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King Crimson: Sus 5 mejores discos de estudio ordenados de «peor» a mejor

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«Los humanos por naturaleza son salvajes. Cuando estén al borde del apocalipsis cambiaran de actitud»

KING CRIMSON

Según la literatura fantástica, El Rey Carmesí o King Crimson es el principal antagonista de la serie La Torre Oscura de Stephen King. Su principal objetivo es destruir la Torre, como eje central de los múltiples universos que orbitan alrededor suyo y así poder gobernar libremente desde el caos resultante. Por otra parte, y según los mitos arcanos, El Rey Carmesí es también la representación de Satán, máxima entidad suprema del mal que habita en el universo.

Pero el Rey Escarlata no solo habita en la mente fantástica de Stephen King, o en los anales de la eterna lucha entre el bien y el mal, es asimismo, el nombre otorgado a una de las bandas progresivas más experimentales de la historia de la música actual: King Crimson, cuyo letrista Peter Sinfield, acuñó el nombre inspirándose en el infernal Belcebú, príncipe eterno de los demonios y del reino oscuro. Sin embargo, según la propia versión de la banda, el termino Rey Carmesí hace referencia a los monarcas que provocaron muchas matanzas durante sus tiempos en el trono. De ahí que carmesí, variante más oscura del color rojo, suele emparejarse con la sangre, la ira, la venganza e incluso la lujuria.

Al margen de estos paralelismos fantásticos y esotéricos, King Crimson es una denominación que encajó perfectamente en la identidad de una banda inglesa que agrupaba el rock progr y la experimentación, junto con lo mágico y lo umbrío. El resultado fue una compleja agrupación diferencial que, desde su nacimiento, fue cambiando en relación a las decisiones de su máximo líder Robert Fripp, las movidas internas y los giros temáticos que experimentaba la banda.

La primera vez que vi en directo a King Crimson fue el 27 y 28 de noviembre de 1970 en la localidad de Granollers (Barcelona). Tenía 16 años y la experiencia antológica fue inolvidable. Más tarde, volví a verlos el 25 de agosto de 1982, como teloneros de Roxy Music, en el Campo Municipal de Fútbol Narcís Sala de Sant Andreu (Barcelona). Finalmente, me reencontré con el Rey Escarlata el 12 de julio de 2019 en el Teatre Coliseum de Barcelona. Fueron tres conciertos excelentes en tres etapas distintas de mi espacio y tiempo.

Valorar a estas alturas tan legendaria formación resulta muy gratificante, nostálgico y sin duda alguna menos arduo respecto a otros selecciones de artistas como The Rolling Stones, The Beatles o Frank Zappa, cuyas discografías son mucho más extensas. King Crimson posee en su haber solo 13 álbumes de estudio, el resto son recopilatorios y directos. Esta brevedad, para una banda que cuenta con más de medio siglo de existencia, facilita mucho su elección Top 5.

Consecuentemente, para conocer mejor a la agrupación carmesí recomiendo ver el film documental In the Court of the Crimson King dirigido por Toby Amies, y también leer el libro de Alejandro Díaz Varón, King Crimson. Crónica de un malestar. Ambos documentos son imprescindibles. La película está disponible en Filmin y Apple TV. El film nos adentra en la esencia anímica y corpórea de la formación musical más compleja y matemática de la historia, en sus exigencias internas, los enfrentamientos y desajustes personales con su líder, sus frenéticas polirritmias, sus agresivos contrapuntos, sus patrones, transformaciones y algoritmos intrincados. Todo ello se conjuga como un conjunto de elementos diferenciales sobre los cuales el Rey Escarlata ha edificado su reino

Por su parte, King Crimson: crónica de un malestar es el único ensayo escrito en lengua española que abarca toda la carrera del prestigioso grupo británico, desde su inicio en 1969 hasta 2023. El libro cuenta con la colaboración especial de Peter Sinfield donde se aborda la cuidadosa exégesis de todas sus letras. Además, las principales críticas editadas sobre King Crimson y los múltiples cambios en su enigmática música.

King Crimson no es, por tanto, una banda ordinaria. Es la máxima coronación de la música. Se necesitan muchas estar dispuestos a muchos elementos para poder abrazar su grandeza, entenderla y asimilarla, tanto musical como conceptualmente. Pero hay más. Bajo el nombre de King Crimson habita Robert Fripp, el cerebro escarlata, un frío y elocuente caballero inglés, místico, cerebral, virtuoso, inquieto y perfeccionista, misterioso y carismático a la vez, que ha sabido cultivar un universo y metodología musical únicos. Su enfoque autoritario, terriblemente exigente, junto a una filosofía muy peculiar, hicieron que el proceso creativo de King Crimson fuera muy intenso, hasta el punto de desafiar a la mayoría de los integrantes de la banda, situación que supuso muchas desavenencias, deserciones hasta su completa desintegración.

PENETRANDO EN LA CORTE DEL REY CARMESÍ

«Las palabras que aún permanecen
Siempre permanecen igual
¿Es el dolor el precio que pagamos

KING CRIMSON

«¿Qué ha cambiado en 40 años? Es muy simple: hace 40 años había una economía de mercado. Hoy existe una sociedad de mercado: hoy todo, incluida la ética, tiene un precio»

ROBERT FRIPP

Volver a escuchar la discografía de estudio de King Crimson, ha sido una aventura retrospectiva que la evocado múltiples recuerdos de mi pasado. Es lo que tiene de mágico este tipo de regresiones a bandas legendarias, es como recuperar parte de nuestra juventud vivida y olvidada, un ejercicio que deberíamos hacer más a menudo. Lo que se ha vivido jamás debe olvidarse. He aquí pues sus cinco mejores trabajos.

Posición número 5: «DISCIPLINE» (1981) + «BEAT»(1982)

Temas estrella de «Discipline»: Elephant Talk, Frame by Frame, Matte Kudasai, Indiscipline, The Sheltering Sky, Discipline

Temas estrella de «Beat»: Neal and Jack and Me, Heartbeat, Sartori in Tangier, Waiting Man, Two Hands, Requiem, Absent Lovers

Ambos discos son similares, casi una continuación uno del otro. Imposible decidir cuál es mejor, los dos son muy buenos y por ello comparten la misma posición. Discipline marcó el cambio hacia un sonido más experimental, denso, roto, disperso y quebradizo, una ruptura de aquel clasicismo mágico y crimsoniano que encuadró a la banda en sus primeros álbumes. Beat, sin embargo, es un trabajo que mantiene la misma trayectoria sonora de Discipline, pero temáticamente está inspirado en la literatura de la Generación Beat, principal influencia y legado de la contracultura y movimiento hippie.

Posición número 4: THRAK (1995)

Temas estrella: todos

Quizás es el álbum más experimental de la banda llegando incluso a bordear el metal progresivo. La formación se convierte en dobles tríos (dos bateristas, dos guitarristas, dos bajistas), lo que hace que la música resulte mucho más profunda e interesante, especialmente por las capas que se desatan de cada instrumento. Adrian Belew con su voz y guitarra acomete un lujo pleno de registros y maestrías.

No cabe duda de que estamos ante un excelente álbum, uno de los mejores, que abre y construye nuevos caminos pero a la vez recupera y deconstruye otros, configurando una síntesis sonora dispersa de melodías únicas. Es como estar moviéndose en dos dimensiones diferentes pero relacionadas entre sí y al mismo tiempo manteniendo una perspectiva relativa entre el espacio y el tiempo. Como diría Albert Einstein: «Es perfectamente posible que dos acontecimientos tengan lugar de forma simultánea desde la perspectiva de un observador, pero que ocurran en momentos diferentes desde la perspectiva del otro». Sin duda, esta obra es el máximo reflejo de una banda que siempre se ha negado permanecer detenida pero al mismo tiempo ha sabido conjugar todas las direcciones.

Posición número 3: «LARK’S TONGUES IN ASPIC» (1975)

Temas estrella: todos

Estamos pues ante un álbum muy conceptual, cuya estructura innovadora demuestra una vez más la inmensa capacidad imaginativa y transformadora de King Crimson. Su título de por sí ya deja completamente pensativo y pasmado. Su traducción al español es Lenguas de Alondra en Áspic. El áspic es una gelatina sin sabor que aglutina otros alimentos para hacer moldes de carne, pescado o verduras.

Parece ser que las lenguas de alondra en áspic eran un manjar muy apreciado en ciertas culturas antiguas, especialmente en la antigua Roma. Su relación con el disco viene indicada por el propio Jamie Muir, percusionista de la banda: «Puede que sea o no un plato real disponible como delicatessen entre los comensales comunes de hoy en día, pero yo lo asocio a algo precioso que está pegado o encerrado dentro de una forma». Sea como sea las lenguas de alondra en gelatina no parecen muy apetitosas, aunque el álbum si resulta ser un manjar muy delicioso.

Todas las canciones del álbum representan un estudio total de contrastes, estados de ánimo y tempos cambiantes, a veces ardientes y eléctricos, otros suaves e intrincados. Son temas que suenan como polirritmias cautivas entre dos estructuras de tiempo separadas, pero que se encuentran en un punto determinado a fin de generar ciclos constantes de movimiento y alteración. Los temas, por tanto, se perciben como atmósferas contrapunteadas heredadas de Béla Bartók (sistemas diatónicos, axiales y cromáticos junto con las leyes de la división y proporción áurea), toda una arquitectura que se fusiona con los marcajes intensos del metal pesado.

Posición número 2: «IN THE WAKE OF THE POSEIDON» (1970)

«ISLANDS» (1971)

Temas estrella: todos

Ambos discos son una maravilla, antológicos, difíciles de elegir uno del otro. In the Wake of Poseidon es un clásico que muestra una grandiosa experimentación, suntuosidad y destreza. Con un estilo semejante a su predecesor In the Court of the Crimson King, fue concebido en un momento de cambios en la alineación de la banda pero mantiene el espíritu jazzístico y exótico que lo caracteriza.

Islands, por su parte, es otra joya de álbum, una obra maestra grotescamente subestimada. Es un disco poseedor de una atmósfera oscura que requiere prestación para que se pueda apreciarse mejor y descubrir la belleza que encierra. Cada vez que escucho este álbum, disfruto muchísimo con cada pieza que contiene. Por ejemplo, al escribir las letras del tema Formentera Lady, Peter Sinfield tuvo su inspiración tras haber visitado la isla, describiendo los paisajes y animales allí observados, y señalando que ese era el mágico lugar donde Ulises cayó bajo los encantos de la hechicera Circe, en una clara referencia a la Odisea de Homero. Es una faceta más del extraño y maravilloso universo de King Crimson

Islands fue el último disco donde Peter Sinfield colaboró con King Crimson, ya que, una vez publicado el álbum, éste fue despedido de la banda por Robert Fripp. Posteriormente Sinfield colaboraría con Emerson, Lake & Palmer, Roxy Music y Premiata Forneria Marconi, entre muchos otros.

Posición número 1: «IN THE COURT IN THE CRIMSON KING» (1969)

Temas estrella: todos

El guardián de las llaves de la ciudad
pone cierres a los sueños (…)
La reina negra canta la marcha fúnebre.
Las campanas agrietadas de bronce sonarán
para convocar el regreso de la bruja del fuego a la corte del Rey Carmesí»

KING CRIMSON «The Court of the Crimson King»

Con estas tremendas palabras es cómo penetramos en la corte del Rey Escarlata cuya portada ya estremece por sí misma, y más cuando el tema de apertura se denomina El Hombre Esquizofrénico del Siglo XXI, un conjunto de palabras que simbolizan el estado patológico que vive el mundo.

In The Court of the Crimson King solo contiene cinco largos temas: 21st Century Schizoid Man, I Talk to the Wind, Epitaph, Moonchild, The Court of the Crimson, todos ellos están perfectamente entrelazados para determinar un mensaje de marcada advertencia: «El hombre esquizofrénico del Siglo XXI sólo habla palabras que el viento ya no escucha mientras el niño de la luna escribe su epitafio en la corte del Rey Carmesí».

In The Court of the Crimson King es la obra maestra que abrió las puertas a un nuevo concepto de sonido, lírica y mensaje, totalmente desconocido hasta el momento. Es el primer álbum de rock progresivo que supo llevar el metal, lo épico y experimental hasta sus extremos, gracias al uso de las primeras atmósferas verdaderamente texturizadas y de un excelente uso del mellotrón, un instrumento musical electrónico de teclado programado capaz de reproducir el sonido de otros instrumentos y diversos ritmos mediante grabaciones sonoras.

A medida que escuchas el álbum notas como la piel se endurece como la de un lagarto posado en las áridas llanuras de Marte. Y cuando lees sus letras, el cerebro comprende que el ser humano está al borde de un abismo insalvable.

Como bien dijo hace poco el fundador y jefe ejecutivo del Foro Económico Mundial Klaus Schwab: «Vivimos en un mundo esquizofrénico. Hay muchos desequilibrios, fragilidades e inconsistencias subyacentes que deben ser afrontados si se quiere hacer del mundo un lugar más seguro». Esta actual perspectiva ya la intuyó Peter Sienfield cuando en 1969 escribió las magistrales letras de 21st Century Schizoid Man y Epitaph.

La primera canción es una especie de profecía que predice que todos los hombres del siglo XXI se volverán esquizoides debido a los conflictos bélicos que destruyen la inocencia de generaciones enteras y sus vidas: «Estantes de sangre, alambre de púas, pira funeraria de políticos, inocentes violados con fuego de napalm (…) Semilla de muerte, avaricia del ciego Los niños hambrientos de los poetas sangran». La segunda canción se refiere a las palabras que se inscriben en las lápidas de los muertos como consecuencia de esas hostilidades que siembran el pavor y, la locura y la muerte:

«El muro en el que escribieron los profetas
se está resquebrajando
sobre los instrumentos de la muerte.
La luz del sol brilla intensamente
cuando cada hombre esté atormentado
por pesadillas y visiones.
¿No habrá nadie que pondrá coronar con laureles a otro.
Cuando el silencio ahogue a los gritos
confusión será mi epitafio.
Mientras me arrastro por un camino rasgado y roto.
Si lo logramos, todos podemos mirar atrás y reír
pero me temo que mañana lloraré
Sí, me temo que mañana lloraré.
Entre las puertas de hierro del destino
las semillas del tiempo fueron sembradas
y regadas por los actos de aquellos
que saben y son conocidos.
El conocimiento es un amigo mortal
si nadie pone las reglas.
Veo que el destino de toda la humanidad
está en manos de locos
»

KING CRIMSON, «Epitaph»

MENCIÓN ESPECIAL 1: «LIZARD» (1970)

Lizard no es un álbum cómodo de entender, pero es uno de los grandes álbumes de la banda. Como bien argumentan los críticos, quizás es el más difícil de los primeros trabajos de King Crimson, pero, justamente por esa misma razón, es también uno de los trabajos más gratificantes, de ahí que merezca esta especial mención. Lizard fue muy vanguardista en su época, los 70, y a día de hoy, sigue siendo una experiencia auditiva única, rozando lo inquietante. Es más, ha resistido el paso del tiempo y se ha convertido en un brillante ejemplo del rock progresivo más inventivo.

Comencemos por la portada de Lizard, diseñada por Gini Barris. Un magnífico trabajo simbólico que presenta las el nombre de King Crimson ornamentado con motivos medievales. Cada una de estas letras representan una imagen relacionada con los poemas que Peter Sinfield compuso para el álbum. Las letras de Crimson representan los distintos movimientos de la canción Lizard, mientras que King representa las cuatro primeras canciones.

MENCIÓN ESPECIAL 2: «RED» (1974)

Para muchos es un álbum que merecería estar entre los mejores, aunque personalmente no es de los que más me gustan. Es el clásico disco cuya ambivalencia es ampliamente meritoria. Personalmente los temas que más destacables son Fallen Angel, One More Red Nightmare y Starless.

Red es, por tanto, un álbum de rock progresivo bajo un sonido muy pesado, quebrado, con baterías huecas y ritmos dispersados. La revista Q lo calificó como uno de los 50 álbumes más pesados ​​de todos los tiempos. Su espeso sonido fue creado por el guitarrista Robert Fripp, el bajista y vocalista John Wetton y el baterista Bill Bruford. A partir de ahí, los tres fueron ampliando múltiples capas significativas, grabaciones superpuestas de guitarras e incorporando apariciones de ex miembros de King Crimson como Ian McDonaldMel Collins, Robin Miller y el trompetista Mark Charig

La revista Classic Rockconsideró a Red como «un paseo a través de un corredor sin luz bajo un contrapeso feroz e inquietante cargado de secciones muy distorsionadas y melancólicas». The Chicago Tribuneelogió el disco como «el mejor momento del rock progresivo». Sin embargo, AllMusic afirmó que «era el más débil pero al mismo tiempo muy superlativo».

ANEXO: ALGUNOS VIDEOS INMORTALES DE KING CRIMSON

CERRANDO FILAS…

King Crimson no fue una simple banda excelente de rock prog, fue, ante todo, una institución, una escuela de pensamiento musical. A lo largo de sus muchos años de existencia lograron crear y sostener un modelo musical asombroso e insuperable, una filosofía virtuosa en el manejo de la instrumentalización y de la composición que ninguna otra formación de su tiempo fue capaz. Podría decirse que King Crimson inventó un género tan propio que ha servido de influencia para incontables bandas modernas.

El ideólogo principal de toda esta institución fue Robert Fripp, uno de los guitarristas más virtuosos y originales, capaz de alcanzar exploraciones que solo ciertos iluminados pueden hacer. La música de King Crimson, en consecuencia, es en gran parte gracias a ese talento personal. Es por ello que Robert Fripp representa el anti-rock por excelencia. Toca la guitarra sentado, lejos de las luces, con sus lentes redondeadas y sin apenas traspirar. No expresa emociones ni acrobacias escenográficas. Todo reside en sus mágicos dedos poseídos por el arduo fuego. Sin duda, se trata de un personaje inaudito, extraño pero asombroso al mismo tiempo, de difícil de carácter y terriblemente exigente con todo, hasta tal extremo de desquiciar a sus músicos.

Detrás de esa genialidad y controversia, un cúmulo de grandiosos músicos estaban a sus pies, y que fueron el puntal más alto de la formación y su Talón de Aquiles. Lidiar con Fripp y sus manías nunca fue fácil para la gran mayoría de talentos musicales que desfilaron por la filas del Rey Escarlata. Pero King Crimson fue un grupo sumamente creativo, cuya inmensidad de innovaciones fue pasmosa. La mejor forma de definir su legado, es que su música fue una especie de ensayo académico y científico sobre el arte musical.

AUTOR

Carlos Flaqué Monllonch
Carlos Flaqué Monllonch
Hablar de uno mismo no es tarea fácil, aunque muchas veces las circunstancias pidan hacerlo, como es el caso. Se pueden contar muchas cosas, pero quizás lo más importante es abrazar la vida con positividad. ¿Qué puedo contaros de mí? Simplemente deciros que me encanta la música y sobre todo mi profesión, periodismo y comunicación gráfica (diseño gráfico y fotografía), herramientas que me permiten abrir muchas puertas, conocer gente para intercambiar, transmitir y generar proximidades. Las nuevas tecnologías permiten eso y más. Así que nada de excusas y manos a la obra…

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