El de Maestro Espada es un ejemplo más de que la música tradicional y el folclore no son cosa del pasado y que, haciendo una lectura desde nuestro tiempo, se puede actualizar, revalorizar y acercarlo a las nuevas generaciones con frescura y con respeto a las raíces. Esto lo venimos observando en los últimos años con propuestas que nos llegan de Galicia, Andalucía, Castilla-La Mancha… pero tenemos pocos ejemplos en los que la tradición murciana sea la protagonista. Los hermanos Alejandro y Víctor Hernández son los artífices de este proyecto en el que lo tradicional se mezcla con lo vanguardista, en un collage sonoro que tiene a la electrónica y el pop como conglomerante principal.
El primer larga duración de Maestro Espada es una de las gratas sorpresas musicales que nos está dejando este año. Un álbum que supura naturalidad y belleza en el que todas sus vertientes estilísticas se mantienen perfectamente equilibradas y se complementan a la perfección. Hablamos con Alejandro y Víctor y les pedimos que nos acerquen un poco más a cada una de las canciones que forman parte de su homónimo debut.
Bienvenidos a CrazyMinds. Lo primero, presentaos y presentadnos vuestro nuevo disco.
Somos dos hermanos que como niños crecimos tocando y cantando juntos en la huerta murciana, y siempre quisimos hacer un proyecto musical juntos. Después de años viviendo fuera, recientemente encontramos en el folklore murciano, que en gran medida desconocíamos, un punto de encuentro para reunir nuestras voces. Nos sentimos con esta tradición a la vez intrusos y familiares, y con la sensación de no pisar tierra firme y la inquietud de llegar a un lugar emocionante y fuera de la ortodoxia.
¿Desde cuándo y cómo podemos escucharlo?
Desde el 13 de Septiembre.
¿Dónde y con quién lo habéis grabado?
Lo grabamos en Mitik, Barcelona. Está producido por Raül Refree.
Si tuvierais que definir el disco, su significado, su sonido, sus influencias… ¿Cómo lo haríais?
Dos voces que han crecido cantando juntas y que se reencuentran en una mirada a una de las tradiciones musicales más ignoradas de España, desde la distorsión y la electrónica pero a la vez con una fuerte carga intimista.
Venga, compartid con nosotros alguna gran anécdota graciosa, surrealista o incluso perdida del periodo de grabación
La primera vez que probamos las castañetas en el control del estudio, sonaban tan fuertes que Raül nos mandó a grabarlas a la otra sala.
¿Qué planes tenéis para presentarlo en directo? ¿Fechas y/o festivales que ya tengáis confirmados?
Música Viva en Vic, Bime en Bilbao.
Nos gustaría que nos contaseis todo sobre cada una de las canciones del disco: el significado, la inspiración, si hay alguna historia detrás, lo que sentís al tocarla en directo.
1. Mayos
Parte de una melodía pagana de celebración de la primavera y las cosechas en Murcia, que cayó en desuso durante un largo tiempo. Nos inspiró y escribimos versos en torno a ella. Conforme evoluciona, va subiendo en intensidad y en arreglos ruidistas. En el festival Cruïlla fue emocionante tocarla con el coro del Liceu, de 30 voces.
2. Lirio
Lirio parte de un pasaje melódico de jota murciana que normalmente se hace a laúd. Empezamos a tocar en torno a eso, y divirtiéndonos lo desprendimos del tiempo ternario, lo rearmonizamos y escribimos una letra y una melodía nuevas. En la producción, el desafío era que se sostuviera sin elementos rítmicos, solo con samples y chops vocales.
3. Peretas del Tío Vicente
Esta la inspiró una melodía que el folklorista Pedro Cabrera recuerda de un señor que él llama el ‘Tío Vicente’. Es una Pereta con una energía hipnótica. La hemos tocado con diferentes aproximaciones. Durante un tiempo, en directo era una canción cercana al sludge y al doom. En estudio tomó un aire diferente.
4. La despedía
«Aquí viene la despedía» es el verso que un repentista canta cuando quiere acabar una ronda espontánea de cante callejero, después de que varios hayan tomado la voz. En nuestra canción no es la última estrofa, sino la primera, y es el pie para hablar de la muerte con la sencillez naturalista de la expresión huertana.
5. Yo en deshacerme
Esta está inspirada en el bolero del pueblo de Fuente Álamo, en Murcia.
6. Tres gotas de rocío
Inspirada en una antigua grabación de Alan Lomax durante su visita a Murcia, tiene un aire espontáneo y tierno que quisimos mantener, a la vez que una instrumentación que la hace parecer que flota en el aire.
7. Murciana
Inspirada en la malagueña murciana, uno de los palos más tocados en el folklore del sureste.
8. Salve
Inspirada en el rezo cantado de las Campanas de Auroros de la huerta de Murcia, documentado en los siglos XVIII-XIX. Quisimos encontrar un tono de trance en esa melodía que huye hacia adelante, y una energía de los encuentros de club, nocturnos y colectivos.
9. Carriles
Fue la primera canción que escribimos para este proyecto. La letra define un poco el tono del álbum, un lugar de origen y una raíz vista en la distancia, un amor no físico y un vínculo basado en la memoria, pero también en la imaginación. En esa brecha florece el disco.
10. Granaíco
Basada en la armonía del antiguo aguilando murciano, la letra habla de la tensión y de ese amor particular hacia la huerta murciana que nos requiere a la vez aproximación y distancia.
11. Estrellica
Otra de las primeras que escribimos y de las que hemos cantado con grandes coros en alguna ocasión en directo.
12. Trilla
Inspirada en los cantos del duro y solitario trabajo de siega, que se entonaban para estimular el trabajo de las bestias.
Finalmente, un deseo. ¿Qué esperáis conseguir o que os traiga este nuevo disco? ¡Mucha suerte!
Que inspire a otros, y encontrar momentos de cercanía y de emoción con gente en los directos.