Con fotografías de Alejandro García-Cantarero.
Tras cinco días de festival (seis si contamos la cita el martes en La Riviera con Incubus), cuesta mucho sentarse a reflexionar sobre lo vivido y transmitir todo lo que hemos disfrutado en estas jornadas de música en directo. La verdad, que cuando uno cruza la entrada principal del Mad Cool Festival, se da cuenta lo mucho que hemos echado en falta los festivales, con sus pros y sus contras; todo lo que les envuelve, que no es más que magia.
Diremos, y es que hay que decirlo bien alto, que la organización estuvo muy por encima de cualquier expectativa posible. Parace que han sabido hacer los deberes en estos dos años, y todo el recinto estaba bien dotado de barras, puestos de comida, baños y agua potable para todos. También queremos agradecer públicamente cómo nos han tratado a los medios ya que nos hemos sentido queridos y cuidados dentro y fuera del recinto.
Igualmente, este año hemos podido vivir el festival sin sensación de agobios, un buen sonido en general en los directos, y mucho, mucho entretenimiento. Ya no pedimos mucho más a estas alturas. Como pero, o aspecto a mejorar para futuras ediciones, y más teniendo en cuenta que se avecina mudanza a Villaverde el año que viene, hay que seguir mejorando las opciones de transporte para poder abandonar el festival de una forma rápida, eficiente y, en lo posible cómoda, sin que suponga un gasto económico desorbitado para el consumidor, como tanto se ha comentado estos días.
La verdad que las ganas de festival se notaban en el ambiente desde el primer momento, y eso es algo con lo que hemos gozado mucho.
Pero la música es lo que manda aquí y nos morimos de ganas de contaros lo vivido en el Mad Cool Festival 2022.
Dale a la flecha para descubrir la primera jornada, el miércoles 6 de julio.