da por ahí [risas]. Pero bueno, lo que te decía, no creo que haga falta más ni menos, sino que cada uno hable de lo que quiera. Pero sí que es verdad que se ha magnificado un poco todo esto con nuestras canciones.

Es que al final siempre que sale una banda nueva se intenta clasificarla, tanto a nivel de sonido como de letras.

Rivas: Por ejemplo, hablabas de La sangre del pobre. Esa canción viene de un libro que se llama La sangre del pobre que, honestamente, creo que el mensaje original de Leon Bloy en ese libro lo he transmitido de puta madre en la letra. Pero el estribillo, lo de «Dios te pesa en su balanza…» no es de Leon Bloy. Luego, de repente, entra por ahí Thomas Bayes, que es un matemático y eso desborda a Leon Bloy. Lo que quiero decir con esto es que yo pillo influencias y las retuerzo poéticamente.

Barbosa: Y la última frase que digo yo tocando la batería es una frase de Torrente [risas]. Realmente, la frase no es así en la peli, pero es el mismo concepto. Como este dijo lo de «Dios te pesa en tu balanza y piensa que te falta chicha», dije yo: «Sustancia, que solo pones patatas, macho». Al final esto es una gilipollez detrás de otra, básicamente.

Entiendo que las letras las escribes tú todas, Rivas.

Rivas: Sí. A veces inspirado por él, por ejemplo, pero yo ejerzo de orfebre.

Barbosa: Yo a veces le digo «mira qué gilipollez se me ha ocurrido» y él lo traduce a una letra guapa, porque yo no sé ni hablar prácticamente [risas].

Y esa orfebrería de la que hablas, ¿viene de coger algo y moldearlo o de ir añadiendo cosas? Porque yo veo mucho collage de influencias, referencias, etc.

Rivas: Casi todo es collage. Al principio era más de moldear porque, por necesidad o por precariedad, tiraba de los apuntes de la movida que había estado leyendo, y de esos párrafos intentaba sacar versos. Entonces, Dr. Kozhev es literalmente una movida de Hegel. Ahí trato de ser fiel a la visión de Kozhev, le meto una frase de Escohotado, que es el que me enseñó a Kozhev, pero básicamente casi todo es Kozhev.

Pero luego, a medida que fui avanzando como compositor, me di cuenta de que lo que manda es la canción, no el mensaje original. Sobre todo, que hacía canciones basadas en mensajes que me daban igual. Es decir, yo he leído muchas cosas y obviamente el sesgo que me lleva a leer eso está ahí, y lo que leo me podía convencer o no, pero como había que hacer una canción me servía igualmente. Al principio igual tenía más interés en ser fiel a lo que leía, pero cuando me di cuenta de que, por ejemplo en el caso de Kozhev y Hegel, me dan igual los dos, llega un momento en el que me digo: «Vale, tío, a mí lo que me vale es que la frase esté guapa y que la siguiente frase pegue».

Barbosa: A mí es que siempre me ha parecido que mola el rollo ese de canciones crípticas, para que cada uno se haga su película. Luego lo que pasa es que a mí me toca las pelotas que cada uno se haga su película igualmente [risas], pero sé que eso es bueno.

Y cuando él llega con un texto y os lo enseña, ¿cómo actuáis?

Barbosa: Yo soy el que hace la censura.

¿Pero él no os cuenta nada acerca de dónde vienen esas letras?

Barbosa: Sí que cuenta, lo que pasa es que yo sé de dónde viene cada cosa y a lo mejor le digo «por aquí no vayas». Ha habido mucho corte, faltaría más.

A veces la coherencia nace de que tengo una estrofa y un estribillo, y entonces me obligo a escribir otras dos estrofas del mismo rollo

Vale que digáis que el mensaje no es tan importante, pero cualquiera que escuche vuestras canciones puede pensar que sois ratones de biblioteca por la cantidad de referencias literarias, históricas, etc.

Barbosa: Un poco sí que lo somos. Pero no es que el mensaje no importe.

Rivas: El origen es de biblioteca, sí. Pero mira, quien quiera entender cómo son las letras de Alcalá Norte que lea El autor y la escritura, que es un librito de Jünger de consejos para un escritor. Si yo para cerrar mi canción, que viene de un libro o de una corriente de pensamiento concreta, tengo que cambiar la palabra “bien” por la palabra “mal” porque suena mejor, la voy a cambiar.

Barbosa: Hay otras que son mucho más evidentes porque son historias al final, como Langemarck, Westminster o El guerrero marroquí. Y es verdad que hay otras que son un Frankenstein de movidas. Todo depende del venazo que le de a este.

¿Te has ido preparando como escritor de canciones o todo eso te venía de antes porque leías mucho?

Rivas: Yo es que, de hecho, dejé de leer y he vuelto ahora porque he dejado los porros.

Barbosa: Dejó de leer por los putos canutos y lo único que hacía era tumbarse en el sofá y ver TikTok [risas]

Rivas: Sí, y ahora he vuelto. Pasolini y Petronio han sido los primeros que he leído. Y estoy muy contento, es lo mejor.

A eso iba, que como siempre has sido muy lector, eso te ha llevado a escribir también.

Barbosa: No, no. Lo que le ha llevado a escribir es tener un puto grupo.

Rivas: Volviendo un poco a la influencia de Escohotado, yo escribía para poder olvidar lo que estaba estudiando. Para dejarlo ahí plasmado, pasar otra cosa y, que si quería repasar, ahí tenía yo un resumen brutal. Yo conozco mis neuronas y sé dejar buenos apuntes. Yo es que he sido un buen estudiante. Pero hacer versos viene de que tenía una banda de repente. Yo recuerdo que en bachillerato, con la profe de lengua que teníamos buen rollo, escribí dos poemas dedicados a una chavala que se llamaba Nieves. Así que tuve dos poemas en clase de lengua y luego ya lo siguiente fueron canciones de Alcalá Norte.

Una vez que llega la letra y Barbosa mete la tijera, ¿cómo la trabajáis como banda?

Barbosa: Realmente, lo que hacemos es que en el local empezamos a hacer loops y movidas así, y entonces este saca un bloc de notas del móvil, que es un chorizo así de estrofas y se pone a leer. A veces lee el troncho entero y vamos cogiendo cosas.

¿O sea que no son ni canciones?

Rivas: Por eso lo del collage que has dicho tú antes está muy bien tirado. A veces la coherencia nace de que tengo una estrofa y un estribillo, y entonces me obligo a escribir otras dos estrofas del mismo rollo y se más o menos por dónde hay que ir.

Cristino Ronaldo me rompió el corazón

Aparte de las referencias que hemos comentado, hay también algunas futbolísticas que a mí ya me gustan menos porque soy del Atleti.

Barbosa: Eso te jode, ¿eh? [risas]. A mí me da igual porque no me gusta el fútbol.

Rivas: Mi padre es del Atleti también.

¿Y por qué has salido tú así?

Rivas: Porque mi abuela y el Real Madrid debieron comprarse los terrenos a la vez y ella vive al lado del Bernabéu. Pero claro, por aquel entonces mudarse a un piso a las afueras de Madrid, cerca del estadio que se estaba construyendo, no era lo mismo. Es que desde su casa se ve el Bernabéu, por eso soy del Madrid, pero mi padre es del Atleti.

Barbosa: Tiene una foto en la nevera vestido del Atleti.

Rivas: No, esa es del Barça, porque mi padrino es del Barça.

Barbosa: Ya ves qué lío, así se ha quedado [risas]. A mí la verdad es que nunca me ha gustado el fútbol y al resto de integrantes tampoco, salvo a Juampi.

Entonces imagino que cada vez que llega con una canción que habla de Ronaldo…

Barbosa: Esa es la movida…

Rivas: Hubo mucha pelotera con eso [risas].

Barbosa: De hecho, al sacar el disco, este de repente dijo: «He hablado demasiado de Cristiano Ronaldo, qué vergüenza».

Rivas: Sí, tío, lo de Ronaldo me ha dado vergüenza a posteriori.

Hablas en tres canciones, si contamos la de Georgina.

Rivas: Esa es la que más me jode, tío, porque parece que va a malas.

Bueno, es que cocaína y Georgina riman bien.

Barbosa: Ahora está rayado porque dice que si lo ha visto Rosalía también lo puede ver Ronaldo.

Rivas: Claro, es que esto hace dos meses era gracioso, pero ya no, porque lo ve Rosalía y, ¿por qué no lo va a ver Georgina entonces? ¿Hay tanta diferencia entre las dos? Pero tío, lo único que quería expresar ahí…

Barbosa: Cuéntalo que eso está guapo.

Rivas: Volvemos a Escohotado. Me da un poco de vergüenza reconocer que es una influencia mía porque también le cae mucho odio, pero bueno… Yo nunca he probado la cocaína, pero otro sabio y gran «coquero» que no voy a decir quién es porque a ese le cae más hate aún, me dijo: «Rivas, no pruebes nunca la cocaína porque la gente toma cocaína para entrar en el estatus mental en el que tú te hayas por naturaleza, así que no te hace falta y solo te va a destruir».

El caso es que, con ese bagaje vi una frase de Escohotado que me molaba, decía que la cocaína te mete en ese estado en el que estás en una conversación y estás mirando a los ojos del interlocutor, pero estás deseando que acabe de hablar para que te toque hablar a ti. A mí esa movida se me quedó marcada y pensaba «vaya mierda de droga».

A mí es que me gusta mucho Cristiano Ronaldo… El caso es que yo vi el documental de Georgina y aluciné con que su grupo de amigos respetaba mucho su turno de palabra y eso me hizo pensar en aquella frase de la cocaína, y de que el otro acabe de hablar pronto para que te toque a ti. Pensé que la cocaína debe ser como estar en tu propio docu. Y realmente no quería decir nada más, lo que pasa es que tenía la mala suerte de que las dos palabras rimaban.

Decías que te gusta mucho Cristiano Ronaldo.

Rivas: Es que me gusta mucho, tío. Pero me jode que, aparte de gustarme mucho, le he escrito una canción de hate.

Porque se fue y te rompió el corazón cuando anunció su marcha.

Rivas: Exacto. Me rompió el corazón. No me hizo ni puta gracia. Yo estaba en Montreal ese año, porque que me fui de intercambio con la uni, y yo no entendí nada. Yo estaba solo, viendo la puta final con una cami de Ronaldo que me había comprado en Montreal por 7 dólares…

Barbosa: Te quedaste como el mítico meme ese de cuando Puigdemont declaró la independencia [risas].

Rivas: Os reís, pero no moló nada. Y mira si no me moló que cuatro años después estaba escribiendo esas cosas, porque es una herida que tengo ahí.

Barbosa: Despechao…

Rivas: Claro, como Rosalía

Igual hoy la vida cañón se parece más a ‘Yo soy Georgina’ que a Antonio Alcántara

‘La vida cañón’ ya habéis contado más veces que viene de un artículo de 1935 en el que le preguntan a un hombre qué haría si le tocara el gordo. A día de hoy, ¿qué sería para vosotros pegarse la vida cañón?

Barbosa: Yo, precisamente, cuando leí eso pensé: «¿Qué más necesita una persona?». Y no hablo de los toros ni nada por el estilo, es otra cosa, y por eso pensé en Antonio Alcántara. Se trata de no tener preocupaciones, que es en lo que se basa eso, en tener tu caprichito, que pueden ser los toros, el gramófono o la Play Station 5. ¿Qué más necesita una persona realmente para tener la vida cañón? La tranquilidad, la serenidad… ya está. Esto es, al menos, lo que yo procuro siempre en mi vida. Antonio Alcántara.

Lo que pasa es que en la actualidad, con las redes sociales y tal, en las generaciones más jóvenes creo que aspirar a la vida cañón es aspirar a ser como Georgina, por ejemplo.

Barbosa: Pues eso yo lo considero un error.

Rivas: Al decir yo eso de «seis horas seguidas…» parece que lo que quiero es tener un petardazo y ser famoso, pero no es así. Y es verdad lo que dices, que igual hoy la vida cañón se parece más a Yo soy Georgina que a Antonio Alcántara. Así que nosotros reivindicamos unas aspiraciones más humildes.

Barbosa: Siempre con la tranquilidad de que no te falte de nada, obviamente. ¿Pero por qué necesitas un avión?

Rivas: Por ejemplo, si hay que ponerse políticos, igual un pisito en la calle Elfo sí que está dentro.

Barbosa: Eso forma parte de la idiosincrasia de Antonio Alcántara.

Rivas: Y ya ahí estamos posicionándonos. Pues sí, un pisito en la calle Elfo para cada español. 46 millones de pisos en la calle Elfo. Unos mamotretos de un kilómetro de altura… [risas]

Barbosa: Movida cyberpunk [risas].

Rivas: O la ciudad lineal saudí esa.

En estas semanas habéis hablado ya mucho de temas que aparecen en vuestras canciones y no quería caer en lo mismo, pero sí que me gustaría detenerme en ‘Westminster’.

Barbosa: Es de mis canciones favoritas.

Rivas: Lo primero que hay que decir ahí es que yo no pienso que el tipo que canta en Westminster sea un opositor al régimen social instaurado por los seguidores de Calvino en Inglaterra y que merezca nuestra atención. Pienso que es un pipa y te voy a explicar por qué. Él dice: «No sabré si mi destino es de salvado o de caído, pero así conservaré del pecado su atractivo».

Una de mis frases favoritas del disco.

Barbosa: Es que es acojonante.

Rivas: Pues a mí me parece un pringao. Vamos a llamarle John Wilkinson, por ponerle un nombre básico. Él ve el decreto de Dios y ahí pone el nombre y así o así [lo dice gestualizando con el dedo pulgar hacia arriba y hacia abajo]. El caso es que lee «John Wilkinson, salvado», y el tío va a empezar: «Ya lo sabía yo porque esta es mi movida. ¿Qué necesidad tengo yo de estar follando y fumando porros si puedo estar gozando de Cristo pensando únicamente en la Gloria? Así que paso de la botella y me voy a dedicar a pensar en Dios y sentirlo en mis carnes». Entonces, si realmente te bastaba con leerlo ¿por qué no lo hacías antes?.

Si en cambio lee «John Wilkinson, caído», ¿eso le quita las ganas de ir a follar?, ¿significa eso que solo le molaba hacerlo si de alguna manera sentía que estaba jodiendo a Dios? Por eso digo que eso no es ser un opositor al régimen social que instauró Calvino, eso es estar dentrísimo de la movida del celo social que impone Calvino para los demás. Realmente tienes un temor reverencial a Dios que es casi de tipo sexual. Es para que venga Freud y hable con él. Así que este tío a mí me cae mal, pero él me dijo todo esto y yo lo canto.

Hablas de lo atractivo del pecado. ¿Hay que reivindicar un poco el acto de pecar?

Barbosa: Pero tampoco tanto… que nosotros somos gente de orden.

Tenemos ganas de la gira de otoño en salas pequeñas y ver cuál es nuestro alcance real

En la calle Elfo vive tu abuela, ¿no?

Rivas: Mi abuela vive en la antigua Ángel del Alcázar, ahora Guillermo Rovirosa.

Barbosa: Es esquina con Elfo.

Rivas: ¡Más que esquina! Aparte de ser esquina con Elfo, que eso ya te garantiza una fachada en esa calle, el edificio de al lado es un Día y solo tiene una altura, por ende, todo su edificio también tiene ventanas en esa tercera fachada. Eso es un puto regalo. Así que dos de tres fachadas están sobre esa calle. Mi abuela puede sentirse afortunada y decir que tiene un pisito en la calle Elfo.

Barbosa: Y molaría que 46 millones de españoles tuvieron un pisito ahí.

Rivas: Dejémoslo en 30 millones de pisos para acoger a 50 millones de españoles, y que unos vivan solos, otros en familia, algunos tengan un par de pisos porque viven en un primero, pero tienen la casa de verano en el piso mil del otro extremo…

Como la arquitectura socialista, pero a lo bestia.

Barbosa: Eso es.

Rivas: Aunque nosotros somos más de Arturo Soria.

Y su proyecto inacabado de la Ciudad Lineal.

Rivas: Inacabado no, en proceso.

Como la Sagrada Familia.

Rivas: Exacto, tío. Como la Sagrada Familia.

Quería terminar esta entrevista preguntándoos un poco por las expectativas que tenéis. Hemos empezado hablando de cómo os ha superado un poco este primer mes con el disco en la calle y quería saber cómo os veis de aquí a un año, por ejemplo.

Rivas: Todo depende la gira de otoño

Claro, porque ahora os están llamando de festivales y eso en principio ni lo contemplabais.

Rivas: Es verdad que la estrategia de nuestro apoderado es estar ahí a ver qué cae.

Barbosa: Esperar a que nos llamen, sí. Él sabe que con toda la promoción que ha habido, algo cae. Nosotros pensábamos en tres festivalitos pequeños en verano y ya en otoño nos ponemos a tope. Y de repente, la semana pasada, «chavales, al Primavera». Tú fíjate en el punto que estamos que Gerpe, nuestro mánager, y Camuñas [comunicación] nos decían: «Nosotros pensábamos que con suerte íbamos a estar así para el segundo disco». Yo es que creo que esto no es ni medio normal. No sé qué ha pasado.

Rivas: De Camuñas me mola mucho que, teniendo el historial que tiene de bandas con las que ha trabajado, esté tan contento con nosotros.

Barbosa: Eso nos lo decía Gerpe: «Hacía 10 o 12 años que no veía al Camuñas en un concierto a tope con toda la gente». Él está encantado, pero yo estoy jiñado [risas].

Rivas: Volviendo a tu pregunta. Es verdad que con esta locura de verano, el objetivo real en el que tenemos que responder, que es la gira de otoño, se ha visto un poco zarandeado, y lo que pensábamos que íbamos a cerrar ya esta semana igual hay que cerrarlo dentro de dos.

Pero bueno, vamos a dar la cara en los festis de verano, que a mí me da la sensación, aunque no lo sé porque es algo nuevo, que es más fácil que ir por salas, porque vas ahí, no hay ni dios, o sí lo hay, pero cobras, te han pasado la mano por el lomo en el backstage y fuera. Al final, el público del festival igual está ahí de rebote, así que de lo que realmente tenemos ganas es de la gira de otoño en salas pequeñas, por toda la península, y ver cuál es nuestro alcance real.

Barbosa: Estamos un poco a ver qué pasa, porque con el verano no teníamos ninguna estrategia. Y fíjate, esta semana nos confirman en el Primavera y faltan solo 20 días. Me parece todo una locura.

AUTOR

Javier Decimavilla
Javier Decimavilla
La música nos puede salvar la vida o al menos mejorarla. Bob Dylan, Neil Young, David Bowie, The Beatles o The Rolling Stones, entre otros, nos llevan enseñando el camino a la felicidad desde hace décadas.

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