Mujeres es una banda que ha convertido el sentimiento en su seña de identidad. Después de pasarse definitivamente a la lengua castellana con su cuarto álbum de estudio, Un Sentimiento Importante (Sonido Muchacho, 2017), el trío catalán continúa su estoico aferramiento a la vida en Siento Muerte, quinto disco del grupo, también publicado por Sonido Muchacho.
Si algo representa muy bien Mujeres, es ese sentimiento intrínseco de aguante contra los vaivenes de la vida. A través de un lenguaje humilde y cercano que no entra en juegos metafóricos ni filosóficos, la banda cuenta de una forma narrada más que cantada relaciones del día a día. De ahí que el eslogan de este trabajo sea «10 canciones como 10 poderosos golpes de afecto» y que una vez más sus letras aborden con la mayor sinceridad posible sensaciones que apelan al corazón.
El sonido, ágil, homogéneo, nostálgico, directo y repleto de luminosas melodías pop corales a las que tienen bien pilladas la medida, envuelve contradictorio canciones de desamor (Tú y Yo, Besos), largas noches de resistencia emocional (“ahí me encontrarás dispuesto a hundirme más”), deseos de cambio (“mismas caras, mismas gentes”), sueños truncados y apuestas perdidas.
Así, la mayor debilidad de Siento Muerte es lo evidente del repertorio, ofreciendo poco novedoso con respecto a su último EP, Romance Romántico, y su triunfante anterior LP. Por otro lado, la mayor nitidez en la producción deja al descubierto una puesta a punto conservadora en las primeras siete canciones del disco, que se tambalean entre el aburrimiento agónico de partes vocales desencajadas, ritmos reiterativos y algo sobados, así como un abusivo uso de solos y coros como únicos recursos para despertar la atención.
Del mismo modo, sus letras campechanas, punto positivo en ciertos momentos en los que es fácil sentirse identificado, se recrean en frases insustanciales que parecen sacadas del libreto discursivo de Mariano Rajoy («una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa»).
Claro que también hay pequeños de golpes de afecto que Mujeres tienen muy claro cómo lanzar al oyente (Cae La Noche), así como un epílogo trepidante que conforman las tres piezas más disruptivas del trabajo: Todo Bien empieza como un canto optimista y de esperanza («me dispongo a lanzarme sin precaución / sin temor a un rechazo me avanzo y relanzo»), elevado por guitarras emo, y se convierte en una espiral de desencuentros emocionales («hace ya algún tiempo que no entiendo nada / ni las caras de la gente ni lo que me dices en la cama»). A esta le sigue el corte epónimo del LP, posiblemente el tema más arriesgado de Mujeres hasta la fecha. Un frenesí rítmico que lo único que busca es la destrucción a su paso, como en ese solo imperial que rompe la canción en dos. Una furia desatada que sirve como punto álgido del álbum.
Y, por último, aparece Algo Memorable, un cierre efectivo, un emotivo y luminoso noise pop que abraza a la vida y los recuerdos positivos que la rodean. Porque si su predecesora es lo más cercano a irse al otro barrio, esta última es todo lo contrario. «Lo que sabemos es que seguimos vivos», canta Mujeres y eso es a lo que remite el espíritu de Siento Muerte, a mantenerse vivo a pesar de toda circunstancia. Y, en estos momentos de incertidumbre, este golpe de afecto se convierte en un mensaje poderoso.
