La banda compostelana Novedades Carminha anunció un parón indefinido en 2021 y la música se puso un poco más triste. No más verbena, ni cariñito, ni pesetas. Un adiós obligado, también, a uno de los frontman de la escena indie nacional con más carisma, capaz de resucitar a un muerto y ponerlo a bailar en medio de un pogo. Menos mal que la broma duró poco y Carlos Pereiro, Carlangas, regresa en solitario para hacer las delicias con su homónimo álbum debut: Carlangas (Ernie Records, 2023).
«Ni se vienen cositas ni hostias. Se acabó la broma». Y vaya si se acabó. Una carta de presentación redonda, con unos beats potentes, entre vientos y sintes, que arrasó con todo a su paso. Con la actitud canalla del punk que tan bien le sienta, Carlangas dio un puñetazo en la mesa para marcar la transición en su trayectoria musical; el paso de una banda a la nueva condición de solista. Lo cierto es que, a pesar de la sombra alargada de Novedades, ha pasado el duelo más acompañado que nunca. Desde una alineación gallega de ensueño en O Día Que Volvín Nacer con Grande Amore y Mundo Prestigio —banda que lo acompañará en los directos—, pasando por la colaboración estelar de Manu Chao, hasta BRONQUIO y Ortiga en la producción. A fin de cuentas, Carlangas entiende la música como algo social y ha aprovechado para usar lentes muy variadas.
La libertad para experimentar es evidente en este trabajo. Al depender exclusivamente de sí mismo, Carlangas ha dado rienda suelta a su imaginario. El resultado es un disco collage, lleno de variaciones, si bien con un gran ejercicio de coherencia detrás. Recupera la esencia de lo último de Novedades, tanto de Ultraligero (2019) como de los últimos sencillos (Mucho Nivel y Típica Cara), e incluye detalles del garage de sus inicios, mucho funk y punk. Deja claro que su música es una miscelánea de estilos y que en la variedad está el gusto. Ya lo dice él mismo en Paseítos por Madrid: Te piensas que soy ese / y ese no soy yo; no se limita a lo que ha compuesto hasta el momento, tiene cuerda para largo.
El disco, por tanto, es un mosaico de sonidos, bien atado por un hilo conductor clave en la música del santiagués: la vocación popular. Como buen gallego, valora la amplísima tradición de las orquestas y sabe lo importante que es acercar la música a la gente. El elitismo cultural suele desmerecer la esencia verbenera y Carlangas, lejos de rehuir de esta etiqueta, se muestra orgulloso de que sea una de las marcas de identidad de su música. No es un pureta rancio, como los que se encuentra dando Paseítos por Madrid, a los que dedica una radiografía socarrona de las escenas musicales centralistas en las que no hay alma, solamente productos prefabricados (Cosmopolita, tú no me engañas / llevas quince años sin salir de Malasaña).
Frente al centralismo elitista, vuelve a dar muestras de su vínculo con Galicia en O Día Que Volvín Nacer, sin duda alguna, la canción más sorprendente del álbum. No son del Bronx, pero de la unión de un compostelano, otro de Burela y una banda de Vigo nace un tema rap noventero. Un género a priori disonante dentro del inventario de Carlangas, también de Grande Amore y Mundo Prestigio, pero este dream team puede con lo que le echen. No deja de ser un ejemplo más del sobresaliente estado de forma de la escena musical gallega. Estos últimos años han sido para sacarse el sombrero con propuestas como los propios Novedades Carminha, Tanxugueiras, Baiuca o Sen Senra, entre otros, si bien todo bebe del auge vivido en la movida gallega de los años 80 con Siniestro Total, Aerolíneas Federales, Os Resentidos… Un catálogo ecléctico repleto de calidad.
Con Regalao sigue rompiendo moldes. Saca a relucir de nuevo su alma garage, con influencias de Talking Heads, Television y Beastie Boys, pero deja el macarrismo aparte en el mejor tema del disco: Los Dineros. Carlangas muestra aquí su lado más melódico y amable, entre ritmos funk, groovie, disco por momentos, sin desprenderse de su lengua afilada. Algo así como bailar un agarrado en medio de un pogo. Una esencia más chill llega con Que Si Quiero o Que Si Tengo, con un verso que seguramente provoca alguna lagrimita: Ya sabes: salir, beber, hablar con la gente / pintar con boli en los baños “Novedades para siempre”. El ambiente se torna tropical en Cabeza Loca, que recuerda a la canción Chispas Relax del disco de Novedades Campeones del Mundo (2016). El interludio Contigo hace un guiño al primer tema como solista de Carlangas, la colaboración de 2019 con BRONQUIO en Contigo, Contigo, Contigo, aunque la producción en este caso corre a cargo de Ortiga.
El colofón llega con Cae la Noche. Por su fachada de rockerito, nadie habría asociado a un Carlangas adolescente con Mano Negra, pero menos mal que no se perdió todas las cumbias. Años después, con la ilusión de un chaval, por fin Pereiro ha conseguido entrelazar caminos con el que, en sus palabras, sigue siendo su artista favorito: Manu Chao. Ortiga vuelve a aportar su grano de arena en la producción, resultando así un tema alegre que contrarresta la melancolía implícita en la letra, sobre la idealización de los inicios y la culpa.
Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Carlangas lo demuestra. Con un debut de poco más de veinte minutos bien solventado al que no se le echa en falta absolutamente nada, da una muestra más de su calidad, con un universo musical de lo mejorcito del panorama. Su vuelta ha cumplido con creces las expectativas y la música vuelve a sonreír. Ahora solo queda disfrutar en bucle del disco e ir a echar unos bailes a sus conciertos.