Sábado, 17 de junio: Little Simz, Samantha Hudson, Lucrecia Dalt…
La última jornada de este 30º aniversario del Sónar de Barcelona empezó en el mismo escenario dónde habíamos empezado los dos días anteriores: en el SonarHall. En esta ocasión fue para vivir la experiencia Jbal Rrsas, el nuevo espectáculo en directo de la siempre interesante Deena Abdelwahed. La artista tunecina es experta en crear un sonido único y políglota, combina su música a partir de diferentes mundos: las influencias árabes con la música de club moderna y la experimentación. Los sonidos que iban creando Abdelwaheed y su compañero en escena desembocaron en un viaje de fusión cultural que llevó al público a explorar nuevos horizontes sonoros. Mientras, unos gráficos que iban mutando siguiendo la música, nos hipnotizaban y nos dejaban a merced de todo lo que iba entrando por nuestros oídos. Y, por si no fuera poco, no dejaba de reconfortar ver lo contenta que estaba Deena Abdelwahed con las buenas reacciones del público, quien no dejaba de lanzar sonrisas al infinito a la vez que iba construyendo, en directo, cada una de las piezas musicales.
Una vez Jbal Rrsas llegó a su fin, salimos a tomar el aire en el corazón del recinto diurno del festival barcelonés: SonarVillage by Estrella Damm. Allí estaba teniendo lugar una combinación nunca vista -y una fiesta en mayúsculas- protagonizada por 2manydjs, Peach y Tiga. Estos jinetes de la electrónica se fueron turnanda -a lo largo de dos horas y media- y brindando muchos motivos al público de no dejar de bailar incluso cuando las fuerzas podían flaquear. Aunque no estuvimos toda la sesión, sí que la poco más de una horita que vivimos fue llena de energía, diversión y un ejemplo de como los cuatro tienen un gran dominio de la melodía, los ritmos y, sobretodo, de dar al público aquello que necesitan.
Para cerrar el Sónar de Día de este 2023 subimos hasta el Complex+D, dónde siempre brilla el sonido por todo lo alto. Era el momento de presenciar en vivo a Lucrecia Dalt, quien volvía «a lo que había sido su casa» para presentar su último disco, ¡Ay!, una de las grandes perlas discográficas del pasado 2022. La actuación de la colombiana fue una inmersión en paisajes sonoros misteriosos y atmosféricos, con toques surrealistas y tropicales. Con una combinación de instrumentación electrónica y percusión orgánica, Dalt creó una experiencia sonora envolvente y evocadora, convirtiendo el auditorio en un espacio onírico. Su voz etérea se entrelazaba con las texturas sonoras, transportando al público a un estado de introspección y contemplación. La artista radicada en Berlín demostró ser una narradora musical única, generando un ambiente íntimo y cautivador que resonó en el corazón de todos los presentes. Un gran final para los últimos momentos bajo el sol del 30º aniversario del Sónar.
La noche cubrió el cielo mientras nos movíamos al recinto nocturno del festival barcelonés, no sin antes haber comido unos buenos fideos para poder aguantar las últimas horas del festival. La encargada en darnos la bienvenida en Fira Gran Vía fue la maravillosa Samantha Hudson en el SonarCar by TOUS. Recuerdo perfectamente como había disfrutado el Liquidación Total Por Cierre con el que nos deleitó la artista el año pasado en el Sónar de Día, así que esperaba con ganas este nuevo espectáculo de Samantha. De hecho, yo encantado si cada año actúa en el Sónar. En esta ocasión el homenajeado fue el nuevo EP de la artista de Mallorca, AOVE. Y, aunque fue un directo cortito, también cantó algunos de sus hits, como Maricón o Burguesa Arruinada, e incluso un tema inédito.
Nunca me deja de sorprender la energía que tiene Samantha Hudson en directo. Sale al escenario y una ola de fuerza y carisma consigue atrapar a todos los asistentes desde el primer momento. Además, siguiendo el estilo del AOVE, en esta ocasión el directo fue mucho más makinero que el anterior, provocando que el movimiento físico fuese mucho mayor y transformando el concierto en un poco sesión de fitness -por todas las calorías que quemamos saltando y bailando-. Los beats contundentes, con las letras de Samantha Hudson y los comentarios que iba soltando entre tema y tema, transformaron el SonarCar by TOUS en una atmósfera de fiesta, desinhibición y empoderamiento. Todo ello, obviamente, adornado con el humor y la ironía tan características de la artista. Otra vez, caímos rendidos y maravillados ante la reina Samantha Hudson.
Seguimos con más talento nacional, esta vez en el SonarPub by Thunder Bitch, con Bad Gyal. Ella también había actuado anteriormente en el Sónar, pero hace más años, el 2017, cuando la catalana ya se estaba convirtiendo en el icono global que es actualmente. Con una gran cantidad de público expectante, Alba Farelo salió en escena, junto a un magnífico equipo de bailarines, para interpretar todos sus últimos singles como alguno de sus primeras canciones y que ya són himnos, como el excelente Fiebre. Los seguidores, totalmente entregados y cantando prácticamente todas las letras, pudieron presenciar en vivo esa mezcla de dancehall, dembow y trap latino con el Bad Gyal ha conseguido tanta fama. No obstante, en algún momento no pude evitar tener la sensación que, aún y tocar canciones recientes, en esta ocasión el directo no me brilló tanto como ese magnífico del 2017. Aún y así, un directo en el que se comprobó de nuevo como Bad Gyal sigue al frente de los géneros urbanos musicales y con ganas de ver como evoluciona y qué cambios veremos en su siguiente gira.
Ya era de madrugada, y nos apetecía un poco de caña, así que volvimos al SonarCar by TOUS para ser víctimas -de placer- en una de las sesiones más fuertes de esta edición del festival: la de Parkineos. Este dúo nacional nos mantuvo en estado de éxtasis a lo largo de 60 minutos gracias a una rave hardcore que demostró como la cultura rave española sigue en forma. Aún y estar rodeados de cortinas rojas, parecía que de golpe nos desplazásemos a un párking de descampado. Fue solamente una hora, pero llegan a ser dos o tres y seguramente se me hubiesen pasado igual de rápidas y deseando que el efecto se alargase.
La noche del sábado fue, sin duda, la noche del talento nacional. Después de haber amenizado las horas de luna con Samantha Hudson, Bad Gyal y Parkineos, seguimos con Alizzz y un DJ set bien especial en el SonarPub by Thunder Bitch: Club 2000. En esta ocasión, uno de los hombres más importantes del pop español de los últimos años, dejó su faceta de productor para dedicarse a las mezclas. El catalán pinchó una sesión especial que había preparado para el aniversario del Sónar en el que el house sirvió como sistema de unión de varios engrenajes distintos que provocaron 80 minutos de puro baile y diversión. Se homenajearon, tal y como el nombre de la sesión indica, varias piezas que nos acompañaron a lo largo de los 2000 -y los 90, también-, sin hacer feos a ningún género, y en el que destacaron himnos que iban del Girls & Boys de Blur al Can’t Get You Out of My Head de Kylie Minogue.
La tercera y última jornada del Sónar de este 2023 llegó a su clímax con la perfecta actuación de Little Simz. Ha llovido mucho para la británica desde ese 2018 cuando se estrenó en el festival barcelonés. Tres discos nuevos –GREY Area, Sometimes I Might Be Introvert y No Thank You– y la consolidación como una de las mejores raperas a nivel internacional. Y su directo fue una gran demostración de como de bien justificados son todos y cada uno de sus méritos. Desde el momento en que subió al escenario, Little Simz se apoderó del escenario con una presencia magnética y una energía arrolladora que envolvió al público en un torbellino de emociones. Y, además, la mitad del recital solamente ella encima del escenario -luego se le unieron dos músicos-. El flujo impecable de Little Simz y su capacidad para transmitir sus letras con una intensidad desgarradora fue impresionante. Varios artistas de renombre, como Kendrick Lamar o Andre3000 de OutKast, son admiradores desde hace tiempo de la fluidez sin esfuerzo de Little Simz; y uno lo entiende a la perfección cuando escucha las grabaciones de estudio. Pero lo más sorprendente es que toda esta rapidez y fluidez recitando es exactamente igual en los conciertos, sin perder ni una milésima de velocidad y vocalizando cada parte perfectamente. Es fascinante.
Sus rimas rápidas y precisas se entrelazaron con ritmos pulsantes, creando un ambiente de pura energía y poder. Cada palabra pronunciada por Little Simz, mezclando el análisis social con la narrativa personal resonaba con una fuerza inigualable, llegando directamente al corazón de la audiencia y generando una respuesta inmediata. Además, no dejaba de desprender una confianza asombrosa. Su carisma natural y su conexión con el público se manifestaron en cada movimiento y gesto, atrayendo la atención de todos los presentes. La audiencia no pudo evitar unirse a su energía, saltando y coreando con una pasión desbordante. Gran parte del setlist estuvo dedicado a sus dos últimos discos, con grandes momentos como en Woman, Fear No Man, Heart on Fire o No Merci, pero también dedicó algunos minutos a temas anteriores, como la majestuosa Venom. El concierto de Little Simz fue un verdadero tour de force artístico que trascendió los límites del escenario y dejó una marca indeleble en todos los asistentes.
Curiosamente, si ahora nos preguntasen, diríamos que los dos mejores conciertos de este 30º aniversario del Sónar fueron, precisamente, el primer y el último que vimos: el de Marina Herlop y el de Little Simz. Estaremos días pensando en ambas actuaciones. De la misma forma que ya estamos empezando a preguntarnos qué nos deparará el Sónar 2024. Hace pocos días que terminó el de este año pero ya con muchas ganas de volver a este festival barcelonés al que siempre nos hemos sentido como en casa.
