Lun 9 septiembre 2024

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Crónica del Mad Cool Festival (Iberdrola Music en Madrid, 2024)

Primera jornada. Jueves 11 de julio

Michael Kiwanuka

Posiblemente fuera uno de los artistas que más ganas teníamos de ver. Otro que repetía en el festival madrileño, después de estar en la primera edición de 2016 en la Caja Mágica, cuando nos dejó por primera vez con la boca abierta presentando su disco de ese año, la obra maestra Love & Hate. Aunque el calor en los conciertos de tarde es sofocante siempre, también es cierto que para nosotros muchas veces son los más especiales, a los que nos acercamos a descubrir artistas nuevos, voces que hasta ahora no habíamos visto en directo o artistas menos mainstream de los que podemos disfrutar desde la cercanía.

La calidez de la voz de Michael Kiwanuka, su extrema sensibilidad a la hora de elaborar canciones y su aparente fragilidad o timidez, conquistó a un público bastante numeroso e hizo las delicias de todos los amantes del soul, el R&B y la música negra en todas sus variantes. Curiosamente, el concierto coincidió con la publicación ese mismo día de su último single Floating Parade, una delicia de canción que pudimos presenciar en directo por primera vez. Por supuesto, no faltaron temas como Black Man in the White World, Hero, Home Again o Cold Little Heart. Canciones plagadas de mensajes personales y reivindicativos, composiciones repletas de verdad y honestidad. Un concierto memorable en el que el artista londinense, arropado por una banda tan solvente como brillante, nos emocionó de verdad.

Javier Decimavilla

Michael Kiwanuka en Mad Cool Festival 2024
Foto: Alex García-Cantarero

Keane

¡Qué bonita es y qué preciosa ha sido siempre la música de Keane! Recuerdo perfectamente cuando salió el Hopes and Fears hace 20 años y quedé prendado por la belleza que desprendían esas canciones. Aunque muchas de ellas tienen una estructura puramente clásica, en el momento fue sorprendente e incluso innovador que basasen su sonido y estilo en el piano. Tampoco se había visto mucho antes y tampoco se ha repetido en múltiples ocasiones después, lo que hace que su música tenga un distintivo único que les hace muy reconocibles.

Hay que reconocer que han tenido altos y bajos al largo de su longeva carrera, y lo mismo ha ocurrido en mi propia relación con su música. Pero sus canciones siempre están allí, y en todas las ocasiones que he tenido la oportunidad de asistir a uno de sus conciertos, me he dado cuenta de que hay muchos más temas de la banda que me encantan de los que soy consciente. Sin ir más lejos, el jueves empecé a venirme arriba en cuando escuché su comienzo con Can’t Stop Now. Hacía años que no la escuchaba, sí, pero recordaba la letra a la perfección. Un poco más adelante, la preciosa Nothing In My Way y su desgarradora letra, la increíble Everybody’s Changing, la electrizante Is It Any Wonder? y una maravillosa recta final presidida por Somewhere Only We Know. Pero aún quedaba más, una auténtica bala directa al corazón que guardaron para despedirse, nada menos que esa pequeña obra maestra sobre el abandono y la esperanza del reencuentro que es Bedshaped. Con los pelos de punta, nos fuimos a por la siguiente parada, otra que pondría a prueba de nuevo nuestra emociones.

Jorge Híjar

Keane en Mad Cool Festival 2024
Foto: Alex García-Cantarero

Pearl Jam

Poco se puede decir a estas alturas de la increíble importancia que Pearl Jam tienen en el panorama musical, donde han quedado como una de esas bandas legendarias, los grandes supervivientes del grunge de principios de los 90 que, desde Seattle, logró revolucionar la forma de hacer y entender la música. El momento en el que lo alternativo venció al mainstream y se hizo con el poder, para en cierto modo acabar devorados y convertidos en el nuevo mainstream, aunque contar ese tipo de batallitas (de luchar contra Ticketmaster a encabezar festivales) nos lo guardamos para otro día.

Lo pasamos mal pensando que quizá no disfrutaríamos de este concierto (Eddie Vedder tuvo una complicada bronquitis que les hizo cancelar en Berlín), pero afortunadamente ya vimos en Barcelona que volvía a estar en plena forma. Ataviado con gorra y camiseta deportiva, lejos ya de aquel atlético y enérgico cantante que trepaba por los escenarios con su larga melena, Vedder saludó a un entregado público botella de vino en mano y con un papel en el que ya nos imaginamos que llevaba sus habituales frases en español escritas para ir hablando con el público. Mira que nos gustan estas cosas. Habló del pasado, del futuro, de su relación con España, de la situación política en el mundo, y lo que más nos sorprendió (quizá otros ya lo supieran pero para nosotros fue una información absolutamente nueva) su enorme admiración y cariño hacia una gran figura de la música española, Miguel Ríos.

El concierto arrancó con fuerza. Nada menos que Corduroy y Why Go entre las primeras tres canciones. Desde luego no estaban dispuestos a dejarse nada en el tintero. Buena muestra de ello fue Mike McCready, que empezó el concierto con una americana de lentejuelas y lo acabó en camiseta sin mangas y rasgando su guitarra por detrás de la cabeza. Menudo icono.

La parte central del concierto fue para mostrarnos algunos temas nuevos, de su reciente Dark Matter, que no podemos decir que haya escrito una nueva página de gloria para la banda. No está mal, pero posiblemente quede en un álbum prácticamente irrelevante en comparación con su legado.

Seamos sinceros: estábamos deseando escuchar los clásicos. No engañamos a nadie diciendo que así era. Y según avanzamos hacia el final, estos llegaron. Con Even Flow empezamos a desgañitarnos como si fuese 1991 de nuevo. Con Black, nuestro corazón volvió a partirse en mil pedazos. Es imposible que la emoción no te embargue según esta canción va creciendo hasta llegar a ese aullido extraído de lo más profundo del alma cuando Vedder canta a ese amor imposible y se lamenta de que ella se convierta en la estrella más brillante del firmamento de otro hombre, pero no el suyo. Wow. Una de las canciones que más me remueve por dentro cada vez que la escucho. Sobresaliente.

Tras una pequeña pausa para cantar el cumpleaños feliz para unos amigos de Eddie Vedder en California, fuimos encarando la recta final del concierto, con una magnífica Porch poniendo fin al set principal antes de entrar en unos vises que arrancaron con una genial interpretación de Better Man en la que fue precisamente cuando Vedder aprovechó para saludar a su gran ídolo, Miguel Ríos. Con Do The Evolution, Alive, una versión del Rocking In The Free World de Neil Young y Yellow Ledbetter nos despedimos una vez más de esta legendaria banda. Esperamos que no sea la última vez que nos encontremos y emocionemos con sus canciones.

Jorge Híjar

Pearl Jam en Mad Cool Festival 2024
Foto: Andrés Iglesias (Proporcionada por Mad Cool Festival)

Bomba Estéreo

También nos escapamos brevemente para ver a este grupo musical colombiano que nos tiene acostumbrados a ofrecer una increíble puesta en escena. Su cantante Li Saumet, conocida por su voz característica, fue muy cercana al público hasta el punto que quiso bajar para unirse a sus fans, pero la disposición del escenario la impidió hacerlo.

Su presencia en el escenario fue realmente llamativa, ya que apareció con una bata con flecos y un instrumento que imitaba al sonido de los pájaros. Con puesta en escena colorida y ritmos de reggaeton, electrónica y caribeña, vivimos una experiencia radicalmente distinta a lo que estaba a ocurriendo al mismo tiempo en el escenario principal. Tocaron algunos de sus temas más famosos como Algo está cambiando, pasando por Soy Yo, Me duele, su archiconocida Fuego y terminaron con esa Ojitos Lindos que cantan originalmente con Bad Bunny.

Paula Ayllón

Bomba Estéreo en Mad Cool Festival 2024
Foto: Alex García-Cantarero

Greta Van Fleet

Vamos a ser muy sinceros. No nos apasiona la música de Greta Van Fleet y somos de aquellos que pensamos que, efectivamente, se parecen demasiado algunas bandas legendarias del rock de los 70 como Led Zeppelin como para poderles ver como un conjunto original en sí mismo. De todos modos, decidimos darles una pequeña oportunidad a pesar del cansancio.

Lo que para mucho es su principal virtud, la distintiva voz de su cantante, a nosotros nos resulta repetitiva en ocasiones, incluso diríamos que demasiado forzada. Sin embargo, hay que reconocer que el resto de compañeros de banda son bastante habilidosas con sus instrumentos, y en ese sentido, no hay nada que objetar a la banda. Aunque no terminamos de conectar con la actuación, hay que reconocer que dieron un buen concierto. Eso así, esos cambios de vestuario con unas pausas que se hacían eternas quizá deberían replantearlas para que no se pierda el ritmo y la conexión con su música. Les daremos una nueva oportunidad en el futuro, para cuando esperemos que hayan buscado una personalidad propia que no imite a quienes ya recorrieron ese camino de forma tan descarada.

Paula Ayllón / Jorge Híjar

Greta Van Fleet en Mad Cool Festival 2024
Foto: Alex García-Cantarero