Miércoles: Una presentación ensombrecida por la lluvia y las malas noticias
El miércoles estaba previsto que la música empezase a sonar en el Estadio Metropolitano, que iba a tener un protagonismo intermedio en el festival. Por una parte, iba a acoger un escenario para entretener a las personas que acudiesen allí para tomar una de las lanzaderas gratuitas que llevaban al festival, pero también iba a ser el escenario para la fiesta de inauguración del miércoles y la de clausura del domingo. Con la interrupción, causada por esa «sana» rivalidad entre promotoras que a veces da lugar a situaciones surrealistas como ésta, del concierto que se programó ese mismo viernes en ese recinto de los míticos Guns N’ Roses.
Durante ese día, la lluvia ya nos quiso avisar de que no iba a cesar en su intento de ser uno de los cabezas de cartel del festival. Con unas malas previsiones atmosféricas, muy pronto se produjo la primera cancelación, que fue solo un aperitivo de lo que estaba por venir.
La Paloma, que estaban previstos como el primer grupo de esta jornada inaugural del miércoles, no podría actuar ya que se retrasaba la apertura de puertas por la lluvia, pero afortunadamente no habría ningún problema con Jake Bugg y Pet Shop Boys que, tras deleitar a un público reducido la noche anterior, estaban preparados para un baño de masas mayor. Sin embargo, a eso de las 19 horas, llegó una noticia que restó protagonismo a estos conciertos y que nos hizo a todos temblar por el futuro más inmediato del Primavera Sound Madrid.
Las persistentes lluvias de Madrid habían anegado el recinto de Arganda del Rey de tal manera que el festival, con el consejo de las autoridades y los técnicos correspondientes, se vió obligado a tomar la difícil y dolorosa decisión de cancelar al completo la jornada del jueves. Desde luego, es uno de los peores escenarios posibles cuando estás organizando un festival, sobre todo en tu primera edición y cuando quedan menos de 24 horas para la apertura de puertas, en un momento en el que los fans ya están esperando que empiece a sonar la música, muchos de ellos venidos desde lejos, y por supuesto, los artistas ya están preparados para sus conciertos.
La organización, eso sí, ofreció la oportunidad a todos aquellos que tuviesen entradas para el jueves de disfrutarla el viernes o el sábado, o bien optar por la devolución del dinero, pero esa solución no era suficiente para reparar el vacío que esta noticia dejó en todos aquellos que esperaban ver a sus grupos favoritos al día siguiente.
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